sábado, 26 de diciembre de 2009

¿Por que Hugo Chávez es presidente?

Parece una pregunta trillada, pero no lo es ni de lejos, porque en realidad, poca gente aborda con seriedad, como planteamiento inicial de un análisis, esta cuestión, y muchísimo menos, se detienen a aceptar las causas y las consecuencias de su estadía en la primera magistratura del país.

Ya hemos mencionado en mas de una ocasión, algunos de los motivos para que un hombre/mujer, se levante como líder y presidente. Hablábamos de la pequeñez de un pueblo que se ve suplida, de esta manera, por el necesario “gran tamaño” del hombre/mujer que lidera, como si de una relación inversamente proporcional se tratase.

Comentábamos también la condición degradada en la que vivimos, donde el yo como nación se desfigura en cuanta imagen reflejada vemos en cualquier espejo distorsionado…

Y lo más obvio, pero menos aceptado: la absoluta, triste y patética situación en la que no existe un hombre/mujer capaz de levantarse aún, como alternativa elegible, con posibilidad de éxito, al actual ciudadano presidente, en este país.

¡Vamos!, ¡no sean duros conmigo!; seguramente algunos nombres les han saltado ya a la cabeza, -al mismo tiempo que quizás me llaman exagerado por decirles semejante "barbaridad"-, que con certeza para muchos, si son elegibles para la primera magistratura.

Bueno, déjenme decirles respetuosamente que quizás se equivocan.

Si dejan a un lado el apasionamiento, y analizan con cuidado los múltiples discursos que cada uno de esos candidatos han mantenido en el tiempo, verán que todos guardan en común, primero que nada, el terror a aceptar que este gobierno pueda haber hecho alguna cosa buena, limitándose ellos siempre a señalar cuantos "pecados y decisiones inadecuadas” identifican "hábilmente" hechas por el gobierno; segundo, ninguno ha sido capaz de establecer un discurso independiente al accionar diario del presidente, planteando de esa manera, ideas y visiones integrales de nación claras y unificadoras, dejando todos ellos siempre una sensación de imagen incompleta, e impersistente en el tiempo; tercero: TODOS tienen pies de barro, y no son capaces de afirmar -sin mentir-, que alguna vez, como buenos políticos, no han sido cómplices, participes o testigos de alguna "injusticia" (por decir lo menos), quedándose callados…

Por eso no dudo en afirmar, por lo que decía en las pasadas entradas del blog, que la oposición venezolana, mas oposicionista a ultranza que otra cosa en la actualidad, con su división, falta de claridad y de cohesión nacional, perderá cuanta elección se haga en los próximos tres años.

¿Me agrada que ocurra eso?: por supuesto que no. Considero que la diversidad de ideas es necesaria y vital en una democracia con rumbo firme(…). Sin embargo, el reconocer lo que puede pasar no significa ser traidor a un movimiento, de la misma forma que objetar al presidente cuando se lo merezca, no significa ser traidor a la patria.

Considero adecuado recordar, para quienes se sienten desanimados, que en Democracia, las buenas ideas nunca pierden; solo se postergan, cuando los hombres no indicados son los que gana. En algún momento aparecerá uno o mas líderes, capaces de haber aprendido de los errores que justamente has desdibujado cualquier alternativa seria de progreso nacional, mas allá incluso, de lo planteado por el Presidente en ejercicio constitucional.

Es por eso que en medio de algunas estridencias, y no pocas veces equivocado en sus decisiones fuera de contexto y de una estrategia, podemos aceptar que en el actual periodo de gobierno, muchas han sido políticas adecuadas en su esencia, únicamente distorsionadas por quienes con negligencia o incapacidad las implementan, debido sobretodo a la carencia en estos de una visión clara de país y de una venezolanidad idealizada pero necesaria.

Solo les doy un ejemplo de cosas que comienzan bien y terminan mal: ¿Había que cedular a los venezolanos aun sin documento de identidad?: Por supuesto que si; lo que no había que hacer, era regalar la cedula o el pasaporte a cuanto extranjero (a sabiendas esos mismos extranjeros de que cometían una ilegalidad...), que buscaron y aún buscan la manera de conseguir la mencionada cedula de identidad venezolana. No puede ser posible que con dinero, o con documentos de dudosa autenticidad, sea suficiente para dar la nacionalidad a un no nacido en estas tierras.

La única consecuencia de ello es prostituirnos a nosotros mismos.

Este problema, como muchos, para completar el cuadro, se perpetúan en el tiempo, sin que los correctivos se apliquen.

Un hombre verdadero, reconoce sus errores con humildad y arrepentimiento. Eso parece no existir en la política venezolana, por lo menos.

Volviendo al punto, cada uno de los candidateables a la primera magistratura del país, tiene ya alrededor de si, una amalgama de intereses forjados al calor de reuniones con la variopinta fauna empresarial, socios estratégicos y los hombres y mujeres de partido, que se convertirán algunos, en los nuevos burgueses del gobierno de turno, mientras otros, en peones no reconocidos en la lucha por un mejor país…

No se resistan; sólo acéptenlo. Pasó con los gobiernos anteriores, pasó con el de Hugo Chávez y pasará con el que venga, si no hacemos nada.

Tendríamos que releer todo lo escrito en el blog para volver a lo siguiente: El problema medular está en nosotros como individuos y como sociedad viviendo como una nación.

No hemos sido capaces de extender los valores y los mecanismos de la ley, hasta igualar y superar la escala de la sociedad misma. De esa manera, las lagunas que van quedando han propiciado especie de mutaciones, que algunas de ellas, como en la naturaleza, terminan siendo exitosas, y se transmiten a las generaciones siguientes. El problema es que muchas mutaciones terminan siendo muy malas, y aceleran la aparición del cáncer que se come a la sociedad misma.

Detengámonos un momento para recordar una verdad sobre un líder: Un hombre/mujer líder, debe ser sincero(a), y reconocer que debe haber un principio, unas metas y un final. Un líder es capaz de hacer eso; un político, no.

¿Van viendo el problema?; ¿captamos el por qué el respetable ciudadano Lic. Hugo Chávez es el actual presidente de la República?: Fue el que identificamos como el hombre fuerte que nos ofreció una visión. La mayoría de la gente que votó en ese momento, vio que los demás candidatos, eran "...más de lo mismo" de lo que hasta entonces ya aborrecíamos.

Esa decisión electoral comenzó con la injusticia reinante e intolerable ya a principio de los años 90, y nuestra mayoritariamente aceptada visión de que “un hombre con pantalones” era lo que hacia falta. Llegó el levantamiento del 92, y lo demás es historia...

Ahora, en nuestros corazones, en lo mas profundo de ellos, aún sin que nos demos cuenta, quizás sabemos que lo que en verdad hace falta, son hombre y mujeres con pantalones, pero millones de ellos; a decir verdad, por lo menos 25 millones de ellos. Es otras palabras, ¡a la mayoría en Venezuela!

¡Allí esta la solución, y la tranca!

