jueves, 27 de agosto de 2009

Escuchando al Libertador...

A veces no es necesario reflexionar y hablar, sino más bien escuchar y comprender. Por eso guardo silencio hoy, y escucho a Simón Bólivar hablando a través del tiempo:

"...En los gobiernos populares nada hay seguro, porque la marcha del pueblo suele ser muy varia y aún ciega."
Simón Bolívar, (25 de enero, 1821.)


"...Para formar un gobierno estable se requiere la base de un espiritu nacional, que tenga por objeto una inclinacion uniforme hacia dos puntos capitales, moderar la voluntad general y limitar la autoridad publica."
Simón Bolívar, (15 de febrero, 1819.)


"La verdadera igualdad no existe sino en la formación y delante de la ley que liga y comprende a todos indistintamente; premia y recompensa al virtuoso, al justo, al sabio, al valiente, al honrado, al prudente, al industrioso, al activo y al benefico; y castiga y reprime al vicioso, al injusto, al inmoral, al cobarde, al temerario, al holgazan y al perezoso."
Simón Bolívar, (15de febrero, 1819.)


"...La corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud; y sin virtud perece la republica."
Simón Bolívar, (29 de febrero, 1828.)


"...Yo creo que el nuevo gobierno que se de a la republica debe estar fundado sobre nuestras costumbres, sobre nuestra religión y sobre nuestras inclinaciones, y ultimamente, sobre nuestro origen y sobre nuestra historia".
Simón Bolívar, (26 de febrero, 1828.)


"...Si no hay un respeto sagrado por la Patria, por las Leyes y por las autoridades, la sociedad es una confusión, un abismo; es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo."
Simón Bolívar, (15 de febrero, 1819.)


"...Unidad, Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa."
Simón Bolívar, (15 de febrero, 1819.)
No se limiten a leer estas reflexiones de Bolívar con admiración, o por el contrario, con la irrelevancia de la costumbre; siéntanlas; conéctenlas con el presente azaroso de la nación en las últimas décadas y descubran en la retrospectiva, lo que aguarda a la vuelta de la esquina en la historia contemporánea.

domingo, 23 de agosto de 2009

Sobre los centros de divulgación científica (“CDC”).

Hemos asomado tímidamente el camino por donde vendrá la estrategia nacional de desarrollo socio-económica; hemos igualmente establecido que varios mecanismos legales, mas una completa organización de metas y fechas de ejecución/culminación, integran el sistema nacional de desarrollo que nos espera adelante. Comentamos también la necesidad de dar ejemplos a la niñez venezolana, a los jóvenes venezolanos, y con ello, inspirar a las siguientes generaciones de científicos, técnicos, trabajadores y funcionarios de la nación, de cara a consolidar la planificación que busca cumplir a cabalidad lo establecido en la constitución.

De eso quería hablar en esta oportunidad. Se requiere el establecimiento a nivel nacional, de un sistema de divulgación científico-técnico, que haga contrapeso y equilibrio a la estructura actual de extensión cultural y deportiva.

Este sistema nacional, podría llamarse “CDC”:

Centros de Divulgación Científica.

El propósito de tal sistema seria la creación en cada estado del país, y en cada capital como mínimo, de una infraestructura de fácil acceso, de carácter gratuito, que sirva de concentrador del conocimiento, pero que a deferencia de una biblioteca, o de un museo, o una universidad o tecnológico, este centro cuente con infraestructura para la divulgación general y especializada, para el dictado de talleres, la ejecución de exposiciones, simposios y otros, contando con la capacidad específicamente diseñada para la extensión educativa, logrando con ello llegar sin problema a colegios y liceos, donde los recursos del “CDC” funcionarían como apoyo al maestro y profesor, al mismo tiempo que permitiría la divulgación de actividades educativas especiales, como las ciencias exactas, y las aplicaciones tecnológicas venezolanas e internacionales, que por su impacto audiovisual, puedan estimular a esos niños y jóvenes. A nivel Web, los “CDC” establecerían redes de colaboración para la participación del ciudadano interesado, previo adiestramiento básico en línea, en la obtención de datos para proyectos y experimentos verdaderos, de los centros de investigación y las universidades nacionales e internacionales.

Estos “CDC” no pueden estar fuera de las ciudades; su fácil acceso es básico para tener éxito. Los buses universitarios deberán trabajar los fines de semana para facilitar la llegada y salida a estos centros, donde también se canalice el sistema nacional de becas, pendiente por crearse.

Cada “CDC” ha de contar con un planetario, un centro de conexión vía Internet con las universidades nacionales, espacios de exposiciones especiales y auditorios. Además contará con sistemas audiovisuales móviles a fin de recorrer los estados y las ciudades, logrando así llegar a todos los colegios y liceos. En general, los "CDC" serán sitios para la explicación de la ciencia y la tecnología a niños y jovenes en cualquier edad escolar, y existirán programaciones permanentes de foros y conferencias de científicos venezolanos y extranjeros, presenciales y en linea, así como escenarios de realización de exposiciones y congresos científicos avanzados, que no son cubiertos por otras instituciones tradicionales.

Los “CDC” no son sitios de proselitismo político, pues su única misión es divulgar la ciencia y tecnológica mundial de manera permanente, y la venezolana en particular. Enseñar, apoyar e inspirar son sus máximas metas.

He podido observar que virtualmente en cada gran ciudad, existe un sitio para instalar un “CDC”. La idea original debo reconocer que surgió pasando por una de las avenida de la ciudad de Maracaibo, donde un edifico llamado “Las Laras”, originalmente construido hace bastante para las petroleras extranjeras, con su gran patio central, poseía el espacio adecuado para la instalación de dicho centro de divulgación. Ese patio permitiría perfectamente instalar el domo del planetario, y su posicionamiento céntrico en la ciudad, garantiza el acceso desde toda ella.

Por ser el primer “CDC”, yo planteo que si algún día se construyera, sea llamado “CDC” Humberto Fernández Morán, en honor del más grande científico venezolano hasta nuestro tiempo, y quizás el más ignorado.

