sábado, 11 de diciembre de 2010

www.Noticias 24: Chávez ‘jura y requete jura’ que la oposición “no volverá”

(Publicado el martes 7 de diciembre, 2010)

El artículo que hace referencia a las declaraciones que en un momento dado supuestamente ofreció el ciudadano presidente de la republica en esa fecha, no llama necesariamente a la reflexión por los temas que se trataron, sino por la manera en que se hicieron.

Una vez más, el asunto no es la forma, sino el fondo.

El punto que entonces llama a la reflexión es la contradicción que quizás pareciera graciosa al principio, pero que se vuelve grave y delicada luego, en caso de ser cierta. Cuando el presidente afirma estas cosas, y manifestándolos en términos directos y sin medias tintas:

¿Este declara su desobediencia al mandato constitucional del pueblo como soberano que decide a quien elige para un cargo?

¿El presidente esta jurando en vano?

Sobre lo primero, escribir cualquier afirmación tajante es peligroso, por lo que asumo que el ciudadano presidente quiso decir otra cosa.

En lo segundo, quizás tampoco debería escribir, por la misma razón anterior; digo: ¡Tal vez el presidente se refería a otro tipo de juramento, que nada tiene que ver con el honor y la rectitud de un hombre!

Sería muy triste en definitiva, que estas cosas resultaran ser ciertas, pues constituiría una prueba irrefutable de un aspecto de la indecencia humana, que sin mediar reflexión seria, jura cosas que primero, no puede predecir ni asumirlas con un juramento con Dios de por medio, y segundo, no le correspondería ni siquiera insinuar cosa semejante, dado que la constitución es clara y tajante en este sentido (sobre la libertad del pueblo para seleccionar a sus autoridades).

Simplemente, un mandatario nacional no puede dar ningún ejemplo contra la moral republicana nacional. Ese es el punto.

Puedo entender, sin embargo, al presidente cuando declarara su frustración (quizás malentendida por algunos medios), por ese hipotético escenario donde un opositor a su corriente política, desbaratara dicha estructura sobre la que se sienta y que incluso, “por cosas de la vida”, lograra desempeñarse en sus funciones presidenciales de manera superior y sostenida en el tiempo, en comparación con sus antecesores.

La catástrofe total para quien quiera mantenerse como líder basado en glorias pasadas, es que llegue alguien y lo haga mejor.

(Por eso a veces los tales no quieren irse).

Cuando el presidente ‘jura y requete jura’ que la oposición “no volverá”, está también declarando en contra de aquello donde el mismo participa como protagonista, y que ha devenido en una mayor conciencia política colectiva, que necesariamente hace cuesta arriba cualquier retorno a viejos esquemas políticos, que en mas de un sentido, aun se mantienen, generando las contradicciones y deficiencias que hemos remarcado hasta ahora.

Permítanme darles un ejemplo de lo que trato de explicar, con algo bien cotidiano. Si en mi trabajo, escuchara a un jefe decir que “no permitiría que otro posible jefe como los anteriores volviera a ganar”, tendría que reaccionar en función de varias preguntas personales:

  1. ¿El desempeño de este jefe que vocifera fue superior al del jefe pasado?

  1. Si el próximo jefe va a llegar por votación popular de nosotros los empleados, y en vista de las experiencias que tengo ya con los dos últimos jefes (incluido este actual), ¿Seria capaz yo de elegir a un fulano jefe como los pasados otra vez?

  1. ¿No seria mejor buscar a un jefe mas eficiente que los ya vistos?

  1. Ahora que entiendo que mis compañeros y yo, como empleados, podemos tener el “sartén tomado por el mango”, -pues para algo tenia que haber servido todo este ensayo y error político con sus terribles consecuencias-, ¿Voy a permitir que el próximo jefe haga lo que se le venga en gana como estos que ya pasaron o están por pasar?

¡Espero estar dejando claro el punto, apreciados amigos! Un presidente debe centrar su trabajo en los seis años de gobierno que les son conferidos, con los objetivos estratégicos comunes a los periodos presidenciales inmediatamente previo y sucesivo, que garantizan de esta manera la ejecución cierta de los planes sostenidos y estratégicos de desarrollo nacional.

Lo demás es escupir para arriba. Aprendamos a estar lejos de aquel que lo hace.

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