sábado, 3 de abril de 2010

Me preocupa el ciudadano presidente.

Si, y no es motivo para bromas:
A medida que pasa el tiempo durante el cual el Ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se mantiene en el poder constitucionalmente, liderando sin competencia alguna la politica venezolana año tras año, quinquenio tras quinquenio, más pienso en cómo el estar rodeado de zalamería y celebracion burguesa-gubernamental por cuanta palabra salga de su boca, podrá estar afectando su espíritu de cara al día en que por ese mismo mandato constitucional, deba traspasar el mando y la correspondiente presidencia con todas sus responsabilidades a otro ciudadano.

Y es que un hombre rodeado de una nación en su mayoría deseosa de hacer su voluntad durante una década ya, no puede menos que sentir vértigo ante la sola idea de volver a ser un "venezolano de a pie" más. No importa lo que éste hombre pudiera decir sobre ese escenario real: Ser como el sumo sacerdote y autoridad máxima de una religión ficticia, admirado y seguido por las grandes masas, para luego, y por alguna ley, tener que entregar ese sumo sacerdocio a otro seguramente no tan admirado como el, y que detentará todos los privilegios amasados durante años, pasando con ello a partir de ese instante a ser otro simple seguidor, sin ni siquiera una pensión vitalicia, debe ser como saltar de un acantilado en medio de una tormenta en la noche, lleno de desesperanza.

En una de las primeras entradas del blog, asomaba este asunto. Seguramente miles de venezolanos darán todo por hacerlo sentir amado y pleno de privilegios llegado ese momento casi que traumático para él, pero sin duda, nunca será como tener a un país completo moviéndose a su alrededor para darle los máximos elogios y servicios que una nación petrolera, puede darle.
Si a eso le agregamos que luego de su partida, una voragine formada por las muchas verdades que emergerán con crudeza, las muchas vendas que caerán de los ojos, al mismo tiempo que otros miles más se enamorarán de la imagen épica y combativa del héroe militar del siglo veinte que surgido de un intento de golpe de estado, renació como ave fénix, para ser el presidente de una nación petrolera y subdesarrollada.

No hay modestia humana que soporte semejante cambio de forma de vida. Si no logra permanecer en el cargo durante el resto de su vida natural, el vacio del poder perdido lo consumirá rápidamente hasta llevarlo al mundo de los heroes que reposan en el panteon nacional.
¿O creen que los seguidores de su liderazgo permitirán algo menos que eso?

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