domingo, 30 de marzo de 2014

¿Y los muertos desde el 12 de febrero?; ¿Qué hacemos?

Mientras que en general solo observo una parálisis en ambos sectores políticos venezolanos, (con la gravedad que ello reviste para el sector oficialista, al detentar el verdadero poder, -no el de "mentiritas": el del pueblo-, y por tanto, la capacidad de ofrecer algo tangible en realidad),  muestra de su incapacidades reales para establecer conversaciones ya no de paz o de diálogos vacíos y solo de carácter mediáticos, sino de entendimiento y convenios sostenibles en el tiempo para todos, veo como la cantidad de muertos se suma con completa frialdad, como si el "muertometro" no hubiese aún llegado a la zona roja para activar en el gobierno, alguna capacidad de reacción verdaderamente ética o moral, ajustada a los elevados valores de nuestra constitución nacional.

La oposición se encuentra ciertamente carente de cualquier liderazgo congruente. Tanto como el mismo oficialismo, y ello es terreno de cultivo para peligrosas situaciones nacionales.

No debe ser aceptable que muera gente por estas razones, como no lo debe ser para justificarlas como números "dentro de la criminalidad normal esperada", y que ya superan con terrible comodidad, los 20.000 fallecidos al año en Venezuela.

El cuartel de la montaña, donde se guardan supuestamente los restos de Hugo Chávez, no están tal altos sobre el nivel del mar, como para que la marea de sangre derramada no lo alcance y cubra como consecuencia de lo que el permitió transformarse en un monstruo sin control en el presente.

Más de 30 muertos durante las manifestaciones es una cantidad injustificable, de cara a un gobierno que a la primera señal de protesta real y justificada, ha debido ceder en todo aquello que en efecto, nos hace daño a todos por igual, indistintamente del color político con el cual se quiera la gente cubrir.

¿Por qué se hace tan difícil dejar a un lado el orgullo y la prepotencia de parte y parte?; ¿Por qué prefieren que corra sangre, a cambiar en algo para el bien de todos?
¿Tanto gusta el poder y el dinero ?

Ayer mismo decía Carlos Vecchio, coordinador de Voluntad Popular, -quien se encuentra escondido-, que "El chavismo democrático debe facilitar la transición". Yo tengo que preguntarles: ¿Como se puede ser democratico y al mismo tiempo saberse seguidor de un hombre que concentró todos los poderes bajo una sola figura de mando?; ¿Transición hacia que, Carlos?: ¿Quien en este país ha establecido lo que se puede definir como transición, o con quienes o con qué reglas se establecería semejante cosa?

Yo si creo en transiciones, pero no aquellas lanzadas al aire sin sentido, sin un origen y un fin definidos.

Tenemos la necesidad de honrar a los que han muerto, construyendo algo justo, ponderado, equilibrado socialmente y sostenible en el tiempo, basado únicamente en lo contemplado en nuestra constitución. No hay mas caminos ni atajos; solo queda una vía despejada, que por cierto, deja atrás a ambos extremos políticos en Venezuela.

Ya no hay más espacio para discursos vacíos. Aunque nuestra patria sea grande en territorio, no podemos permitir que cada espacio sea viable para enterrar un muerto, como monumento inútil a la necedad de todos, obstinados en no ceder, en no reconocer que todos han cometido errores.

viernes, 28 de marzo de 2014

Un error de los estudiantes, y uno de la gente

Vamos a estar claros en dos situaciones que están ocurriendo, y que están haciendo incurrir en un error a muchas personas dentro y fuera del país:

PRIMERO: Los estudiantes no han tenido contundencia aún al momento de exigir la elección de los poderes (CNE, TSJ, Contraloría, Fiscalía y Defensoria), en función estrictamente de lo pautado en la constitución, pero siguiendo un acuerdo nacional de transparencia y aceptación del procedimiento, con lo cual están dejando espacio para que intereses políticos ajenos a la sociedad, impongan sus tesis; luego, lo que a corto plazo puede constituir el mayor error, es la no exigencia de la liberación de los detenidos con la contundencia que ello requiere. Se que el gobierno al asumir la actitud torpe de ser ciegos y sordos ante las criticas, no ha hecho más que arrojar leña al fuego, pero no por ello, se debe dejar a un lado el hecho alarmante de que mucho más de 1000 estudiantes y vecinos están detenidos y siendo procesados en todo el país. Esto es muy grave. Lo de los presos políticos anteriores, palidece ante esta situación que solo en dictadura puede quedar impune.

SEGUNDO: La población a pisado el peine, como dicen, al centrar demasiada atención en el asunto de María Corina Machado y Diosdado Cabello.
Hay que entender que ellos dos representan los extremos más radicales de la política venezolana, y no son muestra creíble del pensar de las mayorías en el país, afortunadamente.
Derecha extrema vs. "viveza extrema" (Diosdado no representa en lo absoluto, a movimiento o linea izquierdista alguna). Ambos son ejemplos de MODELOS ECONÓMICOS Y EXPLOTADORES DISTINTOS, únicamente con la moneda nacional y el dolar como denominador común. 
Demasiados intereses detrás de ambos personajes, como para darles la espalda en señal de confianza. Evalúen con mucho cuidado el accionar de personajes como ellos, que lamentablemente, abundan soterradamente en la política venezolana, tanto en el oficialismo, como el el oposicionismo.


sábado, 22 de marzo de 2014

Algunos “tips” para la estrategia de protesta estudiantil.