Sencillamente, el tiempo de eso no ha llegado para Venezuela, aunque seguramente, Dios mediante, en sana paz, se acerca. Lo que nos toca es ir creciendo, evitando a toda costa seguir bailando una danza inútil, dando pasos hacia atrás, y otros hacia adelante, y ello significa conseguir y dejar que destaquen, hombres y mujeres comunes, capaces de sobresalir y guiar en momentos poco comunes.

Ningún edificio se construye de la azotea hacia abajo; ninguno se construye tampoco con todos sus pisos al mismo tiempo. Se debe forzosamente construir de piso en piso a la vez, comenzando muy abajo, en el mismo fondo. El secreto para no dejar la obra a medio camino es planificar los recursos necesarios, tener todos los planos de construcción al detalle, y mantener la constancia hasta lograrlo.

Es por todo esto que el ciudadano Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, fue electo y reelecto, sobreviviendo a un golpe incluso, y es por los años de gobierno constitucional que aún le resten, que también tiene mucho por hacer, siendo nuestro deber buscar los aciertos para optimizarlos, y los errores para corregirlos. Así de sencillo, sin más sobresaltos que los generados por las injusticias que no toleraremos, y las salidas del camino hacia cualquier cosa que no este en nuestra alma escrita de la nación.

domingo, 20 de diciembre de 2009

No sólo de reflexiones vive el hombre; hay que abrazar a la familia en estas fechas y decirles con amor, ¡Feliz Navidad!

Hay tantas cosas aún de las que hablar sobre Venezuela, sobre Latinoamérica y sobre el mundo, que en ocasiones, me resulta difícil seleccionar que tema importante, debe ser publicado antes de otro igualmente importante.

No puedo menos que desear sentarme en la cumbre de una montaña, mientras observamos, como los acontecimientos se suceden a la distancia, desde donde el tronar de los fracasos, y los cantos de los éxitos, no se escuchan, y la verdadera dimensión de esos eventos, puede ser percibida y utilizada.

Allí podríamos ver cual sendero es el de la sensatez, y hasta como testigos mudos contemplaríamos a veces a las masas, arrojarse por los despeñaderos que aguardan entre las montañas. Lejos estaríamos, sin embargo, de la frialdad de aquellas montañas: nuestros corazones arderían con el deseo de ayudar y prevenir aquellas malas decisiones a la hora de tomar caminos, pero no dejaríamos de recordar al mismo tiempo, que Dios ha marcado caminos, en lo que el mismo creó, y optaríamos por aguardar en silencio, a que las masas consigan llegar hasta donde estamos, para que juntos sigamos ascendiendo.

Y llegarán, porque las cúspides de la sensatez, de la sabiduría y el entendimiento, no están vedadas a nadie; en nuestra condición humana, alguien no es mas ni menos que otro, y solo el hombre mismo demarca con egoísmo, territorios como si de perros siguiendo el sin sentido de sus ya viejos instintos, orinando las paredes de la vida, se tratase…

Mientras, la casi infinita dinámica de los acontecimientos continua, y nosotros tomamos aire para continuar, aunque para estos días, mi concentración se desvía hacia mi familia, y recuerdo a quien celebramos en estas fechas, por su nacimiento, y por las profundas lecciones de amor que nos dejó.

El próximo año no será únicamente una revolución más de la Tierra alrededor del Sol; será también un ciclo de 365 días para que planifiquemos nuevas metas y retos; los años son ciclos, porque forman parte de los periodos necesarios para planificar. Los antiguos los necesitaban para planificar las cosechas; nosotros para planificar nuestra supervivencia y éxito.

A los que no creen en un Dios absoluto, que nos espera con amor, les deseo que logren conseguir algo que los haga seguir viviendo; a quienes creen en Dios, les deseo alcancen vivir y dar de su amor supremo. A todos, les doy la bendición de Dios, y mi sincero convencimiento de que alcanzarán las metas que en lo profundo de sus almas, lejos del materialismo de este mundo, aguardan por su dicha, por su felicidad.

martes, 8 de diciembre de 2009

Recuerden: Refinar lo elemental es el comienzo de todo.

Creo que tres cosas debemos hacer por sobre todo; primero, y ya lo habíamos mencionado: aceptar que tenemos fallas medulares que comenzar a resolver lo más pronto posible. Segundo: Empezar a construir cosas, y no solo pequeñas y simples, sino grandes y complicadas tecnológicamente. Nos hace falta sentir el orgullo de lo hecho por nosotros mismos, como cuando de niños o jóvenes, lográbamos hacer algo, y lo mostrábamos y usábamos con emoción. Nuestra economía se beneficiara enormemente de ello. La otra: que podemos hacer de la democracia, -la verdadera-, el mejor sistema de gobierno, haciendo lo que sentimos, es correcto, para seguir el camino más justo, libre y humano. Nos toca demostrarle a naciones como EEUU, lo que la democracia necesita avanzar para ser el método de gobierno definitivo y natural.

Pareciera increíble proponer eso, pero es totalmente viable; los EEUU no son ni de lejos, el paradigma de lo que la democracia debe ser. Incluso lo planteado por hombres como Abraham Lincoln, aún en su propia tierra, hoy día no son atendidas –y entendidas-, totalmente.

La Democracia, con los ribetes que deseen darle (socialista, progresista, cristiana, etc.), es quizás el único método de gobierno que depende estrictamente de la voluntad de un colectivo por someterse a reglas de crecimiento común, nacidas del consenso. De ninguna manera funciona, si se pretende imponer un modelo dado.

Allí esta su impresionante potencial, y he allí también, su dificultad suprema para llevarlo a efecto con éxito. Desde los griegos, ya perdidos en los laberintos del anonimato, y en los diferentes significados semánticos del termino que puedan existir, no ha sido en verdad, más que intentos tras intentos cada vez mas prometedores y longevos, para llegar hasta nuestros días, donde sorprendentemente, -en mi esperanzada opinión-, Latinoamérica se yergue en silencio, como el dominio geográfico donde la democracia puede llegar a superar definitivamente lo alcanzado hasta el sol de hoy por la humanidad.

No, no son los EEUU los llamados a crear ese siguiente estadio democrático; sus limitaciones son grandes, debido a los dogmas que su origen europeo les imponen. Como decíamos en una entrada reciente del blog, la continúa inmigración que reciben, eventualmente los hará capaces de asimilar las lecciones democráticas que de otras latitudes, y otras culturas, les llegará. Antes, la democratización total de la ONU, será un paso previo importante, mas bien determinante, para propagar el verdadero sentido de lo que el espíritu humano, allende a sus mas profundas creencias, es.

domingo, 6 de diciembre de 2009

El campo venezolano, o donde hasta las migajas parecen tesoros.

O quizás si sean tesoros. Tratar el tema del campo venezolano, ya de entrada me parece casi un “pecado”, por pretender cubrir de alguna manera, aunque sea “a vuelo de pájaro”, en un solo artículo del blog, este asunto socio económico de la nación.

El tema es complejo, de vieja data, y con una consecuencia sobre la psique del colectivo venezolano, que no puede menos que considerarse casi como una simple alusión lo que pueda escribir aquí.

