martes, 25 de febrero de 2014

¿Una comisión de la verdad, para revisar de acuerdo a tu "verdad"?

No está nada fácil la cosa: El adjudicado presidente Maduro insiste en equivocarse: No creo que alguien vea con buenos ojos que después de insultar a los gringos, horas después vengas a pedirles que nombren un nuevo embajador para "aclarar las cosas" en las ya tortuosas relaciones internacionales que mantenemos. 
En lo personal, creo que debes mantener lo que dices y no estar reculando de seguido; seguramente estamos claros en que los hombres, mantenemos lo que decimos, y aceptamos las consecuencias de nuestras afirmaciones y decisiones. 
Similar cosa deberás considerar con la reciente declaración y orden que diste, en torno al tema de crear una nueva comisión de la verdad. Eso de pedirle a la asamblea que haga semejante comisión por la obtención de la verdad, es como pedirle al gobernador del Táchira, José Vielma Mora, que mantenga lo que dice, o pedirle a unos zamuros, que cuiden carne.

Ahora, lo que mas estridente suena en tu declaración sobre esa comisión, es lo siguiente:

"conforme una comisión de la verdad e investigue todos los crímenes fascistas. Espero el día en que se haga justicia de este asedio fascista"

¿Pretendes entonces nombrar una comisión, para que investigue no todos los hechos criminales que hayan ocurrido sin importar el bando, sino que investiguen exclusivamente a los que protestan y que en tu opinión, son fascistas?

¿Ves el problema Maduro?; ese es tu mayor problema y desgracia: La negación absoluta y permanente de que algo pueda ser imperfecto en la revolución y ahora en tu gobierno.
Esa es justamente la actitud que ha permitido desde los tiempo de Chávez, que el barco de la revolución hiciera agua desde el mismo comienzo de su viaje por el mar de la esperanza de todos aquellos que tuvieron fe en un cambio sincero y humilde.

Esa comisión de la verdad será tan improductiva como la reunión por la paz que pretendes convocar.

Compatriota Maduro, cada paso que das lo estas dando hacia el final de un proceso político en Venezuela. Es duro, pero estás demostrando con cada palabra y acción, que tener a un "sucesor monárquico" en la presidencia, es tan malo como tener a un dictador.




lunes, 24 de febrero de 2014

Te vuelves a equivocar Maduro

Maduro: “La paz con justicia será nuestra victoria frente al golpe de Estado que estamos desmontando”

Definitivamente,  algo está fallando en el gobierno: La gente de a pie no da golpes de estado; eso solo lo hacen los que tienen el poder, o los que manejan el poder. Así las cosas, solo tu mismo, o alguien cercano a ti, en términos de autoridad, puede hacer lo que tu afirmas que estás desmontando.

Hasta ahora, no veo ni paz, ni justicia: Lo que creo que llamas "paz", no es más que el anhelo de que "se aguanten calladitos", todos los que no compartan tu visión particular de Venezuela, y lo que llamas "justicia", viene a ser algo así como que "baste con mi palabra" para que lo justo reine entre nosotros, casi que de forma mágica.

¿Es así como ves las cosas, Maduro? 

Yo no veo aún ni los puntos que están sobre las "i" de la palabra justicia, practicarse en nuestro país. 
Entiende que necesitas liberarte del peso que significa el grueso del legado del difunto presidente Chávez, para comenzar a enmendar las cosas. Aunque suene "absolutista", o eres la solución al problema, o eres parte del problema.

No se si deseo equivocarme, pero sigo pensando que solo será tu propio peso especifico sobre los tiempos actuales, lo que terminará por abrirle los ojos a la mayoría del pueblo venezolano en términos de equilibrio, sensatez y justicia social, y solo entonces, veremos que el único y verdadero "golpe", fue el que te diste a ti mismo, al postergar todo lo que necesariamente ha debido hacerse.

No se que es peor: La barbarie hacia los animales heridos en plena carretera, o la posibilidad de que tropas cubanas estén en el territorio.

Siguen los acontecimientos desarrollándose sin un rumbo claro en lo que a una tercera vía estratégica se refiere, necesaria para salir del atolladero político donde el oposicionismo y el oficialismo nos mantienen desde hace ya varios años. Sin embargo, son varias las cosas que llaman la atención, y no porque sean positivas: Los fallecidos, los heridos, la muerte del ganado que tuvo la desventura de volcarse con el camión que los llevaba, y la posible presencia de tropas cubanas en suelo venezolano, sin autorización constitucional para ello.

Quiero protestar de forma total ante el caradurismo gubernamental ante lo que considero un mediocre manejo de la situación, y de lo que por donde lo mire, resulta un brutal ataque con equipos militares y cartuchos que no son para nada, de fuego no letal. No hay diferencia entre un viejo fusil FAL 7,56, y una escopeta de repetición disparada a menos de 5 metros de distancia con proyectil metálico. La muerte y las lesiones son inevitables cuando se usan las mismas actitudes, -o quizás peores-, que aquel terrible 27 de febrero.

Ahora bien, lo de hace unos días en la carretera Morón-Coro, no tiene nombre. No hay excusa para semejante desprecio ante el sufrimiento de un animal que ha sido víctima de un accidente automotor.  La falta de autoridad, -como la falta de un valor que frene los impulsos salvajes de caerle encima a cualquier cosa que se accidente en la vía, cual escena de una película apocalíptica post guerra atómica-, dejan ver el estado mental de la sociedad, allá donde le dejan suelta a sus anchas. Entiendo que la mayoría de los dueños de grandes explotaciones pecuarias han sido tradicionalmente gente “explotadora” de los humildes trabajadores que ellos contratan, pero eso aun así no da derecho a que se tome a un animal herido o vivo en todo caso, y que como turba eufórica por el festín ante sus ojos, (si ello es posible), le rodeen y le sacrifiquen  en el altar del dios de la estupidez.

¿Dónde quedó la línea de lo ético y moralmente correcto?