Deseaba mencionarles a los compatriotas que se encuentran llevando en el hombro la protesta estudiantil y vecinal, lo que considero que son puntos a tener en cuenta al momento de ir construyendo la estrategia que necesariamente debe surgir en tanto se desee explicar lo que se reclama; esto obviamente son consideraciones y preguntas a tener presentes cuando deseamos establecer una camino claro para la “hoja de ruta” que les plantee en la entrada anterior:
1.- ¿Por qué los políticos no hablan sustentadamente a la luz de los acontecimientos actuales, del artículo 350 de la constitución?; ¿No saben que decir, o por alguna razón a ninguno le conviene levantarse y proclamar este asunto?
2.- Si los estudiantes siguen el camino de anteriores líderes estudiantiles que luego de destacar en aquellas protestas pasadas, terminaron absorbidos por los partidos cuartorepublicanos de la oposición y el oficialismo, convertidos en dirigentes indiferenciables de los que les precedieron, sin duda podemos afirmar que permaneceremos anclados a un punto muerto en esta coyuntura.
3.- Una pregunta que requiera respuesta para poder continuar manifestando: ¿Cómo evitar que la protesta escale y se mantenga en un tono radical, si no existe gobierno o institución que los escuche y tenga disposición para rectificar?
4.- Consideremos y entendamos que debido a la polarización galopante y reinante en el país, lo que pida un bando político, será automáticamente rechazado y descalificado por el otro (y cuando el gobierno asume un bando, se resquebraja su institucionalidad y termina gobernando para un sector y un grupo de intereses asociados a este). Por esta razón, las soluciones tienen que proponerse y desarrollarse en el terreno novel y equilibrado de la tercera vía. Cualquier intento dentro del marco polarizado existente, será inútil.
5.- Estemos claros: Un gobierno solo puede asumir un bando (como lo hace el actual), y establecer así un régimen inconstitucional, si las FANB también incurre en dicha parcialidad político partidista. La marcha oficialista del 15 de marzo del 2014, con miembros del PSUV y del personal activo de las FANB, en clara manifestación de proselitismo político, demostró cuan necesaria es la “unión cívico militar” para mantener la dictadura suave en el tiempo, -con una fachada democrática casi intacta-, de manera exitosa para esa minoría que gobierna a discreción de las pautas marcadas por un hombre, y no por la constitución, con lo cual la desvenezolanización no hizo más que acelerarse y profundizarse.
6.- Debemos tener presente el siguiente segmento de la constitución vigente:


PREÁMBULO
El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente
CONSTITUCIÓN
TÍTULO I
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fi
Artículo 4. La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Artículo 6. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.
Artículo 8. La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno nacional Gloria al bravo pueblo y el escudo de armas de la República son los símbolos de la patria.
La ley regulará sus características, significados y usos.
Artículo 9. El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.
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Lo traigo a colación, porque tenemos que entender que no hay atajos a la hora de interpretar estas palabras constitucionales: No hay definiciones de socialismo, o de capitalismo, de chavismo o de la MUD contenida en sus páginas; no hay insinuación a libertad alguna para alterar banderas y escudos nacionales, sin haber pasado por el “filo” de un referéndum popular y aprobatorio.
En definitiva, la evidencia de que la constitución de la república bolivariana de Venezuela no ha sido aún comprendida y aplicada, está gritándonos entre sus cientos de líneas. Los constituyentistas crearon una obra que terminó yendo más allá de las conveniencias de los grupos de poderes nacionales y extranjeros, e incluso, de la capacidad de los mismos constituyentes para justificar la distorsión que progresivamente se instaló en el país. El precio de ello ha sido la dictadura suave que Chávez heredó en mala hora a un tal Nicolás Maduro. (¿Era lo mejor que el comandante tenia entre los colaboradores que le rodeaban?; ¿Su situación a 14 años de régimen, era tan patética?)
Chávez, así como todos los políticos que lo apoyaron y aquellos que lo adversaron (y adversan lo que ha quedado como legado), son en realidad, hijos comunes y emparentados -en grado de hermanos-, de aquella cuarta república que creyeron poder matar y enterrar sin que tuvieran que irse todos primero con ella.

Ahora los que protestan, deberán elegir la manera en que harán política, y al mismo tiempo, la manera en que terminarán siendo descritos en los años venideros.

jueves, 20 de marzo de 2014

La dictadura suave (*) heredada y sostenida por Nicolás Maduro

(*): “Suave”, para diferenciarla de la dictadura convencional.

