martes, 25 de diciembre de 2012
lunes, 24 de diciembre de 2012
Y después de las elecciones, ¿La nada?
Definitivamente, pasaron ya las insípidas elecciones de gobernadores y
legisladores estadales, y con ello quedaron a la vista los dos protagonistas verdaderos
que protagonizaron, a pesar de no poder ser “vistos”: uno es el presidente de
la republica, que definitivamente, por la razón personal o médica que sea, parece
que se siente más cómodo y seguro en un hospital de Cuba que en uno de
Venezuela, y el otro, fue la abstención que rondó el 46%, sobre aquel total de los que en el
vetusto y muy objetable registro electoral, estaban inscritos y aptos para
votar.
Sé que en referencia al título de
esta entrada, (en términos humanos y físicos), la nada como tal no existe; sin
embargo, en lo que se refiere a este concepto en las esferas de nuestra
concepción nacional, pareciera que de existir, no hay en Venezuela material
suficiente para rellenar ese “vacío” con ideas, honestidad o alternativas
consensuadas, lo cual sin dudas amenaza nuestros “espacios” nacionales
internos; más aún en la medida en que somos testigos en estos días, de como la
derrota electoral de un sector de la nación, parece que solo favorece al otro, cuando en
realidad, acrecienta el daño al país, pues como si de viejos enemigos de territorios
distantes se tratase, parecieran estar combatiendo en una tierra de nadie
(Venezuela), por lo que esta puede ser ofrecida a los aliados de cada bando, en
ofrenda de alianzas, sin remordimientos...
Hemos comentado el cómo la
división, y la identificación del adversario político con el enemigo externo
que nos quiere dañar, ofrece un “simplificado” escenario desde donde sacar
beneficios políticos en la medida en que la percepción de la sociedad se
radicaliza en torno a esas ideas simplistas, concibiendo con ello la
posibilidad cierta de establecer bandos de apoyo, del mismo tipo de esos en los
que con las condiciones y recursos correctos, se desencadenan guerras civiles y
sangrientas, en algunas naciones subdesarrolladas.
Exclamaciones actualmente expresadas
de parte y parte en los bandos ya conformados (unos ganadores y otros vencidos
después de sucesivas y costosas elecciones), como las del vicepresidente Nicolás
Maduro, (más propias de un vicepresidente del PSUV que de uno de la nación, a
juzgar por sus declaraciones recientes, atacando y despreciando a aquellos
elegidos por la gente, distintos del PSUV, clasificándolos como los de la
legión del mal), o del también peseuvista Jorge Rodríguez, que sin medir
demasiado en el sentido común, afirma sin rubor que: “Unos minutos más y le ganamos en Miranda” (Según el CNE, la diferencia
final entre Jaua-Capriles fue de aprox. 47.300 votos), por lo que ante esto, lo
que queda es hacer la inevitable pregunta:
¿Tan impresionante es la maquinaria del PSUV, que se traerían por los
pelos a último minuto a 50.000 votantes para que sufragaran y así remontar la
diferencia con el que finalmente ganó?; ¿Es
así como entienden los actuales políticos, que se debe hacer política; a punta
de movilización de masas, a modo de “zombis electorales”?; ¿Fue por cierto, esa la misma maquinaría
zombi que permitió el triunfo de Chávez en Octubre?
Es posible por cierto, -viendo en
retrospectiva como hasta ahora el impacto de las maquinarias ha sido más que evidente, contundente-, decir que realmente después del 2006, Chávez no ha
ganado ninguna elección, sin la asistencia de la maquinaria invasiva y
manipuladora de su partido, (como en menor medida, dada la diferencia abismal
en la disponibilidad de recursos, se ha dado en cualquier otro partido político
en Venezuela , desde donde el mismo PSUV aprendió esas artes), creado exprofeso
desde los restos del MVR, a partir del descalabro de éste en el referéndum
consultivo del 2007, donde la iniciativa del presidente perdió.
Visto en frío, (Tan frío, que me acusarán de apátrida y
escuálido, sin serlo, al tiempo que un oposicionista pudiera frotarse las manos
suponiendo erróneamente que apoyo su torpe actuar de oposición), no ha
habido más voto conciencia desde entonces en las filas oficialistas capaz de
lograr determinar un resultado electoral favorable al presidente, por sí solo.
Todo ha dependido de la maquinaria,
y no de la reflexión y la introspección.
Es duro lo que afirmo, pero podemos
entender que todo esto es la consecuencia directa del giro que han tomado las
cosas hasta el presente, (y no me canso de buscar una manera nueva de
describírselos y decírselos), pues por un lado, las filas oficialistas pasan
todos sus esfuerzos por el filo de la aceptación de un único líder, mientras la oposición, que
no entiende que la postura contraria a
priori, (de ser la némesis de todo cuanto emerja del gobierno), no encierra la estrategia que es capaz de
superar las limitaciones del chavismo, sumido ya de por si en sus
“endógenas” e insalvables limitaciones, propias de toda aquella épica vivida a
través de la existencia de un solo hombre, por muy bueno o malo que resultase
ser.
Por estas cosas pintadas en el
lienzo nacional de hoy en día, es que en la pasada entrada les decía (y añado
ahora dos palabras al final):
“Pareciera que nadie ha entendido las premisas básicas
de la lucha inteligente, de la lucha que exige de resistencia: Hablar con la
verdad en la mano, y el honor en el corazón, sin violencia, sin arrogancia,
solo con humildad e integridad.”
Por esta
afirmación que me atrevo a hacer, es que creo
que muchos venezolanos, -por no decir que todos-, deberían
evaluar qué es lo que entendemos realmente por oposición:
¿Es esa “cosa” que insiste en ir en contra de quien
gobierne, alternando ese rol entre quien gana y quien pierda una elección?;
¿Es para el presente tiempo, no ser chavista?;
¿Es estar en contra del socialismo, o del comunismo,
o del capitalismo?, o debería ser:
¿Criticar todo lo que pueda mejorarse a la vista de
omisiones o de los errores cometidos, teniendo en la otra mano la solución por
consenso a plantear?
Sabemos que
cuando el gobierno es oposición (si; no se trata ni de lejos solo del PSUV
ejerciendo ese papel; -el partido es únicamente, -dada la senda asumida-, un
promotor de las ideas de Chávez, al tiempo que un garante de su reelección-:
Sabemos desde hace rato que la participación “activa” del aparato gubernamental
en ese rol es fundamental para mantener la idea de un enemigo culpable, siempre
externo y ajeno a cualquier decisión
errónea del mismo gobierno), la división artificial de la nación es un hecho. El
resultado de semejante estrategia básica desde hace más de 10 años ha puesto al
descubierto su riesgo principal: una Venezuela que se disolvió, y una que no
supo nacer. La indefinición y la falta de unidad, es el principal hándicap ahora.
Al presente, aún
con un futuro nacional inmediato borroso como nunca debido a lo ya expresado, a
la incertidumbre que rodea la salud del Sr. presidente, y a las medidas políticas
que deberían tomarse, buscando aguantar los desaciertos económicos que
inevitablemente vivimos, y que seguramente resultarán tremendamente impopulares
y odiosas para un pueblo acostumbrado a vivir de las postergaciones, al tiempo
que se ha conformado con las migas que
los altos jerarcas dejan caer bajo la excusa de la misión social, tenemos ante
todos la tarea de entender lo que se ha hecho bien, y lo que se ha hecho mal,
en los roles de gobierno y oposición, pues sigue siendo ello el principal por
resolver.
Es aún en este
mismo presente, (como viene siendo también en los “presentes” que se han
sucedido desde hace muchos años), donde los que han tenido a regañadientes que asumir el papel de oposición, no han entendido
en lo absoluto, lo que debía plantearse como alternativas a los errores
nacionales en estos poco más de dos últimos periodos presidenciales. Sus
acciones opositoras se han limitado a seguir “el librillo” político usado hasta
los años 90, decorándolo torpe e improvisadamente con medidas populistas tan
limitadas en su alcance real en lo social como las tomadas por el sector oficialistas,
confundiendo en ese proceso, a Hugo Chávez con la autoría intelectual de
aquella etapa de identificación de los problemas nacionales, cuando como
hemos dicho, el “autor” fue, y ha sido,
el consenso nacional que de a poco, entre pasillos y conversaciones de calle y
hasta de familia, fueron perfilando aquel conjunto de acciones necesarias para
de algún modo, ir creando el marco de referencia capaz de ir corrigiendo los
entuertos que en sucesión, se iban creando por desaciertos políticos de
gobiernos tras gobiernos, ante la
impotencia de las mayorías sociales. Eran esas acciones ya impostergables para
los mismos años 90, las que confundíamos en su necesaria fase ejecutoria, con el
“requerimiento” de que llegase “al poder”, un tipo con pantalones. Alguien que,
-sin exigirnos mucho a todos, ya que se supone que somos un país rico por
petrolero-, hiciera lo que decíamos, y no lo que él, (alojado en
Miraflores), interpretara, lo que constituye per se la génesis del proceso opositor que ha devenido en una
criatura lenta, ciega y torpe, que en realidad se ha manifestado incapaz de
actuar por un consenso que vaya mas allá del interés de quienes los dirigen y
lideran, cual chiripas siempre nerviosas, a la sombra de aquel que detenta la
presidencia en Venezuela.
Nada cambiará conforme
este patrón se mantenga. Mientras los partidos políticos sigan siendo clubes de
poder, y la política, instrumento distorsionado
que represe a los verdaderos protagonistas
de las luchas sociales honestas y consecuentes con sus ideas del progreso nacional.