Por ultimo, el espinoso asunto de dispersos y aún sin evidencia informes que indican que grupos elites de fuerzas militares cubanas podrían estar en el país, es tema extremadamente serio, pues resulta obvio que si fuese cierto ello tan solo en un 10%, estaríamos ante una traición a la patria reiterada, que exigiría la detención y enjuiciamiento de todo aquel que sabiéndolo, no lo denunció, lo cual seguramente salpicaría hasta el bigote al mismísimo Maduro.

Desde los tiempos de Hugo Chávez, el cinismo se instaló cómodamente en Miraflores, al expulsar a los asesores gringos, solo para darles esos puestos a los asesores cubanos, y eso compatriotas, es pura porquería injerencista.

Tener a elementos cubanos pululando por todo el país en un sinfín de actividades que estratégicamente son vitales para la nación, es tan corrosivo para el orgullo nacional, como si de cualquier otra nacionalidad se tratara.

Entiendan que esto no significa ser radical-nacionalista:
¡Significa gritarles a todos ustedes que necesitamos encargarnos de nosotros mismos para poder salir realmente adelante!

Yo entiendo a los cubanos, que necesitan empoderarse de todo aquello que les sea útil para su país. Es lo que hacen todas las naciones cuando se refiere a otras, incluyéndonos a nosotros, pues hemos abordado a otras naciones siempre con intereses políticos propios de por medio: Esa es por lo menos la justificación menos “dolorosa” cuando pensamos en los millones de dólares que hemos entregado al exterior, sin que necesariamente todo ese dinero llegue a gente necesitada en realidad.

Seguimos la marcha a paso forzado hacia el gran choque nacional; el impacto que dejará desnudos a todos a quienes con argumentos fútiles, pretenden justificar el deplorable estado de las cosas por efecto de una falsa división que nunca debió llegar a ser tal.

No hay opción sensata que no se mantenga a igual distancia del oposicionismo y del oficialismo; No hay manera de que ellos resuelvan el problema.


Seguiremos contemplando como la Guardia Nacional ya no es “del pueblo”, mientras la mayor interrogante que va construyéndose a nuestro alrededor, es sobre quién planteará el verdadero camino del equilibrio social (y por cierto, allí sí que bolivariano y cristiano), en Venezuela.

sábado, 22 de febrero de 2014

Cuando la guardia nacional, quizás dejó de ser del pueblo.

Aunque los protagonistas de esta situación que se vive en la nación deberían ser los que protestan y el gobierno que no les perdona que protesten, lo cierto es que otro actor se ha ido levantando en el escenario a los ojos de los que observan: la Guardia Nacional Bolivariana.

Independientemente de lo que digan de bando y bando a favor o en contra, solo me referiré a las imágenes que he visto, y que no son trucos de internet: Guardias Nacionales disparando, rompiendo, insultando y reprimiendo. En definitiva, guardias cuyo honor, parece que “no se divisa”.

Da la impresión de que una de las caretas más difíciles de mantener puesta, por su peso y tamaño, resultó ser una de las primeras en caer: La masiva compra de equipos de “control” urbano, a empresas chinas, resultaron no ser solo para desfilar.

Entiendo que negarse a cumplir una orden, supone una falta grave a lo interno de cualquier fuerza castrense, pero no quiero pasar por alto que la desproporción con la que están actuando, (frente a los manifestantes que pacíficamente ejerzan su derecho), traerá serias consecuencias morales y éticas a lo interno de esa misma fuerza militar, y eventualmente ante un juicio social del cual no saldrán bien parados.

(NOTA: Muy distinto es cuando las FFAA accionan contra el vandalismo que casi siempre se logra colar al final en estas manifestaciones, y que por delinquir y resistirse, obligan al uso de la fuerza no letal)

Entonces, volviendo a la GNB: ¿Pueden seguir utilizando el nombre de “Guardia del Pueblo” a la luz de los hechos ocurridos?; seguramente millones que aún apoyan al chavismo dirán que si, pero les aseguro, compañeros de la GNB, que tantos otros millones de compatriotas afirmarán que no tienen derecho a denominarse de esa manera, como tampoco a decirse bolivarianos, y creo que tienen razón.
Un sugestivo nombre, que evoca tradición libertaria, puede durar solo tanto como la gente se aguante las injusticias. El gobierno de turno en su  autoridad, puede renombrar todo a su antojo, pero no olvidemos que  las facciones políticas que se hacen permanentemente del poder, terminan a menudo haciendo del gobierno, un cascaron frágil que recubre a una elite aburguesada y enquistada, cual cenizas frías y rígidas de aquel fuego donde por cierto, pudimos forjar el aprovechamiento de oportunidades que ahora sin embargo, yacen reducidas a grises formas inútiles.

Al presente, no podemos tapar el sol con un dedo y decir que los actos de represión no son un hecho palpable. El apego a la constitucionalidad del que ha hecho alarde la autoridad militar, se ve hecha añicos a la hora de ver en acción las tácticas y los actitudes operativas que se han dejado ver frente al joven colectivo humano que protesta.

Todo esto sirve como excelente argumento para demostrar que no siempre lo que se oculta tras la fachada de los constitucional, es justo o correcto, y ello pone en evidencia, -al desnudo, si prefieren denominarlo así-, que nuestro sistema de gobierno democrático, requiere de mejoras sustanciales y medulares, donde no seria suficiente en lo absoluto, un simple cambio de protagonistas (entiéndase, un saltito del PSUV, a la MUD).

Se que hay mas cosas de que hablar a la hora de tocar el tema de la injusticia: Podríamos comentar de cómo la Defensoría del Pueblo transmutó hacia un figurín de cera en el escritorio del Presidente, al estar rehuyendo de sus responsabilidades tras los tecnicismos leguleyos que solo ellos aceptan, o muy bien podríamos mencionar a la Fiscal General de la Republica, que como “portero” de la casa de partido, solo deja pasar a los que muestren el carné de afiliación; sin embargo, es el gran articular parcializado y sesgado del gobierno en su conjunto en una dirección (que no es la misma a la que apunta exactamente la constitución y aquello que es moralmente correcto), lo que crea este complejo cuadro en el que las cosas se han ido sucediendo en el país, y donde mas allá de la heroicidad de las palabras dichas, son los actos de cada protagonista con poder para hacer o reprimir, lo que ha hecho caer las primeras de las caretas revolucionarias: La de la GNB entre ellas.