Debo reconocer que siento la apremiante necesidad de expresar por cuanta entrada al blog se requiera, lo que considero es la verdadera cara del actual gobierno en Venezuela, pese al riesgo que ello puede suponer en las actuales condiciones políticas y represivas para cualquiera que ose levantar la cabeza por encima del resto. Supongo que por ser este un blog pequeño, -de un ciudadano de a pie-, las cosas no pasan a mayores.
Volviendo al asunto del gobierno, aunque siempre reconozco en la “revolución bolivariana” un intento genuino de recopilar las ideas que existente consensualmente en el ambiente nacional, y reivindicar lo que por décadas fueron voces acalladas e injusticias no denunciadas, lo cierto es que con la misma rapidez con que se tomó ese sendero de la búsqueda de justicia social, este se extravió al mismo paso, para terminar en el agujero coyuntural que en términos simples y llanos, denominaríamos como “un juego trancado”, porque en nuestro país lo que opera como gobierno desde el comienzo de los 2000, siendo ya indiferenciable del estado desde hace muchos años es, queridos compatriotas, una Dictadura Suave (*).
Permítanme refrescarles el por qué en la dictadura suave, el juego está trancado: La oposición, en su incapacidad para describir esta realidad, muestra que no logra ser más que un reflejo pálido y distorsionado, en un espejo donde a su vez el oficialismo apenas se puede reconocer como tal en los ojos de su supuesta némesis política, sin aceptarse ambos como imágenes producto del reflejo de una misma época donde izquierda y derecha como extremos, dieron todo lo que podían dar.
Mientras el gobierno se irrita y actúa torpemente ante cualquier crítica, seguimos en el punto muerto donde la oposición no entiende más allá del marco conceptual donde crecieron: Por eso la persistente sensación de que fuera de estudiantes y vecinos protestando con la punzante sensación permanente de estar solos, donde no hay nada más apoyando o traduciendo estas manifestaciones en acciones políticas sinceras, y verdaderamente bolivarianas, que marcasen un cambio positivo y sostenible en el país.
En vez de eso, pareciera que los políticos de oposición (entendamos algún día por favor, que no existe únicamente la figura de “oposición a la de oficialista”: necesariamente quien desee tomar lo bueno de ambos bandos y desechar lo errado, tendrá que ubicarse a media distancia en ambas partes), solo están recogiendo lo que cae al piso, y por cierto, para su propio  beneficio, una vez más ante la realidad de no saber/poder articular un mensaje político que integre e invite a todas las partes a superar los obstáculos que mantienen la situación sociopolítica y económica, paralizada.
En tanto eso ocurre, el oficialismo prefiere seguirse revolcando en la comodidad resultante de un régimen que no acepta un “estas equivocado” como respuesta a nada que haga o diga.
No se puede negar que la supuesta seguridad que da el tener “el sartén por el mango”, le brinda a todo acto y declaración oficial, un profundo aire de arrogancia económica, política y social, con el desprecio característico de aquellos que se perciben a sí mismos sin freno que los detenga, pues con la partida del que no tenia limites en su poder político, emergió la realidad perturbadora de no existir valor moral o personal que pueda imponerse en los que ahora detentan el poder , irónicamente espoleados por la expresión (y excusa), de que “por la revolución y por la memoria de Chávez, todo es válido”.
Mientras la oposición escupa todo lo que salga del oficialismo, y este último reniegue la idea de aceptar que Chávez cometió errores profundos, señores…, el juego está trancado, como dicen los viejos por aquí mientras juegan una partida de dominó.

A propósito de errores y malas apreciaciones, denme la oportunidad de aclarar el titulo de esta reflexión, comenzando con lo que el diccionario de la Real Academia española (RAE), define como dictadura:
En la época moderna, régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o a veces en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.”
La dictadura suave, aquella que aún los diccionarios no definen por no haber pasado probablemente suficiente tiempo para que los protocolos de las academias de las lenguas lo evalúen en su justa dimensión, con toda seguridad nace en Venezuela, como consecuencia de ser un país petrolero, de baja población, y en vías de desarrollo, débil en su identidad, al tiempo que convulsionado ante las continuas coyunturas sociopolíticas y económicas que lo azotan paradójicamente pese a ser un país de extraordinarios ingresos económicos.
Si tuviera que definir el término en el estilo de la RAE, debería escribir entonces que:
“Dictadura suave:
Es el régimen político que, mediante la manipulación de elecciones a través del abuso de los recursos del estado y la adecuación del marco legal existente, concentra todo el poder en una persona o a veces en un grupo u organización y reprime los derechos humanos, las libertades individuales y las opiniones disidentes y criticas, en función de una doctrina política no compartida por amplios sectores de una población, ni por la misma constitución”

Creo que estarán de acuerdo conmigo en cuanto a que las cosas hay que llamarlas por su nombre en este país, si pretendemos en algún momento analizarlas y comenzar a aprender de ellas. La democracia en Venezuela se ha transformado en esto que he definido ya, y no por Chávez exclusivamente, (aunque suya sea la mayor y definitiva cuota de responsabilidad), sino por el cumulo de decisiones y omisiones que como colectivo social de todo una nación, hemos aceptado desde hace mas de 20 años.
NOTA: Por cierto, y  para que tengan una idea, una “Dictadura Fuerte” vendría a ser la que observamos por ejemplo, en Corea del Norte.

¿Qué queda por delante?; pues lamento tener que decirles que muy probablemente (aunque deseo equivocarme), solo veremos como la respuesta del gobierno/régimen se hace más áspera y abusiva, justo en la medida en que la arrogancia crece de parte y parte.
Un juego trancado, en manos de un presidente incapaz hasta de mantener el régimen que le sirvieron en bandeja de plata, y un cabeza de asamblea nacional pendenciero y de más que dudosa moral, que no irá dejando más alternativa que vivir sometidos bajo el eufemismo de una manipulada “paz”, o ser testigos de un asonada militar con el triste derramamiento de sangre que ello conllevaría, porque la polarización creada exitosamente por Chávez, mantiene anulada la capacidad de reacción popular. Aunque reconozco en las FFAA al principal sostén de este parapeto revolucionario en que han terminado las cosas, también los reconozco como los únicos capaces de modificar el rumbo: triste ironía típica de todo país donde los intereses particulares, están por encima de Dios y de la constitución.
En cualquier caso, veo difícil que las cosas se resuelvan “por las buenas”, aunque Insisto: Ojalá me equivoque, y las aguas encuentren sus verdaderos causes de justicia y progreso.

