domingo, 14 de febrero de 2010

Mientras más resaltante sea un líder…es porque más pequeño es su pueblo.

Mientras mas fácil le sea al líder mandar, es porque la sumisión a éste es mayor. La sumisión irrestricta, viene definida sólo por una cosa: el beneficio personal que se obtiene. Este puede sin embargo, tener dos derroteros: "el del beneficio que le haga participe de la burguesía asociada a este, o el del beneficio ilusorio de sentirse en el poder con el".

Sólo analicen a nivel mundial la situación actual o incluso histórica de por lo menos el siglo XX. Cuando hablo de la pequeñez de un pueblo, me refiero a las dimensiones de sus concepciones sociopolíticas, no de su tamaño físico o poblacional. Por eso es que podemos ver a una nación desarrollada en el siglo XX como Alemania, con un pueblo letrado y de historia brillante, guiada mansamente por la mente destacada y elocuente, pero distorsionada y pervertida de un hombre como Adolf Hitler: La entonces pequeñez del pueblo, se mide en términos de menos compromiso colectivo, y en términos de menos liderazgo colectivo con, y en base a sus valores elementales. Los “bajos” niveles en ambas variables hicieron de Alemania, en ese período nefasto de tiempo, que el mundo la conociera como la “Alemania nazi”, o la “Alemania de Hitler”…

En el otro extremo histórico del mismo siglo, tenemos a una mujer como Golda Meyer, liderando el inmenso esfuerzo colectivo de un pueblo como el de Israel, con éxito, y no porque ella fuera más conciente o capaz que la suma de toda la nación hebrea, sino porque ese colectivo, poseía también un compromiso y un liderazgo colectivo, capaz de enfrentar (con razón o sin ella), cualquier contratiempo o reto. Aquí vemos que por lo general, se habla de Israel, y no del líder o primer ministro de turno; la cohesión es clave. No existió el Israel de Golda Meyer. Solo existió Israel. Vean los resultados en sólo 50 años de existencia.

De esto va surgiendo otro aspecto importante: el balance determinante entre liderazgo colectivo y compromiso colectivo, como aquel que define la ecuación general de la prosperidad de una nación, en cada etapa de su vida.

Detallemos esto. Mientras menos sea el nivel del liderazgo colectivo, al descansar este, en un liderazgo individual y cautivante, menos será también el compromiso de ese mismo colectivo, por lo que simultáneamente, el compromiso personal del líder se tergiversa, haciendo entonces todopoderoso, y dictando así el ritmo, dirección y el éxito, fracaso o estancamiento, de una nación toda, entregada ya mas a la fe lúdica, que a la fe en lo superior a los hombre y mujeres.

Lecciones importantes da la historia; veamos a Bolívar, y tan sólo un aspecto de su liderazgo y mando lo demuestra: Veámoslo como preguntas y respuestas claras y directas.

-no pretendo de ningún modo, ser historiador consumado o conocedor de la verdad absoluta-; eso se lo dejo a los que entre ustedes, puedan aclararnos con justicia, cada día, el panorama histórico y contemporáneo.

¿Por qué el esfuerzo de Simón Bolívar sólo tuvo éxito hasta ese punto donde su control militar era práctico?

Respuesta:

Porque más allá de ese control militar, no existía ni inspiración, ni resolución colectiva en las de por si incipientes naciones suramericanas.

Demasiadas tendencias e intereses jugaban en contra, arrastrando a la vez, las viejas costumbres que del agónico imperio español, conservábamos. No había jugado un papel clave la figura de la constitución escrita no hacía mucho, en el proceso libertario, y como ahora (salvando las enormes “distancias” que existen, claro), en ese entonces tuvo mas peso la personalidad avasallante del libertador, que la del acta en si; insisto: arrastrábamos la mentalidad de súbditos de la realeza española, como ahora, transformada por los siglos, arrastramos la mentalidad del antiguo caudillismo, venida en términos modernos al paternalismo/presidencialismo.

El resultado: 5 naciones libertadas del yugo colonialista, pero no de sus propias limitaciones.

Pero entonces:

¿Qué hace ahora que un país no sea una nación; es decir, que el colectivo no se sienta como tal, viviendo sin inspiración ni resolución compartida por la mayoría?

Respuesta:

Como asomábamos en la respuesta anterior, la falta de eventos o ideas que actúen o influyan sobre la vida de la mayoría de una manera más o menos simultanea.

Lo que se plantea desde el principio, como un elemento guía supra colectivo, perdura en el tiempo; lo que se deja perder en el, solo puede ser reconstituido por un evento colectivo, sea este constructivo o devastador.

¿No serían entonces la constitución y las leyes, la idea colectiva suprema, solo superada por la fe en Dios?

Respuesta:

¡Pues justamente es ese el asunto que guarda el verdadero camino estable de crecimiento personal y colectivo de las mujeres y hombres de este país!

Llevarlas a ellas de las manos, -a la constitución y sus leyes-, es como ir en la total oscuridad con alguien más: mientras no se suelten, no se perderán, y la luz de la constitución, juntos, los guiarán.

No nos equivoquemos; continuamente hacemos referencia a la constitución original, la aprobada en 1999. Lo demás, han sido madrugonazos lejos de la legalidad misma que ella impone. Recordemos que nuestro primer acto de seriedad nacional, debe ser apegarnos a ella, sin modificaciones que no vengan de procesos reflexivos prolongados, como hemos mencionado en el pasado, y definitivamente alejados de las cabezas calientes que solo dejan desorden e improvisación de costosas consecuencias.

Se los he mencionado ya: Lo que más se aproxima a una verdadera revolución, es ponernos de acuerdo en aplicar seriamente lo que en el alma escrita de la nación, planteado está.

Un salto a lo desconocido nos espera; así se sentirá, como si de un vacío se tratara, pues desprendernos de la dependencia ancestral del líder humano más grande que la suma de todos nosotros, es la única vía para hacer una nación que, eso si, sobreviva mas allá de nosotros mismos.

No hay comentarios: