domingo, 19 de junio de 2011

“Servicio secreto británico: Gadafi cada vez está más paranoico”. Web Noticia24.com. 27-05-2011.

“Londres, 27 may, – El líder libio Muamar al Gadafi está cada vez más desgastado por los bombardeos de la coalición internacional liderados por la OTAN, según informaciones del servicio secreto británico.”

¿Y cómo quieren que esté ese hombre después de tanto ataque? (!)

Yo no comparto nada con Libia ni con su extraño gobernante, o con su pueblo que ha sido capaz de aceptar 40 años de aburrimiento político, pero no por eso dejo de ver la profunda hipocresía e injusticia del mundo, de la ONU, y de sus diplomacias de pacotilla, a la hora de atender asuntos como la OTAN y su “campo de juego” libio, o la sistemática reducción a la nada de la nación palestina por parte de los Israelíes y su a veces “títere”: EEUU.

Libia se ha vuelto un precedente triste: Allí donde haya algún opositor en armas al gobierno, debe ser apoyado y sus instituciones establecidas, bombardeadas. Es delicado este asunto. ¿Si alguien levanta una campaña contra Obama en los EEUU, y surgen opositores en armas y atacan a sus fuerzas militares, la ONU deberá decretar el apoyo a los mismos?

Díganme ustedes cual es la verdad desnuda, porque la ONU y los gobiernos que se creen “regla moral para medir al mundo”, no me lo dicen con franqueza.

Insisto: No apoyo a ningún loco en el poder; ni a los pueblos que se aguantan tanto tiempo con el mismo gobernante; sin embargo, no por ello debo inhibirme de preguntarles: ¿Quieren ese gobierno y a ese gobernante?

Lo que a nosotros nos parezca mal, poco le importa a un pueblo al otro lado del mundo, con una cultura de la que conocemos casi nada.

Por eso tengo que preguntarles:

¿Por qué es más fácil lanzar un ataque militar que hacer un referéndum?

¿Qué deja más dinero y control?

A veces creo que los países europeos luchan entre sí para ver quien tiene los “dientes” militares mas afilados, y con ellos infringir miedo para que sean tomados en cuenta dentro del “club” de las naciones influyentes (entiéndase: entrometidas, injerentes y soberbias en extremo).

Quizás el líder libio este loco de atar, pero no lo está menos que aquellos gobiernos que se creen con el santo derecho de invadir y perturbar a una nación, cuales cruzados en tiempos de las invasiones a Jerusalén.

Lo hizo EEUU con Panamá e Irak; lo hace Israel con la nación palestina; Lo hizo la URSS con Afganistán, y los europeos lo hacen ahora con Libia.

Algún día la ONU será más que un parapeto diplomático, y sus estados miembros, sin exclusión, tendrán exactamente el mismo derecho y voto para exigir la paz que este querido mundo requiere.

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