Sobre la concepción de lo que la nación es, la imagen del venezolano del campo, no es en definitiva, la misma imagen que tiene el venezolano de la ciudad; la influencia extranjera, vía de los inmigraciones descontroladas, o vía de la ingerencia de los gobiernos, y empresas internacionales, han repercutido de manera distinta también sobre estos colectivos, haciendo mas difícil la integración de un único sentimiento nacional y venezolano.

Podríamos con seguridad hablar hasta de diferencias existentes entre los que habitan en los sectores urbanizados y el centro de las ciudades, de los que viven en los barrios desorganizados y desentendidos gubernamentalmente, pero estas diferencias aún resultan mínimas al compararse con la de este grupo todo, y la del campo venezolano.

Ese campo venezolano que representaba la mayoría del país antes del boom petrolero, y que se convirtió en un campo abandonado en su dimensión humana, de una manera tal, que aun ni 11 años de intentos, éxitos y fracasos del actual gobierno venezolano, han sido suficientes para enmendar ni en un 50 por ciento, lo “no hecho”, allí por los gobiernos anteriores.

Allí la inmensa mayoría de los que quedan trabajando directamente en la tierra, no son dueños de la misma. Antes nos dicen, eran de los grandes explotadores; ahora, se afirma, es de la nación. Los que menos, contaron en el pasado cuarto republicano, con asesoramiento y proyectos gubernamentales que lamentablemente, no se mantuvieron en el tiempo, propiciando la aparición de la corrupción rural, al darle forma a la desviación de los recursos estadales inicialmente asignados a la explotación agropecuaria.

Hoy en día, el campo venezolano, es donde mas se hace patente aquella expresión centralista que denomina a cualquier población que no sea Caracas, como del “interior del país”, como si de tierras lejanas y de difícil acceso se tratara, cuando la realidad es que Caracas es en efecto, el “exterior” de Venezuela, por ser la “careta” que oculta la verdadera debilidad: nuestra mentalidad sobre todo aquello que no sea ciudad y su tendencia al consumo insano, limitado solamente por la capacidad que como colectivo, tenemos para endeudarnos en lo personal.

El problema del campo venezolano es el problema de la vida en las ciudades donde el mundo se reduce a esa urbe: No importa cuanto dinero produzca el petróleo y la exigua capacidad productiva agropecuaria venezolana: todo ello se debe invertir en mantener con vida artificial, a las megas ciudades de miseria que no cesamos en agrandar, encumbrándose en esa estructura que todos soportamos sobre nuestros adoloridos hombros, a la gran Caracas que mencionábamos. Por esa razón la mayoría de las instituciones educativas agropecuarias importantes del país, están en las ciudades y no en el campo; por eso los grandes dueños de tierras en esta nación, sean inmigrantes, políticos o simples venezolanos que supieron cabalgar sobre la miseria de otros aprovechando el orden social establecido, solo van los fines de semana a sus haciendas y fincas para pasear; por eso es que los agricultores sin poder económico, tienen que esperar que el intermediario transportista les compre a precio de “gallina flaca”, los productos que con su sudor y quizás el de su familia, se cultivaron, para luego revenderlo a precios sórdidos, en las grandes ciudades.

De la misma manera, la dispersión y baja densidad poblacional rural resultante de la continua migración hacia las ciudades luego del ya mencionado boom petrolero (caso semejante al de otros países también monoproductores y petroleros), hace poco importante políticamente los votos de esos venezolanos, por lo que pocas son también las obras dignificantes materializadas en esos sitios.

Por esa razón, es que cualquier migaja dada allí, parece un tesoro; por eso es que el presidente venezolano en ejercicio, seria defendido con la sangre propia de los “campesinos” si fuera necesario: porque simplemente le ha dado a esa población, aunque de manera imperfecta y rodeado de negligencia, parte de lo que el campo venezolano a exigido durante décadas: atención, humanidad, dirección de desarrollo e inspiración de colectivo.

¿Qué es muy poco?; bueno, pregúntense que les dieron los anteriores gobiernos, y que hicieron esos mismos gobiernos por estimular una sociedad coherente, unificada, e intensamente venezolana.

Eso si es muy poco en realidad, si me permiten decirles. Los trabajadores del campo, han sido, y siguen siendo en gran medida, los hombres y mujeres más marginados de las políticas laborales, sociales y de salud del país, solo superados por las miserias que el hacinamiento y la degradación causan en las barriadas venezolanas.

¿Saben?, esta realidad que les describo, se adapta perfectamente a la del campo latinoamericano todo. Simplemente estamos hablando de Venezuela, porque como les he comentado, “el orden, comienza por casa”.

Vamos, no duden de esto: el típico trabajador del campo venezolano, es un hombre que se levanta a la faena ya a las 4 de la mañana, sino antes, para pasar el día laborando bajo el sol, y descansando, dentro de las mismas tierras donde trabaja. Al final de la semana, cobra su pírrico jornal, que muchas veces no llega al salario mínimo en su justa dimensión.

¿Su casa?; seguramente esta cerca, y cuidado si no esta localizada en la misma tierra que trabaja para otro, es decir, que no es de el. Allá sus hijos seguramente deben caminar bastante para llegar a la escuela…

¿Y si se enferma el o su familia?; bueno, antes tenia que ver como llegaba a una gran ciudad, porque casi seguramente que el ambulatorio de su población mas cercana no tenia médicos o medicamentos. Ahora la situación ha mejorado enormemente, con los centros del “barrio adentro”, pero claro, son atendidos por médicos extranjeros, pues que de paso, difícilmente un medico venezolano, después de estar 6 años en una universidad en la ciudad, soñando con ganar millones de bolívares mensuales con consultas en clínicas y hospitales al estilo gringo, con aire acondicionado, no esta para nada, ganado a vivir compartiendo la “fortuna” del que vive en el campo…

Allí comienza el meollo del asunto: la mala calidad de vida. ¿Cómo llevar la calidad que ni en las ciudades venezolanas existe, hasta el campo y sus dispersos centros poblados? Transportes seguros y eficientes, servicios completos, educación, industrias asociadas, distracción y seguridad publica, son algunos de los elementos a existir en el sitio, para que desde un medico, hasta un agrónomo, sin olvidar al político y funcionario publico que dan “un ojo” por vivir en “la capital” de la republica, deseen vivir permanentemente en el campo.

No es sencillo, y hasta raya en lo utópico; países como EEUU no lo han logrado plenamente, y ni hablar de los demás. Sin embargo, no por ello, no podemos conseguirlo.

Esta verdadera descentralización, debe estar acompañada de un traslado efectivo del bienestar social, hacia todo el país. No puede ser artificial, creando ciudades revolucionarias, que solo se alimentan del dinero gubernamental. Tiene que surgir de la mejora espontánea que la gente le haga, con la inspiración estatal ya citada.

El campo venezolano requiere mas atención; es parte natural del espíritu nacional atender a cada uno de sus ciudadanos, sin importar donde se encuentre. La agricultura, la agroindustria asociada y muchos otros aspectos técnicos y científicos claves del desarrollo nacional, deben ser instalados estratégicamente en esas tierras que dieron con su riqueza primero, y luego con su extensión enorme, campo de batalla para la gesta independentista. Sus hombre y mujeres, y los niños que conforman las siguientes generaciones, requieren de estos cambios, ya.