En lo particular les invito a conocer de este gran hombre, que trabajó como líder en uno de los programas de ciencia y tecnología más apasionantes del siglo veinte: El proyecto estadounidense Apollo, para la puesta del hombre en la luna.

El Primero de los “CDC” de Caracas no puede menos que llamarse “CDC” Jacinto Convit.

Recuerden que queremos tener nuestros propios héroes, y estos dos caballeros, lo son por merito propio.

Observé que en Maracaibo existe un planetario, pero este se encuentra en las afueras de la ciudad, y ello lo condenó desde el primer momento, a ser meramente una figura curiosa en el paisaje, saliendo de esa ciudad.

En Barquisimeto y en Caracas existen también muy buenos espacios. En Barcelona también. En Mérida no estoy tan seguro del sitio que se puede, usar, pero indudablemente, al momento de establecer el sistema de centros de divulgación científica, el espacio adecuado aparecerá, y los niños y jóvenes los beneficiados serán.

Imagínense al primer astronauta venezolano del que hablábamos, usando los “CDC” para hacer llegar sus experiencias y emociones a nuestros niños, y estos a su vez, fascinados con el ambiente y la grandeza que todo sitio donde la curiosidad humana sea saciada, posee.

Dinero hay; lo que no existe es voluntad. Este es el tipo de cosas que…”no gana votos”, y por ello, es que aún hoy, en el año 2009, sólo podemos soñar con estos sitios, donde en vez de perderse en el licor o cualquier irreverente actividad, nuestros muchachos puedan pasar horas descubriendo lo grande que pueden llegar a ser, si estudian con esfuerzo, y cosechan con fe.


sábado, 22 de agosto de 2009

¿Hasta donde llega el trabajo altruista para darle paso al egoísta impulso de resaltar políticamente?

De entrada se preguntarán a qué me refiero con esto. Quiero tocar este asunto porque he conocido a más de un ciudadano que trabajando duramente por una causa política, ha sido finalmente ignorado por quienes tenían la tarea de estimular y premiar, aunque fuera con el reconocimiento, a los que han luchado por un ideal, o por una comunidad, o por ambas cosas.

Gente que desea participar, pero que terminan siendo desplazados por aquellos que mueven “palancas” para atornillarse en los puestos remunerados disponibles o creados expresamente para atornillarlos. Estos son ciudadanos que comenzando en un trabajo político comunitario “inofensivo”, han escalado posiciones dentro del partido (club) político “x” o “z”, obteniendo de esa manera, importantes cuotas de influencia y de dinero.

Eso me lleva a formular la pregunta con que titulo la presente entrada al blog.

Se que no estamos tocando un tema exclusivo de Venezuela, pero como en veces anteriores, me ocupa es justamente, la manera en que éste se desarrolla y penetra en toda la estructura socio-política.

Una vez más, algo que parece simple, resulta que interactúa bajo lo visible, con una cantidad de factores que permiten la aparición de estos comportamientos no éticos: la creación de nuevas herramientas de participación, llevadas de la mano ideológicamente, como las juntas comunales, desvirtuando con ello su importante labor; las diferencias sociales que se han creado entre sectores pobres y los de clases mas altas; los desempleados que encuentran en el “liderazgo comunitario”, un trabajo remunerado de más de una forma; los políticos y funcionarios que consiguen en los consejos comunales, y otras neo-agrupaciones, entes de poder altamente maleables y dirigibles; la extrema pobreza que por más medidas que se toman, no logran ponerle fecha de termino a la miseria; el crecimiento desordenado de los centros urbanos sin servicios básicos, con el consentimiento de las autoridades; la delincuencia producto de la falta de educación, valores familiares y nacionales; la falta de trabajo, y en fin, un largo etc.

El producto final, es la absoluta irrelevancia para algunos sectores del poder, del trabajo altruista y voluntario, y la nada fácil de esquivar tentación a caer en componendas y en la inevitable corrupción. Después de esto, ya el camino es en bajada.

Hace un par de semanas comentábamos sobre la duplicidad en el aparato burocrático, y en el tema de hoy, estamos tocando la Némesis del fracaso de cuanta medida inmediatista y sin fecha de término, se ha tomado en Venezuela.

Por supuesto, toda acción tiene una reacción igual y opuesta: aunque la corrupción y la falla en la obtención de resultados sociales sea tangible y duradera, la experiencia y la maduración socio-política asociada a este proceso colectivo, resultan en ventajas innegables.

Miles de hombres y mujeres, hoy como ayer, se lanzan a la arena política, y más de uno se hunde en ella. Antes eran los de AD y COPEI; hoy son los del PSUV y demás aglutinados en el nuevo chiripero de la revolución. El proceso pareciera repetirse, en ciclos de algunos años. Antes era el “adelante a marchar milicianos, a la voz de la revolución…” de Acción Democrática; hoy es el “que viva la revolución…” del gobierno de turno y del partido político creado para tal fin.

¿Cuál es la diferencia entre las dos revoluciones citadas en ambas canciones?

Entiendo que la palabra es la misma, o es que se trata en realidad de que la revolución puede ser ambigua: puede ser buena, o puede ser mala, o quizás las dos cosas a la vez. Si es así, entonces: ¿Quién tiene la potestad de decir que ésta, y no aquella, es la revolución buena?. Asunto nada fácil, para quien no esta mirando la situación desde la altura, a través del limpio aire que se percibe parado sobre nuestra enorme constitución sin mas pasión que la de ser venezolano, junto con varios millones mas.

Insisto en que no podemos decir que vamos a construir un nuevo modelo de pensamiento colectivo, partiendo por cierto de unos parámetros “entubados” convenientemente en la visión de un solo ciudadano, si ni siquiera hemos podido entender que la constitución es ya de por si, nuestro modelo de comportamiento elegido por mayoría.

Nuestros males comienzan allí, y finalmente nos lleva de regreso al mismo punto, no sin antes haber hecho del camino en círculo, un lodazal que incrementa la pena a cada paso, con cada lágrima derramada ante la injusticia reinante.