Nada ha sido inútil; aún hay tiempo. En realidad es inevitable: Es cuestión de
trabajar con fe y estrategia, independientemente de los ganadores o perdedores
de hoy; el futuro se construye con los que aún no tienen edad para competir en
ese juego electoral amañado, de maquinarias partidistas forradas de recursos.
Son ellos los
únicos suficientemente inocentes, abiertos de corazón y de mente, como
para reunirse con todo aquel que en verdad quiera construir una diferencia, y
tomar lo mejor de todos los proyectos intentados en nuestro país hasta nuestros
días.
Feliz navidad
para todos los venezolanos, y los amigos que venidos de otras tierras, tratan
de encontrar entre nosotros, sentido a la vida.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Nada nuevo bajo el sol...,aún.
Ciertamente es una frase trillada para tomarla como titulo a esta entrada,
pero no encuentro un conjunto de palabras que describan mejor la actual situación
del país, donde se insiste en no variar para nada, -y en nada-, desde hace
semanas, en algún aspecto fundamental nacional, incluso si consideramos en ello la enfermedad de
Hugo Chávez, -de la hemos habíamos en el pasado-, y todo esto en medio de unas elecciones
regionales que quizás ante la mirada de la sociedad venezolana, se realizan cargadas de esas mismas fallas que vimos en los comicios
presidenciales del pasado octubre, en medio de esa marcada ausencia
del eje absoluto de una “revolución” que no ha aprendido a ir más allá del propio
líder devenido con el tiempo en especie de Atlas que soporta al mundo, sumado
todo esto a una total carencia de liderazgos
alternos al del ciudadano presidente, lo que permite a nuestra destartalada comprensión
nacional, ir así cerrando un cuadro al
fin de cuentas no nos aleja de todo lo
dicho antes en este blog.
Lo aceptemos de buena manera o no, ante nosotros tenemos que la mayor
paradoja de nuestro país sigue siendo la misma:
“EXISTIENDO LOS RECURSOS PARA SER UN
PAÍS DESARROLLADO, AÚN NO LO SOMOS”
Debajo de tal afirmación subyace una dura realidad:
No hemos logrado el entendimiento
colectivo del cómo hacerlo, ni hemos sido capaces, -a propósito de ello-, de
decidirnos a hacerlo.
Por razones que muchos no terminan de entender, seguimos enfrascados en
seguir caminando por los atajos de la indolencia, la inmoralidad y la
impunidad, pese a los brillantes
logros que puntualmente podemos denotar de los últimos gobiernos en nuestro país,
(incluido este), que más bien terminan siendo ante esos caminos elegidos al
calor de una mentalidad tercermundista, pequeños brillos de luciérnagas en medio de una oscuridad que no termina aún.
No consigo motivos para dejar de afirmar aún hoy, que Barrabas actuó sin remordimientos a la hora de mentir sobre su
estado de salud antes de las elecciones, (adelantándolas inclusive), bajo el
pretexto de que todo “se puede hacer por
la patria”. Barrabás Junior una
vez perdido en su tarea presidencialista, arrastrando según él, “su guayabo”,
cayó en la tentación de agarrarse del poder, aunque ya no fuera el de
Miraflores, como método efectivo a la vista de su entendimiento y el de sus
interesados y zalameros allegados, para mantenerse finalmente en las altas
esferas políticas de la actualidad venezolana, pero demostrando con ello finalmente
su inexistente disposición real a ser líder nacional, capaz de sembrar
entusiasmo por sus propias propuestas, casadas de verdad con la nueva visión
que necesariamente se imponía aparecer como paso previo a la acción de dar
aquel tan ansiado siguiente paso en el entendimiento nacional..
Por esto es que Barrabás Jr.
intenta volver a casa; si lo logra o fracasa será irrelevante; el hecho
irreductible es que nadie, -como él mismo-, quieren asumir el liderato
nacional. Nadie quiere o nadie aguanta una lucha frontal contra un estado “Chávez-céntrico” (…que gira en torno a Chávez).
Nadie ha entendido las premisas básicas de la lucha inteligente, de la
lucha de resistencia: Hablar con la verdad en la mano, y el honor en el corazón.
Sin violencia, sin arrogancia.
Tenemos que estar claros: No es lo mismo precisar lo que se debía hacer
en Venezuela para salir del subdesarrollo, que la manera en que finalmente se optó para intentar sin mucha claridad hacerlo, y de la
mano de quien se hizo. Las ultimas dos cosas, tomaron más protagonismo
que el hecho mismo sobre el correcto proceder que se concebía adecuado para el país en términos de verdadera justicia social, pues todo
ello se sucedió ante la interpretación inocente de que siempre es mejor “agarrar, aunque sea fallo”, que ante el
peso de una sabiduría nacional optando por un camino de constitución y leyes,
siempre más difícil de cumplir, cuando estas se perciben como externas a
nuestra propia identidad.
De allí nuestra segunda gran paradoja:
“TENIENDO UNA HISTORIA MARCADA POR EXTRAORDINARIOS Y PRECLAROS HOMBRES Y
MUJERES, CONTINUAMOS MOSTRÁNDONOS CARENTES DE UN CONCEPTO REAL DE IDENTIDAD
NACIONAL”
Ahora por ello hemos caído en la incomodísima situación en la que creemos
estar ante un pueblo épico, soberano e independiente, cuando en realidad, ningún sector social, se
ha enfrentado a esta realidad “pendular” que vivimos, donde solo somos capaces
de actual lanzándonos de un extremo a otro, sin ser capaces de apaciguarnos, de
hilar fino, y de pensar en frio, en base a nuestros pasados aciertos y errores.
Ante unas aburridas e insípidas elecciones para elegir “al resto de las cuotas de poder político
que fuera de la sombra de Chávez quedan”,
podemos apreciar como nuestra miopía, -y las apetencias individuales de todos aquellos que usurpan puestos políticos llamados a ser plataformas de justicia-, son las que mandan; cómo es que nuestra
incapacidad para hacernos unos con un
sueño nacional unificado, dicta aún nuestro accionar a veces miserable, a
veces inmaduro, pero siempre, para nuestra desgracia, subdesarrollado.
sábado, 27 de octubre de 2012
El punto no es que ganaras; es como se ganó.
En Venezuela ya no importa la voluntad popular reflejada con más o menos sabiduría
en la constitución y las leyes. Lo que importa es lo que interpreten unos pocos
en nombre de una mayoría que no atina en entender su futuro, y de esa manera lanzarse a ganar como sea en
unas elecciones para mantener la ilusión
de poder, y la ilusión de prosperidad. Lo
digo por lo que he visto en estos días en la calle; en la actitud de los que en
medio de su frustración, se sienten caídos, como en la de los ganadores, que
insisten en darle la espalda a la necesidad de acordar, y no imponer, y también
a propósito de las palabras de uno de los cómodos rectores del CNE, (que puede
jugar a los “imparciales” mientras
les pagan una millonada impronunciable), en torno a la reubicación de
electores, fuera de la pauta legal para ello, y con lo cual continuo esta
entrada:
Vicente Díaz: "Cambios de centro de votación son irregulares"
CNE admitió que los
candidatos del PSUV a gobernadores cambiaran de centro de votación después del
15 de abril.
EUGENIO G.
MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
Jueves 25 de octubre de
2012 08:24 AM
Caracas.- El
presidente de la Comisión de Participación Política y Financiamiento del
Consejo Nacional Electoral, CNE, Vicente Díaz, sostiene que los cambios
extemporáneos en los centros de votación asignados a seis candidatos a
gobernadores del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, son "absolutamente
irregulares".
Díaz declaró que estos cambios "forman parte de los obstáculos que ha de superar la sociedad democrática para recuperar el equilibrio de poderes indispensable para la vida república".
Díaz declaró que estos cambios "forman parte de los obstáculos que ha de superar la sociedad democrática para recuperar el equilibrio de poderes indispensable para la vida república".
No hay palabra honesta, ni pretexto legal y de justicia social que valga a
la hora de intentar justificar el cambio de centro de votación para algunos
candidatos del PSUV, sus familiares y allegados, mientras miles de electores “comunes
y corrientes”, son impedidos de hacer lo mismo, apelando el CNE para ello a las
pautas legales establecidas.
Es justamente eso, la esencia del tercermundismo y la soberbia que nos
corroe como nación. He allí el detalle, como decía el mexicano y siempre
recordado, Cantinflas.
Agréguele a eso lo que pudiera interpretarse de la fotografía que he subido
(Hacer click para ampliar), y tendrán el cuadro casi completo: Un camión de la misión vivienda Venezuela, -un
vehículo del gobierno-, llevando maquinas electorales. Quizás solo era parte de
una caravana militar donde no habían podido montar todas las maquinas en el camión
disponible, o quizás para nuestro pesar, resultara ser tan solo una muestra de cómo la desfachatez puede exhibirse sin
reparo alguno. En todo caso, ¿Qué hacen
maquinas electorales a bordo de un camión oficial, forrado de propaganda
política, mas de 10 días después de las elecciones presidenciales?
Usando el lenguaje
beisbolero del presidente; ¡van dos strike!
Al día siguiente de las
declaraciones del rector Díaz, ocurre lo que era de esperar; la ratificación oficial
del acto ilegal: ¡Ni más ni menos que el tercer strike!
Octubre 26, 2012 - 3:31 pm
Al Día |Nacionales |Política
CNE sobre migración de candidatos: “Se modificó para que pudieran votar”
La rectora el Consejo
Nacional Electora, Socorro Hernández, en rueda de prensa, respecto a la
migración de las 106 personas de centro de votación, dijo “se trata de una
situación excepcional donde se dieron postulaciones luego de cerrar el Registro
Electoral”.
“Nosotros recibimos una
comunicación donde nos solicitaban la posibilidad de que los candidatos que se
habían postulados puedan ejercer su derecho al sufragio, son casos
excepcionales”.
