sábado, 12 de octubre de 2013

El “día de la raza” para unos; el “día de la resistencia indígena” para otros, pero el “día de los bachaqueros”, para los zulianos.

En el estado Zulia, limítrofe con Colombia, y siendo seguramente el estado mas desvenezolanizado de todos, por la profunda influencia que la población (legal e ilegal) colombiana tiene sobre su territorio y cultura, es también el  territorio que sufre con más fuerza el desabastecimiento que el gobierno ha permitido, y esta escases ha sido a manos, ni más ni menos, de la población originaria de esa región, devenidas a hora, (les guste o no leerlo a aquellos que siendo honestos y trabajadores, caen en el mismo saco), en los contrabandistas más descarados que puedan imaginarse, a causa del enorme dividendo que la extracción de los productos regulados tiene, al llevarlos para ser vendidos en Colombia, dada la paridad cambiaria existente y la artificialidad de los precios mantenidos.
Es impresionante ver, pese a la prohibición de discriminación racial que en buena hora ha sido reiteradamente señalada en nuestra constitución, como el indígena zuliano, (y colombiano, ya que habitan indistintamente entre los dos países), se ha convertido a los ojos del resto de la población, en el sinónimo de contrabando y escases para los que solo consiguen estos productos de primera necesidad, al buscarlos, “por pura suerte”, o porque finalmente aceptaron comprárselos a los revendedores que realizando la misma operación de “bachaqueo” (contrabando), los revenden de cuatro a seis veces el precio oficial, ante la mirada indiferente de las autoridades, quienes se han escudado hasta la fecha, tras "operativos antibachaqueo" burocráticos e ineficientes.

La indolencia está matando a Venezuela: El desparpajo con el que los contrabandistas (Bachaqueros), -en su inmensa mayoría indígenas, como decíamos-, pasan la frontera colombo venezolana, sin que haya una reacción contundente y absoluta por parte de las fuerzas militares venezolanas de este lado, y colombianas del otro, resultan cuando menos, patéticas, y un oscuro indicador de la cantidad de dinero que pasa entre manos en esa pérfida linea de demarcación territorial.
La corrupción ha escalado hasta niveles insospechados antes; pareciera no haber frontera entre ambas naciones, cuando de injusticias se trata.

Llegará el momento de asumir medidas radicales (como en todo), pero hasta tanto llegue ese tiempo, los zulianos deberán seguir padeciendo de un parásito de inmoralidad que lo debilita y enferma, junto a toda su estructura de gobierno regional y municipal, por no mencionar nuevamente al depauperado gobierno nacional.
Hoy 12 de Octubre no celebramos la llegada de aquellos ambiciosos españoles buscando riquezas y nuevas rutas comerciales de navegación, sino que conmemoramos la trágica comedia en la que se ha convertido Venezuela en sus fronteras, permeadas por la corrupción, el vandalismo, la guerrilla, la indolencia, y el trafico indiscriminado de gente que busca un lugar menos miserable para vivir.
Les deseo suerte, porque aquí no lo van a conseguir ya.
Feliz día de la “resistencia indígena”; es decir, "feliz" día para los bachaqueros que hacen jugosas ganancias con la comida, gracias a la negligencia de todo un sistema de gobierno. Allí tienes tu "resistencia", Maduro; la resistencia a morir de hambre y vivir en la pobreza, sin importar la inmoralidad en la que se deba incurrir, cuando los gobiernos son, unos tras otros incapaces de dar paz, seguridad y trabajo a la gente. Seguro la estarás "celebrando", donde quiera que estés hoy, ensalsando al Hugo Chávez que según tu, lo logró todo, aunque sepamos que en realidad, ni a un buen sucesor, fue capaz de conseguir.

En fin, seguro los zulianos, en medio de la vorágine socio-económica y política que los desvenezolaniza y empobrece, te recordarán, aunque no seas indígena. 

Mientras, te dejo lo que cantan en el Zulia, con el aún buen humor que caracteriza a mis queridos compatriotas:




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