Cuando la memoria es débil, o los pueblos no han conocido el horror de las guerras, se suele arriesgar la vida apostando al “líder” más cautivador…

¿Eso significa que el colectivo en su mayoría se equivoca al elegir generalmente, o que sencillamente, en ocasiones no hay mejores opciones?

Si lo último es cierto, ¿Entonces debemos decir que dada la coyuntura socio política económica venezolana, se ha elegido correctamente a los que nos dirigen?

Aunque otros puedan decir lo contrario, podemos afirmar, y creo que sin dudarlo, que los 11 años del actual gobierno han sido estrictamente necesarios, dada la debacle que décadas de incapacidad para corregir lo cada vez más grave, ha producido. Simplemente, los gobiernos copeyanos y adecos (a falta de los otros partidos políticos que aunque queriendo, no llegaron al poder, salvo en la ocasión del “chiripero” aglutinado por el ya anciano ex presidente Rafael Caldera…), en su “disciplinada” alternatividad en el poder, no lograron, -porque no supieron-, cual era la esencia nacional a exaltar, y a hacer prosperar.

Millones han sido cautivados por el ahora democráticamente electo presidente, y no por porque sean masas iletradas e ignorantes, sino porque son venezolanos que no consiguieron nada mejor. ¿Qué le pretenden pedir a quienes no han tenido más esperanza que sacarse una lotería para salir de la miseria?; ¿Cómo no estar agradecido con quien ha llevado alimentos baratos y salud primaria a los barrios donde ninguna autoridad quería entrar?; El actual presidente mostró en un acto insurrecto, en 1992, lo que muchos sentían, debía hacerse. Seguro habían caminos mas decorosos, justos y prósperos, pero ese barranco era lo que al final del camino, gobiernos tras gobiernos mediocres en Venezuela, forjaron en el corazón del colectivo; ese colectivo llamado por algunos con amor, y por otros con soterrado desprecio discriminador, pueblo.

Hemos hablado mucho ya de las oportunidades perdidas, y de los recursos dilapidados; el presidente Hugo Chávez ha tenido el poder, los recursos económicos y la voluntad colectiva a seguirle que alguna vez gobernante venezolano alguno haya tenido en los últimos 150 años, lo cual no ha sido -en modo alguno-, garantía del éxito, del progreso y del bienestar que hemos soñado. Era previsible: Somos venezolanos en camino de autoconcientización.

Hasta el sol del hoy, y usando el verbo táctico-militar del primer mandatario, nos hemos contentado con algunas y muy puntuales batallas ganadas (barrio adentro, mínimo analfabetismo, etc.), pese a que a la guerra ya no se le ve fin (reelecciones indefinidas con recursos públicos a discreción del que gobierna), las batallas perdidas han sido mayoritarias (justicia, economía, seguridad social, etc.), y los bajas por muertes, ya nadie las cuenta…

Aún en medio de ese escenario, la primera pregunta que formulé al principio de este artículo, sigue siendo determinante. No había opción política aceptable, a fines de los años ´90, si queríamos por fin, enfrentar nuestros males y nuestras fallas que como tabúes sociales, y hasta personales, nadie quiere comentar, y menos afrontar.

Copeyanos y adecos solo hubieran seguido con lo mismo. La causa R (el partido –club-político del líder obrero Andrés Velásquez), allá cuando ese mismo candidato obrerista perdió dudosamente frente al reelegido Rafael Caldera, fue quizás el único asomo de cambio respirado en esta nación en los ochenta y noventa, hasta la llegada insurrecta de los militares en 1992.

El pasado, -incluso este momento presente que acaba de convertirse en pasado al leerlo-, solo sirve para aprender de los errores y aciertos, como única vía para construir con solidez el presente por llegar, y el futuro mas lejano…

Aun las próximas elecciones a producirse en Venezuela, no son ni de lejos, oportunidades claves a ser usadas con sabiduría; los oposicionistas volverán a ir divididos, con dos o tres candidatos por cargo disponible, mientras que el oficialismo, rígidamente controlado por el líder, llevara una sola opción, la que casi seguramente, ganará; “Divide y vencerás”.

Los procesos de cambio, llevan años en el caso de un individuo, pero puede llevar mucho mas tiempo que ese, cuando de colectivos dinámicos e indómitos como los pueblos, se trata. No existen colectivos sometidos por mucho tiempo; eventualmente la fuerza interna del ser humano, lejos de cualquier pragmatismo, se libera a si mismo para seguir explorando en la búsqueda eterna de lo que se es.

Vean con cuidado lo que ofrece cada bando en los que se encuentra dividido el país, y observen como concretan al final para esas elecciones: por muy buenas palabras y discursos que se digan, y por muchos “analistas” y “lideres” politiquitos que declaren en los medios de comunicación, la crudeza del interés particular, de los intereses económicos de los grupos de poder y de la sordidez de la política corrupta venezolana, harán que finalmente, el espíritu de nación sea pisoteado, y los venezolanos, en su mayoría, seguirán esperando por lo ofrecido, anhelando seguramente, -y aunque no nos guste decirlo-, no tener que mover un dedo para conseguirlo.

Creo que aquel refrán que dice el que siembra vientos, cosecha tempestades, es correcto; la Venezuela de hoy, y sus habitantes, son prueba viviente de ello. Como las tempestades verdaderas, lo que queda después, en lo arrasado, es construir con más fortaleza.

El buen tiempo llegará, cuando las masas no busquen líderes a quienes seguir, sino a representantes servidores del espíritu nacional.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sobre el concepto de estrategia y planificación estratégica (II).

Si conoces a los otros y te conoces a ti

mismo, no correrás peligro ni siquiera en cien batallas; si no

conoces a los otros, pero te conoces a ti mismo, vencerás en una

ocasión y perderás en otra; si no conoces a los otros y no te

conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.”

Sun Tzu.

Ya saben que no puedo evitar volver sobre algunos temas, cuando me parecen espinosos; como la idea no es modificar ampliamente viejas entradas del blog, tocaremos nuevamente el asunto de las estrategias, y me tomaré la libertad, con el perdón de quienes puedan ser sus ilustres autores, de expresarles buenos conceptos sobre lo importante que es manejar las estrategias,

-y no que nos manejen mediante una-.

Lo básico de las estrategias:

Les recomiendo ampliamente la lectura; no podemos hacer mucho por la nación, por el colectivo social y por nosotros mismos, claro está, si no hacemos el esfuerzo de leer. Nada ni nadie podrá sustituir esto para entender por conciencia propia, la realidad; tener a alguien que permanentemente nos diga “que es lo que pasa”, y “lo que debemos hacer”, es perdernos para siempre en los intríngulis de la ignorancia, la sumisión y finalmente, de la esclavitud.

Por eso les decía que ni este blog puede ser eterno. No es parte de la naturaleza humana ser permanente en el tiempo, Eso solo lo es Dios.

A continuación, les menciono algunas explicaciones desarrolladas por Peter Schröder, quien escribió un libro llamado “Estrategias políticas”:

Modelos de planificación política

Los modelos más empleados en el proceso de planificación política son el de Planificación según el FODA y el “planeamiento conceptual”.