Que conste: Esto es solo una reflexión; no es un llamado a la sublevación de algún componente militar o fuerza policial, y lo digo por si acaso alguno de esos politiqueros y funcionarios de partido -más que de gobierno-, de los que sin siquiera conocer el termino, tachan de “fascistas” a cualquiera que decida ejercer su derecho a criticar al gobierno cuando tiene argumentos para hacerlo. A ellos les digo que con la impunidad reinante, aun tienen tiempo de salir del país con todo lo que han robado, pero sépanlo: Ya le llegará el turno a la verdadera, ética y bolivariana  justicia venezolana, que nacerá de las cenizas que ustedes dejen, para ir a buscarlos allá donde se escondan, allende a nuestras fronteras.

La GNB deberá muy pronto evaluarse a sí misma, pues las manchas de sangre que pudiesen caer en el libro de las acciones de una honrosa institución como la Guardia Nacional Bolivariana, no se lavan ni con los años.
Hombres y mujeres que nunca la han tenido fácil en este país tan permisivo, al momento de actuar en sus trabajos, merecen que su legado sea honrado con acciones correctas y dirección moral.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Los titulares de la prensa y de los portales informativos nacionales, como prueba de la descomposición comunicacional de Venezuela.

Me irrita ver como todos en el país, parecieran manipular a su conveniencia lo que ocurre, mientras miles de jóvenes se encuentran en una ruda “aula de clases”, aprendiendo de la manera menos fácil, y sin profesor alguno, las habilidades necesarias para esquivar los entuertos políticos de sus mayores. Miles y miles de los que podrían ser o son nuestros hijos (y nietos, primos, hermanos…),  están tratando de ponerle orden a algo que ellos no crearon, pero en lo cual se han visto obligados a vivir.
No me quiero referir con todo esto únicamente a la manera en que se está reflejando en los medios lo que ellos están padeciendo; también hago referencia a la forma miope en que abordamos la descripción de la coyuntura que viven los venezolanos, y lo cual  muestra la fragilidad de todo el sistema de pensamiento  comunicacional en la nación, visto desde el ángulo político que se mire.

Para ser más directo y breve con lo que quiero plantear, iré comentando cada uno de los titulares que me han llamado la atención, para tratar de mostrar la tragedia humana de nuestros muchachos que tienen que decidir que ideal seguirán, mientras se distorsiona la realidad tras lo que son muchas veces, banales palabras que llegan a nuestros oídos y vista, a través de los medios:

“Maduro: Cabello lleva a Leopoldo López a una cárcel fuera de Caracas para que cumpla con la justicia”
¿Cuál justicia?; ¿La que le conviene al gobierno en este momento y en esta oportunidad? Por lo demás, sabemos que no existe tal noción de justicia con la homogeneidad, majestad y transparencia que se requeriría para el resto de los que vivimos en este país. La hipocresía misma pareciera estar haciendo metástasis sobre el organismo que el estado es. En Maduro no estoy viendo al presidente de todos los venezolanos, pues se está portando como el dueño de medio país, cuyos discursos amateurs solo van dirigidos a “medio pueblo”, como mucho.

“Maracaibo quiere volver a la calma”
No es cierto; no sean mentirosos: como en todo el país, cuya votación presidencial hace menos de un año evidenció la polarización y el “50 y 50” que permitió la manipulación inmoral del proceso electoral a favor de Maduro, hoy en día, en cualquier ciudad de Venezuela, -incluida Maracaibo-, como mínimo la mitad de la población apoya cualquier manifestación pacífica de protesta contra el gobierno erigido a partir de aquel entonces, mientras la otra mitad, poco más o menos, mantiene simpatía hacia el gobierno. Esto en términos generales.
Por cada ciudadano que lanza improperios contra los manifestantes, hay otro que los apoya.
Así las cosas, entenderán que el juego está "trancado", y cualquier afirmación en contra de esta realidad aplastante, es meramente una mentira compartida por quienes detentan el poder político, y los que se están beneficiando directamente de ello.

“Schemel: Valoración positiva de Maduro está en el 40% pese a inflación y desabastecimiento”
Bueno, ¿Y qué esperabas compatriota Schemel, si te acabo de decir que cuando mucho solo la mitad de la población votó por Maduro?; ¿Realmente crees que descubriste la rueda con tu 40% de “aceptación”?; Insisto: ¿Por qué crees que este país está así, polarizado, dividido y débil?
No seamos tan ingenuos, compatriota: Es la POLARIZACION la que nos está matando, cuando esta realidad se une a la de un  gobierno y un alto mando de las FFAA parcializados completamente con un movimiento político que ni siquiera se ajusta a la constitución. Entiéndanlo.

“Machado: Vamos a obligar a este régimen a que escuche la voz del pueblo”
No te “caigas a mentiras” María Corina; quien tiene todos los poderes bajo el control de una sola y mesiánica interpretación política, con la bendición de las FFAA del país, simplemente no tiene la voluntad de hacer que las cosas cambien, y ante esa realidad, no hay forma de que surja en ellos la obligación moral para escuchar y cambiar. Solo hay tres maneras de que esto en Venezuela cambie: 1).- Que Maduro recapacite, y que pasando por encima de los intereses particulares de las otras facciones que gobiernan supuestamente en nombre de Chávez, cambie radicalmente; 2).- Que las FFAA decidan cambiar el rumbo político de los acontecimientos. Recuerda: No existen golpes de estado civiles. (NOTA: No tengo nada que ver con golpes de estado, ni propongo uno, ni conozco a alguien con poder para hacerlo); 3).- Que llegado el momento de un referéndum o de un llamado a Constituyente, se inicie un ciclo de cambios en el país alejados de los dos bandos existentes. No hay otra manera María, así que no engañes con palabras que sabes que pueden seducir a los jóvenes que por inocencia, podrían entregarse como corderos al sacrificio. Ten cuidado, compatriota.

