Hace años pensaba que el reglamento de transito era claro: Verde para avanzar, amarillo como prevenido ante el inminente cambio a rojo, que finalmente indica alto antes del rayado previsto para ello.
Bueno, esa era mi impresión, pero, ¡un momento!, ¡parece que no es así!
Comencé a ver cierto patrón extraño, casi primitivo, como traído de tierras tercermundistas, ante lo cual tenía la duda: ¿Venezuela es tercermundista...?
El caso es que descubrí, manejando día a día entre la locura del tráfico, casi que aéreo, por las vertiginozas velocidades y maniobras dignas de patrullas acrobáticas de cualquier fuerza aérea, ejecutadas sin embargo, por simples ciudadanos, (y siempre es impresionante ver como, si le das paso a uno, todos pasan y te dejan de último, ¡como si en vez de autos, fueran trenes con decenas de vagones!) que en la mente de los conductores, operaba una lógica distinta, más de un mundo bizarro que de uno regido por las leyes.
Mientras me sacaba el sudor de la frente, comprendí el "código oculto" del semáforo en mi querida nación:
¡Era cierto!, y estos son los verdaderos significados:
Verde: : "¡...dale sin mirar para los lados!"
Amarillo: "¡...Acelera a fondo que ya va a cambiar!"
Rojo: " ...Parate un momento, ¡pero sólo si vienen carros!
Me pregunto: ¿Conducta natural de un país amante de la ley y su constitución, o consecuencia natural de la falta de educación, así como de campañas comunicacionales de concientización vial?
Existe la falla; ¿Pero dónde...?
1 comentario:
Pues, si en Venezuela llueve en la Ciudad de Panamá no escampa. Esta igual o peor. Acá aplican la "Ley del Juega Vivo". Horrible!!!
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