“No hay algo ni que diga ni
que no diga, eso es simplemente un análisis que podemos hacer, nosotros tenemos
la potestad para hacerlo (…) nosotros somos el Poder Electoral y nosotros
tenemos ciertas atribuciones”, aclaró.
Bien por la rectora. Sus palabras vayan por delante y sean una por una, voceros de sus actos. Sin embargo, ella debe
aclarar, ante lo que parece un atentado a lo honesto, algunas cosas:
¿A qué se refiere con “Casos
excepcionales”?;
¿Quiere decir que hay “ciudadanos
excepcionales”, o “excepciones a la ley”?
Si puede referirse a ambas partes de la última pregunta sería bueno: ¿Se
refiere a que si soy un allegado a un político, -por no decir que soy un político-,
tengo algunas consideraciones más allá de la ley?; ¿No es eso lo mismo que reconocer que como mínimo, existen dos
niveles de venezolanos?; Si es así, ¿Dónde
queda realmente el concepto de democracia?; ¿Dónde queda el verdadero poder
popular, que es el poder de uno (el de cada uno de nosotros).
Fuera de cualquier interpretación, la rectora debe reconocer que mover
electores fuera del periodo legal, es deshonesto; tiene que reconocer que ver
maquinas electorales a bordo de un camión del gobierno, casi dos semanas después
de que se supone que el plan republica las recogió y almacenó, es como mínimo,
irregular.
Y a propósito, con todas estas máquinas nuevas y tan sofisticadas con las
que se realizaron las elecciones de octubre, creo que tenemos derecho a
preguntar:
¿Qué ha pasado con las máquinas
anteriormente utilizadas?;
¿Cuánto costaron las nuevas, las viejas y ha donde fueron a parar?;
¿Terminaron revendidas a algún
otro país y recuperamos la inversión hecha, o están oxidándose en algún almacén
gubernamental?
Lo esencial de nuestro progreso sigue escapándose de nuestras manos; disfrazar
nuestros fracasos con misiones tipo comunales, mientras que la estructura burocrática
se hincha y se hace más lenta y torpe, al tiempo que lo difuso de nuestras
concepciones sociales no desaparece, no nos llevará al destino seguro al cual
anhelamos sin saberlo con claridad. El oficialismo y la oposición siguen
perdiendo el tiempo. Ninguna de las dos representa el sendero correcto. El
poder sigue burlándose de cada ciudadano, insistiendo en tratarnos como manadas
de hombres y mujeres que se contentan con poco, al no haber conocido nunca, lo
que es mucho de algo bueno.
domingo, 14 de octubre de 2012
Gana Chávez; gana el continente.
Esto con lo cual título esta entrada, no lo digo definitivamente en apoyo a la
reelección del Presidente Hugo Chávez o en desagravio a la derrota de Capriles,
y allí mismo al referirme al continente, no lo hago con alegría. Lo digo únicamente
como una respuesta irónica a propósito de lo que recientemente expresara el candidato ganador, en función de la derrota
de su oponente, durante su primera reunión con la prensa internacional:
"Nosotros no sólo derrotamos a Capriles sino a una coalición internacional"
EL UNIVERSAL
Martes 9 de octubre de 2012 01:56 PM
Caracas.- "Si alguien quiere ver una democracia vigorosa, sólida,
venga a Venezuela". Así inició Hugo Chávez la rueda de prensa con los
medios internacionales en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, a dos
días de haber sido reelecto como Presidente de la República.
Yo pregunto: ¿Cuál democracia, Sr. Presidente?
La Wikipedia nos dice de la Democracia:
“Democracia es
una forma de organización de grupos de personas, cuya característica
predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad
de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad
colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una
forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son
adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o
indirecta que le confieren legitimidad a los representantes”
En lo que resta de esta entrada al blog, trataré de explicar por qué lo expresado
por Chávez en referencia a una “coalición internacional”, y sobre una “democracia
vigorosa”, es simplemente proselitismo político, solo posible en Venezuela por
el estado de deterioro republicano existente.
Necesito, en beneficio de mi salud mental, parafrasear al Sr Presidente, y decirle lo que debió en sana
verdad, expresar sobre su triunfo:
“Nosotros no ganamos solos; lo hicimos con una coalición internacional”
Sé que esta afirmación no es sencilla de digerir, y menos aún separarla de
la velocidad y dirección con que los
acontecimientos desde las elecciones presidenciales han sucedido. Es solo ahora
que reconozco poder ver un poco mejor la escena completa que se presenta frente
a mí, y les digo que esa frase tiene mucho significado. Encierra el camino que
ha tomado la nación; refleja lo que la oposición no ha terminado de entender.
Sugiere el conjunto de factores que han influido; oculta una verdad que insinué
en la pasada entrada, escrita mientras masticaba mi impotencia humana al saber
que por ahora, las cosas seguirían iguales, o casi…
No quiero entrar en detalles sobre esto, sin antes comentar lo que ha ocurrido
en estas elecciones, de manera muy simple y directa, para que cualquiera
entrando al blog desde donde sea en este mundo, entienda lo que pasó:
Primero: El
mecanismo de elecciones utilizado en Venezuela fue hoy más avanzado y tecnificado, pero no más claro, pues se siguió basando en un registro electoral viejo y amañado, no exento en todo caso, de componendas políticas.
Segundo: Las
elecciones fueron dirigidas y dinamizadas, no por los votantes, sino por las
maquinarias partidistas; es decir: No fue un acto 100% espontaneo y libre,
carente de presión alguna.
Tercero: Las elecciones se hicieron sobre una
premisa ilegal para una de las partes: la reelección indefinida. Esta modificación
a la constitución no podía plantearse nuevamente en el mismo periodo
presidencial donde fue ya hecha, y como en efecto se hizo argumentando un ardid
jurídico (2006-2012).
Cuarto: Chávez mintió en el 2000, luego de la
aprobación de la nueva constitución, cuando dijo que 12 años eran suficientes
para gobernar, y que más tiempo seria una distorsión a lo posible.
Quinto: El presidente no mostró pruebas desde
alguna fuente neutral médica, que garantizara que no está enfermo como para
cumplir efectivamente con 6 años más de gobierno.
Sexto: Totalmente adrede, el gobierno decidió
dividir en tres partes las elecciones, cuando bien pidieron hacerse dos:
Presidente y gobernadores; luego Alcaldes y concejales. Esto se hizo con la
única intención de que todos los partidarios, -incluyendo autoridades
regionales y nacionales-, no se “distrajeran” con sus propias elecciones, en
perjuicio del candidato presidencial.
Séptimo: Todos los recursos del estado se concentraron
ilegalmente en darle ventaja a Chávez: Cadenas, propagandas, material impreso,
radio, televisión e internet.
Ahora, deteniéndome en lo primero, pese a la vergüenza que me produce de
cara a quienes lean esto en el exterior del país, digamos que la “fortaleza” del mecanismo
electoral actual, obedece tristemente en realidad a la tracalería de la que
somos capaces, si en una mesa, en cualquier centro de votación, algún testigo
se ausenta o no va, dejando el campo abierto al contrincante para modificar los
resultados, al más puro y viejo estilo del “acta
mata voto” utilizado cuando la votación era a papel.
Simple y crudo, pero cierto.
Con respecto a lo segundo, nadie puede negar que como buen alumno de los
viejos partidos políticos venezolanos, el PSUV se graduó con honores en esto de
utilizar sin medir ética ni pudor alguno, los recursos privados y estatales, así
como a los empleados, para conseguir un absoluto control de sus miembros y
simpatizantes, no solo convidándolos a votar, sino llamándolos telefónicamente
para hacer el seguimiento respectivo, y llevarlos a sus centros de votación de
ser necesario, en función de las tendencias que por sondeos en tiempo real, se
fueran observando.
El resultado fue el visto en Venezuela: Fundamentalmente, unas elecciones limpias en sus procedimientos, pero
no en su proceder.
Me cuesta creer que esta no sean las elecciones con la campaña electoral
más cara de la historia en Latinoamérica, por no decir sin validarlo
primero, que del mundo.
No hubo reparo alguno en usar y abusar de los empleados públicos, de los
vehículos gubernamentales, y de una colosal cantidad de dinero, salido de las
mismas empresas públicas, (PDVSA, CORPOELEC, Ministerios, etc.), para mover
todo lo que fuera necesario de cara a garantizar el triunfo de Chávez.
Nada existía en la administración
pública, más importante que eso. Todos los demás aspectos de la vida nacional
pasaron a segundo plano. Nadie podía reclamar nada, aunque su derecho fuera
claro de acuerdo a las leyes; cualquier acto reivindicativo en esos días era
automáticamente tomado como acto contrarrevolucionario y de traición a la
patria, ganándose quien osara a ello, el calificativo de escuálido o majunche.
Así las cosas, no pude observar un proceso de elecciones libre y pleno de
conciencia. Fue el voto de los que les convenía mantener a Chávez, por razones
emotivas, ideológicas o económicas, contra los que deseaban castigarlo por lo
que consideraran una mala gestión, así como por antipatía o por convicción ideológica
contraria, aglutinados en una heterogénea oposición.
Ahora bien, no ganamos (o perdimos)
solos…
Esto lo digo con total convicción y dolor: El voto de no menos de quizás dos millones de extranjeros cedulados indiferenciables
de los venezolanos por nacimiento, -particularmente
amigos colombianos-, decidieron el
triunfo del presidente.
En otras breves y tristes palabras: Estas fueron unas elecciones internacionales.
Latinoamérica votó.
