lunes, 15 de abril de 2013

El presidente izquierdista…porque comenzó con el píe izquierdo


Mientras afuera de mi ventana el escándalo de lo que pareciera una lluvia de cacerolas estrellándose contra el suelo, me hace pensar en algunas de las palabras de Maduro al tomar posesión del cargo que anteriormente había detentado ilegítimamente: “Solo el pueblo unido, solo la FANB unida, solo todas las instituciones unidas (…) somos Chávez, somos patria, somos revolución”
Esa frase Sr presidente, es tan inútil como una bicicleta sin uno de sus ruedas.
No puede gobernar para un sector, generalizándolo como si fuera todo el pueblo, como si estuviera unido en armonía y en paz. Eso es mentira; eso es falso. Ganaste porque la maquinaría pudo más que las ideas, que las propuestas, que el deseo de destrancar esta máquina que se niega a moverse y producir algo bueno y justo.

No endioses a Chávez, porque fue humano y cometió terribles errores. Tú eres uno de esos errores.
La mitad de la población que votó y lo hizo a favor de otras opciones, te pide que recuenten los votos, pero tú, junto con tus compañeros, -esos mismos a los que muchos culpaban de ocultarle verdades a Hugo Chávez-, ahora con arrogancia supina, se lanzar a renegar cualquier posibilidad que acalle la duda, y levante la rectitud de instituciones públicas de la que solo los favorecidos de siempre, guardan buenas opiniones.
Estas a tiempo de ser hombre de bien; un hombre que recuperando el legado positivo de Chávez, se deslastre de sus fallas y de su mesianismo. En tus propios hombros y en tus decisiones está que seas no solo el primer presidente chavista, sino también el último.

¿Te has dado cuenta de que la ilustración que más se aproxima a describir lo que tu ahora estás gobernando, es la de un enorme país imaginario, formado por dos estados (Venezuela y Colombia, por ejemplo), donde la capital desde donde gobiernas estaría en Cúcuta, (a medio camino de ambas extensiones territoriales), y en el cual tú te estás empeñando en gobernar para uno solo de esos “territorio”, ignorando y despreciando al otro?
Así esta Venezuela: a ese grado han llegado las cosas. Guste o no, el presidente Chávez utilizó a una parte de la población venezolana como objetivo táctico en su estrategia simple pero efectiva de divide y vencerás, en aras de objetivos específicos de carácter político.
¿Te das cuenta ahora del por qué bajo esta abismal división resulta tan traumático que la diferencia de votos entre ambos candidatos sea tan pequeña?
¿Qué país crees que aguanta eso?
¿Cómo creerte ahora, si tú y tu círculo en cierta forma secuestraron los últimos meses de vida del Presidente Chávez? Como en una película barata de conspiraciones, un enfermo presidente desapareció de la vida pública, no sin antes elegirte, en medio de una cadena de TV improvisada, a dedo, como su sucesor, para luego de dos meses, aparecer muerto en declaración de tu propia boca. Enterrado el muerto, te lanzas a una campaña con todos los abusos posibles, donde no pudiste sacar ni 2% de ventaja.
¿Cómo creerte chico, si terminaste, a la luz de los resultados electorales, maldiciendo a más de 7 millones de venezolanos, de acuerdo a tus propias palabras de hace días?
Te guste o no, tu período presidencial y tu CNE, estarán signados por una nueva frase, acuñada,  esta vez por Capriles: “Máquina mata boleta”. ¿Fueron así las cosas, o te bastó con la maquinaría partidista?
Sé que las buenas ideas no te fueron necesarias…
…y no las había.

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