El proceso de planificación estratégica en el FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas)

De acuerdo al FODA, la buena planificación estratégica opera en dos campos. En el primero, el planificador estratégico expone claramente adónde hay que ir (visión) y cuál es la intención y la razón de ser de la existencia de la organización (definición del cometido). Partiendo de la visión y del cometido, el planificador estratégico desarrolla objetivos, que son resultados finales mensurables y que reflejan si la organización se acerca o se aleja de la visión o del objetivo principal. Las estrategias deben definir cuáles son las áreas de resultados clave que se esperan y hacia los cuales deben dirigirse todos los esfuerzos, y cuáles son los indicadores especiales de eficiencia que deben ser vigilados y evaluados. En el segundo campo, el planificador estratégico intenta cimentar la organización según las realidades del entorno en el que opera. Hay dos entornos: el externo, que es la zona en la que otros influyen en la organización o en que otros son influidos por la organización, y el interno que consta de los recursos, de la fortaleza, de las oportunidades y de las limitaciones de la propia organización. El planificador estratégico debe ser capaz de advertir y evaluar las oportunidades y las amenazas del entorno externo, así como las fortalezas y las debilidades de la organización con respecto a la visión, al cometido y a los objetivos.

Mientras que por ejemplo el FODA se limita principalmente a evaluar situaciones y a formular estrategias, el “planeamiento conceptual” profundiza en la evaluación de las estrategias y, sobre todo, en la ejecución y culmina con ayuda de la planificación táctica en los cronogramas y planes de medidas. El “planeamiento conceptual” enfatiza en gran medida la ejecución a través de la planificación del trabajo de relaciones públicas; así, este método resulta sobre todo apropiado para los procesos políticos sociales. Tal y como sucede con el modelo de Sun Tzu, el “planeamiento conceptual” valora mucho la evaluación de las estrategias, la ejecución de las mismas y el control estratégico.”

Muchos autores existen especializados en el tema, pero en todo caso, la asimilación de lo básico, es lo que nos permitirá evaluar y acertar en la selección de los políticos y administradores, que usen, -como deciamos-, la estrategia y la tactica para el progreso nacional, y no para la manipulación de las masas.

Pero, ¿Quiénes son esos Estados Unidos de Norte América?

“Son una gente que viven al norte de Venezuela; tienen mucho dinero, parece que ganaron unas guerras y perdieron otras; dicen saber como hacer las cosas y se llevan por delante a los que digan que no. Ah, y claro, allí vive Mickey Mouse y se compra barato en Miami…; fulano se fue a vivir allá y gana mucho dinero; ya tiene un carro y casa equipada, ¡y eso que lo que hace es lavar sanitarios!”

Quizás es una de las tantas respuestas casi estereotipadas, que cualquier venezolano, y en general, cualquier latino, puede dar en una primera pregunta, sobre esa nación, siempre al norte de Latinoamérica, llamada: “Los Estados Unidos de Norte América”.

Un país donde ya Francisco de Miranda tuvo que hacer, en sus andanzas libertarias por el mundo, y del cual Simón Bolívar emitió opinión ante el peso que ya en la época de nuestra independencia, tuvo esa nación.

Nacida de la confluencia de ingleses, escoceses, irlandeses, franceses, más una diáspora de nacionalidades, sobre un territorio virgen, habitado solo por gentes incapaces de hacer frente al predominio técnico europeo, (siendo arrasados por estos), prontamente se erigió como la cuna de la libertad, -aunque inicialmente sólo del hombre caucásico-, capaz de sobrepasar en poder a su antiguo amo.

Como sea, desde allí partieron los primeros intentos organizados de independencia hacia nuestras tierras, y posteriormente, de allí surgieron recursos de apoyo a nuestra causa. Nunca tuvieron un papel determinante, y mas de una vez exasperaron con su ambigüedad frente a las injusticias de los ya ponientes imperios británicos y españoles, a El Libertador, quien terminó sentenciando con su famosa proclama, el cuidado a tener con la gente del Norte.

De allí, al “Green go” (Gringo), y a los abogados estadounidenses que “gentilmente” nos representaron frente a los británicos ante el problema de Guyana, -donde los ingleses no podían rebajarse a hablar con nuestros representantes-, lo único que hay es una enorme cantidad de indiferencia.

¿Pero son tan malos en realidad?; ¿Se han erguido como la plaga de América latina?, ¿Nos condenarán por siempre a ser sumisos, a ser su patio trasero?

No lo creo; primeramente debemos recordar lo que decíamos hace días sobre nuestras debilidades que hacen a su vez fuertes a quienes desde afuera, quieren cambiar algo ilegalmente en el país, luego, tenemos que aclarar que el estado de conciencia mundial ha evolucionado, mucho, e injusticias como las del imperialismo de antes, no son ya posibles. Más miedo habría que tenerle a las grandes corporaciones que logran hacer dinero, con la “mano mojada” (conciencia comprada) de todos los gobiernos, pero eso es otra historia…

En segundo lugar, y es lo más importante: Sólo son un pueblo, con una idiosincrasia, con una historia y con una dirección de trabajo que está basada en sus propias grandezas y fallas. Tengan por seguro que serian una nación más de Latinoamérica, si los españoles hubieran sido sus conquistadores y administradores. Afortunadamente, pese a algunas nefastas consecuencias, eso no sucedió. Una nación tan limitada en casi todos los sentidos, como la resultante de esa herencia colonial hispana, no hubiera podido enfrentar a un tirano como Adolf Hitler, durante lo que se convirtió en la segunda guerra mundial. El mundo sería otro, con un amo… nazi-alemán.

Los estadounidenses no son ni más ni menos que nosotros; lo único que nos diferencia, es que ellos trabajan, inventan y comercian, mientras nosotros fundamentalmente, sacamos petróleo y lo gastamos, comprando lo que gustosamente están dispuestos a vendernos.

Quieren prosperidad para su pueblo tanto como nosotros; desean hacerle saber a los demás en el mundo, lo que entienden por justicia, y todo el planeta tiene la obligación de hacerles ver donde están sus aciertos y errores.

No les puedo pedir que lean sobre la historia de los EEUU, puesto que probablemente ni la historia de Venezuela les guste leer. Sin embargo, les invito a la reflexión.

Los estadounidenses, ¿Tienen vicios?; claro que si, y terribles, por cierto, pero: ¿No los tenemos nosotros también? ¿Que no hay tantos asesinatos aquí como en EEUU, por ejemplo?; eso es falso: Quizás aquí se den 10.000 al año, mientras que allá ocurren 200.000, pero ¿Acaso no hay aquí sólo 24 millones de personas, mientras allá hay más de 250 millones?

¿Donde está “disparado” entonces el índice de criminalidad?

Podríamos hablar también que son grandes consumidores de drogas, para citar algo negativo en ellos, pero tendríamos que hablar igualmente de cómo sin medir conciencias, Latinoamérica siembra, cosecha y envía toda esa droga para allá, a cambio de verdes dólares. ¿Dónde está nuestra dignidad? ¿Somos mejores que ellos?

¿Son el imperio terrible que nos arrasará si nos descuidamos?

