Ya
son aproximadamente 50 años: podemos cantarle el medio siglo de vida a este
camino tortuoso que sin pretenderlo mucho, hemos elegido andar en lo político como
país hasta el presente, desde aquella lejana década de los 70´s.
Como
guinda de ese pastel de aniversario, el mes de Enero se nos viene presentando
algo “movidito” para todos los que
estamos en el país y fuera de él: Resulta que ha ido aumentando la lista de
hechos “noticiosos” que se suman a aquellos
que han sucedido entre el 9 y el 10E nada más comenzar el año, conformados todos
por declaraciones y acciones del régimen y la oposición que lastimosamente van
de mal a peor, acelerando -ojalá-, el
inevitable choque contra la pared de la vida. Estas son las “noticias”:
1. Nicolás Maduro avisa de la realización de nuevos procesos
electorales para I: elegir lo que
está “contemplado en la constitución” (legislaciones,
gobernadores y alcaldes) y para, II:
incluir “modificaciones” en la actual
“carta magna”.
2. Ante este aviso, MCM señala que la oposición no irá a
ningún otro proceso electoral (lo que
seguramente solo se cumplirá parcialmente, dado que los pocos de oposición en
el poder, no van a querer soltar sus
respectivos puestos).
3. MCM adicionalmente señala los “7 principios para la reconquista del país”: una suma de directrices
inocuas para posiblemente seguir dando vueltas alrededor de Miraflores, sin
jamás llegar a ella.
4. El presidente electo (según
las únicas actas legales mostradas hasta ahora), el señor Edmundo González, señala que no solicitará ante el
nuevo gobierno de EEUU -ni frente a
ningún otro-, el uso de la fuerza para liberar a Venezuela del actual
régimen, y afirma que mediante el ejercicio del dialogo pacifico, se dará pie a
los cambios.
5. Los últimos informes periodísticos dan señales de la
infiltración profunda del narcotráfico y la guerrilla terrorista colombiana en
amplias zonas del territorio venezolano, mientras la explotación de recursos
minerales y petroleros continua en el Esequibo, sin que el régimen demuestre
ejercicio alguno de soberanía en el marco constitucional, al tiempo que permite
la explotación ilegal de recursos forestales y marinos.
Este
último asunto (el de la soberanía), es lo que hoy quiero abordar;
todo lo demás es la consecuencia de la repetición de las mismas estrategias y tácticas
que ambos bandos continuamente reciclan y decoran para mantener en movimiento
esa rueda que no va a ningún lado.
Empecemos
por decir sobre ese último asunto referido al territorio venezolano que, pese a
la incapacidad/decisión de inacción gubernamental, la gente aún cree y ve muy
lejano que el concepto de “Estado Fallido
/ Forajido” pueda aplicarse en la Venezuela actual que se vive (cuando lo cierto es que estamos hasta las
narices sumergidos en ese pozo de excrementos), y esto sociológicamente consigue
explicación en el hecho de que en el imaginario común, ese concepto define es a
un país que colapsó por completo, lo que resulta perturbador, porque nos dice
que para la mayoría, no es concebible reconocer que nuestra sociedad está
secuestrada entre cuatro paredes de maldad, mientras vivimos todos en el
apocalipsis de este tiempo.
Quiero
pedirles que abordemos algunas nociones que resultarán fundamentales para
entender el mencionado predicamento en el que nos encontramos y que pese al
pesimismo reinante, SI TIENE SOLUCIÓN una vez que se admite su existencia. Veamos lo
que dice la “Wikipedía” sobre el término
“Estado Fallido / Forajido”, y
observemos con nuestros propios ojos si aplica o no:
“El término Estado
fallido es empleado por expertos, políticos, periodistas y comentaristas
políticos para describir un Estado soberano que se considera ha fallado en:
garantizar el funcionamiento normal de la administración general, estabilizar
la economía, garantizar el acceso a servicios básicos a su población y
controlar la criminalidad y/o terrorismo entre otros.
Se mide el fracaso de
un estado con los siguientes parámetros:
1.
Corrupción política e ineficacia policial y judicial.
2.
Altos niveles de criminalidad, delincuencia organizada, e
inseguridad ciudadana.
3.
Altos niveles de terrorismo y narcotráfico.
4.
Incapacidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad para
responder a los dos puntos anteriores.
5.
Altos niveles de informalidad, pobreza y pobreza extrema.
6.
Crisis económicas, inflación y desempleo.
7.
Incapacidad para suministrar servicios básicos a su
población.
8.
Sobrepoblación y contaminación.
9.
