jueves, 19 de abril de 2018

El resultado de la "nada" como sello característico de la Venezuela presente.

Escribo únicamente para decir que sigo vivo, como un habitante mas de este maltratado país.

Un trimestre sin escribir se antoja como mucho tiempo, pero en realidad no lo es cuando consideramos la escala temporal de las naciones y sus sociedades.

 Lo cierto en todo caso, es que la parálisis vivida por el pais, de la mano de un gobierno hecho régimen autoritario, flanqueado por una oposición negligente y hasta complice, junto a una sociedad que no consigue cohesionarse en un solo propósito, han preparado el escenario para que todo no haga más que hundirse en las arenas de la ridiculez de lo posible.

Francamente la dispersión vivida por la sociedad, sin rumbo ni propuesta tangible en el horizonte, hace que la expresión "hasta que no quede piedra sobre piedra", pudiera ser el lacónico destino de esta nación.

Subyace la necesidad de explicar el por qué un país con un artículo constitucional tan claro como el 350, insiste en nadar en el barro de su propio fracaso, en vez de recapacitar colectivamente y expulsar al gobierno tirano del poder, junto con todos lo que le han mantenido en esa posición durante tantos años. 

Está necesidad será la que me sugiere volver a la escritura en los próximos dias.

Mientras, meditemos sobre el cómo siendo nosotros millones, pueden las cosas salirse de tal manera de control, en medio de la más absoluta impunidad imaginable, de la mano de tan pocos.