miércoles, 30 de marzo de 2011

Perdonen la insistencia.

En verdad no puedo evadirlo y dejar de traerlo nuevamente al blog; es algo tan intenso y contundente, como cuando de niño, viajando por alguna carretera, y antes de que me regañaran, sacaba la cabeza por la ventana del automóvil de mi padre, y el viento inducido por la velocidad me hacia cerrar los ojos y casi no poder respirar.

Saben que los problemas medulares de Venezuela y de su sociedad, no se están tocando en su mayor parte; simplemente parecieran estar mas allá de la capacidad de todos nosotros para tan siquiera, mencionarlos.

En el contexto de los eventos por venir, y sobre los que giran las mayores inquietudes y dudas, íntimamente casados todos ellos con los sucedido hasta ahora, habría pues que preguntarse, y de cara a las elecciones del 2012, si votamos por quien ha hecho cosas positivas aunque sin haber sido capaz de mostrar que ha sabido o que sabrá tocar los asuntos medulares, o por el contrario, arriesgarse con uno (o una), con quien ni sabemos igual si le dará la cabeza para entender las terribles carencias pendientes por atender, y que apuntalan nuestra miseria sin dar muestra de retroceso.

Si llegada la campaña electoral, no damos señas de esta claros con lo que verdaderamente está pendiente y con qué prioridad deben ser atendidos, menos aun podremos exigirle la solución de los mismos al que sea, y ello a su vez mostrará la dependencia que tenemos aún de la ocurrencia de un “milagro”: es decir, la llegada de una solución ajena a nuestra verdadera capacidad para diagnosticar y solucionar nuestros problemas.

¿Cuáles son esos problemas?; los comentamos varias veces, y los hemos resumido incluso a manera de decálogos de acción estratégica, ¿Recuerdan?

Permítanme rememorarlos en términos generales ya que los hemos detallado:

Justicia de mentiritas

Seguridad ultrajada

Inmigración a sus anchas

Natalidad desbocada

Educación a las patadas

Fronteras agujereadas

Salud enferma

Economía en terapia con suero de petróleo permanente

Burocracia regateando en calles sin ley, con la improvisación y el desorden

Desvenezolanización galopante

Lo que tienen por delante aquellos que decidan ir a votar, no es nada fácil. No hay un político que no responda a lo que dice el presidente, ni un chavista (incluyendo al presidente), que no responda a lo que dice la oposición. Todos son absolutamente predecibles, y absolutamente incapaces hasta hoy de tomar todos los problemas que mencioné y presentar un cuadro integro, congruente y realizable, de corrección nacional. Lo vemos en cada decisión política que busca cambiar lo establecido, pero mas al estilo de una empresa que es disuelta y vuelta a constituir con otro nombre en una notaria, pero con los mismos individuos que quebraron la anterior.

Ojalá todo el que tiene derecho a votar, (incluyendo los millones de hombres y mujeres que no se sienten venezolanos pero que viven entre nosotros), mediten sobre esas carencias que nos desgarran de a poco, como en su momento, ocurrió en sus respectivos países de origen. A los que nacieron en esta hermosa e impresionante tierra, les pido sindéresis, “cabezas frías”, y mucho compromiso a la hora de escoger a quien mejor nos lleve a mejores puertos. Recuerden que el compromiso es para con ustedes mismos, y para con aquello que entiendan por madre patria. La suma de los intereses honestos y éticos de cada uno, serán a su vez la de las mayorías.

No le den muchas vueltas al asunto; nuestras miserias se centran no en estos problemas que he mencionado, sino en nuestra incapacidad para describir y atacar dichos problemas.

El precipicio no es el que mata al ciego; lo hace su ceguera

domingo, 27 de marzo de 2011

A propósito del terremoto de Japón.

Sabemos que en el 2012 hay elecciones, pero eso es en teoría. Permítanme explicarles: La duda sobre su realización es buena como ejercicio mental, aunque con otros ribetes al tradicional que analizamos por aquí, aprovechando la reciente tragedia japonesa, y su colofón: el desastre atómico que quizás la negligencia permitió.

La principal pregunta gira en torno a una realidad que nos aplasta como nación esencialmente centralizada sobre la ciudad de Caracas: ¿Y si ocurre un terremoto justo en ella?

Sabemos que nuestra capital de la república y centro del universo político venezolano, -sin importar lo “andino” o “llanero” que sea el jefe de turno-, está sobre una de las fallas tectónicas mas riesgosas del país, y su conformación desordenada (la de la ciudad), errática y colmada de miseria, garantizan la receta fatal para que la ciudad literalmente se “voltee” y quede con “las patas para arriba”, en lo que un sismo de magnitud importante la azote. Su Tsunami será el de las rancherías que como “olas” mortales ahogarán cualquier rastro de orden desde sus cuatro puntos cardinales, viniendo desde lo alto de sus cerros.

Los pocos servicios de emergencias realmente capacitados serán colapsados en minutos, quizás cayendo ellos mismo como primeras víctimas del brutal movimiento telúrico. Las generaciones pasadas de excelentes rescatistas, poco a poco se adormecen en su vejez y en la inacción de las estrategias de prevención y rescate de los últimos 20 años, mientras que las nuevas políticas, por ser más reaccionarias que otra cosa, necesitarían justamente de un terremoto y el consiguiente desastre para reaccionar y adecuarse, con lo cual está casi garantizado el desorden y el saqueo en manos de la mentalidad que nos cría desde pequeños. Si, la fraternidad y la solidaridad emergerán como símbolos de la venezolanidad que nos queda, pero también aflorarán todos nuestros vicios y males, productos de los años y décadas de desorden. El petróleo y sus precios de 100 dólares no servirán de mucho.

Una de las consecuencias de si un terremoto ocurriese de aquí a noviembre del próximo año, es que las elecciones serian obvia y oficialmente suspendidas hasta nuevo aviso; quizás un terremoto “resetearia” de facto al país, obligándolo a una confrontación de sus propias miserias. Quizás.

Posiblemente la destrucción de la estructura comunicacional seria de tal magnitud, que la nación se desarticularía de manera importante. No se trata de fatalismo, sino de simplemente proyectar lo que ocurrió en el 2010 en Venezuela con las inundaciones, pero resumiendo y circunscribiendo la tragedia a Caracas y sus áreas vecinas. SI colapsó el país, y una habilitante presidencial fue necesaria, imaginen lo que tan evento desencadenaría en el país. Cualquiera podría decir que ante la tragedia, no se puede pensar en elecciones y cambios de gobiernos por mucho tiempo, por ejemplo, y quizás en nuestro grado mayúsculo de desorden, tendría razón.