No fue determinante el voto de los venezolanos, (que no significa en lo
absoluto, que la mitad de ellos no esté con el presidente). Ante esta situación
sin embargo, no bastaría el voto de los oposicionistas, ni de los que
utilizaron el voto como castigo. Muy en el fondo, la desvenezolanización
logró actuar en toda su extensión y cúmulo
de consecuencias: Fue determinante el sentimiento de agradecimiento del extranjero
ahora hermanado con nosotros, (incapaces
de encontrar un discurso realista que les conviniera en la voz de Capriles, lo
cual no es extraño debido a lo poco profundo de su propuesta), para que Chávez
obtuviera este triunfo.
El presidente,-como su oponente ahora perdedor-, saben esto, pero no lo
dirán. (¿Por qué creen que el presidente
de Colombia es “nuestro nuevo mejor amigo”?; ¿Por qué creen que los candidatos de oposición se reunieron con Santos?)
Duro fue también en esos días de desilusiones ante la cruda realidad
republicana que vive Venezuela, ver como
el ministro del interior decía que por motivo de las elecciones, habían “cerrado”
la frontera. ¿Qué frontera?; la de
Venezuela no es: Miles de toneladas de contrabando y gasolina pasan
semanalmente entre ambos países, y lo mismo ocurre con la permanente corriente
de personas que transitan libre e impunemente. No es difícil imaginar ese
domingo pasando gente por los caminos verdes (y no tan verdes) hacia Venezuela,
solo para votar. El transito es libre e indiscriminado.
Estemos claros desde ya, (para evitar sobresaltos xenofóbicos), que mientras
no tengan antecedentes delictivos, todos los amigos que vienen del exterior de
Venezuela tienen derecho a ser ciudadanos del país, pero siguiendo para ello,
-obviamente-, un esquema que los integre a nuestra cultura y leyes, garantizando
que sean individuos que construyan y aporten, (incluso prestando el servicio
militar y con ello estar dispuestos a derramar su sangre por esta nueva patria),
y no lo que pueden terminar siendo, con el método que el presidente autorizó
hace años, donde con solo una carta de residencia, (lo he visto con mis propios
ojos), autenticada por una agrupación de vecinos, es suficiente para justificar
su nacionalización y cedulación (y también lo he visto con mis propios ojos).
El resultado de esto ha sido la incorporación sin ningún tipo de tapujos, de
todos aquellos que de esta manera no se integran a un modelo de venezolanidad,
sino que arrastran consigo sus propios valores y culturas.
Traten por favor, sin apasionamientos, de observar la imagen de las
recientes elecciones en toda su plenitud:
Una de las más bajas abstenciones; el mayor control posible por parte
del PSUV sobre sus miembros y cautivos; la campaña con mayor cantidad de
recursos económicos por parte de un Estado que se hizo uno con el gobierno de
turno, hasta ese momento pretendiente de otro mandato; una oposición aún
ingenua, capaz de creer que tras 14 años, todas las misiones no serian
suficientes para atornillar al presidente en su silla, contando para ello únicamente
con un candidato opositor que no pudo
ofrecer mucho más que lo mismo de Chávez, con lo que finalmente no fue
capaz por ello, de estructurar una alternativa con beneficio para todos, más
allá de lo visto hasta ahora, y sobre todo para los aún más desposeídos.
Ni Capriles ni nadie más, fueron diligentes en demostrar que las misiones
se habían convertido en una “carpa de pernocta en medio de la nada” donde
quedarse a vivir, en vez de ser utilizadas como prácticos puentes para transitar
desde la ineficiencia reinante desde hace décadas, hacia una estructura de gobierno y servicios realmente funcional. Seguramente esa fue la intención inicial de
las misiones, pero los dividendos políticos que produjeron fueron simplemente
demasiado novedosos y tentadores para los políticos de turno, y fue así que se
institucionalizaron en el tiempo, como prueba viva del “interés de los gobernantes por su
pueblo”.
Una doble burocracia había nacido. Doble gasto; doble ineficiencia.
¿Qué mejor idea para crear empleos artificiales, “oportunidades” de “negocios” y la ilusión de
tener control popular para aquellos que de todas maneras siguen viviendo en
barrios sin servicios ni seguridad?
Creo que muchos políticos de oposición cayeron en la trampa de proponer como alternativa a
estas cosas, planes y propuestas más acordes a países desarrollados que al
nuestro. No comprendieron que quisieron vender maravillas del primer mundo, en
una nación sumergida en el tercer mundo.
Es un hecho ya a mi entender, que los opositores y ejecutores del voto
castigo (IMPORTANTE: que no apoyan a Capriles, aunque votaron por él), no son
suficientes para ganarle a Chávez y a los 5 o 6 millones de venezolanos que lo
apoyan (No, no es un error de matemáticas: la diferencia de votos la ponen los
extranjeros cedulados).
Tampoco hay manera, durante la revolución “misionera” actualmente en curso,
de sacar de la comodidad a esos mismos amigos, al momento de hacer su elección
electoral.
Tenemos que entender que no es culpa de ellos. Es nuestra.
Ellos no desean invadir terrenos para construir un rancho de lata, pero lo
hacen como cualquier venezolano desposeído, sabiendo que casi seguramente no
hay castigo, -ni opción alguna a ello-. Al contrario: las misiones llegarán en
su auxilio, cambiando algunos ranchos por casas, hambre por comida barata, y
salud a cambio de nada. En un país como el nuestro, donde lo elemental resulta
ser como un lujo inalcanzable para muchos, no podemos esperar algo distinto que
la derrota sistemática de la oposición al actual presidente. Por lo menos,
mientras no convenzan de que ofrecerán garantías de algo mejor, y no solo la
promesa de devolverle la señal de RCTV, a sus acaudalados dueños.
Pero antes de maldecir al presidente, los mayores de 30 años deben
preguntarse el por qué no hicieron nada por evitar que estas cosas de ahora, nacieran
como respuesta a las profundas injusticias de los 70, 80 y 90. ¿Por qué no
protestaron a los políticos que permitían el crecimiento desordenado de las
ciudades, la inmigración desmedida, los caminos verdes, el contrabando, la
falta de educación, la inflación, el matraqueo, o la vida ilusoria de querer
ser opulentos “Made in America”, sin
las leyes y reglas de los gringos?;
¿Cómo podíamos tener éxito, sin
aplicar nuestras propias reglas, para lograr aquel necesario estado de cosas
donde NADIE esté por encima de la constitución y las leyes?
La REVENEZOLANIZACIÓN.
Ahora no veo otra opción; la Venezuela que quieren los de oposición y
otros, más allá de personalismos, de líderes imbatibles o de sociedades
incoherentes, no se encuentra ya en nuestros recuerdos, ni mucho menos en el
presente, aunque sin entenderlo, estemos caminando hacia ello. Quiero decir que
la oposición nunca podrá ya volver a lo que era la nación, de la misma manera
en que los chavistas nunca llegarán a aquel país prometido a través de una
revolución que se alimenta a sí misma de esperanzas, sin que por ello arribe a puerto alguno.
Una muestra de esta situación contradictoria que vivimos, podemos palparla
muy bien en lo que el presidente decía hace poco:
“Aquí estoy parado firme. Mándeme el
pueblo, que yo sabré obedecerle. Soldado soy del pueblo, ustedes son mi jefe”
Sabemos que si se refiere al “pueblo”, tendría que hacerle caso a 8 millones que votaron por él, mas 6 millones que no lo hicieron, aparte
de otros 14 millones sin derecho a
voto por su edad. Sabemos que esto no es así. Si yo como elemento del pueblo le
planteo algo que vaya en contra de sus designios o acciones, rápidamente encontrará
la manera de reducir mis planteamientos a la nada, o seré victima de discriminación
política por la osadía de mis palabras. Entonces, ¿Cómo puede el presidente afirmar
eso, y no estar dispuesto a cambiar ni un ápice su actual proyecto político,
incluso ante las peticiones de millones de venezolanos?; obviamente, esa
llamada hecha al perdedor, -Capriles-, donde se mencionó la palabra dialogo, no
significa para nada que lo vaya a haber; cuando más, el “dialogo” se reducirá a
escuchar, pero no a concretar, si ello supusiera cambiar la base del proyecto
político, y eso es comprensible; como mínimo, para 8 millones de habitantes,
aunque con ello desnude la realidad que nos aleja precisamente de aquella
temprana definición de democracia que les mencionaba.
Estas cosas Chávez definitivamente no las visualiza. Por eso la paradoja
que nos muestra a un presidente dispuesto a reacomodar todo alegando la prosperidad
de las futuras generaciones, siendo quizás el hombre más atado al pasado que
existe en Venezuela; muy pocos por eso logran ver más allá de la actual
polarización resultante de esta muy real “miopía política y conceptual” que
vivimos, mientras que la inmigración libre y sin guía, de a poco y sin
pretenderlo, socaba todo aquello que nunca fue tema serio de consenso nacional,
en la conciencia difusa de nuestra sociedad.
Quiero proponerles que consideren la REVENEZOLANIZACION, como única manera
de tomar la sindéresis y la coherencia que necesitamos. Tenemos que aceptar
nuestras limitaciones y errores, para poder valorar nuestros aciertos y nuestras
potencialidades.
Ninguna decisión correcta en nuestro país será tomada si no logramos que por mayoría venezolana, se tome una decisión
política.
Solo una mayoría contundente, cercana en una votación a ese mítico 10
millones de votos irónicamente tantas veces pedido por el presidente para sí
mismo, logrará cambiar el rumbo; eso y
un proyecto político distinto al actual oficialista y oposicionista.
Ignoro si será un llamado a una constituyente, o si obedecerá a la
presencia de un nuevo candidato, nacido en las cenizas de ambas tendencias y
métodos de manejo político vividos. Ignoro si ello será posterior a algún
evento traumático nacional. Quizás obedezca a una secuencia de hechos, que no
impliquen sobresaltos colectivos. Simplemente, no sé.
