En verdad no puedo evadirlo y dejar de traerlo nuevamente al blog; es algo tan intenso y contundente, como cuando de niño, viajando por alguna carretera, y antes de que me regañaran, sacaba la cabeza por la ventana del automóvil de mi padre, y el viento inducido por la velocidad me hacia cerrar los ojos y casi no poder respirar.
Saben que los problemas medulares de Venezuela y de su sociedad, no se están tocando en su mayor parte; simplemente parecieran estar mas allá de la capacidad de todos nosotros para tan siquiera, mencionarlos.
En el contexto de los eventos por venir, y sobre los que giran las mayores inquietudes y dudas, íntimamente casados todos ellos con los sucedido hasta ahora, habría pues que preguntarse, y de cara a las elecciones del 2012, si votamos por quien ha hecho cosas positivas aunque sin haber sido capaz de mostrar que ha sabido o que sabrá tocar los asuntos medulares, o por el contrario, arriesgarse con uno (o una), con quien ni sabemos igual si le dará la cabeza para entender las terribles carencias pendientes por atender, y que apuntalan nuestra miseria sin dar muestra de retroceso.
Si llegada la campaña electoral, no damos señas de esta claros con lo que verdaderamente está pendiente y con qué prioridad deben ser atendidos, menos aun podremos exigirle la solución de los mismos al que sea, y ello a su vez mostrará la dependencia que tenemos aún de la ocurrencia de un “milagro”: es decir, la llegada de una solución ajena a nuestra verdadera capacidad para diagnosticar y solucionar nuestros problemas.
¿Cuáles son esos problemas?; los comentamos varias veces, y los hemos resumido incluso a manera de decálogos de acción estratégica, ¿Recuerdan?
Permítanme rememorarlos en términos generales ya que los hemos detallado:
Justicia de mentiritas
Seguridad ultrajada
Inmigración a sus anchas
Natalidad desbocada
Educación a las patadas
Fronteras agujereadas
Salud enferma
Economía en terapia con suero de petróleo permanente
Burocracia regateando en calles sin ley, con la improvisación y el desorden
Desvenezolanización galopante
Lo que tienen por delante aquellos que decidan ir a votar, no es nada fácil. No hay un político que no responda a lo que dice el presidente, ni un chavista (incluyendo al presidente), que no responda a lo que dice la oposición. Todos son absolutamente predecibles, y absolutamente incapaces hasta hoy de tomar todos los problemas que mencioné y presentar un cuadro integro, congruente y realizable, de corrección nacional. Lo vemos en cada decisión política que busca cambiar lo establecido, pero mas al estilo de una empresa que es disuelta y vuelta a constituir con otro nombre en una notaria, pero con los mismos individuos que quebraron la anterior.
Ojalá todo el que tiene derecho a votar, (incluyendo los millones de hombres y mujeres que no se sienten venezolanos pero que viven entre nosotros), mediten sobre esas carencias que nos desgarran de a poco, como en su momento, ocurrió en sus respectivos países de origen. A los que nacieron en esta hermosa e impresionante tierra, les pido sindéresis, “cabezas frías”, y mucho compromiso a la hora de escoger a quien mejor nos lleve a mejores puertos. Recuerden que el compromiso es para con ustedes mismos, y para con aquello que entiendan por madre patria. La suma de los intereses honestos y éticos de cada uno, serán a su vez la de las mayorías.
No le den muchas vueltas al asunto; nuestras miserias se centran no en estos problemas que he mencionado, sino en nuestra incapacidad para describir y atacar dichos problemas.
“El precipicio no es el que mata al ciego; lo hace su ceguera”
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