Nos hemos dado cuenta de lo sensible que es abordar tantos problemas en Venezuela, dado el abandono en que se encuentran y las profundas consecuencias que se han tejido.
Tocábamos estos aspectos de la miseria-pobreza en el país, y de las acciones debidamente planificadas y que sin omisiones debían tomarse para iniciar el muy largo camino de enderezar por completo las cosas. Pareciera perderse en el horizonte la cantidad de detalles por resolver, pero como simpre se dice: "Comencemos por el primero".
Creo que todos estamos claros ya a estas alturas que si debemos enderezar muchas cosas; la descomposición social de la que tanto hemos hablado, es terriblemente patente. Basta con ver como un ciudadano venezolano, o extranjero ilegal, se roba hasta los cables del alumbrado público para venderlos como chatarra, y como existen ciudadanos venezolanos, dueños de esas chatarreras, que lo compran sin rubor alguno, aún sabiendo su procedencia.
Cuando el bombillo de una plaza hay que resguardarlo con rejas de seguridad para evitar que se lo roben, o una alcaldía instala papeleras publicas y estas son robadas para uso particular, es porque algo está muy mal...
Pero no divaguemos en tantas señas de descomposición social; volvamos a algunos de los aspectos básicos.
Mencionamos antes el asunto del control de natalidad, la educación obligada en los menores de 18 años, y la meta factible de eliminar los barrios, transformándolos en urbanizaciones, y la necesidad de eliminar muchos de estos mismos barrios, reubicando a la gente en desarrollos con calor humano, en las proximidades de donde vivían si ello es posible, al mismo tiempo que se prohíbe y penaliza cualquier intento de invasión de tierras, que sólo estimulan la anarquía.
Ni hablar de la necesidad de un sistema de salud verdaderamente estructurado y unificado, en manos de una administración libre de roscas y de delincuencia organizada.
Aunque se dice fácil, sabemos que hacerlo no lo es, aunque los recursos existen. El petróleo, si justifica su extracción, es precisamente con esto.
En primer lugar, la planificación familiar y la esterilización gratuita y accesible para todos, y para ambos sexos, es impostergable, a fin de evitar que injustamente, miles de mujeres venezolanas tengan que cargar con la responsabilidad de criar familias en exceso numerosas, muchas veces sin la presencia de un padre responsable, limitándose ellas mismas en el proceso, al estar impedidas de continuar sus estudios, o de conseguir un trabajo bien calificado.
A fin de cuentas, es simple: No podemos pretender resolver un problema si permitimos que este crezca libremente. No puede haber jóvenes de menos de 21 años embarazadas, por lo menos durante un plazo razonable de tiempo, y nunca una joven menor a 18 años. El control de natalidad es prioritario para esto, Tan importante como ofrecer la esterilización gratuita a quienes ya tienen más de dos hijos, o a quienes no teniéndolos, deseen la esterilidad. La obligatoriedad de la masiva campaña comunicacional requerida será indiscutible.
En lo referente a la educación, nunca podemos bajar la guardia ante su correcta y efectiva aplicación; es la manera en hacer llegar las herramientas de la oportunidad a todos por igual. Es el molde con el que fabricamos sólidos bloques para seguir construyendo la nación. Bólivar fue claro en esto:"Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educacion."
Por otro lado, la conversión de barrios a urbanizaciónes si es posible en muchos casos. A veces será necesario reubicar a muchos pobladores a fin de crear áreas verdes, y zonas para escuelas, guarderías y empresas factibles de ser instaladas cerca de la comunidad. La tecnología actual que podemos manejar, permite hacer estas cosas.
En la conversión de barrios, algo hay que dejarle claro a los que habitan en ellos: Quizás no podamos hacer del barrio una… “urbanización privada con town houses”, pero si aseguraremos un sitio digno, con accesos libres y planificados, en un plazo de tiempo razonablemente no mayor a 10 años para todo el país, y lo mas importante: que nuestros hijos no se verán en la necesidad de tratar de fundar un nuevo barrio más miserable, localizado aun más lejos de la esperanza. La planimetria, y la fotografia aerea o satelital, serán elementos claves para mantener el control a lo largo de esos diez primeros años.
El "camino de doble vía" del que hablábamos en reflexiones pasadas, se aplica acá también, esta vez para los que estan o quieren estar demasiado bien ubicados: No podemos permitir que el abuso se apodere de los sectores de las ciudades ya urbanizadas o consagrados al colectivo o a la naturaleza, en beneficio de pocos, mediante la construcción en esos terrenos, de edificios o urbanizaciones, empresas o fabricas que corresponden mas a los cochinamente ricos (recuerden que este concepto lo tocamos anteriormente), que al resto de la población.
NADIE está en contra de que un ciudadano honesto y genuinamente con capacidad para hacer una gran casa, no la haga; lo que no se puede permitir es que esa capacidad económica se desvíe, y pretenda pasar por sobre la constitución y las leyes, para obtener privilegios que en nuestra nación, acordamos que no existirían, ya que ante Dios y nuestra alma escrita, todos somos iguales en derechos, aunque distintos en como aprovechamos nuestras respectivas oportunidades.
Este es un punto vital a recordar: El estado nos brinda la misma oportunidad a todos, pero solo nos protege, mediante los beneficios básicos de ley, de nuestras malas decisiones como personas. Es inevitable que unas tengan más éxito que otras; es ley de la vida, y tratar de "aplanar" eso mediante doctrinas, y sistemas de gobiernos no contemplados en la constitución, es sencillamente crear algo artificial e insostenible. Importante si es, como decíamos, dar igualdad de oportunidades.
Nunca el estado debe ser una muleta; sólo un piso firme y seguro donde fundar y conservar nuestro hogar, bajo el imperio de la ley.
Como vemos, los círculos concéntricos expansivos de la miseria, no se acaban solo “a punta de realazos”; requieren de un delicado entramado, donde la claridad en el papel de la constitución y las leyes, nos hace posible manejar adecuadamente los hilos del gobierno, a fin de conseguir un equilibrio entre nuestra necesidad de corregir los errores pasados, y nuestra necesidad de construir un futuro digno y pacifico.
¿Dónde está el presente en todo esto?: Muy sencillo de responder: en el punto donde ese equilibrio esté.
¡Justamente por no haber conseguido ese equilibrio, es que vivimos sin un presente!
…¿De dónde creen entonces que nos viene tanta inocencia?
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