Les digo con tristeza que Venezuela no está preparada para una catástrofe de este tipo; ciudades como Caracas y Mérida, son particularmente sensibles, y sabemos que por lo menos la primera, está viviendo “tiempo extra” geológico, de acuerdo a la misma historia tectónica registrada desde la colonia en nuestro territorio. La mayoría de los conocedores del tema, les digo que son gentes que se han dedicado en su mayoría al trabajo voluntario y no remunerado en cuerpo y alma, casi siempre teniendo que hacer grandes esfuerzos para lograr cursos y equipos adecuados. Por todo el país están regados hombre y mujeres que han sido preparados para atender dichas contingencias, pero a falta de una estructura de mando y control para emergencias, que considere a los verdaderos expertos del tema, solo cabe esperar que la catástrofe se vea magnificada por la presencia de “muchas caciques, y pocos indios”; es decir, muchos mandando, y pocos logrando cumplir con su trabajo y especialización en el sector de rescate con propiedad, debido a las imposiciones que privarán sobre el terreno.

No sé cuándo pasará, ni sé si podremos atenderlo sin ayuda especializada extranjera, que abunda, y lo hace de manera desinteresada por cierto. Lo digo porque tenemos el triste precedente de haber rechazado ayuda internacional (Un buque militar de EEUU que venía con material y personal), durante la tragedia de Vargas, y le pido a Dios que ello no se repita.

No se tampoco cuántos políticos sobrevivirán en Caracas al sucumbir esta ante un terremoto que podría ser horrendo; estadísticamente sabemos que muchos morirán, aunque recuerdo justo ahora un viejo refrán que dice: “Hierba mala nunca muere”. Nunca serán en todo caso, tantos como los inocentes que si lo harán victimas desde hace décadas del “alud” de miseria que hemos dejado crecer y rodar por todo nuestro país.

Solo espero que lo hagan los buenos; los que puedan seguir construyendo algo con sentido en nuestro país.

jueves, 24 de marzo de 2011

La trampa de lo novedoso.

En Venezuela lo que es nuevo siempre ha llamado la atención, y eso en general ha constituido, (en la medida aspirada de que no haya alterado la base de nuestra republica), los pilares de nuestra sociedad, o la esencia de la venezolanidad misma.

Sin embargo, esto es lo que precisamente ocurre: Este mismo blog se arriesga a ser más de lo mismo en esa corriente de lo novedoso, en lo que yo me empeñe en sacar cosas nuevas cada día o cada semana. Como les decía hace tiempo, hay cosas fundamentales que deben mantenerse estables, como referencias que permitan ir desarrollando las estrategias planteadas, siempre como un faro que pese a la distancia, marca la ubicación de la costa y de sus riesgosos riscos.

Más de una vez me he sorprendido a mí mismo, y lo saben, repasando aquello que considero básico, y quizás esto mismo que escribo sea reminiscencia de lo mismo. ¿Por qué?: Pues porque el problema sigue latente en nuestra nación, como herida abierta que mientras exista un corazón latiendo, permitirá que siga saliendo sangre como hemorragia mortal.

No podemos mirar hacia atrás sin detenernos en la conciencia del presente, como única manera de sondear y diseñar el futuro.

La novedad la hemos visto en el país con mil caras: gadget tecnológicos, moda, celulares BlackBerrys, gobernantes, así como métodos e ideologías de gobierno que pretenden sustituir a aquellas que no hemos sabido en verdad, ni siquiera aplicar cabalmente, pero que abrazamos con entusiasmo por ser novedoso…

En su momento, el ahora presidente, el ciudadano Hugo Chávez, fue una novedad en medio de aquel desierto que atravesábamos. Luego lo fue la aparición de figuras como Leopoldo López o Capriles Radonski, etc, que representaban el poder joven detrás de algún que otro interés económico o político ya establecido. Muchos más recientemente, la aparición de figuras de “ensayo electoral” como el presidente de las industrias Mendoza, coqueteando con la posibilidad de ser candidato presidencial, emergen en definitiva como un novedad en la Venezuela que solo recuerda un episodio similar, (aunque guarde inmensa distancia entre ambos personajes): el de Renny Ottolina, quien en medio de teorías de asesinato y conspiración, desapareció de la faz política del país ya hace unos 30 años, dejando a muchos con la amargura de lo que pudo ser y nunca llegó.

Decía que hay una inmensa distancia entre ambos, porque en el caso de Mendoza, priva la tendencia impuesta por más de uno, apuntando en Latinoamérica a la insurgencia de empresarios “exitosos” en el mundo político público (y digo la nueva insurgencia, ya que en privado, hace rato que están montados en las intríngulis del mismo), con la creencia de que podrían sacar a sus respectivos países de la vorágine “corrupta y negligente” que supuestamente los cubre y envuelve.

Yo creo que eso no es cierto. Se olvidan de los emblemáticos ejemplos que en Brasil tuvimos con un presidente que era hombre de negocios; o en Perú con un hombre preparado en las lides del comercio mundial en USA; el caso en pleno desarrollo de Piñera en Chile, o de los Kirchner en Argentina. Panamá o la misma Colombia caminan esos senderos con timidez pero resolución, en pos de la burbuja económica mundial, esa que da dividendo a quienes detentan el poder y miserias a los que trabajan para ellos.

El problema vuelve a retumbar entre nosotros cuando volcamos la atención hacia las masas del colectivo que es asalariada, tercerizada o simplemente ocupada en el mercado laboral informal, fundamentalmente dirigida al comercio de productos terminados, comprados en mercados dudosos, con mercancía que nos inunda desde países como China o la India, donde igualmente, los grandes beneficiarios de dichas ventas, no son los trabajadores, sino los dueños que, inescrupulosos como los de este lado del planeta, calculan la ganancia de ellos y no la ganancia a repartir entre todos lo que hicieron posible la fortuna obtenida. Este dinero, distribuido con ética y valores de justicia de acuerdo a las leyes y a la constitución de nuestra nación, deberían ofrecer cada vez más oportunidades de crecimiento.

Esto es teoría ciertamente, pero es lo mejor que tenemos, y no resulta nada fácil contraponerlo al hecho de que una vez erguidos nosotros como potencia productora, otros mercados se abrirán a nuestros productos, dejando a sus respectivas masas de trabajadores desamparados a similares injusticias vividas por nosotros en ese supuesto pasado que habríamos dejado atrás.

¿Un nuevo orden mundial es necesario?; quizás sí, pero les aseguro que no llegará pronto. Entiendo que las teorías puramente socialistas anhelan eso, allí donde las teorías democráticas terminan cediendo deshonrosamente a la presión del capitalismo en pos de un escenario “autoregulado en su búsqueda de justicia y equidad”, que nunca termina de llegar.

