domingo, 12 de marzo de 2017

Y ahora que estamos en la "nada", ¿Qué hacemos?

No se trata del titulo de una larga y detallada entrada al blog; es más bien la pregunta que le hago a todos ustedes, ahora que estamos inmovilizados como sociedad, paralizados como nación y secuestrados por quienes arrebataron el poder del soberano, para declarar con sus actos, a la dictadura.

¿Qué vamos a hacer? 

No he querido escribir en estas semanas, porque en el país se está haciendo desde hace rato muy cuesta arriba subsistir, y el tiempo que me queda es para coordinar lo que en familia constituye un esfuerzo enorme por llevar la comida de cada día, con escaso exito.

Venezuela se está deshaciendo, y nadie hace nada; poco vale lo que se ha vuelto un patético artículo en la Constitución que versa sobre el derecho que tiene el "Soberano" a levantarse contra aquel gobierno que pierda el hilo de los valores nacionales. La dictadura se encargó de neutralizarlo, de la misma manera en que neutralizó cada artículo que sugiriera el cumplimiento de la ley, de los principios morales, y de los principios éticos en cada espacio del gobierno republicano. La sociedad perdió el rumbo y con ello su poder para auto-regularse mediante el imperio de la ley y el instrumento del gobierno como mecanismo sujeto a ella, y lo que es peor: Aún no saben que deben aceptar que el Norte señalado por la brújula de los valores morales, va mas allá de cualquier interpretacion personalista.

Aqui no se trata de pedir intervenciones externas, y esto hay que afirmarlo al menos con la misma fuerza con que debemos repeler los tentáculos que otros gobiernos han logrado insertar en nuestro aparato de gobierno, robándonos soberanía.
Tampoco es cuestión de esperar que "Cartas Democráticas" de una vetusta OEA apalanquen el cambio que por naturaleza y esencia misma de las sociedades humanas, debe ser propiciado en este caso por los mismos venezolanos.

Debemos aprender a lidiar con las dictaduras y sus dictadores; con las injusticias y sus delincuentes; con la riqueza mal encausada y la pobreza tolerada; con la enfermedad que nos mata mientras los poderosos se curan en hospitales extranjeros, así como con el dolor de descubrirnos arrogantes y ciegos ante la verdad que nos pega y destroza la cara.

Necesitamos verlos a todos ellos enjuiciados por traición a la patria y robo a la nación; necesitamos verlos tras las rejas y sin posibilidad de escaparse; necesitamos ver que son deportados desde otras naciones y acogidos en nuestras penitenciarias tras el debido proceso.

Hay tanta hambre de justicia, como hay hambre por falta de comida.

Estamos en el filo mismo de la desesperanza; ese momento casi mágico en el que todo se detiene y parece muerto, aunque sintamos aún los débiles latidos de la República que agoniza.

No falta casi nada para que las cosas se muevan, pero no hacia adelante, sino más bien en todas direcciones, como cuando un potente terremoto mueve y destroza todo debido a la acumulación de la energía de aquellas inmensas masas que colisionan la una contra la otra, producto de que no supieron ir drenando la presión acumulada por el impacto de lo injusto e impune.

Tengo hambre, como mi familia la tiene; tengo dolor por lo que atravesamos, pero más por el doloroso vacío que me azota al ver que todo se queda por momentos sin movimiento, como aquel escupitajo que lanzado hacia arriba, finalmente es vencido por la fuerza de gravedad, y que luego de paralizado por un instante, debe comenzar a caer para acumular la misma energia para estrellarse en la cara del imprudente.

Si en vez de eso fuéramos organizados y convencidos del poder de lo moral y de lo ético, podríamos aprovechar esa energia de caída para remontar vuelo con técnica y elegancia, en vez de seguir mirándonos unos a otros, para estrellarnos miserablemente en el suelo de lo inutil.






2 comentarios:

callat dijo...

como le estas diciendo bien hay que mobilizar a los venezolanos a que reaccionan estoy muy sorprendida que la mayoria de los venezolanos acceptan su suerte sin decir nada sin protestar despues de la bolsa de los clap despues del carnet de la patria quieren poner a partir de mayo un permiso de salir del gob a todo los venezolanos que quieren salir del pais,la opposicion traiciono,los partidos traicionaron,ahora esta alegrando falsamente al pueblo con una supuesta eleccion cuando la asemblea tenia todo en su mano primero con el revocatorio que nadie comprende por no se hizo porque no pelearon mas y obligar el cne a complir la ley porque sabiendo que maduro es colombiano no pelearon en la asemblea y obligar a maduro a probar su nacionalidad estaba destituido en seguida uno se pregunta que hay detras de ellos para que no defiende los venezolanos seran que estan amenazados seran que viven de la corruption y del narco trafico y no quieren que la cosa se terminan obviamente hay algo detras de eso ni siquiera pelean por leopoldo y ledezma encarcelados solo sus mujeres se mueven como loca hay algo anormal en los politicos venezolanos pero lo mas extraño es la apatia del pueblo esperar que se convocan en las calles para protestar hay un dicho frances que dice "el hambre haga salir el lobo del bosque" entonces seguramente no tiene sufisiente hambre no han tocado todavia el abismo para que se enfurese y bajan en la calle juntos de uno solo movimiento como tu dice nadie de afuera vendra a salvarnos y el gobierno lo sabe estan esperando un lider pero lider no hay estan preso por lo menos los verdaderos solo maria colina trata pero sola no puede nadie la sostenga parece que venezuela va a sombrar en el peor del comunismo es triste ver eso despues del esplendor del pais y es triste ver a esos politicos de oposicion no hacer nada

Unknown dijo...

Muy buen artículo, me encantó cuando dices que no debemos esperar que la bendita carta democrática lo resuelva todo, estoy absolutamente de acuerdo. Coño, la gente cree que con esa carta maduro va a decir "ay verdad, tengo que renunciar y tenemos que ir a elecciones"... por favor.
Estoy preparando un artículo para mi blog sobre el tema de la carta democrática, pero es un trabajo enorme y aún no ha salido.
Que bien que no todos piensen que esa bendita carta es como un parcho poroso que va a curar todo.