¿Cuándo entonces haremos una pausa de sabiduría, aunque sea breve, para dejar que el camino se “seque”, y con ello podamos caminar sobre suelo firme y no en círculos?

El espíritu altruista esta asociado al lado mas bello de nuestra venezolanidad; hemos de cortar de raíz el punto donde las cosas se tuercen, y para eso debemos meditar lo pasado y lo vivido actualmente. A cada individuo debe serle reconocida su labor, y al hacerlo, estamos reconociendo la labor toda del colectivo, evitando quizás que nazca de las injusticias, el egoísta impulso de resaltar individualmente en lo político, con los “beneficios” corruptos que ello puede traer.

No culpemos al socialismo, ni al capitalismo, o a algún otro dogma exquisitamente elaborado, por las penurias que solo nosotros como hombres y mujeres con libre albedrío, hemos generado.

¡Basta de infantilismos, al querer culpar a algo o a alguien más por nuestras propias fallas!.

No culpen al presidente; muchos como él hay en Venezuela; era cuestión de tiempo para que llegara alguno de nosotros al poder. Todos somos producto de esta misma tierra.

Si vivimos mal por no tener dinero o por tenerlo y malgastarlo, es por nuestro consumista carácter como nación; si creemos que viviendo en comunas como hippies socialistas es mejor, es porque seguimos siendo inocentes…; nos cuesta una enormidad conseguir el equilibrio entre lo justo y el esfuerzo requerido para ello; entre el sacrificio necesario y el goce de la recompensa.

Mientras la intolerancia esté como reina de las calles, y de los hogares en Venezuela, haciéndoles creer que existen dos “verdaderos pueblos” en esta nación, nuestro camino seguirá enlodado y difícil de andar, aunque sea sólo para terminar dando vueltas en círculos.

Nuestros más altos valores (altruismo incluido), no pueden seguir recibiendo las salpicaduras de barro de nuestras caídas.

Debemos ir más allá;¡Sólo siendo venezolanos podemos prosperar!

jueves, 20 de agosto de 2009

Sobre el consejo federal de gobierno, o el como se escriben cosas, para no aplicarlas luego.

En la Venezuela actual, varias cosas establecidas en la constitución, no se han aplicado debidamente, o peor, ni se han puesto en practica. Ese es el caso de dos figuras definidas en la constitución: el consejo federal de gobierno, y el consejo de estado.

La correcta aplicación de estas figuras, es determinante en la consecución de los objetivos superiores de la nación, a saber, el desarrollo sostenido y justo, con el consecuente bienestar de la población en su conjunto, y esto tiene mucho que ver con la descentralización. Por supuesto, primero porque ya hemos establecido con claridad las inconveniencias de la centralización excesiva del poder, de los recursos y de las capacidades productivas, aunque sea de manera indirecta. Es obvio, que de querer llegar a ser una nación desarrollada y sólida, que camine ya con claridad sobre un presente equilibrado, esto debe darse mediante la prosperidad de cada una de las regiones o estados. De esta manera, mediante la diversificación científico-técnico-industrial, podemos obtener un grado de estabilidad económica importante, al hacernos inmune a variaciones en los precios de las materias primas básicas, incluyendo el petróleo. He advertido que próximamente discutiremos los lineamientos fundamentales que las estrategias rectoras de la nación deben tener, de cara a obtener un verdadero desarrollo, con una independencia agroalimentaria real, y una clara tendencia creciente hacia la educación y la mayor calificación y diversidad laboral.

Todo esto, empero, requiere de la aplicación recta de lo planteado constitucionalmente, y ello pasa necesariamente por estas dos figuras de asistencia al desarrollo. Veamos primeramente al consejo federal de gobierno, y lo que nos dice el alma escrita de la nación sobre ello:

Del Consejo Federal de Gobierno

Artículo 185. °

“El Consejo Federal de Gobierno es el órgano encargado de la planificación y coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de competencias del Poder Nacional a los Estados y Municipios. Estará presidido por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva e integrado por los Ministros o Ministras, los Gobernadores o Gobernadoras, un Alcalde o Alcaldesa por cada Estado y representantes de la sociedad organizada, de acuerdo con la ley.”

“El Consejo Federal de Gobierno contará con una Secretaría, integrada por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, dos Ministros o Ministras, tres Gobernadores o Gobernadoras y tres Alcaldes o Alcaldesas. Del Consejo Federal de Gobierno dependerá el Fondo de Compensación Interterritorial, destinado al financiamiento de inversiones públicas para promover el desarrollo equilibrado de las regiones, la cooperación y complementación de las políticas e iniciativas de desarrollo de las distintas entidades públicas territoriales, y a apoyar especialmente la dotación de obras y servicios esenciales en las regiones y comunidades de menor desarrollo relativo. El Consejo Federal de Gobierno, con base en los desequilibrios regionales, discutirá y aprobará anualmente los recursos que se destinarán al Fondo de Compensación Interterritorial y las áreas de inversión prioritaria a las cuales se aplicarán dichos recursos."

Vemos ya de entrada, que este posee un carácter bivalente: por una parte promociona la adecuada descentralización del trabajo por hacer, lo cual no implica para la nación de ningún modo el aislamiento o separación de los estados debido al plan nacional de desarrollo a implementar. Por otra parte, administra recursos de financiación, lo cual aunado a su constitución con funcionarios representantes de toda la estructura de gobierno del país, lo hace capaz de trabajar en armonía con la nación toda. (Es muy obvio que de depender de algún jerarca gubernamental, ambas figuras resultarían inútiles).

Ciertamente tanto el consejo federal, como el consejo de estado del que hablaremos en un momento, le quitan protagonismo al ciudadano presidente en funciones en cada periodo, por lo menos desde la perspectiva de nuestra tradición presidencialista exagerada, pero no por ello le resta ni una sola función de las ya establecidas con claridad en la constitución para el cargo. Es uno de esos aspectos que hacen honor al pensamiento del libertador, al evitar que de un solo hombre dependan demasiadas cosas.

Tengan en cuenta por favor, este concepto, al momento de hablar de las estrategias nacionales.