Aunque estamos a la búsqueda casi inconsciente de lo novedoso, no podemos seguir permitiéndonos esto, obviando con ello a cada instante que lo probado, con la “extirpación” de lo erróneo, ha de encaminarnos correctamente en la estrategia que deseamos de común bienestar.

Insisto: No podemos seguir pensando que el ciudadano presidente es un paria, un agente cubano a execrar de la nación o alguna exageración ridícula y sin sentido por el estilo. Es el presidente legal y constitucionalmente elegido, y el hombre que ha marcado un hito en la historia con una abierta intención de mejorar la vida del colectivo hecho nación. Es más bien momento de tomar todas las cosas estupendas y buenas hechas por el presente gobierno, para luego señalarle las malas, retrogradas o inmutadas en el tiempo, exigiendo su inmediato actuar sobre ellas. Si en el 2012 gana otro distinto al presidente, habría que exigirle exactamente lo mismo, porque de lo contrario, el tiempo perdido estará virtualmente garantizado.

En otras palabras (a propósito de las elecciones): Si los candidatos con oportunidad real de ganar las elecciones presidenciales, no proponen un plan de gobierno que gire en torno a estas cosas fundamentales, -medulares-, que requerimos con extrema urgencia atacar y corregir, nada mas estaremos, –y perdonen la expresión-, cambiando al borracho que nos orina los zapatos.

Si no ofrecen con el corazón en la mano, cosas como:

-Aplicar la constitución y las leyes irrestrictamente

-Hacer del sistema de salud, algo humano, sin colas ni corrupción

-Usar nuestros ingresos solo para establecer un imperio de justicia e igualdad primeramente en nuestro país

-Controlar y resguardar la frontera contra la migración ilegal, con el celo que se cuida al niño recién nacido

-Exclamar al mundo que la hipocresía no puede seguir siendo la guía de los pueblos con poder y de los que desean tener dicho poder

-Impedir la injusticia de los embarazos precoces y el descontrol natal

-Hacer de la educación gratuita la mejor inversión a realizar

-Que todo niño debe saber y comprender la constitución al final de la primaria

-Atacar los crímenes, el abuso sexual de menores y la corrupción con la misma decisión y fuerza

-Exaltar la consagración para cada ciudadano de las garantías fundamentales de salud, educación, seguridad y trabajo

-Hacer de los funcionarios públicos los mas abnegados servidores públicos

-Hacer de la economía el motor de prosperidad de todos y jamás de pocos

-Luchar porque los viejos paradigmas derechistas e izquierdistas sean cosas del pasado por su inoperancia relativa a lo logrado hoy

-Jamás hacer de los subsidios, instrumentos de ganancia política y si económica para todos.

-Hacer de la Fuerza armada, un garante del estado y no del gobierno

-Trabajar en función de lo planificado y no de las ocurrencias del momento

-Hacer de la venezolanidad, el único camino a seguir en el desarrollo

-Recordarle a todos, que por haber sido en una asamblea popular, donde se escogió al criminal Barrabas, condenando con ello al inocente Jesús, es que solo el poder original lo detenta el soberano todo, articulado en las pautas prudentes y calmadas de la constitución nacional

-Hacer del sistema penal nacional, una estructura social justa donde los más sean reinsertados con éxito al colectivo al pagar su condena, y los menos, sean retenidos permanentemente (pendiente esto de ser consultado en referendo), como pena a sus ofensas criminales.

-Hacer de la aplicación de la justicia, el eje de todo lo demás; dejando en claro que por encima de esta, no puede estar ningún hombre, ni ningún pueblo.

Tanto escribirles, queridos compatriotas, no tiene mas propósito en esta oportunidad que el recordarles lo vital que es centrarse en lo que está por hacerse todavía en la médula de la nación misma y de su sociedad, y no en lo novedoso y distinto, que tantas veces nos ha mostrado, resulta ser inútil, cuando de lo que se trata en realidad, es de aplicar la sabiduría que la experiencia y la historia de nuestro país, nos ofrece.

En términos sencillos y crudos, a la altura que el desespero de tanta dilación produce, se me antoja decirles que:

Necesitamos que hagan lo que está pendiente, y no que ofrezcan pendejeras nuevas

Nuestros políticos se han resbalado con esa “concha de plátano” desde hace años, y no se han sabido levantar desde entonces.

Es hora de que lo hagan, y dejen de jugar a hacer “bolitas de concha de plátano”. Alguien tiene que decirles que hablan de pulcritud, sin verse en el rostro los restos del plátano que pisaron y desparramaron. Culparán al plátano por tener concha, a la naturaleza por crear al plátano, y Dios por ponernos en tierras tropicales aptas para la prosperidad del plátano, pero jamás mencionarán a los que sin rubor alguno, siguen tirando plátanos por doquier.

Si siguen si, ellos quedarán, como las conchas de los plátanos, solo para hacer abono. Que se decidan a hacer, o dejen el camino libre, no a los jóvenes que desde ya conspiran contra lo que no terminan de entender, sino a las generaciones que silenciosamente, saben lo que hay que hacer en sana justicia temerosa de Dios.

domingo, 20 de marzo de 2011

Compatriotas: ¡Van 200 reflexiones en este blog!

Bueno, en realidad 203.

Espero que en este periodo, no haya escrito muchas inocentadas, sueños utópicos o simples necedades de un soñador de a pie, aunque confío, -pese a ese riesgo-, haber dejado algunas verdades útiles para los jóvenes de esta amada patria.

A veces quiero escribir frecuentemente para comentar cuanta cosa pasa, pero me freno al pensar que no se trata esto de un blog de novedades tecnológicas o de algo igualmente interesante por el estilo, y que al tratarse de las realidades del país, la seriedad del caso amerita un ritmo mucho más lento y reflexivo. Me resisto entonces a apurarme, pues eso en si mismo sería contraproducente para todos nosotros, porque demostraría cuan visibles siguen siendo nuestras costuras hasta a la hora de reflexionar con cordura.

No sé cuanto aguantaré escribiendo, -insisto en esto-; quizás hasta que vea que las cosas comienzan a cambiar, o quizás hasta que me dé cuenta que comienzo a repetir incesantemente las mismas ideas.

Veremos que ocurre. Mientras, uso el supuesto billete de 200 Bs fuertes que podría entrar en circulación para ilustrar en esta ocasión. Quizás cuando llegue a las 300 entradas al blog (¡Qué optimista!), el Banco Central de Venezuela me tenga listo el billete correspondiente. ¡Dios nos ampare de eso!: Eso sería signo inequívoco de inflación enfermiza pero aún galopante.

sábado, 19 de marzo de 2011

Ironías de la vida.

Los eventos de las últimas semanas en Libia, desembocando en el actual control aéreo por parte de la ONU con las grandes potencias occidentales ejerciendo militarmente la presión política y diplomática del caso, merecen alguna humilde reflexión, y alguna que otra pregunta.