“Maduro afirmó que Leopoldo López será trasladado por Diosdado Cabello”
¿Qué significa eso, Maduro?; ¿El dueño de la “hacienda” acusó a uno de sus jornaleros de un crimen y el capataz se encargo de llevarlo a la policía?. ¿Qué tanto comparten el poder tu y Diosdado?. ¿Le diste la oportunidad de tener protagonismo y tema para su próximo programa de TV?
¿Te has dado cuenta que en la Venezuela de hoy, tu palabra y la de Diosdado son ahora santa ley?. ¿Te gusta sentir el poder que tenia Chávez, ahora en tus manos? Supongo que eso es lo que te impide hasta el momento, ver que estas cometiendo infracciones graves  ala ley y al pensamiento bolivariano.

“Aveledo: Gobierno debe garantizar vigencia de derechos constitucionales”
¿Tú también nos viste cara de ingenuos, Aveledo?; Si sabes que el gobierno sistemáticamente ha violado cualquier cantidad de derechos constitucionalmente consagrados, desde siempre, ¿Por qué ahora vienes a mencionar eso como si fuera la primera vez que ocurre? Si a Leopoldo López no le pasa nada durante su encarcelamiento o retención, es simplemente porque al gobierno no le conviene, pues tu sabes que en condiciones normales, mientras que el caso del crimen no sea de interés mediático, la víctima se pudre en el caldo de la injusticia, al tiempo que el victimario se baña en las aguas de la impunidad.
¿Sabías que precisamente, la falta de congruencia política y estratégica, junto a la inexistente constancia en el mensaje, o su escasa profundidad, es lo que ha matado a la oposición devenida en un oposicionismo visceral?. Piénsalo.

“Así se activarían las UBCH para el “contra ataque fulminante”: El Nacional”
Esto es una realidad: El gobierno ha ido preparando planes de contingencia para enfrentar cualquier movimiento en contra de sí mismo, y con ello, sin proponérselo, -espero-, está preparando el terreno para que en el caso no deseado de un golpe de estado, ellos los defiendan, sin medir demasiado con la regla de la moral, que la salida de estos colectivos a defender la revolución, produciría un baño de sangre proporcional a la resistencia que se encuentren los hipotéticos golpistas. El final será el mismo de toda aquella resistencia que no tienen a las FFAA a su lado: La derrota, y quizás, la aparición de grupos sociales encausados en estrategias de conflictividad similares al modelo guerrillero y paramilitar colombiano.

“William Castillo: Los medios están claros, aquí no hay ninguna situación de censura"
¡Mentira!; ¡claro que hay censura!; hay tanta, que escribo esta líneas temiendo que algún día me agarren por decir mi propia verdad, incluso en un blog que mantengo anónimo, a pesar de ser un ciudadano de a pie en esta república.
Las referencias y notas de prensa o de medios audiovisuales a los eventos recientes, solo son un pálido reflejo de lo que años atrás habríamos observado. (Y no me refiero al estridente extremismo en el que cayó Globovision durante aquellos días Abril de 2002); No hay seguimiento en vivo por TV; no hay fotos cercanas en general. Si no fuera por los medios vía internet, el silencio mediático seria casi absoluto; no hay nada que pueda herir la susceptibilidad de un fanático chavista en otras palabras. Eso si, en cambio, cualquier cosa a favor del gobierno, es reseñada en detalle hasta la ridiculez.
Nefasta política comunicacional de un gobierno que debería gobernar con hechos y ética constitucional, para todos y con todos.

“Alto Mando Militar rechaza cualquier intento de golpe: No permitiremos un escenario como el 11-A"
¿Qué otras palabras podríamos esperar oír  pronunciar al alto mando militar de Venezuela?; ¡Es obvio que no lo apoyarían!; (noticia seria que si lo apoyaran…). Decir que no permitirán otro 11-A, es decir poco, porque en general, NADIE sabe exactamente que pasó en ese entonces, quiénes fueron y quiénes estaban tras el truculento asunto, cuyos protagonistas principales, -en la entrada y la salida de esa obra teatral terrible-, fueron los propios personeros del gobierno y el  mismísimo Chávez. 
Por cierto: Pedro Carmona Estanga solo fue un triste actor secundario que ha sido recompensado incomprensiblemente con la impunidad sobre sus actos, por más de 10 años.

"Leopoldo López no tuvo alternativa, no fue ningún acto de valentía que se entregara a la justicia
Calixto ortega solo busca la benevolencia de su jefe político al pronunciar estas palabras (como todos los demás “voceros” que han proliferado en estos días en las filas gubernamentales); El Sr Leopoldo López si tenía una alternativa muy clara: Se ha podido ir del país y culpar a Maduro. Sin embargo, no lo hizo, y con eso posiblemente le tumbó el plan al gobierno, quien durante varios días soltó ese “globo de ensayo”, a ver si alguien huía y le seguía el juego comunicacional. No funcionó, y ahora tiene esa papa caliente entre manos llamada Leopoldo.
Si no vas a decir la verdad Calixto, no hables. Ya el gobierno te ha dado suficientes premios. Se humilde. Trata de ser honesto contigo mismo.


En fin, podría seguir usando los “cantinflericos” titulares (Y que me disculpe al admirado Cantinflas por hacer esa referencia), para destruir uno por uno, los andamios de la manipulación y la mentira sobre los cuales se gobierna en Venezuela. Mediten estos asuntos; lean entre líneas las falsedades que de lado y lado se dicen, mientras que detallan quienes se favorecen y quienes salen perdiendo en este juego de ajedrez aficionado al que los malos políticos nos someten a todos.

domingo, 16 de febrero de 2014

NADA ES POR AZAR; NADA ES POR COINCIDENCIA.