El otro aspecto importante que mencionábamos era este:

Sección Sexta: Del Consejo de Estado

Artículo 251°

“El Consejo de Estado es el órgano superior de consulta del Gobierno y de la Administración Pública Nacional. Será de su competencia recomendar políticas de interés nacional en aquellos asuntos a los que el Presidente o Presidenta de la República reconozca de especial trascendencia y requieran de su opinión.

La ley respectiva determinará sus funciones y atribuciones."

Artículo 252. °

“El Consejo de Estado lo preside el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva y estará conformado, además, por cinco personas designadas por el Presidente o Presidenta de la República; un o una representante designado o designada por la Asamblea Nacional; un o una representante designado o designada por el Tribunal Supremo de Justicia y un Gobernador designado o Gobernadora designada por el conjunto de mandatarios o mandatarias estadales."

Vemos que muy mal haría un presidente o presidenta, si instalada esta figura, nada le consultara a este consejo.

Es quizás uno de esos puntos que la constitución debe mejorar a futuro: los miembros de este consejo no deberían ser seleccionados por el presidente o presidenta, pues podrían estar subordinados a este o esta, y no a sus principios como venezolanos y a su constitución.

Comencemos a partir de aquí con los lineamientos de una estrategia coherente y sustentable de desarrollo. El inicio de la planificación necesariamente pasa por estas figuras, que junto a los gobernadores y alcaldes, así como diputados, perfilaran junto a los consejos de especialistas de cada área de desarrollo a aplicar, los puntos rectores que finalmente la nación debe aprobar para lanzarse como un todo, social y nacional.

Por ultimo, mencionemos este importante artículo:

Artículo 300. °

"La ley nacional establecerá las condiciones para la creación de entidades funcionalmente descentralizadas para la realización de actividades sociales o empresariales, con el objeto de asegurar la razonable productividad económica y social de los recursos públicos que en ellas se inviertan."

Esto se unirá a todo lo anteriormente dicho, para reconsiderar la unificación racional de regiones o estados e incluso, municipios del país, a fin de maximizar la utilización de los recursos disponibles, en función de la vocación manifiesta en extensiones específicas de la geografía humana de la nación.

En fin, vemos que no guiarse por la constitución y las leyes, es como entrar a un inmenso laberinto de varios niveles verticales, sin un mapa para desplazarnos. Podríamos equivocarnos en alguna esquina, pero con el mapa, logramos siempre retornar a camino seguro.

miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Comprando para armarnos, o renovando armamento para defendernos?

Aunque tengo la convicción de que algún día el mundo no necesitará de armas, y que la cordura llegará a los hombres y mujeres por igual, sabemos que eso está un poco lejos, y más aún, mientras los habitantes de la tierra se peleen incluso por asuntos tribales.

Debido a esto, es que me atrevo a abordar este tema, y más cuando recordamos que la defensa de la nación, es un aspecto abordado por la constitución.

Se que de esto se ha escrito bastante; entiendo también que la opinión de muchos es que Venezuela se ha lanzado a una carrera armamentista, pero déjenme decirles que no estoy de acuerdo, y que más bien este tema en particular es uno de los mejores ejemplos que hay sobre cómo se manipula, conciente o inconcientemente, la información. Vean: por un lado, están los sectores políticos de oposición. Ellos dicen que es armamentismo a secas; derroche de recursos que deberían ser usados en hospitales. (Ya comentamos antes, sin embargo, que el problema del sistema de salud no es que no se les asigne dinero suficiente, sino que se roba, desvía, o mal invierte el mismo).

Por el otro lado, está el gobierno, que busca crear su propia matriz de opinión -favorable claro, a sí mismo-, pero sin llegar con ello a explicar contundentemente la razón más importante que existe, de manera clara y desapacionada, limitándose únicamente a excusarse en los supuestos escenarios de "invasiones imperialistas", como si acaso cualquier cosa que compráramos, fuera capaz detener o repeler una hipotética acción bélica de los EEUU contra nosotros…

La razón para la compra en Venezuela de sistemas militares en general, debemos buscarla no en el armamentismo, y ni siquiera en la desconfianza casi visceral de la que sufren varios pueblos latinoamericanos hacia algunos de sus vecinos, o incluso, ni se debe a que no sepamos en que gastar tanto dinero. El motivo esencial para la compra de armamento, es la renovación y/o el aprovisionamiento básico de la FAN (Fuerza Armada Nacional), lo cual por cierto, debemos admitir que no se hace de manera regular o sistematica, obedeciendo en muchas ocasiones a factores coyunturales.

¿Qué la renovación parece que está matizada con política?; ¡por supuesto! Revisen el concepto de política, mézclenlo con diplomacia, sazónenlo con nacionalismo más los intereses de algunos mercaderes de armas internos y externos, y tendrán durante cualquier gobierno, el "pastel" explosivo perfecto.

¿Que ha existido y existe corrupción?; seguramente, pero eso no implica que no se adquiera armamento, y que éste sólo se utilice de manera preventiva, y nunca para atacar sin justificación, durante la estrategia de la defensa.

¿Que se ha comprado armamento ínutil, o no adaptado al país?; bueno, también es cierto, y creo que ninguna nación en latinoamerica se ha escapado a eso. Logicamente, honrando el espiritu del motivo de este blog, tenemos que aceptar que la planificacion, y el apego estricto a lo establecido en la constitución y las leyes, debe ser incondicional, al igual que nuestro deseo de emular al Libertador, quien empuño las armas unicamente para liberar, y nunca para oprimir.

Ya sabemos que el tema del aprovisionamiento de armas afecta a todos las naciones del mundo. La forma en que se expresa, es distinta en cada uno de ellos, y definitivamente, partiendo de la escala global, podemos ir desde los casos en los que el dinero para la prosperidad social es gastado en armas, sin importar las consecuencias nutricionales, educactivas y laborales en el pueblo, hasta los casos como el de nosotros, donde tradicionalmente la fuerza armada cuentan con limitados presupuestos.