Bajos porcentajes de personas con educación superior.
10.
Gran parte de la población viviendo en asentamientos
irregulares.
11.
Fuga de talento (emigración altamente cualificada).
12.
Gran parte de la población con educación primaria o
secundaria incompleta.
13.
Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio
en el uso legítimo de la fuerza.
14.
Incapacidad para responder a emergencias nacionales.
15.
Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
16.
Incapacidad para interactuar con otros Estados, como
miembro pleno de la comunidad internacional.”
Referencia: (https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_fallido)
Otra fuente más detallada: SPE-ISS-07-09 (diputados.gob.mx)
¿Observan alguna
similitud con Venezuela en las condiciones enumeradas arriba?
No
tenemos que ser literales: Interpretemos en el contexto de nuestra vivencia
diría, y descubramos si esto que dice la “Wikipedia”
se ajusta en su mayoría o no, a lo que tenemos por país.
NOTA:
El punto “8” es el único que sabemos que no está dándose, pero ello es debido a
la huida masiva de millones de compatriotas hacia otros países en busca de
cualquier cosa mejor que la que viven en nuestro territorio.
Centrémonos
además por un momento en unos documentos nacionales que son importantes para
ponernos en el contexto de lo que nos interesa hoy: las dos últimas constituciones
que fueron redactadas y que les adelanto, fueron igualmente ignoradas y/o
tergiversadas para propósitos políticos particulares en sus respectivos tiempos:
1.- Constitución vigente
al presente:
“Título I. Principios fundamentales
Artículo 1.- La
República Bolivariana de Venezuela
es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio
moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la
doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia,
la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la
autodeterminación nacional.
Artículo 2.-
Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de
Justicia, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida,
la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos,
la ética y el pluralismo político.
Artículo 3.- El Estado tiene como fines
esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad,
el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una
sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar
del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes
consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para
alcanzar dichos fines.
Artículo 4.- La
República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado en los
términos consagrados por esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial,
cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5.- La soberanía reside
intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la
forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a
ella están sometidos.”
2.- Constitución de la República de Venezuela de 1961:
“TÍTULO I: DE LA REPÚBLICA, SU
TERRITORIO Y SU DIVISIÓN POLÍTICA
Capítulo I:
Disposiciones
fundamentales
Artículo 1. La República de Venezuela es
para siempre e irrevocablemente libre e independiente de toda dominación o
protección de potencia extranjera.
Artículo 2. La
República de Venezuela es un Estado Federal, en los términos consagrados por
esta Constitución.
Artículo 3. El gobierno de la República de
Venezuela es y será siempre democrático, representativo, responsable y
alternativo.
Artículo 4. La Soberanía reside en el
pueblo, quien la ejerce, mediante el sufragio, por los órganos del Poder
Público.”
Seguro pudieron notar
de inmediato que en ambos grupos de artículos citados, se resalta la noción que
a mi modo de ver nos resultan cruciales para comenzar a abordar la idea de que Venezuela
es un “Estado Fallido”:
“La
soberanía reside intransferiblemente en el pueblo”.
Aunque
se afirme en ambos textos de forma contundente esa idea (la de la soberanía), lo cierto es que para nada esta reside actualmente
en el pueblo; primero porque la definición de “pueblo” se ha dividido a instancia del mismo régimen desde hace mas
de 25 años, entre “patriotas y escuálidos”,
y segundo, porque ya bien entrados en el siglo XXI nos hemos dado cuenta que esa
“soberanía” es más bien un concepto que
ha sido deliberadamente convertido en uno aún más ambiguo que el del mismo “Estado Fallido / Forajido”, y que a la
luz de los acontecimientos, se hace visible que el poder político ha ido posicionándose
como el controlador de todo lo que ocurre, vía sus políticos y los movimientos
partidistas de estos, junto con sus anexos militares y empresariales en el caso
de Venezuela.
Todos
-siempre obedientes a lo que les permita
mantenerse en las esferas del poder administrativo de la nación-, han ido trabajando
para crear ese relato adecuado pero retorcido, que es cada vez más burocrático
e inútil. Es en esos derroteros en los que nos hemos permitido andar desnudos y
desarmados he ir perdiendo la soberanía, siempre bajo esa interpretación política y acomodaticia
de los que administran el poder: cada cosa que hacen es “por el beneficio del pueblo”.