Estamos en una Dictadura Suave, porque el petróleo, nuestra necesidad de paternalismo político, la desvenezolanización y la incapacidad de disponernos a realizar sacrificios, al no haber conocido nunca a la justicia como premio para ello, nos han llevado a eso.
Afortunadamente para nosotros, estas mismas debilidades son compartidas por quienes ahora gobiernan, y no considero que tengan las pelotas para hacer la transición hacia una Dictadura Fuerte (no como el Bolívar fuerte que nos vendieron como la panacea a todos nuestros males), como no pudieron ni siquiera, en tiempos de Pedro Carmona Estanga, hacer un Golpe. Inútiles todos.

Olvídense de exigir paz, felicidad, prosperidad, tranquilidad, seguridad jurídica o alimentaria: A estas alturas de la Dictadura Suave, eso no se pide: Se gana.


sábado, 15 de marzo de 2014

Un anexo a la entrada anterior

Olvidé comentar algo muy importante en la hoja de ruta propuesta, que tiene que ver con elecciones: 
La necesidad de reformar la actual ley electoral, a fin de lograr un mayor equilibrio al momento de elegir diputados.
La actual ley favorece demasiado al que esté en el poder: le facilita obtener un número arrasador de diputados, que impide en realidad, la discusión y el análisis serio de propuestas nacionales, cuando estas no vienen, -en las presentes circunstancias-, del oficialismo. 
Hoy en día, con la mayoría calificada en manos de un solo bando, que "casualmente" es el oficialista, la situación hace que de facto, todos los poderes públicos en Venezuela, obedezcan a rajatabla, la linea del partido PSUV (partido que a su vez, estaba "configurado" para obedecer la orden del presidente Chávez). 

Sin importar el partido que estuviera dominando el escenario político, es muy malo que una asamblea sea meramente una sucursal de una tolda política.

jueves, 13 de marzo de 2014

Peligroso pero cierto: La rigidez del gobierno, acelera el quiebre de sus pilares

Yo no tengo dudas de que Nicolás Maduro es un muchacho grande jugando a ser presidente. Sé que tiene todos los poderes a sus pies, y que la fascinación por Chávez lo guarda por ahora, de rupturas constitucionales tempranas. Los que apoyan la revolución simplemente lo toleran por conveniencia “estratégica”; las misiones en particular (todas ellas), se erigieron como el mayor éxito del presidente fallecido, que admito, no era ni por mucho, una “idea” (la de hacer misiones), que flotara en el aire antes de su llegada al poder (la gente quería que las cosas funcionaran, no que se hicieran otras con una firma personalísima presidencial, como complemento de aquello que no funcionaba pero daba plataforma para el surgimiento de Chávez como el redentor de los pobres); El ahora presidente adjudicado Nicolás, -casi con certeza absoluta-, no cambiará en su percepción de las cosas. El gobierno seguirá manteniendo la actitud que es aún apoyada (refrendada si queremos decirlo), por un sector que aunque minoritario ya, sigue siendo importante. Sola la estructura militar venezolana, le aguanta el suelo a Maduro.
Ahora bien, establecido en estas breves palabras la inamovilidad del pensamiento y la consecuente estrategia política del actual gobierno, quiero centrarme en el hecho que considero clave: Este periodo de agitación social, económica y política, no es para que el gobierno cambie, sino para que la tercera vía pueda surgir  creíblemente como alternativa democrática y social venezolana,  a partir de la protesta estudiantil.
En esta etapa nacional, creo necesario establecer primeramente lo que debemos replicarle al gobierno, -y a cualquiera que lo apoye-, cada vez que lanza al aire la palabra dialogo, y de la cual muchos políticos de oficio se han hecho eco (con poco éxito), sin que lo elemental de cualquier serio encuentro nacional, sea aclarado en lo absoluto. Casi está de más mencionar que el gobierno en su empeño de distraer y renegar, ha desvirtuado el concepto de “Conferencia de Paz”, con la ridícula cantidad que ha creado de estas; son tantas, que han logrado atomizar las iniciativas de “dialogo”, (logrando evitar el surgimiento de nuevos  liderazgos que amenacen al gobierno), con lo que resultan ser estas “conferencias”  un poderoso factor de distracción, mientras se continua gubernamentalmente con la estrategia implantada por Maduro desde su llegada al poder.
 Considero que es el momento, -como les decía en la entrada anterior-, en que debemos plantear los cimientos correctos para poder construir algo distinto y  nuevo, (pero definitivamente sustentable en el tiempo), lo cual es algo que el oficialismo y la oposición no pueden ya ofrecer.
Primeramente se debe dejar en claro bajo qué términos se dialogará, y con qué fin se hará ese dialogo: Si la gente va a un salón a decir una “medio verdad” (por temor a la reacción gubernamental), para terminar escuchando las objeciones de Maduro, previo a seguir con el siguiente punto genérico de la programación, nada saldrá del hueco político en el que está.
Todos los que están dispuestos en verdad a hablar y a escuchar para construir y concretar algo nuevo y aceptable por consenso nacional en Venezuela, deben establecer primeramente que ciertas cosas tienen que ser abordadas sin pasiones para poder ser implementadas:
Esta hoja de ruta ofrece una opción realista para ser tomada no por el gobierno que ya no puede reaccionar debido a su extrema rigidez, sino para los jóvenes; luchadores sociales y políticos que emergerán con un sentido de valores más elevado y esperanzador.