En Venezuela, como decíamos, se ha hablado insistentemente sobre las compras, que algunas veces, en tiempos de mejores ingresos, han resultado cuando menos, “llamativas”. A veces me ha parecido que los "criticos" ayudan más a nuestros vecinos que a nosotros mismos. (Por eso les hablaba de la escencia corrosiva y dañina de las criticas).Veámos un ejemplo de estas compras masivas que llaman la atención: ¿Recuerdan cuando la corbeta Colombiana Caldas, en el año 1987, incursionó ilegal y provocadoramente en aguas territoriales venezolanas?; Ello disparó una rápida compra de equipos necesarios para solventar las debilidades detectadas durante las movilizaciones para repeler dicha incursión. En ese proceso, más de un mercader de armas logró imponer su producto, por sobre las especificaciones militares del momento y propósito. (Insisto: ..."el país que esté libre de pecado, que lance la primera piedra").

Lo mismo ocurrió con la adquisición reciente de fusiles para la FAN. Aunque no obedeció quizás a la mejor selección del tipo de arma ganadora del concurso realizado para ello, si fue seleccionada ante una situación-coyuntura política adversa a nivel externo a la nación, como lo fue la torpe prohibición estadounidense a la venta de cualquier armamento con tecnología “made in USA” a Venezuela, y la consecuente “autoprohibición” de sus países amigos, igualmente grandes productores y vendedores de maquinaria bélica. Esto degeneró en la lógica, y previsible aproximación a la industria militar rusa y a la no alineada con Washington en general, con la consecuente adquisición de armas para los cuatro componentes de nuestra FAN, de esos inusuales proveedores.

Ahora esta prohibición, -insisto-, ha sido la detonante de las compras "llamativas", al menos así la califican nuestros vecinos y los sectores extremos de la oposición venezolana; veámos otro ejemplo: de no existir tal bloqueo estadounidense, seguramente el sistema de aviones F-16, justamente con ese país de origen, estuviera repotenciado, operativo y complementado con nuevos ejemplares, con lo que la adquisición en Rusia no habria tenido efecto. Nuestras tropas estarian apertrechadas con fusiles europeos y armas israelíes, así como la Armada con buques franceses, italianos o alemanes. Sin duda los bolsillos de los perros de la guerra tradicionales, estarían a estas alturas, llenos de dólares venezolanos. (Perdonen la ironía).

El hecho es que no se puede negar la necesidad de mantener una mínima capacidad de respuesta ante las amenazas extranjeras, de acuerdo siempre a la constitución aprobada por todos nosotros, y ello supone entonces la renovación frecuente (al menos idealmente, y si fuera posible con material fabricado en el país), del material de guerra. ¿Sistemas antiaéreos?; se necesitaban desde hace décadas y nadie hacía nada. ¿Vigilancia militar de radar a nivel nacional?, ya resultaba impostergable su implementación. ¿Helicópteros?: la escasa cantidad de unidades presentes no podía seguirse tolerando (¿recuerdan las limitaciones logisticas en este aspecto que tuvimos en el desastre de Vargas en 1999?). ¿Sistema de aviación de combate SU-30MK?; algo definitivamente había que comprarse con urgencia. No podiámos quedarnos sin defensa aérea efectiva ante la situación crítica del sistema F-16. Malo es haber hecho que USA llegara al extremo de bloquearnos en términos de comercio militar, pero buena en general fue la opción del sistema aéreo Su-30MK. Aunque estemos concientes de que existen mejores aviones (muy pocos en realidad, y seguramente mas caros y con mayores lapsos de espera para su entrega), y que la compra a supuesto un choque casi cultural frente a los tradicionales proveedores occidentales, esto no ha evitado que se elevara el nivel tecnológico de la Fuerza Aérea.

De la misma manera, los demás componentes de la FAN, requieren hoy, otras adquisiciones importantes.

Pero,...¿Gastamos mucho en estas cosas?; no más que Chile, o Brasil, sólo por citar dos ejemplos en Latinoámerica, y quizás lo más importante: no pretendemos atacar a nadie.

Tema aparte es la compra de material contra motines y de control de multitudes: ese si puede ser usado incorrectamente a lo interno, contra el pueblo, y las implicaciones son mayores.

En conclusión, y siempre con la humildad que la opinión de un ciudadano común tendrá, afirmo que la compra se justifica, siempre y cuando el alma escrita de la nación, inspirada en Dios, contenga nuestras tentaciones, que en un arrebato de soberbia, puede hacernos caer en la trampa de la violencia y la destrucción.

sábado, 15 de agosto de 2009

Sobre la educación en Venezuela

El tema está muy agitado en estos días; nuevas leyes han surgido para desplazar a las anteriores, mientras que uno y otro bando se acusan, o bien de forzar la aprobación de leyes inconsultas, o bien, de querer mantener el sistema educativo burgués.

Les voy a decir una cosa, que muchos ya saben: Los dos bandos tienen razón. Por una parte, la ley de educación aprobada no resiste con claridad un análisis “constitucional”, y ni aún un análisis político lo logra superar con la mejor puntuación, digamos. También es cierto que el actual gobierno, no ha tenido el mejor tino, pese a los sinceros esfuerzos, para lograr romper esos esquemas antiguos de educación que aún se mantienen. Ya hablaremos de eso.

Por eso la hasta ahora vigente reglamentación, ha permitido e incluso aupado, la actividad privada en el sector, incrementando con esto la imagen clasista e injusta que poseen, precisamente porque ha establecido diferencias de oportunidades entre los mismos ciudadanos de la nación, y esto sabemos, va en contra de la constitución.

Hablando de estos dos contrapuntos, creo que se han dado cuenta que cuando bandos extremos y en oposición entre sí, se acusan mutuamente, en realidad nos están dejando ver las verdades que el propio bando acusado, no diría, por ser eso una manera de ir en contra de si mismo.

Es interesante. Por eso es que el mantenimiento de bandos alternos al otro, es importante; por supuesto, sin que sean extremos o radicales, o que trabajen al margen de Dios, de la justicia, y de nuestra sociedad.

