lunes, 16 de noviembre de 2009

Sobre el concepto de estrategia y planificación estratégica.

Aunque nuestro tema principal a futuro como ya decíamos, será el desarrollo de estrategias que sean integradas, de carácter nacional y con pautas precisas en tiempo y propósitos a cumplir, es necesario primeramente introducirnos, como ya es nuestra costumbre, en los conceptos básicos que nos permitan acertar en el desarrollo de estas, conocido ya los problemas medulares que nos aquejan.

No debemos olvidar que las herramientas estratégicas pueden ser igualmente utilizadas por una bando u otro, e incluso, por terceros (internos o externos al país), que abierta o solapadamente, buscan conseguir un objetivo, sea cual sea, como comentábamos en la entrada anterior, y esto sin importar si beneficia solo a una minoría o incluso, a un sector o individuo particular. (De mas esta decir que ya de por si, al existir dos bandos, existe también división, y esa es la seña de los grupos o colectivos que siempre pierden).

En otras palabras, las estrategias son como las armas: sirven para defendernos mediante la disuasión, o para destruir y matar a quienes se opongan a nuestras resoluciones...

Una buena imagen introductoria al asunto de las estrategias y lo qué son, lo es por ejemplo, la respuesta previamente diseñada para que, ante una marcha multitudinaria de un grupo social o político “x” digamos, tendría un gobierno o un adversario “z”: el sistema de apoyo creado para reaccionar con una contramarchar, por ejemplo. Así crean una matriz de opinión contraria, que haga contrapeso a través de los medios comunicacionales títeres, a esas iniciativas (la de la marcha de los “x”) que no convengan, de manera que termine diluyendo cualquier esfuerzo por llevar la verdad o una opinión alternativa a ese gobierno o empresa “z” que domina toda la estructura de poder de un país dado.

Veamos lo que académicamente, aunque en lenguaje sencillo, es la estrategia: Volvamos a usar como referencia a los amigos de la Wikipedia:

“Una estrategia es un conjunto de acciones planificadas que se llevan a cabo para lograr un determinado fin”.

Una buena estrategia debe:

  • Ser capaz de alcanzar el objetivo nacional deseado.
  • Realizar una buena conexión entre la sociedad y los recursos disponibles; debe ser factible y apropiada histórica e idiosincrásicamente.
  • Ser capaz de proporcionar a la nación una ventaja competitiva; debería ser única y sostenible en el tiempo, independiente de los gobiernos elegidos.
  • Debe ser dinámica, flexible y capaz de adaptarse a las situaciones cambiantes a medida que se obtienen resultados sociales, económicos y políticos.
  • Ser suficiente por sí misma (no depender de un factor ideológico o económico externo).

Una estrategia contiene un núcleo central, y este constituye el motor de todo el conjunto: la visión.

Por esta razón, una declaración efectiva de visión debe ser:

  • clara y alejada de la ambigüedad personalista y partidista.
  • que dibuje una escena nacional
  • que describa el futuro de nuestros hijos
  • que sea fácil de recordar y con la que uno pueda comprometerse
  • que incluya aspiraciones que sean realistas para la mayoría
  • que esté alineada con los valores y cultura de la nación
  • que esté orientada a las necesidades del colectivo, que es la suma de los individuos.

En general, las planificaciones estratégicas fracasan por dos tipos de razones: estrategia inapropiada y pobre implementación. La estrategia puede ser inapropiada debido a:

  • recogida inapropiada de información y su uso correcto
  • no se ha entendido la verdadera naturaleza del problema
  • es incapaz de obtener el objetivo deseado por no inspirar la venezolanidad
  • no encaja los valores ideológicos impuestos, con el de nuestra idiosincrasia, y por tanto, no es realizable.

Una estrategia puede ser implementada de forma pobre debido a:

  • sobreestimación de los recursos y habilidades disponibles
  • fracaso de coordinación, debido a la corrupción y desvalorización social
  • intento poco efectivo de obtener el soporte de otros, debido a la imposición de modelos no apoyados por la mayoría
  • subestimación de los recursos de tiempo, humanos y económicos necesarios
  • fracaso en conseguir la unión para seguir el plan establecido, debido a la división de la sociedad en bandos

Si en el pasado solía ser el liderazgo político el que dictaba la visión y la misión de la misma, actualmente se entiende que debe ser un producto colectivo y consensuado en el que participen todos los implicados en su realización. De acuerdo a este método interactivo:

  • La visión ya no puede ni debe ser dictada por la alta casta política (clásica o reaccionaria), sino que es una visión compartida por los miembros de la sociedad
  • La misión no puede ser una mera declaración, sino que debe llevarse a la práctica en acciones concretas a lo largo de un período de tiempo
  • La planificación estratégica se debe revisar y refinar periódicamente y no pasado varios años como en tiempos pasados, ya que los gobiernos cambian constantemente.

Como ven, pese a nuestro entusiasmo y empuje inicial, típico de nosotros los venezolanos, no podemos en esto tan importante, arrancar a la carrera sin conocer lo necesario, sin dejar claro lo que aún nos confunde, y sin admitir completamente, nuestras debilidades y vicios.

Próximamente entraremos en terrenos mas difíciles de explicar a mi modo de ver, y donde debemos recalcar, que solo serán ideas generales sobre posibles escenarios a desarrollar como nación. Les invito a definir esa visión que debemos tener, y a establecer los hitos que demarcaran nuestra acción en el camino de la grandeza que como nación, nos espera. En algún momento, la sindéresis, volverá a nuestros corazones, y la opinión de todos, deberá ser escuchada.

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