Las cosas que ocurren en Venezuela hoy en día, realmente no son cosas que no hayamos mencionado o previsto. En multitud de ocasiones hemos hablado de cómo insistimos como sociedad disfuncional en caminar directamente hacia un inevitable choque con la pared de la realidad, junto a la cual se mantiene el enorme hueco donde todos cabremos junto al país, una vez que hayamos impactado con ese obstáculo infranqueable que representa en la vida republicana de esta nación, nuestra ceguera de un ojo, acompañada por la soberbia de lo que interpretamos con el otro.

Los vaivenes siempre inútiles y casi por inercia del adjudicado Nicolás Maduro; las arrogantes, desatinadas y contradictorias declaraciones  hasta con su mismo jefe, de una ministra de asuntos penitenciarios, sobre lo fundamental que resultan las hordas motorizadas y armadas (llamadas eufemísticamente como “colectivos”), pasándole por encima con sus palabras incluso a las mismas fuerzas armadas, no son más que muestra del catatónico  estado de las cosas.

La parálisis no es solo gubernamental: En la oposición, un Leopoldo López que insta a la calle, a sabiendas de los choques que se pueden suscitar debido a los infiltrados que nunca faltan de lado y lado, secundado por una siempre estridente y ultraderechista Maria Corina Machado, para que los estudiantes caigan en muchas ocasiones como carne de cañón mientras que ningún “líder” se pone al frente, (repitiendo los errores de anteriores marchas estudiantiles), ponen en evidencia la carencia de un mensaje que pueda trascender a lo que ya hayan dicho oposicionistas y oficialistas.
Contra todo pronóstico, y pese a su incapacidad para igualmente avanzar en su discurso, Capriles Radonsky pareciera al menos intuir que solo “mandando a los demás a formar bochinche”, no se arreglan las cosas.

Muy mala la reacción a todo esto en ambos bandos: López al ocultarse al principio (porque es lo que ha hecho), al solo mencionarse una orden de captura, se ve tan visceral como lo está siendo Maduro, quien al despreciar a cualquier protesta que intente alzar la voz, retribuyéndoles con "generosas" dosis de gases lacrimógenos, agua y abuso mediático gubernamental, no hace más que mostrar la doble cara de todo aquel que viniendo de una intentona golpista, le tiene miedo a otra que pueda ir contra él, como si unos golpes fueran buenos (los de ellos), y otros fueran malos (los de aquellos que vayan contra ellos).

(Por si acaso, aclaro que no apoyo golpes de ningún tipo)

Obviamente es soñar el visualizar a un Maduro llamando a nuevas elecciones, en un arranque de moral, a fin de sincerar el panorama político venezolano. Eso ni en la fantasilandia de Walt Disney, que tantos boliburgueses han disfrutado discretamente, sería posible. Sin embargo, debemos estar claros en que de no cambiar el actual sendero económico, social y político, la solución a todo esto se ira acercando paulatinamente a esta opción, como la menos traumática, sobretodo al contrastarla con un golpe de estado, que a la luz del estado de descomposición que menciono, resultaría muy probablemente, cruento y perturbador. (Importarte: Los golpes siempre son militares; nunca civiles)

Que la gente manifieste es necesario si pretendemos cultivar la convicción de no dejar que  grupito político alguno, imponga su tesis de poder; ahora, que la manifestación se haga con violencia, definitivamente no es lo correcto ni la vía sensata frente a un gobierno que se ha preparado durante años para sobrevivir a cualquier precio.
Lo que no podremos evitar, dada la polarizacion reinante y los sectores extremistas y violentos (escudados muchas veces en el anonimato de una capucha, que no te deja saber si es un civil, un policía infiltrado, un ex guerrillero colombiano, o un elemento de inteligencia militar), que existen de lado y lado, es que se produzcan choques, atizados por las mismas fuerzas del orden gubernamental, carentes de ética al momento de obedecer las instrucciones de reprensión del heredero de la presidencia.

Ambas partes afirmarán que hay manipulación conspiradora; fotos manipuladas, (sin que se sepa si el mismo denunciante fue el que las subió a la red previamente); versiones falsas de informaciones o ataques “anónimos” a instalaciones de parte y parte, no hacen otra cosa que enturbiar el ambiente que justamente el gobierno, está llamado a mantener claro y honesto, no mostrando en lo absoluto, el sistemático comportamiento defensivo que vemos día a día.

Es por estas cosas que ambos modelos, -enmarcados todos en la cuarta república, insisto-, están totalmente agotados. Eso es bueno desde una perspectiva amplia, porque como he mantenido en el pasado reciente, ello nos pone en la ansiada posición de enfrentar los cambios que son necesarios (esto por supuesto, hablando en la escala de tiempo de la nación, y no de los humanos: Por eso es que les hablaba hace tiempo de cómo el “respirar” de una nación, puede abarcar generaciones). Así vistas las cosas, estamos entonces en aquel momento comprendido entre el término de una inspiración, y el comienzo de una exhalación nacional.
Es también  momento de decir las cosas que se piensan, y sobretodo, es momento de decir que hay que buscar un dialogo, pero no para que un bando ceda a favor de otro, sino para que ambas partes cedan a favor de un nuevo modelo equilibrado, que sea realmente inclusivo, por tener esta vez en cuenta a todos los que no comparten el modelo de injerencia extranjera, venga de donde venga.

Cuando ese dialogo se de, no será entre los que detentan el poder y los que amenazan con tomarlo; NO: deberá ser un dialogo nacido de la humildad que permitiría aceptar que TODOS por igual han cometido errores, y que los responsables directos,   ya muertos están.

La muerte debe significar el cierre de un gran ciclo, que da paso con un nacimiento, a uno nuevo, más elevado en sus valores y moral.

La muerte no debe ser motivo de regocijo por la desaparición de alguien; mas bien un respetuoso silencio que preceda a un mirarse a los ojos, y ser capaces de darse la mano, porque se saben ambas partes, gobernadas por la misma ley; por la misma constitución. Cuando ambos se sepan iguales ante la justicia, por no haber impunidad capaz de esconder fechorías, corrupción, muerte o abuso, verán que Venezuela emergerá como una potencia; como la primera potencia verdadera del nuevo milenio, aunque aún nadie lo entienda.