Volviendo a la educación, y a su ley en primer término, siento que estamos claros en que la norma legal a nivel de educación, debe ser clara como el agua de un manantial.

Por supuesto, esto NUNCA será una realidad si la ley en si, no esta enmarcada en una política firme y nacional, canalizada a través de un plan maestro, con políticas rectoras definidas, y siempre bajo la inspiración de la constitución.

Es aquí donde volvemos a tropezar violentamente con la piedra de la “inocencia nacional”, para darnos en la frente al caernos, con el muro de la realidad: no vamos a lo básico; no reforzamos lo elemental; ¡nos negamos a revisarnos en lo esencial!.

La necesidad de esto se encuentra en el aire; hasta el mismo ciudadano presidente lo ha mencionado. El problema es que no hemos hallado el “¿cómo hacerlo?”…

En este punto debemos traer la idea fundamental de la venezolanidad, y de nuestro compromiso constitucional a vivir mediante el estricto orden en nuestra sociedad, que plantee sin alternativas o atajos, que, primero es Dios, segundo la Justicia y tercero nosotros.

Las malas leyes caen por su propio peso; igual las malas decisiones, aunque no sin antes hacer el daño terrible que fue previsible y evitable.

La educación en Venezuela, les digo, aunque imperfecta, no era, ni es mala; el problema es que cuando a algo imperfecto, se le pegan otros aspectos de la vida nacional igualmente imperfectos, la cosa termina siendo intolerable por lo irritante e injusto que resulta.

Yo mencioné en mi perfil del blog, que estudié toda mi educación en el sistema educativo público nacional. (Sistema publico educativo nacional; eso debe llegar a “sonar” tan bien al decirlo como al hablar del “sistema nacional de orquestas sinfónicas juveniles de Venezuela”). Volviendo a la educación, cuando la cursé, tenía fallas; hasta yo como educando las podía ver; lo mismo pasó con más de uno de mis compañeros, que en fin, veíamos el detalle existente. Sin embargo, allí te dabas cuenta que el que no estaba estudiando, era porque no quería o no lo dejaban sus padres o representantes. Te daban leche, galletas, desayuno, útiles escolares, aunque reconozcámoslo, no de manera constante; no pedían pago alguno, y esto se mantuvo casi igual hasta la universidad; en esta última muchos de mis compañeros no tenían a veces ni para comer, pero el comedor universitario resolvía eso, y el pasaje, bueno, estaban los buses de la universidad, y la siempre apreciada beca, que hasta donde pude ver, no le era negada a los de menos recursos, aunque advertí sobre lo muy malo que era dársela a quienes si tenían capacidad financiera, y que al cobrarla, se metían en una venta de licor, a beber. Así las cosas, todos los que en esa condición estaban, que yo conocía, se graduaron, y muy bien. ¿Había deserción?, si la había. ¿Había bachilleres que no conseguían cupo?; a la larga casi todos entraban, salvo que el promedio de notas fuera excesivamente bajo, y estamos claros en que ello se debía al problema que arrastraban desde el liceo, y que nadie buscó o logró resolver con éxito.

El estado “pecó” al no haber ofrecido correctivos a las fallas educativas de ese entonces, y pecó aún más al no haber estimulado y hecho respetar las carreras técnicas y técnico-universitarias; el fácil acceso a las universidades mas bien creó el mito de que sólo los profesionales universitarios completos tenían valor para el mercado laboral bien remunerado; una cosa alimento a la otra, y aun en 10 años del presente gobierno, y luego de la constituyente, aun este patético “detalle” no ha sido resuelto.

No se puede negar, obviamente, los avances que en algunos aspectos si se han dado: La multiplicación de becas; el aumento de oportunidades de instituciones donde estudiar, las carreras existentes hoy. Debemos mencionar también el restablecimiento del programa de alfabetización nacional, la oportunidad de estudios a los mayores de edad y de la tercera edad para completar su educación primaria y secundaria, etc.

Puntualmente, lo que no se ha podido controlar, es la ineficiencia burocrática, la corrupción, los reposeros profesionales, la pérdida de mística y claro, la mala paga y el bajo estimulo al profesional de área: el maestro y el profesor.

La autonomía universitaria se ha malinterpretado desde hace muchísimos años, y cada vez que se toca el tema, por el gobierno de turno, el alboroto es mayúsculo. Estemos claros que las universidades se han buscado este nuevo intento de normalizar la situación, pues se han convertido en especies de embajadas dentro de Venezuela, donde el terreno universitario no puede ser pisado ni siquiera por las autoridades policiales. La creación de estos mundillos administrativos ha traído mas penas que gloria. Ha posibilitado la corrupción y el despilfarro, en instituciones donde la deserción estudiantil apenas se comienza a reconocer. Una cosa es la autonomía intelectual, como lógico asidero de la libertad que permite la disensión y el nacimiento de ideas, que si son malas, se auto cancelan, y si son buenas, prosperan.

El asunto de la ideologización, colocándose por encima de la venezolanidad, es ya otro asunto.

Estos detalles no resueltos que comentamos, son los que permitieron el boom de las universidades y tecnológicos privados como consecuencia de los sucesivos paros universitarios en la década de los ochenta. La explosión en la fundación de los colegios privados nació allí también, al decaer la calidad y la asistencia de la educación publica, aprovechando más de uno la oportunidad de hacer un negocio, a costillas de la población sometida a la baja calidad de la mencionada educación pública. Asunto complicado: imagínense si comenzamos a hablar de las contrataciones por horas de los maestros en esos institutos, y el trato mercantilista y casi mercenario existente. ¡Nos ponemos a llorar! Aún recuerdo cuando mis compañeros se mataban por entrar a alguno de los liceos públicos de prestigio que quedaban en la ciudad. Era impresionante. Hoy en día, son liceos semi-abandonados en lo físico, y casi totalmente abandonados en lo moral.

Recuerdan lo que hablábamos sobre la necesidad de que los maestros y profesores sean de los profesionales mejor pagados del país?. Anótenlo, porque es importante.