¿La ONU y países como EEUU, Gran Bretaña, Francia y España, entre otros, hacen todo este esfuerzo bélico porque Gadafi contraatacó a los sublevados en su nación, o porque este no cedió como lo hizo el gobierno egipcio ante las manifestaciones?

¿Por qué el país que por fin vendería por una cifra mil millonaria su sistema de ataque aéreo "Rafale" (ver foto), para el cual no había conseguido compradores internacionales hasta que Gadafi se interesó en adquirirlo, es la nación que mas abiertamente ataca ahora?

La ironía es que utilizan en esta "diplomacia armada y beligerante", el tipo de avión que tanto deseaban venderles...
¿decidieron hacer una demostración del producto?

Y hablamos de Francia, claro.

¿Será que se cayó el negocio?
¿O será que creen que sin Gadafi la venta sería más grande y jugosa?

La hipocresía francesa se sirve con champagne bien frío...

¡Que lejos están de aquellos valores revolucionarios por los que el prócer Miranda luchó!

¿Si Libia no tuviera el petroleo que tiene, como lo fue en su momento Irak, la estarían "defendiendo" tanto de su gobernante?

Hay preguntas incomodas, y respuestas que nunca serán dichas. Mientras, quizás una nación muy particular, con su propia cultura como lo es Libia, pase a una nueva etapa de autogobierno superior, pero tal vez, la sombra de una influencia extranjera inapropiada, se mantenga en el aire de esas tierras africanas por mucho tiempo.
Midamos con detenimiento las injusticias que allende al océano, ocurren.
Los hombres hemos hecho de la injusticia, un antivalor universal en este planeta.

Cuando la nación está hecha jirones, ¿Cuál es el siguiente paso?

Sabemos, -puesto que llegamos hace rato hasta este punto-, que las cosas, por las razones que sean, han llegado a un atasco que va mas allá de lo político y económico en nuestro país, para adentrarse en lo social y hasta existencial del colectivo que habita en Venezuela. Un colectivo por cierto, que no puede ya llamarse totalmente venezolano, por la distorsión migratoria y de identidad, que como consecuencia directa de todas las fallas acumuladas, se han dado hasta el día de hoy, y que por ello, aguarda en su futuro (el del colectivo), quizás sus mas traumáticos conflictos interiores, que no necesariamente deben implicar sangre derramada, estúpidos golpes de estado o mucho menos, intervenciones extranjeras.

No obstante, antes de darse esos siguientes pasos nacionales, independientemente de lo conflictivos que puedan ser, está el camino que queda desde ahora hasta las elecciones del 2012, que de llevarse a efecto, supondrán la ejecución, -en función de la tendencia que gane-, de caminos en apariencia disimiles, y que sin embargo, pueden terminar siendo idénticos en sus limitaciones internas.

El tema tiene que mucho ver con que probablemente, nadie le gane al ciudadano presidente en esta, su cuarta etapa permanente de campaña electoral, si el oponente mayor en dicha contienda no se decide a estar un paso por adelante del mismo, y esto último entendido estrictamente en términos de evolución política; es decir, teniendo una visión política y de desarrollo social aún más avanzada y estructurada que la del presidente (si ello es posible en algún oponente), y donde el componente “venezolanidad”, sea el común denominador a ser aplicado mas allá de lo que las “masas” incluso, puedan comprender en un primer momento.

Así de simple, sin cortapisas, sin opciones intermedias. Esto es lo que hay delante.

Pensar en que gane un opositor, sin importar el margen con el que gane, sin tener este entre manos un claro proyecto positivo de país, y sin una visión venezolanista integral, es estar entonces ante lo que podríamos definir como un verdadero y poco útil gobierno de transición, -lejos de que algunos opositores denominan como tal-, ya que de ninguna manera llenará las expectativas de los venezolanos, y supondría consecuentemente la necesidad de seguir mirando hacia delante, en la búsqueda de ese nivel social, político y económico superior y más apropiado que aspiramos aún incluso, sin entenderlo demasiado en sus profundas consecuencias.

Les digo esto, porque un gobierno que no busque -por fin, y como verdadera primera cosa por hacer-, erradicar la injusticia apelando exclusivamente al apego estricto y severo a las leyes y la constitución, decidido a la vez a aleccionar a todos sobre esta ultima (la constitución), y su venezolanidad intrínseca, considero que va irremediablemente por el camino de esa temporalidad, más que por el sendero del provecho nacional.

De esta aplicación irrestricta es que comenzaría el encausamiento de todo, porque la constitución dice que un venezolano no debe pasar enfermedad sin ser atendido, injusticias sin ser amparado, ni hambre sin ser asistido.

Sé que esto parece simple, pero es solo una ilusión; un espejismo, si quieren, porque lo realmente difícil es hacer que una idea concreta que es avanzada (porque está más allá de las mentes de la mayoría de los políticos y de nosotros mismo a sacrificar esta comodidad del vacío legal en el que vivimos), y riesgosa (justamente porque de seguro terminaría en manos de los políticos tradicionales, quienes la deformarían y lograrían con ello un frenazo a cualquier aplicación irrestricta de la constitución, y no porque sean malos, sino porque son incapaces de ver más allá).

Así pues, más que usar la escusa de la provisionalidad en términos de gobiernos temporales, transitorios o con el eufemismo que se les ocurra definirlo, para hacer correcciones que ningún político quiere llevar luego sobre sus hombros, (y por lo tanto, sería deseable según algunos trasnochados, un político de bajo perfil, “sacrificable”, -entiéndase: uno viejo y más bien gris de presencia-), se necesita justamente lo contrario: un gobierno y un presidente dispuesto a hacer de esto, el punto de honor en su labor administrativa y política*, a sabiendas de que quizás, muchos recientan el “shock” que tal “revolución en la manera de diseñar estrategias y hacer política”, supondría en la nación, aunque sus consecuencias fueran en su inmensa mayoría, positivas, dado que sencillamente, nunca se ha hecho. El ciudadano presidente de la república en funciones, considero que con sinceridad trató de hacerlo, (dejando por ello como legado, bastantes cosas buenas), pero no alcanzó a engranar las ideas, actitudes y resoluciones necesarias para ello*, logrando con eso el trabajo importante, pero parcial, que ha obtenido. Quizás como comentaba en el pasado, fuera su decisión de cambiar un modelo de gobierno y estado aún no ejecutado o concretado en su letra estricta, y que veníamos viendo como era pisoteado por quienes tuvieron la oportunidad de gobernar hasta 1998, por otro cargado de un personalismo cada vez mayor y más exagerado, junto con una verticalidad aplastante, rígido en su concepción como un ladrillo horneado, -e igual de frágil-, lo que determinó la cadena de eventos que nos ha llevado hasta el presente de esta manera. Solo el petróleo con la inmensa fortuna monetaria que nos ha dado, -pese a las dilapidaciones y robos sufridos-, ha sido capaz de mantener al país cohesionado y andando, aunque sea en un sueño febril.