Todos estos puntos en la hoja de ruta, tienen que cumplirse en un plazo menor a dos años, verificables cada tres meses (es la única manera de construir la vital confianza nacional necesaria):
1.-Nuevo Registro Electoral Permanente: No se puede volver a ir a una elección con un registro que a todas luces resulta dudoso.
2.-Elección constitucional y estricto de la totalidad de: Rectores CNE, Jueces de todos los tribunales y salas; Fiscal General de la Republica, Contralor de la Republica y Defensor del Pueblo. Todo esto verificable públicamente.
3.-Reinstaurar independencia del Banco Central de Venezuela
4.-Renunciar a la reelección indefinida de Presidentes, Gobernadores y Alcaldes
5.-Liberación de todo preso político (con reconocimiento de esto como gesto de amnistía y paz)
6.-Campaña de recuperación/repatriación de fondos robados, y entrega igualitaria a todos los estudiantes venezolanos, del capital resultante, a modo de beca educativa.
7.-Darle custodia y protección, (con ofrecimiento de reinstalación en cualquier otro país del mundo con financiamiento del Estado), a los Jueces anticorrupción, cumplido un periodo especial de 2 años de lucha contra la corrupción.
8.-Instalación de un consejo federal de asesoramiento económico, cuyo objetivo central sea la estabilidad y el crecimiento económico y social del colectivo nacional que somos.
9.-Revisión de todo pacto binacional, en búsqueda de desviaciones con referencia a la constitución de la república.
10.-Conservar todas las ayudas gubernamentales existentes en forma de misiones y pensiones, hasta tanto puedan ser sustituidas por mecanismos más efectivos y verificables socialmente.

11.-Alcanzar un acuerdo con el gobierno nacional, en cuanto a que se comprometa a verificar que ningún recurso del estado, de instituciones o de empresas relacionadas, incluidos sus empleados, serán utilizados en beneficio de cualquier candidato inscrito en los siguientes procesos electorales.

12.-Establecer un nuevo proceso de cedulación, que permita descartar nacionalizaciones irregulares de ciudadanos extranjeros, adjudicándoles a estos el estatus correcto de acuerdo a la constitución.

Estemos conscientes en todo momento, sobre la inviabilidad de exigir cosas que le resulten al gobierno aún más difíciles de cumplir: Peticiones como la renuncia del presidente o de cualquiera de los altos personeros políticos de la actual administración, así como peticiones "viscerales" que solo llamarían a la confrontación, resultarían inútiles e innecesarias.
Por eso deben reconocer que si todas las partes se sientan a dialogar, necesariamente solo podrán salir adelante en ese empeño si se imponen todos los protagonistas, algo común y  por encima de todos ellos, y por supuesto, a parte de nuestro mismísimo Dios, ello solo puede ser la Constitución de la República de Venezuela
¿Quién en su sano juicio renegaría de hacer algo que está escrito en la constitución?; Si todos queremos cambios, todos tendremos que someternos a ella. No hay otra opción.
¿Recuerdan la frase con la que comencé este blog hace unos años?: “Dios, Justicia y Pueblo”.
Eso queridos compatriotas, guarda la génesis de lo que para nuestra nación, para nuestra sociedad, ha preparado Dios.
No pierdan la Fe, aún cuando el gobierno ya solo se represente a si mismo.

domingo, 9 de marzo de 2014

No basta con el estatus gubernamental para tapar ya las verdades.

Los hechos se siguen sucediendo uno tras otro en nuestro país, y como viejas hojas en un árbol, la luz del sol cada vez se aprecia más entre las ramas de la enorme planta que de a poco, va perdiendo en su follaje, las intrigas, las mentiras, lo secreto, y lo descarado.

Lo digo en particular por las reacciones vistas en altos funcionarios, a eventos que en su fondo, obedecen más a intríngulis políticas que a otra cosa. Por un lado, vemos al presidente adjudicado, decir lo siguiente:

EL UNIVERSAL
viernes 7 de marzo de 2014  03:57 PM
El presidente de la República, Nicolás Maduro, denunció el cobro de comisiones en transacciones con venezolanos de parte del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli. "Empresarios en la zona libre de Colón en Panamá nos dijeron que el presidente panameño, Ricardo Martinelli, estaba cobrando 20% por cada factura que se cancelara de Venezuela a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi)", dijo Maduro quien indicó además que "el (dinero) se estaba destinando a la campaña electoral".

¿Significa esto que basta con un “nos dijeron”, para que nuestra política externa o interna operare en un sentido u otro?

A mí “me dijeron que Nicolás Maduro ganó las elecciones porque movió cielo y tierra para que todo lo favoreciera, menos una elección limpia y justa.

¿Debo entonces decir por ello que Maduro ni siquiera es un presidente adjudicado, sino un mentiroso y un hombre incapaz de liderar sin la sombra de Chávez, a un movimiento verdaderamente revolucionario?