(Punto aparte, en particular, estos profesionales requieren un régimen de jubilación especial: solo se van si ellos quieren o están ciertamente imposibilitados médicamente para continuar. Es estúpido que un profesor universitario, cuando tiene 55, 60 o 65 años, tenga que irse, ¡justo cuando la sabiduría le llega para darla!)

Antes de los ochenta, cuando, como dicen, “la gente tenia plata”, pues la calidad de vida era superior en muchos sentidos, solo había un puñado de colegios privados, ciertamente sólo para gente selectamente abusiva, poderosa, o generalmente clasista, al amparo de gobiernos discrecionales, influenciados siempre por dos cosas: por la tradición poderosa exhibida por las petroleras extranjeras y sus campos de trabajadores extranjeros, con sus propios colegios, y dos, por el tráfico de influencias y prebendas políticas y económicas, que aún hoy existen, aunque con diferentes actores. ¡Ey!, ¡y esto sin ir muy profundo en la historia de los últimos 100 años!

Los gobiernos tienen la culpa siempre, porque después de todo, no son más que pueblo vestido de político y de funcionario publico. ¡Cada adulto en éste país, que no hizo nada por corregir o denunciar esta situación, tiene parte de la culpa!.

Ahora, vean a los colegios y liceos públicos: son la sombra de lo que eran. Los gobiernos, este incluido, no han podido con el monstruo, simplemente por no haber llegado a la medula del asunto como mencionábamos, y eso nunca se logrará sin establecer lo elemental, que es sobre lo que tanto hemos insistido: justicia, justicia, justicia, y mas justicia ), sin alusiones a ningún partido (club) político, ojo!. Ese es un problema también; hay tantos partidos (clubes) políticos, que no puedes sentenciar algo con referencia al clamor popular, ¡sin hacer referencia accidental e indeseable, al nombre de un partido (club) político!

Así las cosas, la educación en Venezuela necesita de revisión, y esta nueva ley, y esta nueva polémica, solo son una parte pequeña del problema mayor, aún no resuelto.

El consenso nacional es fundamental. Recordemos que no se puede avanzar en un bote donde los dos remos empujan en direcciones opuestas.

Cuando no nos gusta la obra de teatro, ¡quemamos el escenario!

Es otra forma de abordar el tema del extremismo (típico de los adolescentes en sus crecimiento) del que es víctima nuestra sociedad. Se trata de aquella persistente tendencia a cambiar las cosas de golpe, lanzándonos hacia el otro extremo del espectro de posibilidades, como si de un inmenso e histórico péndulo se tratase. Recuérdenlo. Es cuando algo no funciona bien, y en vez de mejorarlo, mediante un análisis de las causas de las fallas, buscando con eso elaborar un plan de trabajo optimizado, nos lanzamos a deshacer lo hecho, y en su lugar, instalar algo distinto y radical.

Decíamos que Pedro “El breve” intentó hacer eso, y se equivocó.

Este punto lo habíamos abordado anteriormente, cuando tratábamos de establecer como las acciones y omisiones de pasado, sirvieron de caldo de cultivo para tantos desvíos e injusticias.

Recuerdo estando joven, aquellas elecciones donde finalmente ganó el Dr. Jaime Lusinchi. Para ese tiempo, conversaba con algunos amigos, y dejábamos claro que por aquello de “hoy yo, mañana tu”, debía ganar AD, ya que COPEI estaba en el turno de gobierno. Hablábamos de cómo este proceder era incorrecto, pues se había preocupado más por mantener el statu quo, malamente instaurado sobre algunos errores elementales, que más bien por el destino nacional y el de sus pobladores en consecuencia.

Para ese entonces, yo decía, “es como una parodia de democracia, donde el libertinaje y la conveniencia privan sobre todo”.

No había necesidad de tales errores; no había necesidad de dejar que la obra teatral terminara mal, y el público en su frustración, ¡incendiara el escenario! El intento de golpe de 1992 fue eso; un botellazo con gasolina contra el escenario, donde, no políticos, ni buenos funcionarios, sino actores aficionados, se terminaron creyendo los dueños del teatro; de un local donde todo el colectivo estaba obligado, -como lo sigue estando-, a ver y participar en la obra que se presente permanentemente. La consecuencia llegaría después: Una nación donde cambiar todo radicalmente parecía la solución ante tanta injusticia, y no porque fuera la única opción, sino porque es la que mejor sabemos aplicar luego de tantas insatisfacciones.

¡Ahora hemos aceptado cambiar tantas cosas, que solo falta que digan que hay que cambiar de sexo para completar la transformación nacional! (y no me anoten en eso a mí).

Pareciéramos (pero solo parece), que no fuéramos capaces de mejorar cosas…

Esto, amigos míos, no puede seguir siendo la marca distintiva de todo cuanto hagamos. Justamente, la oportunidad de oro -digámoslo así- es esta, donde por impericia, y mas por accidente divino, hemos tenido la oportunidad de contrastar el antes y el después, y ver a trasluz, los errores cometidos en ambas etapas. Esa transparencia es la que nos da la oportunidad de corregir las cosas; uniendo todo lo realmente bueno que se hizo, con lo que se ha hecho en los años últimos, porque quieran admitirlo o no, y ya lo mencionamos antes, los últimos 10 años han sido años de cosas también muy buenas.

Existían demasiadas ideas sobre lo que se podía hacer, y simplemente, quizás el error inicial, fue que una sola corriente de pensamiento absolutista, instalada como gobierno, más que de pensamiento claro, se “endosara” convenientemente la autoría de esas ideas, siendo en realidad ideas “sin patente”, pues nacieron de todo el colectivo social venezolano, en nuestras diarios golpes con la injusticia, y debido a ello a la larga, el gobierno también se auto-endosó todo lo malo, los errores y las oportunidades perdidas.

No hay nada más inútil que el uso de palabras como “hubiera” o “debiste”; el pasado sólo sirve para aprender del error cometido, y si se aprende en verdad, como si de un pecado del cual estuviéramos arrepentidos, pues entonces estaremos ante una sociedad perdonada, con una vida honesta por delante.