Creo que uno de nuestros mayores delirios, a propósito de esa “fiebre” monetaria que hemos sufrido desde hace décadas, es que no hemos entendido que como nación, no tenemos que politizarnos hoy, en los términos que los políticos y la política tradicional dictan, y es justamente lo que hemos hecho, lo cual se puede ver reflejado por cierto, en partidos tan recientes y disimiles como el de Hugo Chávez, el de Leopoldo López, o el de Manuel Rosales.

Hemos caído en la trampa que nos hace pensar que para ser políticos, hay que ser capaz de ocultar verdades, decir mentiras, actuar como cómplice de tráficos de influencias y tolerar lo intolerable, por decir lo menos. Si algo hay que tener claro, es que tus ideas son tan buenas, sensatas y muchas veces mejores que la de los políticos tradicionales; no hay razón para creer que por ser individuos, no podemos planificar hitos estratégicos en el desarrollo nacional. Si fuera cierto, no habría razón para que las ideas de un candidato político o empresarial, fueran a servir tampoco…

Recuerden por favor queridos compatriotas, que la suma de los individuos, hace al colectivo, y que la suma de las necesidades de los individuos, hacen la de su sociedad.

Por eso es que: “El verdadero poder popular, es el poder de uno”.

Nunca las soluciones “planas”, ofrecen algún punto que “resalte”, para que alguien pueda tener un apoyo donde su idea, permita “apalancar” a la sociedad toda, hacia delante.

Jamás alguna nivelación de terreno, ha servido para que los “granos de arena” (entiéndase, ustedes o yo), compactados al principio en una sola masa indiferenciable en sus componentes, terminen en la cúspide de la obra construida. La arena siempre será arena. Los granos siempre serán granos. El pueblo anónimo siempre será el pueblo sin nombre.

Las masas, los pueblos, por muy amados que sean por sus presidentes, terminan siempre “compactados” por sus limitaciones como gobernantes, porque jamás han sabido tratar a cada grano de arena como lo que son: Individuos con alma, amparados por la constitución que los abriga. De nada sirve que me llames por mi nombre, si al final, dejas que la “aplanadora” de la inflación me triture, o que el “tractor” de la injusticia, me reduzca con sus “ruedas” de delincuencia.

Si la repartición de equidad social o de oportunidad para todos, en una escala del uno al diez, antes del 4 de febrero de 1992, era repartida hasta alcanzar “2”, y ahora llegamos a “5” con el gobierno en curso, no podemos por ello conformarnos con eso, y olvidar que existen otros 5 valores hasta el “10”, que permanecen por alcanzar. Estancados en “5” estamos, mientras que los otros “5” se despilfarran, regalan y malversan.

Necesaria es la verdadera revolución para alcanzarlos. O se lo hacemos cumplir al presidente Chávez, o se lo exigimos al que lo suceda, so pena de ser pateado de la silla de Miraflores.

Quizás estamos como la bandera de la foto de esta entrada al blog; un amarillo que representa una riqueza inmensa pero despilfarrada y cada vez menos visible; un azul desgarrado pero aún largo, porque así son nuestras esperanzas, mientras que el rojo se pierde de a poco, como la sangre derramada por la delincuencia y la violencia en nuestra patria.

Demos el siguiente paso honesto y nacional, antes de que lo que queda de Venezuela, sea codiciado y arrebatado por intereses extranjeros, o se pierda en nuestra débil memoria. Lo más difícil viene, y sin sacrificio, no habrá victoria.

Nadie que pretenda ser presidente, sin proyecto venezolanista real, saldrá incólume del juicio de la historia. Quizás salga millonario, o con el orgasmo político de quien tuvo el poder, pero nunca tendrá ni el derecho de pulirle las botas al monumental que nos libertó. Todo el asunto pasa por la necesidad de un aún más elevado proyecto nacional, integrador de todo el colectivo, y profundamente justo en el espíritu que nos hace venezolanos.

Escojan entonces ustedes que van a sacrificar: Vuestra libertad, o vuestra comodidad.

domingo, 13 de marzo de 2011

El Universal: Dom 13-03-2011: “Chávez reta a oposición a nombrar a su candidato presidencial”

El presidente Hugo Chávez retó a la oposición a "nombrar su candidato ya" para "fajarnos de una vez" durante un pasaje de su programa dominical

Solo recuerden: El presidente necesita de un contrincante; es base de su estrategia política de gobierno, como la que tendría cualquier político en su sano juicio. El clímax de su eterna campaña electoral, comienza justamente cuando tiene contrincante; independientemente de mis inclinaciones políticas, les pido que estudien con cuidado las acciones a partir de ese momento; ese instante mágico en que la oposición le ponga al presidente en ejercicio, un contrincante; será como ponerle a un viejo boxeador, al ansiado oponente novato que vencer fácilmente con un viejo truco, o la trampa donde un desconocido contrincante sorprenda con fuerza y agilidad nunca vista al ya cansado boxeador que anhela viejas glorias.

Sé que tienen idea de lo que vendrá; saben que cualquier boxeador anciano o barrigón que le pongan delante, lo noqueará Chávez solo con verlo y bailarle alrededor. La pelea tendrá que darla alguien fuerte, pero con mucha maña y golpe sorpresivo. No servirá para nada la habladera y las amenazas desde la esquina; en lo que salga al centro del cuadrilátero, lo reventarán.

Estudien las estrategias políticas de campaña que usarán; vean las “costuras” de cada uno, las verdades y falsedades que dirán mientras besan niñitos y abuelas. Si el oponente al presidente es un individuo que viene de gobernar, analicen su legado allá donde lo hizo.

No pongan como candidatos “ganadores” a aquellos que crean que menos tráfico de influencias o chances de negocios a grupos de poder particulares les darán. Ninguno se escapa de ello, aunque fuera por “inocencia” (lo cual no creo en lo personal que exista en política y en políticos).

No crean que la mejor época política del país llega ahora con las elecciones; al contrario: será probablemente la peor. Nunca antes se habrá visto tal inversión y derroche de dinero; nunca antes se habrá observado la movilización de masas con dinero “constante y sonante” sin pudor alguno, como en ese momento; las maquinarías partidistas moverán y harán lo que sea para que sus “soldados electorales” ganen esta batalla.

En otras palabras, la campaña mas desvenezolanizada de la historia comenzará ante ustedes. El presidente está listo: ¿Lo estará el oponente?.