Yo creo que solo por un “me dijeron”, no puedo pretender que el resto del país esté de acuerdo con lo que yo haga o diga como presidente, en cada  momento que se me ocurra hacerlo.
Pienso que es este episodio con Panamá, -tan enérgico-, en contraposición a una posición tan débil y sumisa ante Guyana, (de quien pudimos ver a su mismísimo presidente pasearse por el paseo Los Próceres, mientras las acusaciones y señalamientos injustos hacia el gobierno venezolano por parte de su canciller, no terminan de disolverse en nuestra memoria), no constituye otra cosa que la caída de otra hoja en este árbol nacional que pese a las circunstancias, no morirá, pues como cualquier planta sobre este planeta, solo se prepara para el cambio de estación climática (política, para nuestra analogía…)

En este mismo paralelismo con el árbol, en otra “rama” no muy lejana, vemos a otro personero gubernamental, -esta vez en la OEA-, realizar declaraciones que solo evidencian el estado diplomático de las cosas en lo que se refiere a Latinoamérica, y de cómo resultan determinantes los intereses económicos que en realidad se  mueven en ella y a través de ella:


El embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton, informó que"29 países votaron a favor de la declaración de solidaridad con la democracia venezolana", reiteró tras la reunión a puerta cerrada que se realizó entre ayer jueves y este viernes. Estados Unidos, Panamá y Canadá fueron los países que votaron en contra, precisó Chaderton”
A estas palabras debemos anexar las triunfales declaraciones del canciller Elías Jaua, que parece con ellas reconocer lo importante de ese “espaldarazo entre colegas” de la OEA, cuando esa misma institución fue arto criticada y despreciada durante los 14 años de Chávez en el poder. Como diría un amigo mío: “¿Y entonces? (!); o eres molusco, o eres marisco”
(Palabras y expresiones como compromiso, consistencia, constancia y perseverancia constitucional, no retumban en la mente de muchos venezolanos…)
Obviamente ningún gobierno va a apoyar una especie de voto de censura hacia el gobierno de Venezuela, sabiéndose expuesto a la misma acción el día que semejante represión se observasen en su propios países; Si a ello le sumamos los beneficios en forma de ayudas económicas, laxitud diplomática, y comercio en condiciones favorables para sus respectivas industrias, -todo ello saliendo de Venezuela-, podemos comenzar a vislumbrar las razones para este “solidario” apoyo, que de paso ratifica que ante la verdadera situación nacional que vivimos, somos nosotros (gracias a Dios), los que debemos resolver y avanzar.
Vamos, no ocultemos màs el asunto; todo sabemos que las cosas no están bien en el país, y aunque no logremos comprender las razones, (o no las compartamos), TODOS TENEMOS la percepción de que están empeorando, porque se están manejando incorrectamente las percepciones fundamentales que generan a las políticas predominantes.
Aquí todos saben que hay represión oficial y paraoficial; hay escases y colas para todo; hay corrupción; hay delincuencia exacerbada; hay censura en los medios; hay ataque y tergiversación en el sistema de medios del estado. Sabemos que en el exterior no se conoce todo lo que pasa, como también sabemos que los cubanos están más metidos en toda la estructura de gobierno, de lo que jamás gringo alguno lo pudo haber estado. Sabemos que a los militares le tienen puesto tremendo bozal de arepa, y que la frontera la gobierna la corrupción y el contrabando organizado.
Todo sabemos que al oficialismo y a la oposición se le van los sentidos más de una vez cuando hablan y hacen. Todos saben aunque no lo reconozcan, que el gobierno manipula todo sus recursos para sacar ventajismo al momento de cualquier elección, y por ultimo; todos saben en Venezuela, que este país está dividido, y que esa división, nacida mas por orgullo. Arrogancia e intolerancia, que otra cosa,  nos hace dar vueltas inútiles en un laberinto que cada verse hace más profundo y sin sentido.
Entendamos que todo esto parte de cómo nuestras políticas han obedecido a fenómenos cuyas génesis han estado en las injusticias acumuladas del pasado; eso lo sabemos: Ya he comentado como el movimiento de Chávez a podido tener cualquier otro nombre, pues las ideas de lo que había que hacer, (mas no de cómo terminaron haciéndose), flotaban en el colectivo desde hace tiempo. Hay que entender entonces qué generó la diferenciación entre ambas etapas políticas: el oficialismo (chavismo) entendió algo que la oposición nunca comprendió, y en función de ello actuaron al momento de establecer su estrategia: Hacer una política de consenso interpartidistas y mantenerse dentro del marco constitucional, es más difícil y dilatado para la consecución de ciertos objetivos políticos, que hacer política personalista y apoderarse de todos los poderes en términos de una sola dirección partidista, para así, logar sobrepasar la constitución sin evidenciar una “dictadura popular” con objetivos que inicialmente, pudieron concebirse como superiores y necesarios
Ahora bien, recordemos que ambas etapas político-sociales son parte del mismo periodo republicano; de allí se construye el punto de partida para entender que siendo Chávez y todos los que han gobernado con el o contra el, de pensamientos nacidos del vientre político post dictadura de Marcos Pérez Jiménez, inevitablemente debía ser esta la ruta (la de la confrontación mediante la decisión consciente de las posibles consecuencias), para enfrentar lo que hasta ahora la misma mayoría había percibido (mas no entendido), como los grandes vicios democráticos presentes en nuestro país.