Ya no tiene sentido enarbolar banderas de progreso bajo el ala del oposicionismo recalcitrante que ha existido hasta ahora; tampoco tienen sentido las amenazas del gobierno venezolano de “radicalizar aun mas la revolución”, cuando lo único que radicalizarían seria la soberbia, la impunidad, la injusticia y el abuso propios de aquellos regímenes que sin llamarse dictaduras, originadas en golpes de estado, lo son.

Ver a las tanquetas, (compradas en China con endeudamiento externo), reprimiendo a muchachos que manifiestan  y que crecieron y adquirieron conciencia en la era chavista, no es menos que patético.
Ver a Maduro blandir el mazo de la improvisación cubana, mientras que con su incapacidad para dejar fluir de su boca 5 palabras a la vez, advierte que arroyará con “el poder del pueblo” a esos jóvenes que manifiestan, causa nauseas.

Aquí no hay un político que no sea doble cara, en menor o mayor medida, como no hay un luchador social que no este acallado por la amenaza del sistema. No hay un cabeza de poder gubernamental en Venezuela, (fiscalía, contraloría, defensoría, legislativo, judicial), capaz de decir todas las verdades que habría que decir, pues se saben “prescindibles” cuando se trata de un gobierno nacido de la esperanza, pero corrompido por las tentaciones del poder que no ven necesidad aún de entregar.

Maduro, como el más conspicuo sucesor del ahora convertido en trono presidencial, hace alarde de su "buena" suerte, como si bastase ella solamente para mantenerlo al frente de un gobierno. Estoy convenido que a no más tardar el 2016, de seguir esta cadena de errores y sandeces presidenciales y partidistas, y asumiendo que  el referéndum revocatorio fuera legal y ajustado a la ética constitucional, (Cosa prácticamente imposible en las condiciones vividas actualmente en el presente régimen de las cosas), Nicolás saldría del poder, pero solo para arrojarnos a la dura realidad de carecer de un hombre o mujer capaz de enmendar la situación social, política y económica, sin obedecer a un bando o interés político soterrado. (Estemos claros: Ninguno de los precandidatos a las primarias de la MUD, fueron, -ni son-, elegibles como presidente, y en el PSUV, no hay un dirigente en su cúpula al que tan siquiera pueda dársele la espalda).

Nicolás Maduro aún tiene la oportunidad de no pasar a la historia contemporánea de Venezuela como el único “sucesor” al trono presidencial visto por las generaciones actuales, pero para ello, debería dejar a un lado la noción del líder supremo con la que arropa a un hombre cuyo balance de gestión, es mas negativo, que otra cosa: Chávez mostró ser lo mas cercano que se podía estar  a ser un rey en Venezuela, en términos de poder absoluto y sumisión o lisonjeria de quienes le rodeaban, y aún así, no pudo evitar dejar este mundo siendo para siempre, el hombre de las oportunidades perdidas.

¿Palabras duras de mi parte?; en realidad no tanto como las que nuestros hijos y nietos podrán decir de nosotros y del calamitoso estado en que dejamos llegar las cosas para de todas maneras, tener que levantarnos, sacudirnos el polvo, y tener que seguir andando.

Ojalá llegado el momento, seamos capaces de crear un gobierno breve y verdadero de transición, basado en por lo menos, un tripartito capaz de gerencia y liderar los cambios fundamentales necesarios. Cualquier gobierno unipersonal que sucediera a este, bajo una figura presidencial, solo supondrá que esta etapa cuarta republicana no ha terminado aún, como tampoco lo habrá hecho en realidad, la exhalación de la nación.

No se si las manifestaciones lograrán ofrecer un resultado positivo a todos esos miles de jóvenes que marchan y no ceden a las amenazas de un nervioso presidente, pero si estoy seguro de que estos hechos han demostrado que aquellos venidos de un golpe, le tienen miedo a otro. Como dicen en mis tierras: “El que ha sido mordido por culebra, brinca cuando ve un bejuco”.

El gobierno tiene mentón de cristal. No soporta el impacto de las verdades que zumban a su alrededor y que ellos mismos cultivaron y ahora deben cosechar. No había necesidad de llegar a este estado de las cosas.


Pero nada es por azar: la respuesta ruda y tajante hacia todos los que protestan al gobierno, mientras que  se ignora a los que delinquen, es signo claro de un camino equivocado para una nación y de un gobierno que puede ser cuestionado profundamente. 

martes, 11 de febrero de 2014

¿Maduro contra Chávez?

No lo digo yo: Lo dijo el adjudicado presidente Maduro:
"Voy a buscar normas muy estrictas que quien se meta en esta aventura golpista o cualquier otra aventura no pueda participar más nunca como candidato en nada en este país", indicó Maduro en el programa que este lunes estrenó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, en el canal estatal Venezolana de Televisión.
BBCMundo, 11 de febrero, 2014.

En una ironía del destino, resulta que el hombre puesto a dedo en la presidencia de la republica  por las peripecias del poder oculto en Venezuela, no dice algo aparentemente para cerrarle el paso a algún cabeza caliente en la oposición, sino para reconoce la necesidad de impedir la postulación a un cargo público de cualquiera que venido de una aventura golpista, quiera ser candidato.
Estoy totalmente de acuerdo; le reconozco lo sensato de su opinión. Debo decir: ¡Cúmplase!
Lástima que nadie en el poder lo dijo cuando Chávez era el líder de los aventureros golpistas…
¿Resulta ser Maduro más sabio que Caldera?; ¿Estamos ante la evidencia inobjetable de un presidente (Maduro), que reconoce el error histórico de otro presidente (Caldera), al darle perdón y libertad plena a Hugo Chávez, otrora autoasignado líder de la intentona golpista de 1992?
¿Dirá también que a partir de ahora, cualquier cambio en la constitución (como aquel que permitió la reelección indefinida de presidentes, gobernadores y alcaldes), solo se aplicará a partir del siguiente periodo constitucional, como medida preventiva para evitar el abuso descarado y sin vergüenza de los recursos del estado con fines personales de aquel que propone la reforma?