De lo que si estoy seguro, es de que es la única manera: saltando ambos
estilos de hacer política y de cometer errores. Tenemos que llegar a un estado
de cosas, donde podamos buscar y castigar a todos los corruptos, sin que
parezca una cacería de brujas de la cuarta o de la quinta republica; es
necesario el castigo a los delitos; es menester dar el ejemplo, pues solo así
la sensación de que la ley y la constitución, están por encima de todos,
permitirá cohesionar en una sola sociedad, a nuestro pueblo.
Tenemos muchas virtudes; enfrentamos un futuro brillante incluso si luego
miramos a latinoamericana. Hay mucho por hacer, pero solo cuando aceptemos
nuestra mediocridad hoy omnipresente, y nuestra impresionante capacidad para
marañar y excusar atajos e infracciones a lo legal, a lo ético, a lo honroso.
Bolívar aún cabalga delante de nosotros, pese a estar muerto, y eso debe
ser motivo de vergüenza para todos, pues su deseo era que lo superáramos; que
fuéramos capaces de ver sobre sus hombros, hasta donde el mismo no fue capaz de
ver. La existencia humana se centra en ese fenómeno, que deja tras de sí, solo
historias escritas de pueblos que allí donde fueron sensatos, obtuvieron
glorias y reconocimiento, y donde fueron ciegos y necios, debieron conformarse
con rechinares de dientes.
Esta elección presidencial fue un trago muy amargo, tomado de un vaso aparentemente cristalino. No hubo ética; no hubo recato. Todos los políticos, con sus caras hipócritas, lo saben.
No tiene por que ocurrir de nuevo.
El registro electoral debe ser hecho de nuevo, pero esta vez con foto, cédula y partida de nacimiento de venezolano en la mano. La nueva cedulación deberá exigir pruebas irrefutables de nacimiento en el país, de manera que a los nacionalizados, podamos legalmente identificarlos y hacerlos nuestros conciudadanos, aunque debamos diferenciarlos y apartarlos de las únicas cosas donde no pueden participar por ahora, dada nuestra frágil identidad nacional: Constituyentes refundadoras, referéndum nacionales, elecciones presidenciales y elecciones de gobernadores en estados fronterizos.
Todos podemos ser ganadores, si descubrimos como librarnos de la soberbia que nos intoxica hoy en día como nación, fragmentada y débil, más allá de lo que logramos entender.
No tiene por que ocurrir de nuevo.
El registro electoral debe ser hecho de nuevo, pero esta vez con foto, cédula y partida de nacimiento de venezolano en la mano. La nueva cedulación deberá exigir pruebas irrefutables de nacimiento en el país, de manera que a los nacionalizados, podamos legalmente identificarlos y hacerlos nuestros conciudadanos, aunque debamos diferenciarlos y apartarlos de las únicas cosas donde no pueden participar por ahora, dada nuestra frágil identidad nacional: Constituyentes refundadoras, referéndum nacionales, elecciones presidenciales y elecciones de gobernadores en estados fronterizos.
Todos podemos ser ganadores, si descubrimos como librarnos de la soberbia que nos intoxica hoy en día como nación, fragmentada y débil, más allá de lo que logramos entender.
Aún hay tiempo.
domingo, 7 de octubre de 2012
Llega a su fin el proceso de elecciones: Chávez es el presidente.
Debo reconocer que pese a la poca fe que les tenía a ambos candidatos, Hugo
Chávez resultó ganador y yo equivocado. Errado en cuanto a quien ganaba, aunque
aún convencido del sendero que sigue trazando la nación. El país seguirá
cosechando el fruto de lo que por décadas sembró, mientras ahora bebe el
destilado que aquellos mismos frutos ofrecieron, no sé si para curar algún mal,
o para embriagarse en una ilusión.
Todo es posible en este mundo, y quizás las cosas mejoren. Seguramente
enfrentaremos tarde o temprano algunos reajustes de precios y hasta devaluaciones,
pero solo a su tiempo veremos las consecuencias de ello, sean cuales sean.
Mientras, el corazón del presidente, ese "corazón venezolano" como decía su propaganda, latirá con un solo ventrículo, pues medio país electoral lo rechazó. Gran lección se guarda allí, para quien quiera verla.
La iniciativa gubernamental de cedular a millones de extranjeros sin pedirles nada a cambio, ha tenido su recompensa política, y ello muestra que el presidente tiene razón en algo: Irreversible es el camino ya para Venezuela. Lo que vaya a ser esta nación, ya no depende en mi opinión exclusivamente de aquellos que nacieron en esta tierra. Un conglomerado distinto al que la épica de nuestra historia independentista pasada sugiere, está naciendo y formándose. Las consecuencias son impredecibles; por lo menos para nosotros, tanto como lo fueron en su momento para nuestros libertadores.
Las cosas no cambian hasta que se hace algo distinto, y en este caso, es hasta que alguien enseñe a como dar el siguiente paso, más allá de la cuarta; mas allá de la quinta.
La iniciativa gubernamental de cedular a millones de extranjeros sin pedirles nada a cambio, ha tenido su recompensa política, y ello muestra que el presidente tiene razón en algo: Irreversible es el camino ya para Venezuela. Lo que vaya a ser esta nación, ya no depende en mi opinión exclusivamente de aquellos que nacieron en esta tierra. Un conglomerado distinto al que la épica de nuestra historia independentista pasada sugiere, está naciendo y formándose. Las consecuencias son impredecibles; por lo menos para nosotros, tanto como lo fueron en su momento para nuestros libertadores.
Las cosas no cambian hasta que se hace algo distinto, y en este caso, es hasta que alguien enseñe a como dar el siguiente paso, más allá de la cuarta; mas allá de la quinta.
Solo me resta decir que a la luz de todos estos acontecimientos, este blog continuará navegando en el anonimato. Quizás solo fue una banalidad de mi parte, desear por un momento decirle al mundo quien soy, pues al fin y al cabo, solo soy un venezolano; uno de esos que aún quedan.
Esta es una sola nación; no deben haber dos pedazos. Lo que queda es dialogar, acordar y construir.
Esta es una sola nación; no deben haber dos pedazos. Lo que queda es dialogar, acordar y construir.
sábado, 6 de octubre de 2012
Todos ganadores; todos perdedores.
Este es un tiempo que ha tentado
para hacer pronósticos; a solo horas de
realizarse la jornada electoral en Venezuela, todo se ha dicho, menos la verdad profunda que subyace en cada uno de
estos 14 años de gobierno chavista, más que revolucionario. La oposición, de
mantener una postura visceral y sin estrategia, ha ido aprendiendo a guardar la
calma, y ha aproximarse a los hechos positivos (enterrados en ineficiencia, corrupción
e inoperancia jurídica), que pueden salvarse del actual gobierno.
Finalmente Barrabás y Barrabás Jr. se enfrentarán, y solo uno ganará. Considero,
como dije en el pasado, que las encuestas nunca mostraron la verdadera situación
de las cosas; el fantasma de la lista Tascón pulverizó cualquier tentativa de prever
resultados. La gente aprendió a callar, como en aquellos tiempos de dictadura “perezjimenista”.
Barrabas se enlodó en su propio mundo interno de Venezuelas épicas a lomo
de poderosos unicornios; en su campaña no fue capaz de ofrecer algo nuevo; nada
fresco; nada que hiciera decir, -a aquellos que no están bajo en control del
apasionamiento político-, algo así como “…hum,
en verdad que este hombre hará lo que ofrece”.
De este candidato viejo, cansado, enfermo y centro del poder de decisión
absoluto en Venezuela, solo limitado, -hasta hoy-, por las elecciones presidenciales,
pasamos al otro extremo, a la presencia
de un candidato elegido por elecciones internas primarias, (que no por carisma
y liderazgo indiscutible), capaz de concentrar en él, no solo a los apasionadamente
opositores a Chávez, sino también a todos aquellos que decidieron castigar al
presidente, y a su partido político.
La gente pareciera estar resuelta, en silencio, a salirse de esta calle que
prometía una opción distinta al
principio, pero que terminó siendo un callejón sin salida.
Pese a la enorme cantidad de gente dispuesta a pernoctar de por vida en ese
callejón, creo que la mayoría se decidió por tomar otro sendero, aunque no se
sepa a donde llevará.
Por eso en lo personal, creo que gana Barrabás Jr.
Aunque no he emitido opinión favorable a su posible papel como presidente, (por
algo los llamo a ambos Barrabás, por ser los elegidos por la “soberana asamblea
popular”, siempre en perjuicio del humilde y anónimo mesías…), por lo menos
reconozco que quizás con él en el poder, pueda sacar este blog del anonimato, ¡Y
eso sería algo!
Lo cierto en todo caso, es que de ganarle el Barrabás junior al viejo Barrabás, este tendrá solo tres años para hacer un papel mejor que
el del actual presidente; tres cortos años para dar muestras claras de comenzar
a corregir sobre cada uno de los errores
de Chávez, y para desmontar al mismo tiempo el mito que en las mentes de muchos
venezolanos, se ha creado en torno a este ya histórico personaje.
De allí en adelante, en caso de no tener éxito sobre esto que digo, Barrabás Jr. tendrá frente a él, un referéndum
revocatorio, no solo con el voto de quienes como chavistas se habrían convertido
en oposición, sino también con el de todos aquellos que estarían desilusionados.
En resumen, esto no se trata de un “ganando Capriles, olvidado Chávez”; más
bien, ganando Capriles, lo que le queda es sudar sangre.
