sábado, 19 de julio de 2014

La FANB política, o por qué la verdad está en el medio.

Lo siguiente que escribo, es a propósito de las declaraciones  del actual jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB, Gral. Vladimir Padrino López, el 13-7-14:

EL UNIVERSAL
domingo 13 de julio de 2014  10:37 AM
Caracas.- El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), general en jefe Vladimir Padrino López, sostuvo que fue una "aberración" que la Constitución de 1961 contemplara que la Fuerza Armada (FAN) debía ser una institución "apolítica, no deliberante".

"Cuando dice apolítica le está quitando toda la capacidad de raciocinio, cuando dice no deliberante, le está quitando la capacidad de discernir, debatir, de tomar decisiones", señaló Padrino López en el programa ‘José Vicente Hoy', que transmite Televen.

El jefe del Ceofanb, precisó que el soldado "debe y tiene el deber de conocer la gran política de El Estado. Es parte de un desprecio. Quizás mirando la historia no conviene (integrar) el estamento militar a la política de El Estado. Es un gran error histórico".

Hizo mención al artículo 142 de la Constitución del 61, recordando que además de contener que la Fuerza Armada era apolítica y no deliberante, decía que tiene como misión garantizar la estabilidad de las instituciones democráticas; "en cambio la actual Constitución, dice que la misión es garantizar la independencia y la soberanía nacional. Ahí vemos una gran diferencia porque en la del 61 se solapa el carácter pretoriano de la FAN"

Con relación al discurso que dirigió a la nación el 5 de julio en la AN como orador de orden, estimó que su presencia en ese espacio, "obedece al retorno de la verdadera política, tal como lo sostenía el presidente (Hugo) Chávez. Una de las cosas más grandes que estaban sucediendo en el país era el retorno de la política al país, decía Chávez".

"Después de la declaratoria de la independencia entramos en un vacío, en una despolitización (...) cuando Chávez entró en 1999 consiguió un país despolitizado, y él decía que una de las cosas más grandes que está ocurriendo en el país, es el retorno de la verdadera política", subrayó.

Por otro lado, lamentó que algunos actores de la vida política actual subestimen a la FAN y piensen que son esa especia de "montonera" parecida a la que existía en el país durante el siglo XVIII y XIX, "que obedecían a caudillos".

"Hemos tomado conciencia, madurez política, sobre todo después del golpe de Estado de abril (de 2002). Hubo una reflexión para mantener la institucionalidad. Era muy consciente de lo que estaba sucediendo de lo que me asistía como soldado y de la responsabilidad que tenía en ese momento", recordó.

Invitó a quienes ofenden a la FAN por su pensamiento de "profesionalismo, de amor a la patria y al proyecto de nación que tenemos hoy en día", a visitar los cuarteles para saber cómo hablan y cómo piensan los militares.

Nota sobre el último párrafo del artículo: Es obvio que si voy a un cuartel, ninguna persona, -uniformada o no-, va a ser tan estúpida para decir algo distinto a “¡Viva la revolución!”, sabiendo que lo pueden estar poniendo a prueba y con ello estar en juego su profesión y trabajo. Nadie es tan estúpido, Sr Gral., y Ud. lo sabe, aún declarándolo.

Dicho esto, vayamos al punto:

¿Por qué la realidad del venezolano militar está en el medio, a medio camino entre ambas constituciones?
¿A qué me refiero con eso?

Me estoy refiriendo a la verdad que surge al cruzar la antigua carta magna, con la actual, y contextualizarlo en el tiempo presente:

“La FANB es no deliberante, y tiene como misión el garantizar la estabilidad de las instituciones democráticas, resguardando con ello la independencia y soberanía nacional”

Decir que la FANB es apolítica, es un sinsentido en la práctica, porque en todo momento sigue un lineamiento estratégico que nace de la continua evolución de la política que predomina en el estado y el gobierno. Las desviaciones que observamos en su seno, y que se exteriorizan y permean a la sociedad toda, obedecen exclusivamente a si la “política” que predomina como guía institucional, es la del estado (constitución), o la del gobierno (autocrática).
Los resultados observados a partir de esta realidad, perfilan el carácter contrastante entre ambas. (Obviamente, no estamos hablando del tráfico de influencias que devinieron en denuncias sobre ascensos indebidos y otras irregularidades igualmente denunciadas a través del tiempo, tanto en la cara cuartarepublicana de la moneda, como en el otro lado quintorepublicano de la misma).

Las FANB no pueden tener militancia política; por tanto, no pueden decirse “rojas rojitas”, ni “Chavistas”, ni ninguna zoqueteada de esas que solo dicen los rangos superiores, acomodados con el alto gobierno, y las tropas que ha sabiendas de ser monitoreadas, le siguen la corriente al asunto.

La estabilidad de las instituciones, viene de tener la capacidad de decir, frente a una indicación por ejemplo, de la contraloría general de la república, o del defensor del pueblo, cosas como:

“¡…epale, Sr o Sra. funcionaria!; eso no se puede hacer. Corrija y reconozca el error; ponga su cargo a la orden mientras el poder judicial investiga su presunto acto de corrupción; aquí se cumple con lo escrito únicamente en la constitución; no hay interpretaciones acomodaticias”

“Sr o Sra funcionaria: si propone un cambio constitucional, sepa que solo entrará en vigencia con el siguiente periodo presidencial, siempre y cuando el que gobierne no se vea favorecido en caso de una reelección inmediata”

Sin que esa sea la intención, los militares venezolanos están demostrando que no basta la bota y el cinturón militar en el país y sus instituciones, para que las cosas funcionen bien; la presencia indiscutible en las estructuras donde también han hecho funciones administrativas de cualquier índole, de negligencia, corrupción y destrucción de toda capacidad de crítica, respuesta y corrección, hacen evidente que el componente militar, si se decide tenerlo porque por razones de estrategia política constitucional así se manda, no hay que inventarle más funciones que las ya complicadas que de por si tienen. Tener que estar sometidos a los vaivenes políticos gubernamentales, - y no a la estabilidad constitucional que ofrece el estado apegado a la carta magna-, no hacen en ellos más que debilitarlos frente a las tareas propias de su función: garantizar el orden constitucional para la población y para sí mismos, como venezolanos, al fin y al cabo, que buscaron en esa profesión, un estilo de vida para vivir.

¿Creen que Bolívar, teniendo el poder militar que manejaba, rechazó los más altos cargos de mando civil nacional, solo por casualidad?

Puedo afirmar, -sin temor a equivocarme-, que lo único que mantiene a este régimen dictatorial y revolucionario, es, –aparte de un CNE títere, sometido y puesto en duda-, unas FANB con sus cuadros de mandos superiores, militantes y resteados con el que manda, y no con lo que da el mando.

Eso lo puedo decir yo, porque no soy un jefe del CEOFANB que puede ser removido si se atreve a decir alguna verdad remotamente similar.

Les digo queridos compatriotas, que misma interpretación podemos hacer sobre el resto de los poderes en Venezuela, para encontrar el por qué del actual estado de impunidad de las cosas. Nadie asume la necesidad de tener por encima de todos, a una constitución, debido a la ignorancia en si del hecho de que haciéndolo, colocamos a la vista de todos, el único elemento que nos hace ciudadanos en justicia de una sola nación.

Esa es nuestra traba y mayor desgracia. Insisto.




NOTA: El CEOFANB es una estupenda iniciativa, necesaria y hasta inspiradora, (como su emblema y el país que describe en él). Mi respeto a todos los hombre y mujeres que vestidos de verde, marrón, blanco o azul, luchan por hacer lo que dice la constitución de Venezuela.

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