Por todas estas cosas es que les digo que la soberanía la perdimos cuando:
La libertad de expresión empezó a dar
señales de agonía y no hicimos nada contundente y sostenido en el tiempo al
respecto, volviéndose un ejercicio peligroso para vivir;
Cuando grandes extensiones limítrofes
del país quedaron a manos de los grupos guerrilleros, terroristas y mafiosos que
operan en ambos lados de la frontera con Colombia y Brasil, y donde la
población residente es sistemáticamente amedrentada y condicionada a vivir bajo
los términos de dichas figuras delincuenciales y no de nuestras leyes;
En el momento en que las elecciones
presidenciales las gana uno pero se autoproclama otro y no ocurre nada más
relevante que el pedir a todos que se pongan en oración;
Cuando la gente se acostumbró a la
miseria en las calles como parte de la existencia de nuestra sociedad;
Cuando en el cuartel ya no se pudo
opinar sobre algo medular de la patria, sin que se enterara el funcionario político/sapo
cubano de guardia y te encarcelaran o dieran de baja;
Cuando la sociedad se sintió cómoda
con la idea de que el régimen y su oposición se dedicaran nada más que a “administrar” los despojos de lo que fueron
Servicios Públicos antes funcionales;
Cuando la salud se volvió algo
condicionado a tu capacidad de exhibir recursos económicos para comprar todo lo
necesario antes de que se termine la guardia de turno en el hospital público;
Si a estas alturas alguien todavía tiene dudas de nuestra condición de “Estado Fallido / Estado Forajido”, mencionemos de qué manera cada uno de los postulados de la “Wikipedia” se aplican en Venezuela (salvo el ya mencionado numero “8”):
1. Corrupción política e ineficacia policial y judicial.
2. Altos niveles de criminalidad, delincuencia organizada, e inseguridad ciudadana.
3. Altos niveles de terrorismo y narcotráfico.
4. Incapacidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad para responder a los dos puntos anteriores.
5. Altos niveles de informalidad, pobreza y pobreza extrema.
6. Crisis económicas, inflación y desempleo.
7. Incapacidad para suministrar servicios básicos a su población.
8. Sobrepoblación y contaminación.
9. Bajos porcentajes de personas con educación superior.
10. Gran parte de la población viviendo en asentamientos irregulares.
11. Fuga de talento (emigración altamente cualificada).
12. Gran parte de la población con educación primaria o secundaria incompleta.
13. Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
14. Incapacidad para responder a emergencias nacionales.
15. Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
16. Incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional.”
…En serio, ¿Necesito explicarlos?; ¿No son lo suficientemente elocuentes por sí
mismos?;
Creo que se explican solos, en verdad.
Vivimos en un Estado
Fallido / Forajido, con una oposición inofensiva, y un régimen dedicado al mal,
y esto tenemos que enmendarlo pronto.
Los venezolanos nos
hemos diluido en un sinfín de soluciones imaginarias que no han podido ser
concretadas, y ello porque le hemos impuesto la condición de que han de ser
ejecutadas ante la presencia de un(a) líder de características mesiánicas; no
hemos podido acordar el darle oportunidad a la ley misma ya escrita para que
sea ejecutada y respetada a través del uso de la fuerza que llamamos orden
interno, y eso porque incluso los mismos encargados de hacerla cumplir, son
parte de la crisis. Nos estamos agotando y nuestros enemigos lo saben, mientras
buscamos consensos absolutos que son imposibles, y más bien utópicos, abriendo la ventana con ello a
los oportunistas que siempre alejados de la ley, conquistan el poder. Chávez
fue uno. Maduro otro. Ahora Edmundo y MCM lo pueden ser, aunque cabe resaltar
que sin el apoyo de la camarilla política que llevan detrás (actualmente dispersa con sus tentáculos dentro
y fuera del país), no llega ninguno de los dos al “poder”, salvo alguna insospechada sorpresa, que al día de hoy luce más
como un infantil deseo que como una realidad posible.
Estamos en una
encrucijada que aun la mayoría ni siquiera sospecha, y perdimos con ello algo
muy grave: la perspectiva de que con el
mal no se dialoga; que la única solución es combatirlo de frente hasta que
el imperio de nuestra ley prevalezca y
esté en capacidad de llevarse bajo sus mandatos, a todos por igual a la cárcel o
al patíbulo, si la infringiesen. El daño es así de grande, y ninguno en Venezuela
puede proclamarse salvador y sostener en su mano semejante designio.
Me entristece
decirlo, pero todos los “líderes políticos” actuales son parte del
problema, no de la solución.
Tenemos que aceptar
que la única manera de cambiar esto que vivimos, es entendiéndolo y empujándolo
hasta su final. Sólo así llegará algo nuevo que podría estar bajo nuestro
control, si somos sensatos y cautos.