No estoy seguro de que el joven Barrabás esté claro en este sentido; si no
lo está, tendrá que estarlo muy pronto. Le conviene, como a nosotros, porque sin duda nos ahorraría muchos sinsabores.
Su reloj no tiene una cuenta regresiva de 6 años; solo de tres. Insisto.
Fuera de lo dicho hasta ahora, también considero que si me equivoco y gana el viejo Barrabás, seguramente nuestras posibilidades
de llegar al fondo del agujero nacional, se incrementarán exponencialmente. Digo esto con mucha seriedad, porque pese a 14 años continuos de mandato, la verdadera revolución, aquella donde todos acordáramos someternos a la ley y al espíritu constitucional que nos dice como ser venezolanos, aún aguarda por nosotros, y lo hace necesariamente, más allá del propio Hugo Chávez.
Para mi es duro ver hacia atrás y ver tantas oportunidades y recursos
dilapidados, pese a los hechos puntuales positivos. Veo que independientemente
de quien ganara en el pasado, -cuando ganó Hugo Chávez-, nuestra madurez política
y social no nos hubiera llevado a un callejón muy distinto a este. Quiero creer
que la justicia social se ha hecho un espacio en la mente de todos los
venezolanos, y que el hambre por lo justo y correcto, ha germinado en nuestros
corazones. Deseo pensar que hemos ganado en estos 14 años, en más de un
sentido, aunque no pueda olvidar las miles de víctimas que tanta violencia e
impunidad han dejado sin necesidad. Miles de niños han muerto por no tener para
un tratamiento médico o una operación, mientras millones de dólares se
regalaban a extranjeros. Millones venidos de otros países tienen ahora cédula de
identidad de venezolanos con derecho a elegir presidente, sin que un gobierno fuera capaz de exigirles
fidelidad. Solo podemos sentarnos y apelar a sus corazones para atinar en la elección
del “menos malo” de los candidatos, sea
cual sea.
La falta de un régimen electoral de doble vuelta, muestra las costuras en Venezuela,
donde siempre la gente termina apostando al ganador, y no al mejor. De todas
maneras, en esta oportunidad, no había de donde más seleccionar a un buen
presidente. Por eso perdemos todos.
Voten por su respectivo candidato ganador. Pidamos a Dios la sensatez
necesaria para que no se derrame sangre cuando se sepa el resultado. Que la vida
nos dé una sorpresa y nos muestre una elección y una transición en paz, hacia
lo que sea que nos espere en nuestro futuro.
Eso sería signo claro de madurez; por eso ganamos todos.
martes, 11 de septiembre de 2012
Conveniencias van, conveniencias vienen.
Aveledo: "No
habrá ajuste macroeconómico porque no hace falta"
El Universal, domingo
9 de septiembre de 2012 11:35 AM
Caracas.- En rueda de prensa Aveledo se refirió al documento que asegura es
"falso" y que ha estado siendo mostrado como un "plan
oculto" de las políticas económicas que aplicaría el gobierno de Capriles
Radonski en una hipotética presidencia: "En Venezuela no habrá ajuste
macroeconómico, un paquetazo, porque no hace falta. No es verdad que haga
falta".
------------------
Otra perla; otro cuento de camino, y la verdad puntual, directa
y sin anestesia es esta: Los ajustes macroeconómicos si hacen falta,
pero al igual que Chávez, Capriles sabe que pese a 10 años de control
cambiario (la manera más fácil de "tapar" las malas políticas), de tarifas eléctricas y de gasolina
congeladas a precios ridículos, así como la aplastante realidad de una absoluta carencia de un aparato tecno industrial (sea privado o
estatal), robusto y autónomo, simplemente es inviable socialmente realizar
algún ajuste clásico a gran escala, sin causarle en el proceso, una carga muy difícil
de llevar, (debido a la desangrante, permanente y sistemática inflación), para
la población venezolana, a la que se le ha mantenido adicionalmente, mediante el
subterfugio de la devaluación ocasional pero bien planificada, pagando así, sin
darse cuenta, todos aquellos congelamientos insensatos y mantenidos supuestamente “por justicia
y amor al glorioso pueblo de Bolívar”.
Hay pocos recuerdos que queden grabados en la
memoria de los políticos, pero lo del Caracazo, y los disturbios que le
siguieron en menor medida en el resto del país, les mantiene lejos de cualquier
medida extremista, -como la de un paquetazo-, por muy “necesarias” que fueran
para algún economista huérfano de Padre y Madre capaz de proponer semejante
técnica quirúrgica sin anestesia, al estilo del FMI. Por eso, las cosas
seguirán por un tiempo así. Con Chávez o con Capriles.
Lo de nosotros como sociedad venezolana, es una
“Alegría de tísico”, como dicen…
Hay ilusos que creen que esta situación de
congelamiento, -aún con Chávez-, durará por siempre. Se equivocan; el
presidente sabe que ello es insostenible. Un ajuste hay que hacer, aunque sea
mínimo, pero si consiguen como introducirlo suavemente, sin que afecte con
evidencia “política”, tengan por seguro que lo harán. ¿Recuerdan como cada vez que devalúan, los políticos salen diciendo que
es que el $ está muy barato, y que esa medida estimulará el aparato productivo?
Lo que nos alcahuetea no es el control de
precios y el congelamiento de tarifas: Es el petróleo a 100$.
Lo que nos mata es esta inflación
interanual que nunca baja del 10% en promedio
para estos 25 años.
Esta ilusión nacional que pretende que el tema
no “nos hará daño” si nadie habla de él, como si se tratara de una bestia salvaje
pero dormida, que no hay que despertar es, queridos compatriotas, la viveza de
un pueblo inmaduro, en su más pura expresión.
…Y ya hemos hablado de donde sale la viveza.
En fin, y volviendo al caso de esta realidad,
lo que tenemos frente a nosotros es proselitismo político también en su estado
puro. Cualquiera que gane las elecciones, aplicará más temprano que tarde,
algunos correctivos, por muy pequeños que sean, y en ese momento todos
pagaremos la vieja deuda de estupidez que llevábamos sobre nuestros hombros,
desde aquella vez en que le dimos la espalda a la realidad económica
venezolana, allá en tiempos tan tempranos como los del presidente Luis
Herrera. Chávez lo sabe.
Las muletas petroleras que nos sostiene
año tras año, cualquier día de estos se incendian como Amuay, y todos pagaremos
el precio de tanta comodidad maquillada de revolución.
Lo más triste, es que nadie lo dice.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Deseos irracionales.
Septiembre 9, 2012. Web noticiaaldia.com:
Para la socióloga
Maryclen Stelling, en estos momentos lo único que mantiene unida a la oposición
es el deseo de sacar del panorama político al presidente y candidato socialista
Hugo Chávez.
“Esto no quiere decir
que la oposición este resteada con su líder, sino con un deseo irracional de
sacar del espectro político al presidente Chávez, independientemente del
candidato que tengan”, agregó la socióloga durante el programa conducido
por el periodista José Vicente Rangel, transmitido por Televen.
Pero más allá de ese
deseo, la analista destacó las deficiencias que tiene la candidatura del
aspirante de derecha a las presidenciales, Henrique Capriles Radonski, a quien
calificó como “un candidato fabricado, producto de un marketing político”.
----------------------
Aunque la socióloga Stelling trata de marcar un
hito de “irreversibilidad” para sus afirmaciones personales, lo cierto es que
no le funciona demasiado: De la misma manera, al “chavismo” lo mantiene unido para las elecciones, la necesidad de
mantener a Chávez en el poder. Así de simple.
Difícilmente puedo concebir que una socióloga hable
de estas cosas, con un pretendido rigor científico, sin denotar en la misma
entrevista, los factores, las variables, y los personajes que han de a poco, desmembrado
la capacidad colectiva de los pobladores de Venezuela para establecer las metas
por sí mismos. Mientras que un solo individuo se yerga como la vara en torno a
la cual crece como enredadera la revolución, esta posee la misma debilidad estructural de la planta trepadora: caerá
en el mismo momento en que lo haga su soporte y ello es lamentable, porque hay cosas necesarias de conservar y cultivar..
¿Por qué utiliza términos como “irracional”
cuando describe a la oposición?; ¿Se refiere a que son salvajes turbas
queriendo la derrota del presidente Chávez?; cualquier oposición se caracteriza
por querer ganarle las elecciones a su contrincante. ¿Dónde está lo irracional? ¿Será que ella considera a Chávez el
candidato perfecto e insustituible?; ¿El líder natural por derecho propio y por
siempre?
El asunto no es tan sencillo.
Chávez es líder circunstancial, entronizado en
el poder, no por sí mismo, sino por aquellos que a su alrededor extraen todos
sus beneficios particulares de tal situación. Así ocurre realmente con todos
los que se atornillan al poder, pasado su periodo natural.
No le quito razón sobre Capriles, pero ella no
puede negar que si Carlos Andrés Pérez, allá en 1992, durante el intento de
golpe de estado, no le da chance a Chávez de hablar por tv, la historia seria
otra, y Chávez no hubiera resultado ser un candidato fabricado sin querer,
por el presidente Pérez.
Ella sabe que de entre todos los cientos de “Chávez” que estaban “listos” para hacer
cosas, le tocó a nuestro bien conocido Hugo, (y no al comandante Arias Cárdenas, por citar solo a uno, que por
cierto, si logró los objetivos que luego se perdieron ese mismo 4 de
febrero, por los errores de Chávez…), aparecer en tv. ¿Por qué la socióloga no establece la naturaleza fortuita de este
acontecimiento, origen de su liderazgo?
En resumen, a la socióloga no le conviene decir
muchas cosas. No se confíen de una socióloga oficialista,
como tampoco de una oposicionista. Y menos durante una campaña electoral
presidencial.