La decisión de actuar con sabiduría, sensatez, y calma ante la planificación y la ejecución de cosas mas sublimes, nos espera.

martes, 11 de agosto de 2009

El verdadero significado de los colores en un semáforo

Hace años pensaba que el reglamento de transito era claro: Verde para avanzar, amarillo como prevenido ante el inminente cambio a rojo, que finalmente indica alto antes del rayado previsto para ello.

Bueno, esa era mi impresión, pero, ¡un momento!, ¡parece que no es así!

Comencé a ver cierto patrón extraño, casi primitivo, como traído de tierras tercermundistas, ante lo cual tenía la duda: ¿Venezuela es tercermundista...?

El caso es que descubrí, manejando día a día entre la locura del tráfico, casi que aéreo, por las vertiginozas velocidades y maniobras dignas de patrullas acrobáticas de cualquier fuerza aérea, ejecutadas sin embargo, por simples ciudadanos, (y siempre es impresionante ver como, si le das paso a uno, todos pasan y te dejan de último, ¡como si en vez de autos, fueran trenes con decenas de vagones!) que en la mente de los conductores, operaba una lógica distinta, más de un mundo bizarro que de uno regido por las leyes.

Mientras me sacaba el sudor de la frente, comprendí el "código oculto" del semáforo en mi querida nación:

¡Era cierto!, y estos son los verdaderos significados:


Verde: : "¡...dale sin mirar para los lados!"

Amarillo: "¡...Acelera a fondo que ya va a cambiar!"

Rojo: " ...Parate un momento, ¡pero sólo si vienen carros!


Me pregunto: ¿Conducta natural de un país amante de la ley y su constitución, o consecuencia natural de la falta de educación, así como de campañas comunicacionales de concientización vial?

Existe la falla; ¿Pero dónde...?

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Un venezolano al espacio?

No hablamos de la inflación, ni de algún político trasnochado pensando en qué hacer con el primer satélite que tenemos...

Me refiero al viaje que un venezolano podría hacer al espacio hoy en día, con el apoyo del gobierno, y la autorización de la nación.

Parecerá algo ajeno a los temas que hemos estado tratando, pero si lo piensan al final, tendrá mucho que ver con la creación de las estrategias de desarrollo nacional que tenemos en mente.

Déjenme explicarles. Este asunto comienza con la falta de héroes nacionales contemporáneos, y de personas que sirvan de inspiración a la imaginación de la nación, pero sobre todo, a la imaginación de los niños. Este punto no se puede procurar resolver con héroes o personajes políticos, pues no se trata de estimular solamente el espíritu del colectivo, sino mas bien el particular, el del individuo, en aquel donde nace la chispa real que ilumina el progreso ya no solo de el, sino de los pueblos. (...recuerden que cualquier palanca que pretendamos aplicar, necesariamente requiere de un sólo punto de apoyo, ¡no de millones!).

Una de las maneras mas sencillas que veo de estimular poderosamente a esos niños, una vez activado un verdadero plan nacional de desarrollo humano y económico, es mediante la exaltación de sus capacidades mediante la ciencia y la tecnología. Dios nos ha dado estas cosas para usarlas con sabiduría y humildad, y que mejor que mostrarles a los chicos, a esos hombres y mujeres que desinteresadamente, dan grandes pasos en nuestro nombre.

Así, es posible apoyar y patrocinar, experimentos científicos en el espacio, por ejemplo, en la actual Estación espacial Internacional, para lo cual el estado pagaría la inversión necesaria. Este hombre o mujer elegido, amen de hacer ciencia en el espacio y transmitir desde el, también a su regreso, dedicaría parte de su trabajo a recorrer las escuelas y liceos del país, realizando presentaciones que estimulen como nunca, a esos hijos e hijas, que muy bien podrían llegar a ser aún mayores referencias de trabajo y constancia en el futuro.

¿El costo?; no crean, sería mucho mas económico que la compra de un avión presidencial, y las ganancias, verdaderamente enormes.

El lanzamiento del satélite Simón Bolívar, es un hito indiscutible, y punto a favor del actual gobierno en ejercicio. Era una necesidad desde hace tiempo, y la postergación continua e innecesaria de su adquisición y lanzamiento, supuso la pérdida de la posición geoestacionaria correspondiente. Aún así, este paso dado es fundamental para entrar en un nuevo nivel de comunicaciones, y en la aplicación, divulgación y desarrollo de este tipo de tecnologías.

Yo debo mencionar como aspecto a mejorar en adelante en este tema, la manera en que se trató el asunto del satélite, y su lanzamiento; la politización en exceso de dicho evento empañó lo que ha podido ser una celebración de avance para todos los venezolanos. No se ha explicado, más allá de las connotaciones socio-políticas superficiales, lo que esto ha supuesto en verdad, y la captura de la imaginación infantil y juvenil en Venezuela, se desaprovechó, a falta de una verdadera y contundente campaña de divulgación, lógico esto si reconocemos que no existe una estrategia seria y articulada al respecto. No basta con que un centro espacial funcione en Caracas y por allá en medio monte con sus antenas; tiene forzosamente que extenderse a toda la nación, por lo menos en lo que a divulgación y alcance se refiere. Otros campos del saber pueden beneficiarse de este tipo de divulgación, es cuestión de planificarlo.

No recomiendo, sin embargo, realizar estos proyectos en tiempos que no sean expresamente, de “cabezas frías”. Traerse este asunto nuevamente a empujones, seria un error.

Solo imagínenlo: Un venezolano o venezolana en el espacio, no por politiquería ni asuntos épicos, sino por desarrollo serio y planificado, con fines específicos y tangibles, regresando luego no para desfilar en una carroza con un satélite de cartón como adorno junto al político de turno, sino viajando por todo el país, haciendo llegar a los niños y no tan jóvenes, con sus propias y encendidas vivencias, cara a cara, la experiencia grandiosa de cumplir las metas y los sueños personales de estudio y trabajo, que es como se alcanzan a su vez, los horizontes que antes soñábamos como nación.

¡No veo una manera más intensa y emocionante de mostrar lo grande que podemos llegar a ser!