Yo aún no entiendo como un hombre siendo presidente, teniendo todos los recursos y posibilidades para enrumbar a un país hacia la grandeza, arroja todas las oportunidades en una loca empresa que lo ancla aún más a los errores del pasado. No es fácil de entender.

Maduro apenas va comenzando su gobierno. Un año casi de desaciertos y torpezas no es suficiente para decir “este tipo no funciona como presidente”. ¿O sí?.

sábado, 8 de febrero de 2014

Si el estado se preocupa tanto por las minorías, ¿por qué a los “perdedores” de una elección no se les trata como tal?

No me voy a resistir en esta ocasión a plantearles desde el mismo principio, el punto central que en esta ocasión considero que hay que dejar expuesto y sin tabúes, pues guarda tras de sí, una de las mayores injusticias de la democracia que hasta el presente hemos construido.

Si las acciones consumadas, las decisiones tomadas y los discursos escuchados y/o leídos en lo que va de año, salidos de las entrañas del oficialismo y del oposicionismo, han dejado algo en claro de cara al país, es que las cosas que llamamos justicias, no son tales, y que la realidad en que vivimos no es lo que pensábamos construir, sino solo lo que hemos aprendido a “amontonar” y tolerar en lo que ahora es nuestra dependiente (-por no ser realmente autónoma-) vida nacional.
¿No es acaso la hipocresía, el espíritu de todo lo que políticamente nos rodea?
¿Acaso los verdaderos luchadores sociales no están cercados e impotentes ante la demoledora realidad dictatorial de nuestros propios vicios?
¿Dónde está entonces la consistencia que un verdadero político debe tener?
Estas cosas no las digo por el presidente adjudicado Maduro, (que en mi opinión sigue siendo un puesto a dedo, -independientemente de las elecciones amañadas-, e integrante de la pareja más exitosa políticamente hablando desde los tiempos de Jaime Lusinchi), sino por Capriles, que no puede negar su condición de perdedor oficial de elecciones, a consecuencia directa de su errante discurso político, en lo económico y lo social. Aprovecho para puntualizar algo: María Corina Machado, Leopoldo López y los demás de la MUD, no son mejores que Radonsky en este sentido, pues por lo menos este último, no se retira tras bastidores cuando no le conviene el momento político.
Es duro, porque todos quisiéramos una versión mejorada de nosotros mismos como candidato presidencial por quién votar, pero lo cierto es que en el caso de Capriles como candidato de turno que fue, no vimos a alguien que supiera decir lo que realmente entendía como nación.
Nadie ha sido capaz de explicar o hacer entender que Chávez fue, el dictador sin dictadura; el hombre del mensaje bueno y malo a la vez, pero siempre, el hombre de  las oportunidades perdidas:
Si la Venezuela de hoy fuese como un barril de excrementos, los logros de Chávez serían sin duda tangibles y sólidos como rocas, pero se verían aislados entre sí en el interior de este, y para tocarlos, necesitaríamos hundir nuestro brazo hasta el hombro dentro de ese barril fétido, para que, tanteando a ciegas, encontráramos en su fondo  lo que ahora yace inerte. Esas son las cosas conseguidas por el ahora muerto e inalcanzable por cualquier juicio humano, Hugo Chávez.
Como siempre, independientemente de la experiencia, lo que cuenta es la lección aprendida, y ello si será para estos 15 años transcurrido en revolución, una importante base para el futuro.

Pero volvamos al asunto de esta entrada al blog, y por ello vuelvo a preguntar:
Si una minoría introduce una petición ante la asamblea nacional, o ante cualquier otra institución que atienda “al soberano”, y estas solicitudes son generalmente escuchadas, pregunto yo:
¿Quién oye a la minoría, -esa aún de mayor tamaño-, que resulta perdedora en una elección?
Nos han vendido durante décadas, -sin importar el color político de quien lo haya dicho-, que el ejercicio de hacer elecciones, es signo inequívoco de la salud de una democracia, (y que por tanto, a más elecciones, con más partidos de por medio, es más democracia); al mismo tiempo que se nos afirma, como si de un axioma eterno se tratara, que la atención de las minorías, es tan relevante como la atención de las necesidades de la mayoría, lo que ha dado puerta franca con el tiempo, a la aceptación de nuevos paradigmas, (aún sin la consulta de las mayorías), que no siempre han desembocado necesariamente en superiores valores sociales. Sabemos que a veces un solo hombre o una sola mujer, han marcado a la sociedad con una idea o con un trabajo contra toda creencia, pero independientemente de esto último, -que no es lo que quiero discutir ahora-, el punto central es:
¿Por qué atendemos tanto a una “minorías” para algo, pero las ignoramos e incluso, las despreciamos y volvemos públicamente antagonistas de nuestros propósitos, para otras cosas?
¿Ven la falla?
El caso de las minorías que resultan nacer cuando uno o varios grupos de electores quedan fuera de la carrera electoral, cuando aparece finalmente el ganador, -al igual que los miles y miles de personas que hubieran preferido votar nulo, (con el fin de expresar su desacuerdo con las opciones electoralmente disponibles)-, es donde el camino de lo que socialmente se debería hacer justo y equilibrado, se bifurca y en vez de proseguir por el sendero del sentido común y socialmente aceptable, se va mas bien por el del interés particular del grupo ganador, construyendo con ello el circo donde a expensas del desprecio a la institucionalidad y la constitución, finalmente nos entretenemos y viajamos por todo el país, derrochando con ello cuanta oportunidad de crecer se nos cruza por el medio.
Tras todo esto, debería relucir la obvia cuestión de cómo los intereses de pocos, son los que realmente terminan prevaleciendo en contra de los de las mayorías, desnudando el asunto crucial: No hay en Venezuela, una noción, un espíritu o una idea justa, más grande que cada persona que habita aquí. No hay algo en que confiar y que logre inspirar la suficiente voluntad para emprender un compromiso colectivo.
Es claro que la elevar mesiánicamente a un ser humano, por sobre todos nosotros, no serviría.
 Así las cosas, parece que la necesidad de llegar al foso, antoja estarse escribiendo precariamente en las desvencijadas bases de nuestros pilares nacionales.
No es fácil prepararse para algo que dolerá y que sobretodo, anudará la garganta con el dolor de la impotencia que emergerá cuando la realidad ya no pueda ser disimulada o ignorada, ante todas esas oportunidades perdidas, o con la contemplación de la escena protagonizada por todos aquellos que se aprovecharon impunemente de nuestros recursos, soberanía, y gente buena.