¿Inmigrantes o visitantes?
(Caracas, 9 de septiembre-Noticias24).- Colectivos de inmigrantes que
hacen vida en el país marcharon hoy desde Plaza Venezuela hasta la Plaza El
Venezolano, en Caracas, en apoyo a la reelección de Hugo Chávez y para pedir la
aprobación de un instrumento legal que les permita acceder a las ventajas de la
ciudadanía.
“Pa`lante Chávez, te queremos. Todos los colombianos estamos apoyándote
(…). Él nos ha dado los motivos para seguir viviendo en esta República tan
hermosa, que es nuestro segundo hogar. Gracias comandante, y pa`lante
comandante, te queremos”, dijo Jhon Jairo Velásquez, un colombiano que
participó de la marcha.
Por su parte Julia Puello, representante del Movimiento de Países
Hermanos, dijo que Chávez ha sido el único Gobernante que dejó de considerar a
los inmigrantes como “ciudadanos de quinta”.
“Nos ha permitido acceder a todas las Misiones y a todos los planes
sociales que otorga este gobierno. Ya no somos extranjeros, somos inmigrantes
hijos de esta patria grande, y Venezuela forma parte de esa patria grande, y
nos permite a nosotros ser ciudadanos de primera. Ya no nos tratan como
animales que echaban hacia la frontera (…). Somos seres honrados y dispuestos a
trabajar por el país. El 7 de octubre con Chávez hasta la
victoria”, añadió.
--------
Me sorprende
como a veces la vida te hace llegar estas perlas, para contemplarlas y sacarles
alguna reflexión interesante.
Nada más
hace unas horas publicaba una entrada donde le pedía a los amigos venidos de
otras tierras, que ya están cedulados como venezolanos y con todos los derechos
que ello implica, a que usasen ese discreción al voto con sabiduría, y resulta
que el mismo día, en Caracas una representación de los mismos hacen una manifestación
en apoyo a Chávez, lo cual está bien, pues es su derecho, -como si lo hicieran
con Capriles-, aunque no deja ello de mostrar precisamente el lado flaco en la
manera en que Venezuela ha permitido la inmigración indiscriminada, sin pedir
NADA a cambio.
Esto es lo
que vamos a reflexionar a continuación.
Puntualicemos
primero, que ningún grupo de apoyo pro amigos extranjeros, puede negar que han penetrado
a Venezuela muchos “hermanos” latinoamericanos (y particularmente los “estimulados”
a venirse como consecuencia del Plan Colombia), con prontuario policial y
militar desde otras tierras, y que ellos sean directos artífices de las nuevas
modalidades de asalto, extorsión, secuestro y asesinato por sicariato, en el país.
Segundo, ninguno
de estos grupos puede negar que aquí en general no se le pregunta a nadie de
donde viene y a donde va. Los poquísimos deportados, son aquellos a los que se les
agarra en algún operativo, o en flagrancia de algún delito. De resto, nada de deportación.
No hay un plan sistemático para revisar los historiales de nadie; no hay planes
sistemáticos para sacarlos de las listas de beneficiarios de becas, casas, o de
cualquier otro programa de Estado. Ni antes de Chávez, ni con Chávez, y
seguramente, por el poder electoral que
ya tienen, después de Chávez.
Tercero: No
pueden negar tampoco que como viene gente buena y productiva, muchos solo han
venido partiendo de cero, y como no hay ningún tipo de control o programa de recepción
sobre ellos, hacen lo que quieren y como pueden, resultando ser al presente, porción
importante en la mayoría de los barrios de las periferias citadinas, producto
de invasiones que infringen cualquier ley venezolana al respecto. ¿Es eso
respeto a la casa que se visita?
Reconozco que
Chávez les ha dado motivos para vivir aquí: les ha dado el poder del voto, sin
pedirles nada a cambio. Casi les ha dicho que sigan siendo de donde vienen, y
agarren lo que puedan aquí. Eso no es correcto, y viniendo ustedes de donde
vienen, es también responsabilidad compartida con cada uno de vosotros, el
llamar al presidente a la reflexión, aunque ello suponga perder algunas
ventajas en el modo de vida que llevan entre nosotros, según describen durante
dicha manifestación.
Lo digo
porque la cosa no es gozar únicamente de los beneficios que citaban allí en la marcha;
eso es solo una fracción de la realidad con que un inmigrante interactúa; el
asunto está también en la necesidad de someterse a las condiciones para ser
venezolano. Hay un abismo entre ambas actitudes.
Tu, que en
un supuesto ya tienes la ciudadanía plena, obtenida con facilidad pasmosa con
solo haber presentado una carta de residencia por más de 10 años, obtenida a través
de algún miembro de directiva de junta comunal, -aunque fuera falsa, y que no
es tu caso-, ¿Realizarías el servicio militar voluntario en Venezuela, y estarías
dispuesto a defenderla ante cualquier agresor, aunque con ello se derrame tu
sangre y la de los tuyos?
¿Sí o no?: ¿Ves
por qué ese asunto de “nuestro segundo hogar”
no es tan irrelevante? Es fácil para algunos movimientos políticos aprovechar
el proselitismo del momento electoral, para pescar en rio revuelto, pero hay
que tener cuidado, sobre todo cuando no tienen en la mano los números que
apoyen con pruebas irrefutables, el beneficio positivo que haya traído a
Venezuela la presencia de millones de grupos específicos de extranjeros sin
control alguno, como si lo tuvieron los inmigrantes italianos y polacos que acudieron
antes los permisos otorgados a mediado del siglo pasado. Hay también un abismo entre
ambas circunstancias.
En estos
asuntos no puede haber medias tintas, y les pido por favor, que no me acusen de
xenofóbico solo por decir una verdad.
Ciertamente
gozas de todas las misiones, y ¿por qué no?; ¿acaso somos como de dónde
vienes?; ¿somos mejores o peores?; ¿aceptan allá en tu tierra de origen a un
venezolano, con la misma ligereza que aquí a ti se te ha recibido?; a los
venidos de Colombia en particular, les pregunto: ¿Acaso no han estado
dispuestos más de una vez, a atacar a esta “hermana” nación, solo por unas
tierras sobre las cuales después de todo, no poseen derechos?; ¿acaso nunca en
Colombia, llegaron a leer en algún periódico, la expresión “venezolanos malditos”, en esos tiempos
de corbetas penetrando aguas territoriales venezolanas?. Aún así, nadie los
objeta aquí. Así las cosas, no puedo pedirles que entiendan necesariamente las
dimensiones reales del significado de las misiones, o de la política interna
venezolana. Tampoco puedo pedirles que rectifiquen de un día para otro, pero si
puedo pedirles que reflexionen, a pesar de todo, y procuren con ello aportar
semilla buena a esta tierra, junto con nosotros. Les invitamos. Yo les invito,
pero por las buenas, -Uds. entienden-. Estamos dispuestos siempre a perdonar,
aunque no a olvidar. Eso nunca ha sido sano.
Te digo a
ti, hermano venido de otras tierras, que debes tener paciencia; primero los
venezolanos de nacimiento debemos concretar nuestra doctrina de vida como
sociedad, sin más influencias de las que ya tenemos encima, como colectivo
donde deseamos recibirte para que construyas con nosotros. Queremos entender
juntos nuestras limitaciones, y explotar como sociedad igualitaria, nuestras
potencialidades y ventajas. En esta etapa, abrirse sin medida a esa noción inspirada
en un socialismo internacional, de una “nación latinoamericana” donde todos
cabemos, sin antes estar claros en la venezolanidad y en el camino que ella nos
señala, es tan delicado y riesgoso como lo es para un niño, estar expuesto únicamente
a un ambiente donde lo único importante, fuera el bien del prójimo pero no el
de él. No vas a tener a un buen ciudadano, autosuficiente y con buena
autoestima, con esa formación. Igual cosa para una nación.
Vamos a
exigir les digo, pero solo en la misma medida en que como comunidad, puedan ustedes
dar. Cualquier cosa distinta a eso, deben admitir con el corazón en la mano, que
es un poco caprichoso, y por qué no, arrogante.
domingo, 9 de septiembre de 2012
¿Por qué el asunto se redujo a elegir entre Barrabás y Barrabás Jr?
Quisiera comenzar retomando unas palabras que
compartí con ustedes hace unas semanas:
“Chávez solo pierde
por una razón posible: Sus propios y torpes errores.
Chávez solo gana por
una razón posible: La estúpida estrategia de “oposicionista acérrimo”,
que gente como usted, (Julio Borges), asumen”
Así están aún las
cosas en mi opinión. No hay más.
Está de más casi que
recordar que estamos a un mes de aquella fecha que muchos consideran la de un
cambio para Venezuela, sea porque ratifiquen a Chávez y termine de “fundar” lo
que denominan revolución, sea porque gane Capriles y se monten en el aparato burocrático
todos los que ansían despertar de un supuesto mal sueño de 14 años. En lo
personal, no veo en realidad mayor cambio; ya lo he dicho. No hay manera de que
alguien me garantice que con el próximo gobierno, independientemente de su
color, las cosas vayan a tener un viraje importante hacia esa dirección
magnifica y comprometedora de la que tanto hemos reflexionado en este blog; una
rectificación profunda en palabras cortas. Pero no; ni siquiera la necesidad
real de concebir una rectificación se visualiza con fuerza en el horizonte de nuestras
expectativas. Ya en un plano más amplio, y quizás filosófico, podríamos ver que
lo que se ha dado hasta hoy, pareciera ser justo lo posible en función de la poca
claridad que tenemos como sociedad en lo que respecta a nuestras metas,
expectativas y propósitos. Está de más volver a decir que no sabemos aún
desarrollar un gobierno estable sin un líder presidencialista que esté encima
de todos nosotros.