Ya lo hemos hablado: Son tan peligrosos, como nosotros seamos dependientes de lo que nos pueden vender. ¿Por qué invadirnos por el petróleo, si se los vendemos con los pantalones abajo, ya que necesitamos el dinero?; ¿Quieren nuestra agua dulce?; ¡Que agua dulce!, ¡si tenemos contaminado todo!; El lago de Maracaibo era el reservorio de agua dulce mas grande del mundo, decían, pero con la cloaca de Maracaibo, de Mérida y Trujillo, ¡ya ni para los peces va a servir! No me hablen del lago de Valencia, por favor…

¿Por nuestro territorio?; ¡pero si más le hemos “regalado” a los brasileños, colombianos y quien sabe a quienes mas!

Sólo son el “enemigo imperial” que quizás, algunos necesitan para justificar nuestro continuo “mirar hacia fuera”, para no darnos por aludidos, cuando el pútrido olor de nuestros vicios, inunda la casa donde dormimos. -El Galtieri de la Argentina dictatorial a principio de los ochenta, quiso ver en Inglaterra al enemigo externo que distrajera la atención de los argentinos de sus propios vicios, y tuvieron por ello, sus Malvinas, con su derrota, de la que aún no se recuperan-.

La estrategia del engaño y la distracción son conocidas desde hace miles de años, teniendo a Sun Tzu como principal artífice. Los militares y los políticos (así como la mezcla de ambos), lo saben muy bien…

En más de un sentido, los EEUU han sido el motor del mundo, y como un motor de combustión, han contaminado igual. Quizás los chinos asuman ese rol con gusto, en su afán de expansión y comercio, pero no por ello, los estadounidenses y su nación, dejarán de ser lo que históricamente les ha correspondido: Ser un catalizador de cambios.

Mientras, -y seguramente debido a esto-, los pueblos latinoamericanos siguen recibiendo grandes cantidades de remesas, producto del trabajo de millones de sus familiares que han emigrado al norte, y que a veces suponen más de un décimo de su ingreso anual total como naciones. No es el caso de Venezuela, por cierto, porque la comunidad venezolana en EEUU, -por mediocridad idiosincrásica o incapacidad-, es la que menos remesas envían a su país de origen.

Quizás a los estadounidenses les haga falta un poco del calor que como latinos tenemos, y a su vez, a nosotros nos haga falta su constancia con el trabajo, y su lucha, con sus altas y bajas, por el apego a su constitución y sus leyes.

Quizás mas adelante eso ocurra: la continua migración hacia EEUU por parte de los latinoamericanos, eventualmente creará una nueva forma de conciencia en ese país, y su mayor sensibilidad les haga extendernos la mano, no para sujetarnos, sino para liberarnos de los últimos vicios que tengamos. Como ellos, nosotros debemos hacer el mayor esfuerzo por nuestra propia cuenta para lograrlo. El camino a la grandeza no tiene atajos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Hacia el país de potente estrategia (I)

Ya que hemos establecido lo importante que resulta crear una estrategia nacional de crecimiento, sigamos las cuatro vertientes básicas para la estabilidad familiar y social mencionada en el pasado. Decíamos en una de las primeras entradas del blog: “Una familia sólo puede comer establemente y en paz, si su mesa cuenta con sus cuatro patas: Educación, Seguridad, Bienestar social y Trabajo. “.

Estas son las cuatro partes que la estrategia venezolana debe cubrir; todas al mismo tiempo, de manera tal que la sensación de injusticia, que siempre se yergue como el catalizador de la desesperanza, la ignorancia y el resquebrajamiento social, den paso a un ambiente de justicia, que al fin de cuentas, despeja el camino entre Dios y el pueblo. (Recuerden la frase que les invitaba a reflexionar al principio del blog; ¡no es cuento!

A medida que nos adentramos en los diversos componentes de cada “pata” de la mesa, vemos que la situación, frente al análisis necesario, se va poniendo difícil. No quiero proseguir sin detenerme brevemente en lo que para mí, es cada componente, como mínimo:

Educación: Se refiere a la educación básica, a la técnico-profesional y a la universitaria-profesional. Ningún menor de edad puede estar sin estudiar. Ningún mayor de edad puede estar sin trabajar, y sujeto a entrenamiento-tecnificación laboral, y esto último (lo referente a la obligatoriedad del trabajo en mayores de 18 si no se encuentran estudiando), tiene que ser deber y derecho desde la misma constitución. Obviamente, existen excepciones, como las de tipo medico y/o psicológico. Inicialmente la planificación estratégica buscará que todo niño estudie. No todos llegarán a ser productivos al nivel que se pudiera desear, pero ello aumentará el nivel cultural de la población y de la sociedad, a medida que las generaciones pasen.

Seguridad: Se refiere, justamente, a que la población pueda estar tranquila en cualquier sitio y hora. Ni amenazas internas a la vida, ni mucho menos externas, puedan afectar la psique del venezolano. El imperio, pero de la ley y del sistema judicial, debe ser omnipresente en todo el territorio. El reclamo de un solo ciudadano debe ser suficiente para que el estado ágilmente reaccione. El verdadero poder popular, es el poder de uno”.

Bienestar social: una estructura de seguro social clara, eficiente, honesta y oportuna, son vitales. Mientras existan ingresos como los actuales, la educación básica, la salud y el aporte de una pensión básica obligatoria a los mayores de 60 años, deberán existir.

Trabajo: Reglas claras en lo político, administrativo y económico, que amparen al trabajador y a la nación, al mismo tiempo que estimulen a quien en honrada hora tenga una idea que produzca trabajo y riqueza, son condiciones inobjetables para que la población logre obtener un trabajo digno. No existe teoría social o económica capaz de excusar a la dirigencia política, para no conseguir este objetivo en Venezuela, por lo menos durante los próximos 100 años.

La estrategia para estos cuatro aspectos fundamentales, estará acompañado de un cronograma, que permitirá evaluar lo aplicado y los resultados, llegado a ciertos hitos prefijados, y no retrasables ante cualquier excusa. Recuerden que los tiempos de revisión, deben ser menores a los periodos de los gobernantes, a fin de que podamos cambiarlos cuando estos no cumplan su función. Dada la actual situación deteriorada, debemos hablar quizás de evaluaciones a los seis meses, al año, a los dos años, a los 5 y a los 10, a partir del momento del arranque. Una revisión mayor debe darse en la marca de los 5 y los 10 años, a fin de establecer la dirección de trabajo para los siguientes 25 años.

El lenguaje político deberá ser constitucional, venezolano, equilibrado e inspirador; la gente mas humilde de este país, producto como sabemos del abandono y el desatino gubernamental por décadas, no quiere que se le hable como a pobres iletrados, necesarios solamente para el adoctrinamiento que los haga dependientes del partido y el estado, sino como a ciudadanos que por derecho, al ser venezolanos o extranjeros legalmente residenciados, deben ser atendidos, evitando con esto que un mega estado, actuando como muletas, permita al condenado a la injusticia y pobreza social, dar eternos y miserables pasos durante toda su vida.

El gobierno, que debe ser fiel reflejo del estado institucional, tiene por delante el lograr de manera planificada, el equilibrio nacional, lo que forzosamente llevará años, y como decíamos, más de un gobierno.

