domingo, 24 de noviembre de 2013

CONVIASA y su nueva ruta internacional, o cuando Maduro no entiende el asunto Guyana.

¿Qué parte de “los guyaneses nos reunimos para hablar con una solo voz denunciando la ilegal reclamación de Venezuela sobre nuestro territorio en el mar y en la tierra “(*),  por parte del gobierno de Guyana, es el que Maduro no logra entender?
(*): Declaraciones de La canciller guyanesa Carolyn Rodrigues-Birkett, el 10/11/2013
Me remito a los hechos:
(Caracas24 de noviembre de 2013. Noticias24)- Desde el Aeropuerto Internacional Cheddi Jagan, el principal terminal aéreo de Guyana, Luis Graterol, presidente de Conviasa informó que se activó el primer vuelo que cubrirá la ruta Puerto Ordaz-Guyana.

“Es un orgullo darle cumplimiento a las solicitudes del presidente Nicolás Maduro. Estamos materializando el primer vuelo de Puerto Ordaz a Guyana. ¡Orden cumplida mi Comandante en Jefe!, dijo Graterol tras detallar que “este vuelo iniciará con una frecuencia semanal para luego elevarla a dos frecuencias”

Maduro, ¿Además de que los guyaneses te “escupen” en la cara que no van a ceder en la defensa integral de su territorio, y que nosotros no somos más que unos “expansionistas abusadores”, todavía tienes el desparpajo de inaugurarles una ruta aérea con todos los “gastos pagos”?
Por este tipo de cosas es que te digo que medidas superficiales producen resultados igualmente superficiales, difusos en su razón, e insostenibles en el tiempo.
No hay manera en que se cree una política integral en cualquiera de los ejes fundamentales de la nación, si estas no están apoyadas por la totalidad de la gente, y esto a su vez no se puede lograr si te empecinas en ignorar a la mitad que no votó por ti, (más a aquellos que lo hicieron bajo coerción política o económica), y que siguen sin creer en ti. Estás consumiendo un valioso tiempo, y unos ya incalculables recursos, en hacer invisible a los millones y millones de tus conciudadanos que no están de acuerdo contigo y con la manera de hacer gobierno que persistes en mantener, sin enmendadura alguna. Tus titánicos pero fútiles  esfuerzos por reducir a polvo cósmico a un contrincante que como tú, no da pie con bola (Capriles y compañía) a la hora de descifrar el camino correcto que democrática, limpia y humanamente, requiere el país para hacer nítida su visión del camino verdadero a recorrer, finalmente puede crear el efecto contrario al que buscas.

No creas que ver anaqueles vacios de electrodomésticos es señal de progreso, justo antes de unas elecciones que preceden a las duras medidas que probablemente tomarás; son los anaqueles vacios de alimentos que no se consiguen porque se los llevan a Colombia, los que dan las verdaderas señales de alarma de la debacle que tú mismo estás dejando que amenace con arrasar con todos nosotros. La humildad, Nicolás Maduro, comienza con aceptar que Chávez se equivocó en muchas cosas, como muchos de los que le precedieron, y que solo arrancar a partir de un nuevo y distinto punto a los anteriores, puede enderezar el entuerto. Entiende que el difunto presidente Chávez, fue el “gran compilador de saberes” que nunca supo cómo convertir en hechos concretos y sostenibles en el tiempo, el conjunto de las ideas que manejaba, -por decirlo de la mejor manera-. De eso, a ser hito histórico, -como Bolívar-, que lejos de ser un compilador, fue un innovador y creador de visiones siglos adelantadas a su tiempo, te digo que hay, camarada Maduro, un mar  de distancia.
Aunque deseo equivocarme, sigo viéndote como el individuo incapaz de percibir la realidad, al no haber sido tu un hombre forjado como candidato presidencial desde las bases de la misma población o tan siquiera de tu partido, (que no es tuyo, sino de Hugo Chávez para sí mismo); tu unción como heredero, fue también convertida en la extremaunción de una republica que debe volver al polvo de donde nació, para dar paso a superiores concepciones de país, más cerca de la Venezuela verdadera que el destino de la humanidad aguarda por contemplar.
En una ironía del destino, quizás deba decir que en algo si tenía razón el difunto mandatario: “Todos somos Chávez”: Es decir, que todos al día de hoy, pecamos con la arrogancia que enceguece y no deja hacerse pequeños como semillas de mostaza, aunque grandes y poderosos en Fe y convicción.
La sociedad venezolana aguarda por un cambio más profundo que aquel que puede esperarse de la idolatría política, de la dependencia paternal y presidencialista, o de un acartonado dogma político de la tendencia que sea, como los que hemos experimentado hasta ahora, y que ante todo, solo permiten  el florecimiento de una profunda y tolerada corrupción social, ante la verticalidad de cuadros partidistas y burocráticos cuasi religiosa,  gestada alrededor de un tuerto que en la tierra de los ciegos, se ungió como rey.

Así las cosas, ten cuidado Maduro, y no sea  El Esequibo; tierra perdida en manos de una revolución sin sentido, el epitafio en la lápida de tu tumba, en el día en que el gran Dios decida, -como en la de todos nosotros-,  tu partida de esta tierra.

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