Con los años, se ha hecho obvio que tal percepción no era acertada, pues sus resultado no permiten aun construir una respuesta nacional capaz de configurarse como una "llave" con capacidad real y sostenida para “abrir” la “puerta” del siguiente nivel político en Venezuela: Eso es tarea de una nueva camada, de una nueva generación, capaz de aprender de los errores de ambas concepciones políticas, sin dejarse arrastrar por las fallas e intríngulis que nacen de ellas.
Cuando nos reinstalamos en el presente, donde se suceden los eventos que vemos a nivel nacional, es claro que existen manifestaciones espontáneas en reclamo a la situación actual y a la mordaza que de a poco siente la gente que le han ido instalando; no importa que algunos políticos  llamaran a la manifestación en un momento dado: lo cierto es que antes también ello había ocurrido, sin que se produjera esta cadena de eventos que a más de uno a tomado por sorpresa, produciendo en unos el apoyo, y en otros, el menosprecio y la negación sistematica hacia quienes participan y expresan sus descontentos.
Al calor de esas expresiones, de parte y parte surgen las voces que piden dialogo, y que rechazan la violencia que en muchos sitios se ha expresado. Permítanme decirles que aunque obviamente estoy en contra de las expresiones que conllevan violencia, también lo estoy del uso desmedido de esa misma violencia para disolver manifestaciones. Ese “ojo por ojo” asumido por el gobierno y sus grupos civiles armados, ha sido también la génesis de una escalada en la expresión de esos sentimientos nacionales reprimidos, que ahora alientan cuando menos a una mitad de la población, mientras puede irritar a sectores de la otra mitad, que en su disgusto, no alcanzan a reconocer en su propia incomodidad, el sentimiento que millones han tenido que aguantar ante el absolutismo de un gobierno que insiste en representar a todo un pueblo, aunque descarte por completo en la realidad, cualquier critica hacia lo que hace en su actuar deficiente al administrar al estado.
Estoy convencido que criticar al gobierno es perder desde hace rato el tiempo, (no niego por tanto, que muchas veces descargo contra la soberbia de los altos funcionarios, con la fuertes dosis de ironía que pueden leer, sin que medie tacto alguno por mi parte a la hora de señalar las torpezas e impunidades que los años han hecho desfilar delante de mi), y que es por ello que mis reflexiones van dirigidas esperanzadoramente a los que siendo jóvenes, tendrán sobre sus hombros la tarea de llevar al país a un nuevo nivel de desarrollo.
Es a ellos a quienes les pregunto, a la luz de los acontecimientos recientes: ¿Cómo podremos establecer un dialogo nacional, mas allá de la violencia de los choques y de los oídos sordos de los protagonistas?
No intenten responder esta pregunta, si no se han dado cuenta de que se requiere partir de una base común para construir mediante un debate, -con mediador de por medio-, aceptar equivocaciones fundamentales de parte y parte, para con ello comenzar a construir los vitales cimientos que permitan innovar para obtener los cambios que consideremos necesarios ejecutar.
De esos cimientos, hablaremos en la próxima entrada del blog. Mientras, no se mortifiquen por eso escuetos titulares donde la prensa venezolana o extranjera nos dice que el gobierno manifiesta que lo que sea que venga de los que le adversan o de quienes difieren y desean aportar ideas, estrategias, y políticas concretas de rectificación y mejora, es falso o golpista, contrarrevolucionario o parte de la supuesta guerra económica, pues ya todos sabemos que es falsa cualquier afirmación en ese sentido, pues obedecen a la funesta estrategia gubernamental de negación absoluta hacia todo lo que no salga de su seno, y que de a poco está marcando con ello, queridos compatriotas, los compases finales de esta etapa republicana.

Llega irremediablemente el momento en que las ultimas hojas del árbol nacional caerán, dando paso a un nuevo ciclo de renacimiento. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Desde hace un año nos caen a mentiras.

No creo que Hugo Chávez se muriera el 5 de Marzo del 2013. Al hombre, al presidente, al amigo de muchos, al adversario de otros, al que tenía el sartén por el mango en Venezuela, nos lo ocultaron de la vista, y como si de un secuestro con conspiración política internacional de por medio se tratase (o se trató), privaron a un país completo, de saber del destino del presidente, y fue así como las ultimas semanas de vida que pudo haber tenido, las paso lejos de Venezuela.
No me creo eso de que haya llegado vivo; cuando mas llegó conectado a cualquier cantidad de aparatos que lo mantuvieron con vida, y quizás a sus hijas con la esperanza de que volviera en sí, pero quizás el daño y la muerte cerebral era ya cosa de haber pasado hace tiempo.
Su círculo de poder mas intimo, terminó tomando acciones que a los ojos de todos, con el secretismo reinante, constituyó un secuestro, robándole a los venezolanos que lo admiraban y querían, como a los que lo repudiaban  o confrontaban, la oportunidad de pasar sus últimos días con él, o sabiendo de él, como cualquiera de nosotros lo desearía hacer con un pariente cercano.
Pese a sus desaciertos, admiraría miles de veces a Chávez, que a cualquiera de los políticos que le sirvieron o que le adversaron, y que aún hoy se matan por acaparar el verdadero poder dejado tras bastidores por el presidente ahora fallecido. Así están las cosas: No confío en ninguno, y no veo como los demás pueden confiar en ellos. Eso de "cualquiera es mejor que lo que tenemos hoy", quizás sea la expresión automática de muchos, pero les recuerdo que fue también la expresión general hace mas de 15 años, cuando el mismísimo Chávez aparecía en escena. Evalúen lo que vino después, pero sin apasionamiento; mas bien con sangre fría, "como el abogado del diablo", dirían algunos.