El Universal, Dom 13-03-2011: Terremoto en Japón: “Masivo desalojo en Japón por posible fusión en planta nuclear”

Aunque resulta siempre terrible observar las penurias que los eventos naturales hacen pasar a comunidades humanas en distintos lugares del planeta, y pese a no ser este tema, centro de reflexión para este blog, no puedo dejar pasar lo que aparentemente, -como siempre ocurre-, es un error periodístico por falta de investigación, mientras la masa de lectores se “come” la expresión y la noticia: El universal dice que existe riesgo de fusión en un reactor nuclear japonés afectado por el terremoto.

Permítanme corregirlos si están hablando de fusión nuclear, y con esto instarlos a pedir disculpas públicas por el error:

Los reactores de fisión nuclear, no pueden sucumbir por una fusión

Como no quiero atentar contra el intelecto de nadie, (fuera del de aquel que redactó la noticia), y sabiendo que ustedes sabrán bien buscar información adecuada en la web en sitios como Wikipedia y otros, aclaremos básicamente lo que es una fisión, y el universo de cosas que la separar de una fusión, en términos atómicos. (Que el núcleo de un reactor se funda por el intenso calor, es otra cosa; un fenómeno físico-químico, más bien)

Ante todo, la fisión nuclear se trata de un proceso donde ciertos átomos en la naturaleza, por su constitución, peso y energía, pueden ser “rotos”, o “divididos”, por otras partículas energéticas que colisionasen contra ellos, producción en el proceso, una liberación masiva pero determinada de energía y partículas subatómicas, que a su vez incidirán sobre otra cantidad de iguales átomos para así, en un instante finito de tiempo, y en tanto exista masa para ello, general una reacción en cadena violentísima, con la consiguiente explosión nuclear (si no es controlada como en el caso de las bombas atómicas), o la subsiguiente generación masiva de energía térmica y radiación debidamente controlada en el interior de un reactor nuclear, que puede ser entonces usada para producir energía eléctrica, por ejemplo.

La fusión nuclear, es un proceso radicalmente distinto, pues mientras el primero “rompe” átomos, el segundo, los “une”, liberando igualmente en el proceso, energía, solo que en mayor cantidad. Este es el fenómeno que origina la energía que libera el sol desde hace 4500 millones de años, y lo seguirá haciendo quizás por el mismo periodo de tiempo en el futuro (!).

Para que esto ocurra, se requiere un entorno de altísima presión y temperatura, con densidades de materia enormes, y átomos adecuados para ser fusionados a las características presentes. Estos materiales comienzan generalmente por los más ligeros, como son algunos isotopos del hidrogeno, (para los experimentos que actualmente se realizan que no reflejan ni de lejos, las condiciones reinantes en los núcleos de las estrellas), y tan solo con hidrogeno, para el caso de las estrellas que nacen.

Sin ánimo de hacer de este tema un vertiginoso carrusel de cosas complicadas, les insisto en el error que en este caso el periódico ha incurrido y que ocupa esta reflexión. Recordemos que lo que leemos, -incluidas estas palabras-, deben pasar primero por el filo de vuestro análisis crítico, y de una revisión en por lo menos dos sentidos, como aquella autopista de dos vías que les comentaba antes, donde una misma vía entonces, puede llevarnos a dos destinos radicalmente opuestos.

Nuestra humilde solidaridad como humanos, a un pueblo que está muy lejos de aquí. No se preocupen, que una fusión no tendrán, aunque penda sobre ellos en realidad, las consecuencias de una fisión nuclear mal controlada por accidentes relacionados con la contención de la radicación que guarda cada reactor.

Confiemos en su previsión y buen diseño.

Pensemos en esto cuando recordemos la pretensión de instalar una planta nuclear en Venezuela...

viernes, 11 de marzo de 2011

…Y comienza la lluvia.

(Pero no de agua fresca, sino de candidatos…)

Como hablábamos hace días, cuando para no mentirnos a nosotros mismos, pintábamos el peor de los escenarios electorales en el 2012, y suponíamos que el desfile de candidatos por el lado opositor debía comenzar pronto, vemos ahora como de a poco, están comenzando a aflorar todos aquellos ilustres y no tan ilustres que pretenden ocupar la silla de Miraflores.

Comenzando por el presidente de la república, que sin mediar mucho se autoproclamó (sin derecho a réplica), como abanderado del PSUV para las próximas elecciones presidenciales, pasando por varios gobernadores y algún alcalde o ex alcalde seguro de su capacidad y triunfo, hasta llegar a la miríada de aquellos ilustres y no tan ilustres, como les decía hace rato, que ven en la presente oportunidad, el momento de gloria para sus pacientes movimientos.

Ahora les voy a decir resumidamente, los problemas que tantos candidatos suponen (excluyendo al mismo presidente que se erige como el tipo a derrotar por quienes le adversan), y que de no llegar absolutamente unidos, centrados en un único candidato contrincante, no llevan ni chance de lograr un triunfo. (Debemos obviar a los candidatos folklóricos y de conveniencia para uno y otro bando, que de seguro habrá como maleza, pero que no tendrán peso específico a considerar)

¡Triunfo!; esa será la palabra por la que todos lucharán, y millones tras millones de bolívares fuertes serán utilizados sin control ni vergüenza, de parte y parte, para alcanzar el objetivo político de controlar el poder. Miles serán transportados desde sus casas para que voten, sin importar donde quedara su centro de votación por obra y gracia del negligente y politizado CNE. Otros tantos cientos de miles tendrán ese día desayuno y almuerzo gratis; obviamente recibirá más de uno su recompensa en la forma de “algunos” bolívares fuertes, como estimulo al conveniente voto. Los numeritos serán llevados celosamente junto a las puertas de cada centro de votación, por parte de cada comando de campaña, con lo que las partes sabrán si deben seguir buscando más votantes rezagados para mejorar dichas cifras parciales.

Y claro, el portentoso sistema electoral venezolano, híper-digitalizado y del siglo 22 y medio, se ocupará quizás de dar los resultados de una sencilla elección, a eso de las 12 y tanto de la madrugada del día siguiente, cuando todos los “cuadres” convenientes hayan sido hechos o por lo menos, intentados de hacer.