No podemos seguir construyendo sobre bases débiles y fracturadas; ese ha sido también la visión y el empeño del actual presidente de la nación, y aunque el tomara un rumbo ligeramente distinto al que propongo, no por ello podemos menospreciar el intento hecho. Insisto en lo importante que es sacar provecho de lo bueno y lo malo practicado hasta hoy; todo será necesario evaluarlo para poder avanzar. Cientos de políticas han sido ejecutadas siguiendo la estrategia presidencial, que a fin de cuentas, viene también a ser un intento último para el actual gobierno, de enderezar a una Venezuela que se balancea sin equilibrio, aunque en ello haya invertido parte del esfuerzo finalmente en construir sobre lo roto ya.

Simplemente hay mucha corrupción, y nuestra descomposición como sociedad, -tan mencionada ya en este blog-, se aproxima ya al final de la propia enfermedad que generó. La política para enmendar el daño, debe venir desde arriba, mientras que la voluntad titánica para exigirla y luego aplicarla ha de ser del pueblo como colectivo social, y no puede estar sino acompañado de administradores del dinero y la justicia publica, incorruptibles, dispuestos incluso a sacrificar su permanencia en el país, luego de pasado el durísimo periodo de tiempo que requeriremos al aplicar inicialmente la estrategia nacional de desarrollo.

Bueno amigas y amigos compatriotas, no me pidan largas proclamas alentadoras; eso se lo deben pedir a un político…

La potente estrategia, que busque impulsarnos a todos como sociedad, permitirá que la constitución se exprese cabalmente. No necesitamos ninguna refundación épica; solo ser sinceros con nosotros mismos como pueblo, y estar dispuestos a aplicar las reglas que nuestra venezolanidad ya ha escrito.

Ya sabemos cuales son las metas. Hablemos ahora de cómo llegar a ello.

Sobre el concepto de estrategia y planificación estratégica.

Aunque nuestro tema principal a futuro como ya decíamos, será el desarrollo de estrategias que sean integradas, de carácter nacional y con pautas precisas en tiempo y propósitos a cumplir, es necesario primeramente introducirnos, como ya es nuestra costumbre, en los conceptos básicos que nos permitan acertar en el desarrollo de estas, conocido ya los problemas medulares que nos aquejan.

No debemos olvidar que las herramientas estratégicas pueden ser igualmente utilizadas por una bando u otro, e incluso, por terceros (internos o externos al país), que abierta o solapadamente, buscan conseguir un objetivo, sea cual sea, como comentábamos en la entrada anterior, y esto sin importar si beneficia solo a una minoría o incluso, a un sector o individuo particular. (De mas esta decir que ya de por si, al existir dos bandos, existe también división, y esa es la seña de los grupos o colectivos que siempre pierden).

En otras palabras, las estrategias son como las armas: sirven para defendernos mediante la disuasión, o para destruir y matar a quienes se opongan a nuestras resoluciones...

Una buena imagen introductoria al asunto de las estrategias y lo qué son, lo es por ejemplo, la respuesta previamente diseñada para que, ante una marcha multitudinaria de un grupo social o político “x” digamos, tendría un gobierno o un adversario “z”: el sistema de apoyo creado para reaccionar con una contramarchar, por ejemplo. Así crean una matriz de opinión contraria, que haga contrapeso a través de los medios comunicacionales títeres, a esas iniciativas (la de la marcha de los “x”) que no convengan, de manera que termine diluyendo cualquier esfuerzo por llevar la verdad o una opinión alternativa a ese gobierno o empresa “z” que domina toda la estructura de poder de un país dado.

Veamos lo que académicamente, aunque en lenguaje sencillo, es la estrategia: Volvamos a usar como referencia a los amigos de la Wikipedia:

“Una estrategia es un conjunto de acciones planificadas que se llevan a cabo para lograr un determinado fin”.

Una buena estrategia debe:

  • Ser capaz de alcanzar el objetivo nacional deseado.
  • Realizar una buena conexión entre la sociedad y los recursos disponibles; debe ser factible y apropiada histórica e idiosincrásicamente.
  • Ser capaz de proporcionar a la nación una ventaja competitiva; debería ser única y sostenible en el tiempo, independiente de los gobiernos elegidos.
  • Debe ser dinámica, flexible y capaz de adaptarse a las situaciones cambiantes a medida que se obtienen resultados sociales, económicos y políticos.
  • Ser suficiente por sí misma (no depender de un factor ideológico o económico externo).

Una estrategia contiene un núcleo central, y este constituye el motor de todo el conjunto: la visión.

Por esta razón, una declaración efectiva de visión debe ser:

  • clara y alejada de la ambigüedad personalista y partidista.
  • que dibuje una escena nacional
  • que describa el futuro de nuestros hijos
  • que sea fácil de recordar y con la que uno pueda comprometerse
  • que incluya aspiraciones que sean realistas para la mayoría
  • que esté alineada con los valores y cultura de la nación
  • que esté orientada a las necesidades del colectivo, que es la suma de los individuos.

En general, las planificaciones estratégicas fracasan por dos tipos de razones: estrategia inapropiada y pobre implementación. La estrategia puede ser inapropiada debido a:

  • recogida inapropiada de información y su uso correcto
  • no se ha entendido la verdadera naturaleza del problema
  • es incapaz de obtener el objetivo deseado por no inspirar la venezolanidad
  • no encaja los valores ideológicos impuestos, con el de nuestra idiosincrasia, y por tanto, no es realizable.

Una estrategia puede ser implementada de forma pobre debido a:

  • sobreestimación de los recursos y habilidades disponibles
  • fracaso de coordinación, debido a la corrupción y desvalorización social
  • intento poco efectivo de obtener el soporte de otros, debido a la imposición de modelos no apoyados por la mayoría
  • subestimación de los recursos de tiempo, humanos y económicos necesarios
  • fracaso en conseguir la unión para seguir el plan establecido, debido a la división de la sociedad en bandos

Si en el pasado solía ser el liderazgo político el que dictaba la visión y la misión de la misma, actualmente se entiende que debe ser un producto colectivo y consensuado en el que participen todos los implicados en su realización. De acuerdo a este método interactivo:

  • La visión ya no puede ni debe ser dictada por la alta casta política (clásica o reaccionaria), sino que es una visión compartida por los miembros de la sociedad
  • La misión no puede ser una mera declaración, sino que debe llevarse a la práctica en acciones concretas a lo largo de un período de tiempo
  • La planificación estratégica se debe revisar y refinar periódicamente y no pasado varios años como en tiempos pasados, ya que los gobiernos cambian constantemente.

Como ven, pese a nuestro entusiasmo y empuje inicial, típico de nosotros los venezolanos, no podemos en esto tan importante, arrancar a la carrera sin conocer lo necesario, sin dejar claro lo que aún nos confunde, y sin admitir completamente, nuestras debilidades y vicios.