No sé si atravesaremos un periodo violento y traumático, o si por el contrario, nuestra idiosincrasia, (de a poco metamorfoseada por la continua entrada ilegal y no canalizada de colombianos a nuestra sociedad), ha permitido producir un desangramiento en cámara lenta, que nos dejará salir de esta primera etapa (el verdadero final de la cuarta republica, cerrada por Chávez-Maduro), solo con el suficiente sufrimiento para comenzar a despertar a nuestra verdadera realidad y a los retos profundos y sociales pendientes por enfrentar y atender.
Nuestra mayor falla es esa; es la que justamente permite que quienes quedan como minorías políticas después de unas elecciones (es decir, todos aquellos que no ganaron con el candidato favorecido), o aquellos que quisieran expresar su opinión mediante el voto nulo, para que los escuchasen, no vean en Venezuela como manifestar sus ideas y propuestas, y que en todo caso, estas fueran consideradas.

Apartando entonces el hecho de que realmente ni oficialismo ni oposicionismo tienen el conjunto completo de las verdades necesarias a aplicar para avanzar, lo cierto es que ninguno de los dos bandos tolera al otro, (más allá de la necesaria presencia de estos), -en sus respectivas miopes “lógica política”-,  para usarlos de enemigos y culpables automáticos de cuanta cosa vaya a dar al traste por culpa de las propias decisiones y acciones.
Sabemos que no existe una sana contienda electoral, con exposición de temas, motivos y estrategias, donde veamos que ocurrida ésta y elegido un ganador, este se dedicase a hacer coalición de gobierno, recabando las propuestas y personajes útiles que el contrincante ahora vencido, tuviera, lo que resultaría absolutamente natural en una sociedad que valorara el bienestar colectivo como la consecuencia lógica de vivir todos bajo un mismo cielo y una misma historia.
Permítanme volver a preguntarles: ¿Por qué la minoría nacida al perder una elección, no es considerada y atendida con el mismo “celo” con que se atiene a las minorías que son más bien minúsculas por el número de individuos involucrados, comparativamente hablando?
Los errores del adjudicado presidente Maduro como tal, no son accidentales; tampoco lo son las consecuencias directas de estas carencias conceptuales en nuestro colectivo, y que inevitablemente permitieron  hacer suya la visión, -forzosamente limitada por ser la de un solo hombre (Chávez)-, de un líder que despreció sistemáticamente a toda la población que no votó por él.
Las medidas políticas, económicas y sociales siguen obedeciendo a los intereses ocultos, y no a las verdades que la población debe escuchar, por mucho “balde de agua fría” que sean, con lo que postergan aquello que es necesario para enmendar.
La oposición no se salva de esta ceguera reinante y persistente, y es por ello que no resisten estar “mancomunados” en una MUD, aunque solo fuese para atender elecciones. La convocatoria de algunos sectores MUD, (interesados en reposicionar a lo interno sus piezas de poder), a asambleas y marchas resultan tan estériles como las acciones  equivalentes del gobierno, en tanto ellas obedecen a los mismos errores políticos del pasado, -y estimuladas por cierto por aquellos representantes del pasado-,  nos mecen peligrosamente hacia caminos que solo nos expondrían al dominio de otras fuerzas políticas y económicas internacionales igualmente nefastas.
En definitiva, existe una hipocresía intrínseca en nuestro sistema de gobierno, y no hay socialismo ni revolución que valga a la hora observar esta contradicción interna: Las minorías resultantes de la perdida de elecciones y del no conteo y reconocimiento de los votos nulos (o blancos), simplemente son silenciadas y convertidas en el “enemigo visible”.
Seguimos caminando hacia un vacio doloroso, y muy pocos apuntan en la dirección correcta. Frente a los protagonistas políticos en oficialismo y oposición, las cartas incluso marcadas, parecen echadas.
Por estas cosas es que yo no apoyo al oposicionismo y a su MUD, como no coincido ni simpatizo con el oficialismo y su PSUV. Ambos son los lados de una misma desgastada y cuarta-republicana moneda, necesaria de gastar para dar el siguiente paso, seguramente más cercano a un concepto más avanzado y justo con todos los que vivimos aquí.
Solo la Revenezolanización, a través de  la valoración del alma escrita de la nación (la constitución), abrirá nuevos y limpios caminos, con un futuro constructivo por delante. La solución no pasa por la conciliación ni por la negociación de las fuerzas políticas del pasado; pasa por darle oportunidad a los luchadores sociales que somos la mayoría silenciada, que con gusto aprobaríamos ser juzgados y señalados si desviásemos el camino; cosas que no harían estos políticos de pacotilla actualmente al mando del oficialismo y el oposicionismo, que cuando ya tienen planificado huir del barco, -hacia sus propiedades en Miami y Europa-, (cuando se sientan inseguros aquí), aún con la existencia nefasta de esta aberración que supone para una nación adolecente y soberbia como la nuestra, la reelección indefinida.


Seguiremos esperando porque los cambios reales se den. Una jornada como la vivida en ese reciente acuerdo colombo venezolano, realizado en Maracaibo, a propósito del contrabando que no conoce de frontera en este país puente, -y donde vimos políticos haciendo lo que esperamos de ello, y con el lenguaje apropiado para un verdadero político-, sería un magnífico ejemplo de lo que debería comenzarse a hacer para enmendar este enorme entuerto que no tiene otra génesis que el interés por el poder, y por el dinero.