Por eso es que
continuaremos observando sin rubor alguno, en mi humilde opinión, esta precaria
situación en donde por cada “ladrillo” bien hecho, pero mal pegado en
la estructura del progreso nacional, cinco son rotos, y cuatro “desaparecen” en
el proceso, yendo a veces a parar a bancos de “ladrillos” de Europa y EEUU…
Hemos sido testigos
de una lucha que es salvaje y por ello sin decoro alguno, de un lado y del otro
observamos como usan los recursos del estado, de la gobernación o de la alcaldía, -como a sus respectivos funcionarios-,
para realizar todo aquello que justamente la ley prohíbe. La política
partidista, que exige cualquier esfuerzo y justifica cualquier atropello que
pueda ser medianamente maquillado o desmentido luego por un vocero oficial,
lleva a las maquinarias electoreras a su máxima eficiencia, y al país en ese
proceso, a su mayor dispersión social.
Seguramente han
notado como ni los oficialistas, ni los oposicionistas, logran ir a unas
elecciones mediante una tarjeta unitaria; el interés de mantener cuotas de
poder individuales en sus respectivos clubes políticos, puede más que cualquier
argumento colectivo. Los ejemplos saltan a la vista de manera escandalosa, y
solo veamos dos: Primero justicia cree que ganando Capriles, ellos determinarán
todo en la repartición de los cargos, cuando en realidad, solos como partido,
sin el apoyo del resto, no llegarían ni a la esquina; igual cosa ocurre con
Chávez y su PSUV, donde primero, se niegan a compartir poder con sus demás
socios estratégicos, y luego, terminamos viendo como la gente se inscribe más
por tener el carnet partidista que facilite cualquier trámite burocrático, que
por convicción política alguna, pese a lo que cualquiera de su enquistada cúpula
de mando y poder, pueda tratar de desmentir, y todo esto en el más puro y
rancio estilo del viejo partido Acción Democrática.
Luego de todo este
cuadro, y al entrar en las estrellas del show electoral, lo cierto es que tenemos
a un Chávez agotado en su capacidad para “revolucionar” las cosas. No puede
inventar mucho más; no quedan muchas cosas a las que no le haya cambiado el
nombre ya. Al presente, no puede enderezar lo que ha crecido enrollado en torno
a si mismo durante 14 años. Solo él lidera, y a los demás únicamente les ha
quedado la opción cruda y sin sentido de ser burocracia partidista donde
pelearse entre ellos por ver quien encabeza la jaladera de bolas
presidenciales. 14 años han permitido encostrar la cultura del no reclamar, del
no criticar, y en definitiva, del no proponer mejores opciones a la que la
línea presidencial, -irónicamente casi siempre desviada y manipulada por
quienes jalan más duro debajo de Chávez-, imponga. Solo una revolución dentro
de la revolución, si ello aún fuera concebible, (que en lo personal dificulto
ya), que sea capaz de llevarse por los cachos al mismísimo Chávez si fuese
necesario, podría salvar de entre los escombros de la ya vieja revolución, a
los buenos “ladrillos” aún enteros.
En aquel otro lado,
-el derecho-, de la política venezolana, Capriles no logró despertar su musa
estadista; no fue capaz de ir más allá de sí mismo y de las limitaciones de Chávez,
para ofrecer, no algo distinto, sino algo más adelantado, más cercano a la
sindéresis que se esperaría de un presidente que hubiese aprendido lecciones
importantes de este periodo de aciertos y errores revolucionarios de gobierno.
Capriles, dejándose rodear
de personajes insulsos como Aveledo, Borges o Briquet, (y pese a mantener
distancia de M. Machado), no hizo más que ponerse plomo en las alas que la
experiencia deseaba entregarle para otros propósitos. Tan nefasto son estos
personajes para él, como lo son para Chávez Rafael Ramírez, Jorge Jiordani o Jorge Rodríguez, sin
saberlo quizás.
No digo con todo
esto que exista una alternativa a estos dos personajes; eso no existe. No en
este momento. Lo que hago es poner el dedo sobre una llaga de la que muchos
se quieren hacer los desentendidos: La mayoría terminará votando porque
están apasionados con Barrabás o con Barrabás Jr., o porque quieren castigar a
uno, poniendo al otro. Nada más; así de elemental termina siendo nuestra
concepción del mundo: Buscar al menos
malo.
Quizás por eso es
que nadie dirá:
“Ey!, hay que
corregir esto en la revolución, caiga quien caiga”; o
“Chávez, te has equivocado
en esto y en aquello; corrige ya o te despedimos de tus funciones!”;
“Chávez, las
cárceles y la inseguridad están en el reino del caos; has fracasado en eso.
Admítelo”;
“Chávez, has
fracasado en controlar la inflación; jamás pudiste bajarla del 10 o del 20%, en
14 años!”;
“Chávez, ¿Eres
capaz de contabilizar todos los dólares dilapidados en tus 14 años de gobierno?
“Chávez, ¿Cuántos corruptos hay presos en estos
14 años?;
¿Recuperamos el Esequibo?; ¿Ya nadie roba oro?
O quizás alguna frase así:
“Capriles, por
qué no te deslindaste de todos esos dinosaurios políticos?”; “¿Cuál fue
el miedo?”
“Capriles, ¿Por
qué no eres capaz de explicar en una conferencia de tres horas corridas, tu
visión de lo que debe ser la republica?”
“Capriles, ¿Por
qué no fuiste capaz de erigirte como candidato alternativo a Chávez, sin la
necesidad de ir a unas primarias para medirte con aficionados?”
“Capriles, ¿Por qué en un momento tan aciago,
permites que otros expliquen y justifiquen por ti?”
“Capriles, ¿Por qué dejas que tus asesores
engañen a la gente con lo de las misiones, si sabes que de funcionar el
gobierno como debería ser, estas no serian necesarias sin afectar a nadie?;
¿Por qué hacer demagogia tal como la hace la revolución de Chavez?
Es obvio para
ustedes seguramente, que no termino de estar conforme con ninguno de los dos
candidatos; creo que pueden reconocer que yo solo estoy sumando aquello que en
privado me diría un fanático chavista, de la oposición, y viceversa. (El
problema es que cuando un solo individuo resume ambas perspectivas y las dice,
todos lo quieren amedrentar y ridiculizar, como castigo por semejante blasfemia).
El caso, pese a los deseos de las partes con respecto a la otra, es que Capriles
por la forma en que ofrece hacer las cosas, -con el saco de gatos que lleva a
sus espaldas-, y Chávez por lo que ofreció y finalmente no entregó, (dejando
tras de sí una enorme lista de acciones incapaces de mostrarse con la cara
limpia de culpa, de injusticias, o de marañas), es por lo que ambos candidatos
tienen rabo de paja. Hace un tiempo les decía que Chávez es como el
médico especialista que identificó e intervino quirúrgicamente todas las áreas ciertamente
afectadas del cuerpo nacional con éxito, pero por tener la mala maña de no
lavarse las manos antes de operar y de hacerlo sin usar guantes, todo lo
infectó, y ahora el paciente está de pronóstico reservado. Irónicamente, frente
a esto, Capriles luce más como un médico limpio y cuidadoso, pero recién
graduado de la misión Barrio Adentro.
Cada quien con la
posibilidad de votar, debería reflexionar sobre nuestro pasado, presente y
futuro, para buscar comprender por donde y hacia donde debemos ir, pese
a que a fin de cuentas, todos tengamos finalmente que pararnos frente al vacio del
abismo que siempre se interpone entre nosotros y la esperanza, para votar y
seguir con esta evolución nacional, que va mas allá de las escalas de tiempo de
los individuos, y de las sociedades que en sus momentos conforman.
Para concluir, no
quiero dejar de dirigirles unas palabras a los dos candidatos, a los
venezolanos, y a quienes también votarán con nosotros:
Chávez, a ti te digo:
“Mancillaste tus aciertos con los errores y las oportunidades desperdiciadas;
aún no hablas con toda la verdad que logras entender; entregaste soberanía y
justicia a cambio de apoyo y pleitesía. No has sido capaz de propiciar a una
generación de relevo; una que no tenga que rendirte honores, que sea capaz de superar tus propias
carencias y limitaciones”
Capriles, a ti te
digo: “Tu pasado pareciera pesar más que tu presente o tu futuro; el
primero es difuso; el segundo es claro como el cristal que deja ver a los
parias que en torno a ti danzan pese a tus buenas intenciones; muchos de ellos son
representantes del pasado que precisamente trajo a un Chávez al poder, cuando tú
eras más joven. El último, -el futuro-, se te ve disperso, como incapaz de
generar con claridad un compromiso que pudieras escribir con tu propia vida
frente al país”
A los venezolanos: Les
ruego una vez más, analicen a donde hemos ido a parar, con todo lo bueno y todo
lo malo, y en cómo debemos dar los siguientes pasos. Este blog está dedicado a
ustedes.
A los millones de
amigos venidos de otras tierras, y a quienes se les regaló la ciudadanía
plena y con ello el derecho a elegir presidente, les pido encarecidamente:
Voten con sensatez;
vean las fallas con que ya inevitablemente llegamos a estas elecciones, y
escojan a quien pueda corregir los errores de los que fueron también testigos
en sus respectivos países de origen. Les pido que con la sensatez que no
aprendieron aquí, escojan junto a nosotros a quien nos va a gobernar,
(no a representar), bajo este ambiente que pese a todo esfuerzo, sigue teñido
de desorden e injusticia, pues la ley aún es más débil que el sentido de viveza
nacional.
Suena duro, pero es
la realidad. A esto hemos llegado, y no hay signos de que vayamos a rectificar
pronto. Medítenlo.
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