Próximamente entraremos en terrenos mas difíciles de explicar a mi modo de ver, y donde debemos recalcar, que solo serán ideas generales sobre posibles escenarios a desarrollar como nación. Les invito a definir esa visión que debemos tener, y a establecer los hitos que demarcaran nuestra acción en el camino de la grandeza que como nación, nos espera. En algún momento, la sindéresis, volverá a nuestros corazones, y la opinión de todos, deberá ser escuchada.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Desestabilizadores y tentáculos de ambiciones y poder, nacionales e internacionales siempre habrán...

...la pregunta es: ¿Serian una amenaza real si el país marchara bien?

La respuesta es obviamente, no. De erigirse Venezuela en lo que hemos visualizado que podría ser, ninguna organización o movimiento anti-institucional, tendría cabida en la nación. Se limitarían siempre a ser meros ridículos, fuera de contexto, y sujetos al castigo de la oportuna ley.

Pero no es el caso actualmente: la desestabilización, la infiltración, y la implantación de la mentira, tienen poderosas probabilidades de penetrar y tener éxito.

Habría que comenzar por nuestra ya citada débil identidad nacional, y nuestra casi inexistente cohesión en torno a un valor superior a nosotros mismos, pero por cierto, no impuesto por alguna particularidad en las esferas políticas, religiosas, o militares.

No vale la pena detenernos a analizar los entuertos del pasado lejano, cuando de amenazas y de su neutralización se trata, sobretodo cuando el actual gobierno venezolano, con sus 10 años a cuestas, comenzó ya hace tiempo ha contar sus actuaciones como elementos históricos, -por lo viejo que ya es-, y bastará entonces analizar los últimos años del mismo.

En esos mismos últimos años, hemos podido ser testigos de los intríngulis que desde el exterior, han sido escritos, enviados y aplicados, con el fin de retornar al viejo “statu quo” de los 70 y 80´s.

Sin embargo, la mega estructura administrativa que hemos forjado buscando superiores niveles de gobierno, se ha erigido como el propio peso muerto que amenaza con hacer colapsar la estructura misma de administración y mando gubernamental, haciendo soñar a las mentes creadoras de aquellos intríngulis, con gloriosos retornos, que en verdad nunca más regresaran...

Por esta razón, por cierto, aclaremos que por ejemplo, los estadounidenses no necesitan de bases en Colombia para espiarnos o atacarnos; les basta y sobra cualquiera de sus flotas navales para hacer eso, desde el mar, con una facilidad que causa vertigo...

Los brasileños no necesitan espías, cuando tienen hábiles empresarios que logran penetrar la estructura de decisión administrativa y política.

Los colombianos no necesitan atacarnos; les basta con barrer hacia nosotros, como ya lo hacen con el plan Colombia, a la guerrilla, el paramilitarismo, y a las clases sociales desposeídas que el estado colombiano no busca proteger ni hacer prosperar.

A otros gobiernos latinoamericanos, les basta con mover la cabeza como los perritos de adorno que se colocan en el tablero de los automóviles, para garantizar sus respectivas becas venezolanas.

Lo que nos mata es la riqueza en petro-dólares, que fácilmente pueden ser robados, si se llega a tocar la puerta burocrática adecuada. Así las cosas, nuestro peor enemigo, nuestro verdadero infiltrante, es la descomposición social, que nos hace marchar como nación, cada vez de peor manera.

Insistamos: Aún no hemos tocado el fondo, y no es necesario hacerlo, para enrumbarnos sabia y hermanadamente como venezolanos, hacia el futuro.

Sobre el titulo de una noticia en BBCMUNDO, publicado el 5 de noviembre de 2009: “El día en que España acabó con los británicos”

O como debiéramos decir: “El día que el destino condenó a Latinoamérica a la miseria”.

Se refiere a que en estos días, se hacia noticia el que un grupo de españoles fuera hasta Cartagena de indias (Colombia), para develar una placa conmemorativa a la batalla que ingleses y españoles libraron en ese paraje (14 de marzo de 1741), por el control de buena parte de las colonias de España en Suramérica, y la derrota que el imperio británico sufrió a manos de los primeros; quizás la única victoria resaltante para España…

Triste día quizás, en el que una buena estrategia, de parte de un hoy en día casi anónimo militar español, llamado Blas de Lezo, superó a la del almirante ingles Edward Verton, sellando el miserable destino que depararía a estas tierras, bajo el dominio de lo que a la larga, resultaría ser el mas insulso y atrasado de los imperios conocidos en los últimos siglos.

¿No me creen?; hagan click en la imagen anexa y díganme: ¿no corresponde la parte española del continente, con la mas atrasada hoy en día?

Claro, achacarle la culpa a los españoles por lo que somos, seria entupido; lo que concebimos como latinoamericanos, es producto ya de un par de siglos de luchas a ciegas y entre ojos cerrados, por nuestra independencia, mientras que los españoles solo fueron el “mal terreno” y parte de la “mala semilla”, sobre el cual tuvimos que levantarnos. Desprendernos de su miseria, flojera, y vanidad, es algo que nos ha llevado mucho más tiempo…

Ahora, ya sabemos que somos un extracto mal depurado de todas las virtudes y males de cuanta cultura existe en la tierra; por ello nuestro crecimiento ha sido lento, y por eso nuestro futuro también será, como compensación, grandioso, y un ejemplo inspirador para el resto de la humanidad.

Recuerdan, por cierto, -hablando de males-, cuando en Venezuela era común escuchar, de labios de los políticos, al referirse a España, como la “madre patria”?; que mayor muestra de torpeza y sometimiento al colonialismo burdo de un imperio que solo duró lo que los otros imperios le permitieron sobrevivir…

No me mal entiendan; nada de esto se conecta con la actual España en términos xenófobos, y no representa desprecio hacia sus ciudadanos, que solo buscan en todo caso, su progreso e inserción como país desarrollado, entre los mas poderosos, usando las mismas técnicas pragmáticas de orientación económica, -por cierto-,que dichos países utilizan.

El punto aquí es que por alguna razón, Dios permitió que el imperio mas ambicioso de riquezas materiales, y menos aportador de cultura de trabajo, fuera el que nos dominara, diera forma y vida como sociedad, que es hoy día, tercermundista.

Nuestra mayor debilidad frente a países como España, es dejarnos llevar por los cantos de sirena que representan sus inversiones, sus empresas y sus negocios de explotación, en cosas que no necesitamos, o que bien, por cierto, podríamos hacer nosotros mismos.

Una de las mayores mentiras que en Venezuela se puede decir, es aquella que afirma que necesitamos inversión extranjera.

NO NECESITAMOS DINERO EXTRANJERO, CUANDO ANUALMENTE, CIENTOS DE MILLONES DE DOLARES ENTRAN A LAS ARCAS DEL ESTADO, PRODUCTO DE LA RENTA PETROLERA.

Ningún gobierno extranjero, o empresa transnacional, invertirá nunca más que la capacidad posible y real de hacerlo que tiene el estado venezolano. Ninguna de ellas, por cierto, pretenderá llevarse menos de 200% de ganancia sobre cada dólar, o euro, o espejito, que traigan a nuestro país.

Lo que necesitamos es estrategia clara y realista, voluntad de hierro para hacer cumplir la justicia, con la constitución por encima de todo, junto a la Fe en el Dios que nos guía.