sábado, 22 de marzo de 2014

Algunos “tips” para la estrategia de protesta estudiantil.

Deseaba mencionarles a los compatriotas que se encuentran llevando en el hombro la protesta estudiantil y vecinal, lo que considero que son puntos a tener en cuenta al momento de ir construyendo la estrategia que necesariamente debe surgir en tanto se desee explicar lo que se reclama; esto obviamente son consideraciones y preguntas a tener presentes cuando deseamos establecer una camino claro para la “hoja de ruta” que les plantee en la entrada anterior:
1.- ¿Por qué los políticos no hablan sustentadamente a la luz de los acontecimientos actuales, del artículo 350 de la constitución?; ¿No saben que decir, o por alguna razón a ninguno le conviene levantarse y proclamar este asunto?
2.- Si los estudiantes siguen el camino de anteriores líderes estudiantiles que luego de destacar en aquellas protestas pasadas, terminaron absorbidos por los partidos cuartorepublicanos de la oposición y el oficialismo, convertidos en dirigentes indiferenciables de los que les precedieron, sin duda podemos afirmar que permaneceremos anclados a un punto muerto en esta coyuntura.
3.- Una pregunta que requiera respuesta para poder continuar manifestando: ¿Cómo evitar que la protesta escale y se mantenga en un tono radical, si no existe gobierno o institución que los escuche y tenga disposición para rectificar?
4.- Consideremos y entendamos que debido a la polarización galopante y reinante en el país, lo que pida un bando político, será automáticamente rechazado y descalificado por el otro (y cuando el gobierno asume un bando, se resquebraja su institucionalidad y termina gobernando para un sector y un grupo de intereses asociados a este). Por esta razón, las soluciones tienen que proponerse y desarrollarse en el terreno novel y equilibrado de la tercera vía. Cualquier intento dentro del marco polarizado existente, será inútil.
5.- Estemos claros: Un gobierno solo puede asumir un bando (como lo hace el actual), y establecer así un régimen inconstitucional, si las FANB también incurre en dicha parcialidad político partidista. La marcha oficialista del 15 de marzo del 2014, con miembros del PSUV y del personal activo de las FANB, en clara manifestación de proselitismo político, demostró cuan necesaria es la “unión cívico militar” para mantener la dictadura suave en el tiempo, -con una fachada democrática casi intacta-, de manera exitosa para esa minoría que gobierna a discreción de las pautas marcadas por un hombre, y no por la constitución, con lo cual la desvenezolanización no hizo más que acelerarse y profundizarse.
6.- Debemos tener presente el siguiente segmento de la constitución vigente:


PREÁMBULO
El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente
CONSTITUCIÓN
TÍTULO I
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fi
Artículo 4. La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Artículo 6. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.
Artículo 8. La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno nacional Gloria al bravo pueblo y el escudo de armas de la República son los símbolos de la patria.
La ley regulará sus características, significados y usos.
Artículo 9. El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.
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Lo traigo a colación, porque tenemos que entender que no hay atajos a la hora de interpretar estas palabras constitucionales: No hay definiciones de socialismo, o de capitalismo, de chavismo o de la MUD contenida en sus páginas; no hay insinuación a libertad alguna para alterar banderas y escudos nacionales, sin haber pasado por el “filo” de un referéndum popular y aprobatorio.
En definitiva, la evidencia de que la constitución de la república bolivariana de Venezuela no ha sido aún comprendida y aplicada, está gritándonos entre sus cientos de líneas. Los constituyentistas crearon una obra que terminó yendo más allá de las conveniencias de los grupos de poderes nacionales y extranjeros, e incluso, de la capacidad de los mismos constituyentes para justificar la distorsión que progresivamente se instaló en el país. El precio de ello ha sido la dictadura suave que Chávez heredó en mala hora a un tal Nicolás Maduro. (¿Era lo mejor que el comandante tenia entre los colaboradores que le rodeaban?; ¿Su situación a 14 años de régimen, era tan patética?)
Chávez, así como todos los políticos que lo apoyaron y aquellos que lo adversaron (y adversan lo que ha quedado como legado), son en realidad, hijos comunes y emparentados -en grado de hermanos-, de aquella cuarta república que creyeron poder matar y enterrar sin que tuvieran que irse todos primero con ella.

Ahora los que protestan, deberán elegir la manera en que harán política, y al mismo tiempo, la manera en que terminarán siendo descritos en los años venideros.

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