domingo, 8 de julio de 2012

El diputado Borges se equivoca de estrategia.


Nuevamente me siento arrastrado al tema de defensa en Venezuela, y esta vez por los comentarios que ha hecho el diputado a la asamblea nacional, Julio Borges. En mi opinión, el se equivoca completamente en su estrategia de oponerse al gobierno de Chávez, atacando la inversión que se hace en esa materia tan delicada.
“Borges: Presidente ha malgastado $15 mil millones en armamento militar”
El Universal. 08 de Julio. 2012.
“El diputado advirtió que la Comisión de Finanzas de la AN presentó la solicitud para otro endeudamiento con Rusia por $ 2 mil millones para compra de armas, monto con el cual se podría pagar a 80 mil policías que tiene Venezuela, duplicar esa cifra y los salarios, y garantizar la seguridad de los ciudadanos”
                                                      
El deja en claro que desde su punto de vista, -y el de su partido-, estamos gastando mucho en este tema. Yo le pregunto de manera directa: ¿Quién nos va a defender si tuviéramos que depender de los escuetos arsenales de los ochenta?; ¿Cuba?; ¿EEUU?
¿Cuánto considera él que había que gastar desde el año 1998?; ¿100 millones de $?; ¿1000 millones de $?; ¿O es que debíamos hacerle “un fiado” a Israel y no a Rusia, para que el Diputado estuviera contento o por lo menos, satisfecho?
El dice que con ese dinero se hubiera podido pagar el sueldo de miles de policías, o quizás se habría cubierto los presupuestos de todos los hospitales en Venezuela. Ante eso debo preguntarle a quemarropa: ¿No se les asignó a todas esas cosas, presupuestos multimillonarios? Como decía el entonces candidato Luis herrera: ¿Dónde están los reales?
El punto, Sr. Diputado, no es que se invierta en armamento, de la manera más bien básica en que lo hace el gobierno de turno, con sus peculiaridades; el problema es qué se hace con el dineral que se designa originalmente para esas otras actividades. ¿A dónde se desvía?; ¿Por quienes?
Usted con su actitud de oposicionista a ultranza, es como el hermano que discutiendo con otro hermano, con tal de ganar, es capaz de sacar al público, hasta las intimidades y debilidades de su propia madre. Algo así.
En su actitud practicada una y otra vez, comienza la división que hace ver como si existieran dos o tres “venezuelas”; es justamente esa estrategia la que divide; la misma que usa el presidente, pero al revés.
Piense y revise primero en que paupérrima situación se encontraba las fuerzas armadas venezolanas antes de la llegada de Chávez, y piense en lo que falta por reforzar en una dimensión de efectiva y real autodefensa nacional. No critique de la manera en que lo hace, porque me hace preguntarme de qué lado está usted realmente: Si del lado de Venezuela, o si del lado de los mercenarios y perros de la guerra que con sus negocios de armas, se babean por controlar con sus armas occidentales, lo que antes era su territorio exclusivo, en el cual nos vendían casi que basura, adecuada al país subdesarrollado y bananero que ellos visualizaban.
Aún somos modestísimos en nuestra capacidad real de defensa; en nada nos comparamos a monstruos militaristas como Brasil y Chile, (El primero por su obvia y exitosa proyección internacional, y el segundo, por su claro pasado pinochetista y el fenómeno social interno que ello implica), o a la muy respetable capacidad militar terrestre que tienen las fuerzas armadas colombianas; seguramente caeríamos abatidos en relativamente poco tiempo, muy a pesar nuestro, ante una fuerza expedicionaria estadounidense, que por ahora, no tiene razón política o militar para ello. En definitiva, nuestra fuerza armada nacional, no tiene proyección más allá de nuestro territorio, en términos ofensivos.
No nos venga entonces, Sr Diputado de la nación, con ese parapeto de rueda de prensa donde solo se dedica a renegar cualquier gasto que se haga en este sentido. Muy bien Ud. podría vender esa pantalla plana donde proyecta sus números, para comprarle el tratamiento de todo un mes a algún niño desposeído, ¿Por qué no lo hace?
Aquí todos tienen rabo de paja. Incluyéndolo.
Chávez solo pierde por una razón posible: Sus propios y torpes errores.
Chávez solo gana por una razón posible: La estúpida estrategia de “oposicionista acérrimo”, que gente como usted, asumen.

Allí se la dejo, como dicen.

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