lunes, 19 de octubre de 2015

A propósito de la realización en Octubre del simulacro electoral, del verdadero “simulacro” del 6-D.

Quizás suene extraño el titulo, pero es lo que desde un punto de vista amplio, ha ocurrido ese domingo 18 de Octubre.
Mientras el país sigue flotando en la inutilidad de la nada, de la mano de un trío de políticos que  con la complacencia de los demás funcionarios y testaferros a cargo de poder pequeño o grande concebible en Venezuela, todos han hecho lo imperdonablemente incorrecto como consecuencia directa de las decisiones y acciones de Hugo Chávez, secundado una y otra vez por una mayoría social (calificada o no) que ahora siente en carne propia las consecuencias de semejante inmadurez intelectual y política, resulta que se ha efectuado a modo de ensayo, lo que el CNE describe como un simulacro, y que no es más que una “oportunidad de ajustar tácticamente” lo que será verdaderamente la farsa electoral a realizarse en Diciembre, si consideramos sin mucho rodeo que: 
1: El registro electoral sigue amañado hasta los huesos;
2: Todo el aparataje del gobierno central, de las regiones, los estados y los municipios será utilizado una vez más para forzar la obtención de un resultado determinado;
3: Que el oposicionismo venezolano ahora que se cree con oportunidad de ganar, si va a aceptar los resultados, en clara contradicción con todas las veces que ha dudado y despotricado del árbitro electoral. (Si ganan, ¿Cómo podrán decir que el gobierno en el pasado hacia trampa, y ahora no?), y
4: Cerca de 4 millones de ciudadanos colombianos cedulados por Hugo Chávez, viviendo o no en nuestro territorio, tendrán derecho a voto.

Lo peor, a la luz de lo que pude observar en varios centros electorales, es la clarísima evidencia de que en materia política, las estrategias siguen siendo las mismas, y la manera de hacer política, se centra tácticamente solo en la burda y “comprada” capacidad de movilizar maquinaria electoral; es decir, votantes cual rebaño de ganado bovino, hacia los centros de votación. Lo demás, -la exposición y debate de ideas-, hace tiempo que yace en la basura.

Si llega a ganar la oposición, es simplemente porque algunos detrás del poder, decidieron cambiar las cosas para garantizar sus propias supervivencias mediante la protección de sus intereses económicos, porque hay que ser diáfanos: Lo que diga la gente, hace rato no es materia prioritaria en una nación donde cualquier elemento de republicanismo, se perdió o violó flagrantemente.
Por el contrario, si gana el oficialismo, será la evidencia más clara de la autopreservación del régimen, y del pervertidamente atractivo, -casi sexualmente-, y lucrativo negocio del dólar a 6,30 bolívares.

Con tristeza debo decir que por la situación presente y de inmediato futuro que atraviesa esta nación, si hay otra alegoría más cercana a lo que un burdel es, (hablando de Venezuela), la desconozco.
La Venezuela sodomita; la que perdió el respeto a todo, y donde unos pocos y contados millones, disueltos entre otros muchos e incontables millones (insisto: nadie sabe a cuantos extranjeros se ha cedulado como ciudadanos venezolanos de nacimiento en la ultima década), tratan de subsistir y aguantar, mientras los más, se forman casi que con arrogante orgullo chavista, en filas de estéril tierra donde lo sembrado nunca floreció, y aún así hoy seguir aprovechando las dadivas que inteligente y perversamente, el gobierno de Chávez y Maduro, aún ofrecen.
El país se acerca inevitablemente a la colisión con su propia realidad ignorada; mientras más se hace evidente la incomprensión de lo que ocurre por parte de las mayorías, mayor es la velocidad final de impacto.
Nada estará hecho; todo estará por construirse luego de que solo restos humeantes queden diseminados entre quejidos y lamentos. No había necesidad de esto, pero las mayorías lo han querido así, con una altivez casi que inaudita. Triste contemplo el estar ahora montado en ese mismo tren, sufriendo las penurias de un salario que no alcanza para comprar todos los alimentos de mi familia; impotencia supina al contemplar mientras, a los que detentan el poder, solo sufrir por el peso de los fardos de dólares que de apoco se han montado encima para su uso particular, mientras que la justicia es solo una concepto de comiquita en estas tierras.

La impunidad ha creado una sociedad monstruo, que ya no se reconoce a sí misma. El arrogante y enfermo amo que la moldeó, murió, y los perros con los que dominaba a todos, ahora libres están para arrasar y destruir, una vez que incluso se devoraron el cadáver de su amo. Conseguir ahora una razón para que esa sociedad se sacrifique y con ello construya un capullo de seda capaz de hacerla mutar a una figura hermosa, casi cae en el terreno de lo utópico, y con ello, como premonitorio señal de lo que viene, nos arrastra a todos al borde de un sufrimiento intenso, que puede extenderse por años…
Mientras, los más optimistas, pasan por el episodio de la “Alegría de tísico”, como dirían en mi tierra, al pensar que con ganar la oposición, las cosas se arreglarán como el "borrón y cuenta nueva". Eso es tan iluso, como pensar que los chavistas ya están preparados para aceptar que se equivocaron, desechar a Chávez y a cualquier figura caudillista, y sentarse a hablar con todos los demás solo sobre el presente y el futuro, dispuestos todos a execrar la impunidad.
…o quizás, con el favor del gran Dios de las alturas, ¿Pudiera yo estar equivocado, y lo increíble aun es viable de ocurrir?

El referéndum revocatorio contra Maduro llegará, ¿Pero lo hará a tiempo?

Ustedes reflexionen, y vean con los ojos de la razón justa y venezolana que quizás aun guardamos en alguna parte, lo que se ha extraviado en medio de tanto error…
No esperen salida fácil; no la hay ya.

Los perros sueltos deberán ser apresados y pagar con justicia cristalina, para que la frase “creer en algo”, vuelva a tener sentido en este país.

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