Veamos el titular en la imagen anexa.
Ahora apelemos al concepto de "Economía" de un país decididamente socialista (Chile), es decir, analicemos el asunto desde la perspectiva menos capitalista posible, para el gusto de los más escépticos; su Instituto Nacional de Estadística nos dice:
"La economía es la ciencia social que estudia cómo las familias, empresas y gobiernos organizan los recursos disponibles que suelen ser escasos, para satisfacer las diferentes necesidades y así tener mayor bienestar"
Dicho esto, dejemos claro que el oprobioso titular del diario El Nacional, decide hacer a un lado toda la retorcida realidad de la Venezuela convertida en Colonia criminal, haciendo énfasis en un dato que por si sólo, no muestra ningún crecimiento real, porque NO HAY MANERA DE QUE EN UN PAÍS SOMETIDO A UN RÉGIMEN DICTATORIAL DE ORDEN CIVICO-MILITAR, SIN EJERCICIO POSIBLE DE CIUDADANÍA EN LO ÚNICO QUE SUSTENTA TODO LO DEMÁS (la libertad), y que no sea por la vía de la rebelión, pueda hablarse de indicadores de "mejoramiento económico", cuando todos sabemos que más de tres cuartas partes de la población están sometidas invariablemente a la condición de supervivencia, pues dependen de salarios y pensiones regulados por el mismo régimen que los somete.
El "Observatorio de Finanzas", no tiene menos "miopía" que las encuestadoras que bullen entre los pasillos de Miraflores y la oposición.
Incluso si esos "indicadores" mejoraran en un 100 por ciento, seguirían siendo sólo los "indicadores" del régimen y de quienes estén alineados a éste, tal como le ha pasado en diferentes periodos de la historia al régimen cubano, o al de Corea del Norte, pero nunca en definitiva a sus respectivos pueblos, sometidos todos a nuestra misma tragedia.
Mientras no haya libertad real, no hay manera de hablar más que de "una posible y circunstancial mejora en la dieta entregada a los encarcelados", (es decir, nosotros).
No podemos nerviosamente buscar interpretar signos económicos a nuestro favor, cuando la mano que nos estrangula no da signos de aflojar.
Saben que no se trata de ser pesimista, sino ¡carajo!, de ser realistas, pisar tierra, y decidirse a hacer lo que se tiene que hacer para cambiar las cosas: salir todos a la calle.
NOTA: No, ni Guaidó ni nadie en la oposición tienen ni un sólo elemento de fuerza que sirva de amenaza al dominio absoluto que tiene el régimen; por tal motivo, no hay razón externa alguna para que el gobierno negocie algo que no sea el correr la arruga hasta el infinito.
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