Les hablaba de los problemas; seguramente se me escapará alguno, pero en general, tenemos estas variables que pueden estar fallando estrepitosamente:

  1. Proyecto de nación. Solo el presidente presenta lo que más se parece (pero que ni de lejos se le acerca, pues se trata de una estrategia retentora de poder), a un proyecto de país, donde los problemas esenciales, medulares, estructurales o como prefiramos decirles, tratan (algunos de ellos nada mas, insisto), de ser abordados. Si el candidato definitivo de la oposición no lleva un proyecto de país que este por lo menos un paso más adelante que el del presidente y con una estrategia de poder subordinada al colectivo nacional, se va a estrellar contra la pared de la derrota. Eso proyecto necesariamente deberá incluir cada uno de los logros del presente gobierno, y asumir con sentido constructivo, los problemas por afrontar, muchos de los cuales, como hemos dicho una y otra vez, son medulares y allende a la venezolanidad misma.
  2. La certeza que deberá tener el colectivo para guiar a un candidato “joven” (35 a 50 años), por el sendero correcto, asumiendo para ello la experiencia de los años precedentes, si alguno de estos llegara a ganar las elecciones.
  3. El asunto impostergable de regenerar la constitución a su estado inicial en 1999. Las reelecciones deben ser eliminadas, y los cambios en ella, como les decía hace poco, deben quedar para ser aplicados solo cuando los proponentes no puedan beneficiarse directamente de su aplicación.
  4. La aparición de viejos aspirantes. Aquí deben incluir a todos aquellos políticos que estando activos en la política desde finales de los 70 y los 80, se lanzan ahora como precandidatos, (algunos de ellos con la arrogancia suficiente para decir que no quieren ser precandidatos, sino presidentes), cuando ninguno de ellos hizo nada más efectivo que teorizar sobre las soluciones que nunca daban en el clavo, lo que trajo una absoluta y nefasta inercia política durante los ochentas, y noventas, con la consiguiente “colisión” contra las consecuencias de ello en la década del 2000; al final ninguno de estos hizo algo para cambiar lo que consideraran necesario dentro del marco legal, ético y constitucional. Ahora muchos de ellos pretenden levantarse como los paladines de la justicia y la razón, cuando en su momento fueron perdedores todos en algún proceso interno partidista, o en elecciones presidenciales previas. Sirvan las experiencias latinoamericanas con este tipo de candidatos reincidentes, para ilustrar el riesgo que se corre. Más de una nación suramericana ahora está en tal mala situación, que ven como antiguos ex candidatos y ex presidentes señalados en su momento como culpables de males mayores, vuelven a la palestra pública, en medio de la colección de desaciertos más grandes que conocieran sus respectivos pueblos, y para rematar, con oportunidades de ganar. Veámonos en ese espejo no sea que también repitamos presidentes.

No pretendo ser grosero o desconsiderado con todos estos candidatos que flaco favor considero le harán a la república. El hecho es que en el pasado no pudieron ganar allá donde se midieron, y ahora pretenden ser los tesoreros de nuestras esperanzas. Como dicen por estas tierras: “¡Zamuro cuidando carne!

Lo único cierto aquí es que los que adversan a Chávez, deberán medir milimétricamente a quien eligen como el “concretador” de su propuesta de País. Si solo eligen al “retador”, como si de peleas de boxeo se tratase, den por seguro una paliza por “knock-out” por parte del viejo y cansado, pero aún con buena pega, Hugo Chávez.

En otras palabras: El que vaya con la intención de atacar a Chávez, solo le estará siguiendo el juego estratégico que la política del presidente necesita para tener la figura del “enemigo a vencer”, con muy probable éxito, si me permiten sentenciar.

Que sea aquel que elijan, el que menos posibilidad tenga de salirse de vuestro control. Entiendan queridos compatriotas, que la elección presidencial del 2012, solo es el principio; el comienzo de un proceso que alargará el mandato del actual presidente, (donde se podrán materializar cosas buenas o malas), o pondrá sobre las manos de cada venezolano, la responsabilidad de guiar y controlar a la alternativa a éste (H Chávez), que gane esas elecciones, siempre y cuando nos coloquemos por delante de las estrategias electorales de casi todos ellos, que buscan en definitiva, obtener el poder y retenerlo. El presidente Hugo Chávez no es controlable: El ciudadano presidente es un caballo viejo en la sabana; ya nadie lo monta ni lo agarra, y solo come cuando y como él quiere.

La verdadera revolución, -insisto-, aún está por llevarse a cabo tal como la hemos aspirado en nuestros corazones. La manera en que se haga, depende de cada uno. La cantidad de injusticias y miserias que se reparten gratuitamente entre nosotros, mientras las estructuras de poder se mantienen incólumes en Venezuela, no tiene ya nombre.

No dejen que esta lluvia de candidatos les “aguachine” el ánimo; no se dejen vencer por la inundación que estos puedan producir. Recuerden que solo la “semilla” que ustedes siembren, dará frutos. El dulzor o la amargura de los tales, dependerán de lo que elijan.

lunes, 7 de marzo de 2011

“Alrededor de 16 millones de temporadistas viajarán por el país en carnavales”

(Declaraciones del ministro del Poder Popular para el Turismo, Alejandro Fleming, en declaraciones al Correo del Orinoco que circuló este lunes 28 de Febrero )

A veces hay que detenerse en este tipo de declaraciones para estudiar con ellas, más o menos donde queda el horizonte del reino de las exageraciones. Lo digo así porque en un país, donde el instituto nacional de estadística (INE), indica que para el 2011 la proyección poblacional esta en el orden de los veintinueve millones (29.277.736) de almas, me cuesta creer que más o menos la mitad de toda la gente que somos, se va de vacaciones para otros sitios.

Vamos, si tan siquiera supongo que solo una cuarta parte de ellos va a llegar a un hotel o a una posada, y que van en familias de 5 miembros como mínimo, y dispuestos a estar apretados: ¿significa que hay ochocientos mil (800.000) habitaciones disponibles en el país? Si las vías terrestres de nuestro país están colapsadas entre semanas normales, ¿Cómo estarán con 16 millones de almas rodando en automóviles y buses?

Le voy a pedir disculpas al Sr. Ministro, porque no le creo.

Así como me parece que exagera con estadísticas que sabrá Dios con qué variables llegó a ellas, igual me parece que ocurre con una diáspora de cifras que los gobiernos siempre se apuran en declarar, (como triunfos, ¡…por supuesto!), en Venezuela.

Basta con mencionar el “excelente” estado de nuestra economía, o la “manejable” inflación de “solo” dos dígitos desde hace ya no sé cuantos años, para entender por dónde va la distorsión de la información que se nos ofrece.

Cosa parecida ocurre con los índices de precios al consumidor, manejados por ciudad, y siempre desde hace un tiempo, referenciados por los precios de MERCAL. Obviamente, utilizar con referencia los precios de una cadena gubernamental que no sube los precios pese a la inflación, prefiriendo incrementar los subsidios, traerá como resultado un índice de precios irreal, que cuando nos afirma que el incremento porcentual del año tal, fue de 30%, resulta que en el bolsillo de la gente, en realidad la depreciación del bolívar, ya no tan fuerte, ha estado cercana al 37 o más por ciento.

Cuando los números se utilizan para maquillar realidades, también se esta distorsionando el escenario que incluso los mas capaces, pueden preveer, de cara a una planificación sensata que pudiera subsanar el problema económico y social asociado.