Les voy a decir que lo más trágico de todo este rocambolesco episodio de nuestra historia, es que de ese círculo intimo del presidente, donde el depositaba la confianza, surgió su sucesor y actual presidente adjudicado, con todo el séquito que ahora vemos desfilar por Miraflores y por el resto de los poderes públicos.

Terrible ironía para un país que pese a las dificultades, quería tener un padre a quien amar, o un padre a quien odiar.

domingo, 2 de marzo de 2014

La iniciativa de ”Paz”, fracasará: Aún no es el momento.

Como quien contempla a niños jugando desordenadamente en una fiesta infantil,  los eventos de estos días traen esta remembranza que sin embargo, se aleja rápidamente de esa primera impresión, cuando observamos el cinismo, la prepotencia, el abuso y la mentira dañina de la que carece toda actividad de los niños, mas no así la de los políticos.
Cada elemento en particular, visto en estos días forzados de vacaciones creadas por simple interés estratégico-político del gobierno, bajo el pretexto de la celebración, -y que muy pocos se han creído-, permiten apreciar las fallas medulares que hacen proveer  el fracaso de toda iniciativa política que se dé en estas semanas, a propósito del tenso y justificado ambiente socioeconómico y político que se vive en Venezuela, dado que los intereses de las partes, simplemente, aún no coinciden, y una tercera vía, de consenso y aceptación, aún no nace.
Las reuniones televisadas y en cadena, donde oficialismo y todo aquel que ha querido pescar en rio revuelto tuvo la oportunidad de presentarse y hablar, solo ha servido para demostrar lo lejos que estamos de una verdadera reunión conciliatoria: No hay manera de mediar entre dos visiones de país, (mas la que muchos tenemos distinta a esas dos), sin que exista primeramente un mediador imparcial, y luego, una sensata voluntad de dialogo de parte de quien detenta el poder: El gobierno.
Fíjense: No vimos a un Maduro diciendo, por ejemplo:
“yo como presidente voy a dar el primer paso, y en muestra de buena voluntad y reconociendo de que nos hemos equivocado en muchas cosas, retiraremos a todas las fuerzas públicas y colectivos que han opuesto resistencia a las manifestaciones; liberaremos a todos los manifestantes sobre los que no pesen evidencias de delito alguno. Reconoceremos como presos políticos a varios compatriotas que de inmediato serán liberados, y comenzaremos la elección de acuerdo a la palabra estricta de la constitución, de las figuras de fiscal general, defensor del pueblo y contralor general de la republica.”
Que distintas serian las cosas hoy, si Maduro hubiese dicho esto, ¿No les parece?
Tampoco vimos a una oposición (que no oposicionismo), que se ha mantenido en la calle, acercarse a dicha reunión, y con razón, pues del anterior encuentro con alcaldes, acaecida este mismo año, no vemos aun resultados concretos y radicalmente positivos. Todo se ha quedado en dialogo estéril, inocuo, como las manifestaciones que le gustan al gobierno: Las que no hacen ruido y pueden ser toleradas, como si de moscas ocasionales al momento del almuerzo, se tratara.
(Sobre los empresarios presentes, que se puede decir: No perderían nada con ir y exclamar buenas intenciones; al fin quizás lograrían que el gobierno pagara lo que debe)
Hasta ahora en esas reuniones de teatro, nadie de la oposición o de quien no esté abiertamente con el gobierno, ha dicho una palabra, sin que el mismísimo presidente adjudicado Maduro, no tuviera la última de estas. Todo ha sido inútil cuando se ha querido hacer para tapar la realidad, cuando incluso, de una manera prepotente, -insisto-, se declaran días de asueto a los que deberían ser días de trabajo y por qué no, de justa y legal protesta pacífica. Nadie se ha creído el cuento de la celebración del 27 de Febrero. Nadie es ya tan estúpido.
El tren continúa su marcha hacia el choque contra la pared de la realidad.
No vale seguir con estos juegos; toda acción de los líderes de la MUD o del gobierno, dejan al descubierto intereses antes ocultos. La desnudez política nos enfrentará eventualmente a la necesidad del consenso, más que del mesías que nos liberará a todos de un supuesto mal momento. Precisamente, la etapa cubierta por Hugo Chávez, demostró que la respuesta no pasa por un líder que se haga cargo de todo y de todos.

Maduro sigue errando a todo lo ancho que su cargo le permite; seguimos mal, andando un sendero que nos podría llevar al fondo del agujero que tanto temen, y del cual incluso, a veces perdemos hasta su camino, pero no se preocupen: Maduro se sabe el camino.
Espero que el miércoles 5, -o cuando el gobierno deje de inventar días festivos-, la gente salga a manifestar pacíficamente como nunca, para así tumbar esta triste estrategia dilatoria, que nos impide enfrentarnos al problema mayor: nuestra incapacidad para decirnos la verdad. Esa que Bolívar si nos diría. Por algo está muerto: No son tiempos de superhéroes, mesías, ni súper líderes.

Solo es tiempo de hombres y mujeres comunes, jóvenes y viejos, dispuestos a darse las manos.