Al final, perdemos todos.

Sigo sin creer que la mitad de la población de Venezuela haga de su vida en estos días, un bochinche. Simplemente me cuesta creer que tan mal estemos y no nos demos cuenta. “irse a descansar de los problemas”, cuando estos no dan señas de disminuir o desaparecer, es tan ilusorio como aquel que en un campo de concentración, (con el permiso de quienes si han estado en esos terribles infiernos hechos por los hombres), se diera vuelta y mirando a la pared, se dijera a si mismo que “voy a descansar un rato de todo esto”.

Supongo que aquel viejo adagio que dice que de tanto decir una mentira, esta se vuelve realidad, aplica en este caso:

¿Decir 16 millones de veces una mentira, la hace verdad?

¿Es este el pueblo descrito en tantas mentiras, el que va a remediar las cosas en este país?

¿La mentira se hará verdad?

domingo, 6 de marzo de 2011

“Colocarán 100 mil toneladas de asfalto en Caracas”.

EL UNIVERSAL

Jueves 3 de marzo de 2011 08:23 AM

Caracas.- “El Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía de Caracas colocarán este año 100.000 toneladas de asfalto en 32 avenidas de Caracas, lo que representa un total de 120 kilómetros, informó la jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faria”

Ahora me pregunto yo:

¿Qué se podrá “asfaltar” con los 120.000 TM de alimentos perdidos de PDVAL?

Bueno, en verdad supongo que no podría hacerse más que unos inmensos composteros para abono con dicho material orgánico, pero la noticia del asfalto, con una cantidad de toneladas métricas tan parecida a la que se estima, se perdió en el caso de la red de alimentos de PDVSA (PDVAL), hacer paralelismos y traerlo a la reflexión era inevitable, pues ante todo, pasado ya este tiempo desde es destape de estos eventos, aún no veo que los responsables estén identificados, en juicio y cumpliendo condena.

Es que el tema es recurrente: Es uno de esos problemas medulares que nos están matando; es uno de esos antivalores que sin mucho esfuerzo, está sustituyendo aquello que fue valor del colectivo: Aplicar a todos por igual la justicia.

Estoy seguro que no podremos pavimentar 120 Kms de vías con estos alimentos descompuestos, pero si estoy convencido de que podríamos llenar diez veces esa distancia con los pies de todos aquellos que hacen colas diariamente en nuestro país, para acceder a algún alimento barato, protegidos artificialmente del cáncer llamado inflación, en cualquiera de los “centros de dadivas” que los mismos venezolanos nos hemos acostumbrado a instalar y utilizar desde que tenemos petróleo, a lo largo y ancho de la república, como paliativo a los problemas que insistimos en hacer “como si no existieran”.

Será un punto más a recodar cuando de buscar valores deformados se trata.

Estaremos de acuerdo en que vivimos en general, como humanos comunes y corrientes, con una cantidad importante de valores personales; todos ellos están estratificados pero interconectados en cadenas “lógicas”, que producen respuestas determinadas a eventos específicos. La falta de uno o más de ellos, o la deformación de los mismos, que al final produce la “Inactivación” de dicho valor, viene a detener la cadena de respuestas correctas que podemos dar, y de allí devienen en mi humilde opinión, la desvalorización que como sociedad venezolana estamos teniendo, y que bien hemos establecido ya, que ningún gobierno ha podido o ha sabido enfrentar con éxito.

Esta falta de éxito gubernamental viene dada por la desconexión entre los trabajos y estrategias a mediano y largo plazo, que tales desvalorizaciones propician, requiriendo justamente lo contrario para poder corregirlas efectivamente, y evitar así de parte quienes pueden gobernar, respuestas o soluciones inmediatistas que casi siempre terminan beneficiando solo sus imágenes publicas, más que aquel desempeño cabal y recatado que aspiramos de ellos.

El otro extremo de este asunto viene tomando forma en Venezuela desde hace bastantes años, con la presunta formación de alianzas con otros países, para atender distintos niveles en los procesos productivos y medulares del país. La atención de estos procesos agrícolas, industriales y de tecnología básica, con ayuda y control foráneo, no deja más que ver nuestra insensata debilidad y falta de organización para afrontarlos, -y usando una expresión del ciudadano presidente-, endógenamente.

Usar personal chino para producir palma aceitera, o brasileños para mejorar ganado, o cubano para mejorar caña de azúcar y otros, es tan bizarro como contratar gringos para sembrar maíz, o israelíes para cultivar tomates, cuando existe en Venezuela, personal sumamente calificado y presto a desempeñar liderazgos en sus distintas especialidades agrícolas y pecuarias, con tan solo darles el beneficio de la autoridad, la seguridad jurídica, y el apoyo económico y de resguardo de las autoridades competentes.

No hay un problema básico en Venezuela, que no tenga ya un estudio, una investigación y un conjunto de soluciones entrelazadas todas con un conjunto de estrategias de desarrollo, por parte de las excelentes universidades nacionales, y de sus equipos multidisciplinarios de profesionales e investigadores que no han dudado en buscar soluciones.

Como vemos, sin importar los ejemplos que utilicemos para ilustrar el problema, éste sigue siendo el mismo y persistente conjunto de tropiezos, que continúan “brillando” por su inmaculada presencia entre nosotros.

En verdad que desconozco cuantas “miles de toneladas más de miserias” deberemos enfrentar antes de que las lecciones de tanto error cometido, comiencen a causar algún efecto. Resentiría profundamente que mi generación dejara escapar la oportunidad de comenzar a construir algo que vaya mas allá de lo que hemos vivido, para que podamos antes de morir, voltear y ver con mirada orgullosa, las alturas de la obra emprendida.

Ignoro si los políticos con menos de 45 años de edad en la Venezuela de hoy, tendrán el suficiente “fuelle” para enrumbar la nación; desconozco si los más ancianos políticos alguna vez darán paso libre a los que vienen de aprender lo que ellos no pudieron, y si en algún momento de este intenso tiempo, como les decía la vez pasada, palabras como democracia o socialismo, serán únicamente pálidas imágenes imperfectas de lo que con estupenda eficiencia y justicia para todos, se volvió regla, y no excepción, en nuestra república: Gobiernos humildes y transitorios, enfrascados en hacer cumplir lo que el estado, construido alrededor del alma escrita de la nación, busca para su colectivo todo: La satisfacción de las necesidades comunitarias que permiten la exaltación de cada venezolano en la búsqueda de su máximo potencial como ser humano.

Pavimentemos” con palabra cierta, el camino aún divisado y no andado.

Que la mentira, la traición y la corrupción de quienes no supieron entender la gloria de lo vislumbrado, queden como leña seca con la que encender fuegos útiles que iluminen nuestras más sagradas verdades.