NO quiero recordarles lo que ya
sabemos: El oficialismo, con todo el descaro del que es capaz, abusará de
cuanto recurso y empleado público pueda estar disponible, para tratar de conseguir
su aspiración de captar el mayor número de alcaldías y legisladores
municipales. Mientras, el oposicionismo, moverá lo poco que puede hacer con los
recursos que tiene,- depauperados por más de una década de continuos errores-, como
el maestro que es y que fue superado por el alumno en esa materia (el
oficialismo y el PSUV)
Como zamuros con carroña, pelearán
cada trozo de carne muerta (condición en la que de a poco se ha ido reduciendo
el poder municipal en Venezuela, debido al aparato paralelo supuestamente
diseñado para traspasar el “poder”(*) al pueblo.
(*): “Poder” para ejercitar la corrupción, al manejar una fracción de los
recursos directamente la población, mientras que el grueso de estos dineros son
administrados por la infinita maquinaria burocrática instalada para tal fin:
Dar la falsa sensación de control sobre el aparato gubernamental.
Pero, independientemente de quienes
ganen, o de cómo quede finalmente el equilibrio de poder en los estamentos más
bajos del sistema de gobierno venezolano, lo cierto es que el gobierno central
continuara administrado a discreción todos los recursos, y todas las decisiones
importantes. De aquí en adelante, en teoría, queda un periodo de “sequia” política
hasta la llegada del tiempo de llamar a referéndum revocatorio, salvo que otros
mecanismos, como la constituyente, logre después de las medidas finales económicas
que iniciarán con la etapa post 8D, el ambiente adecuado para desmantelar legalmente
el actual gobierno, en todos sus niveles.
Obviamente, lo que vendrá después,
será directa consecuencia de las decisiones que la población tome, en función de
su capacidad para entender de donde viene, donde están y a donde van.
El sillón presidencial poco a poco
se ha ido acostumbrado a las nalgas de Maduro; toma su forma y él se siente a
gusto; cómodo. Como si el mañana estuviera solo signado por el horizonte lucido
que quiere trasmitir aquella épica imagen que en una pintura tras su presencia
en cadena presidencial, adorna el escenario presidencial.
Pese a ello, hay preguntas que por
evidentes, no necesariamente tienen una respuesta clara:
¿Por qué
Maduro insiste en forzar la línea legal por marchar tras un modelo que la constitución
no considera necesario para lograr la justicia social?
¿Por qué Chávez no fue capaz de ceñirse a la constitución que el mismo
alabó y exaltó como perfecta por lo menos para los siguientes 100 años?
¿Por qué ha resultado tan exitoso este modelo paralelo de gobierno en uso
en Venezuela, que ha conseguido esquivar a los viejos conceptos que definían a
las dictaduras?
¿Por qué los dos “niños” (1) en el “corral político” (2) venezolano, se
pelean por los juguetes (3) maltrechos y viejos, mientras sus “cuidadoras” (4)
disfrutan de todo lo que les pagan los “gerentes” (5) de la “guardería” (6) por
cuidarlos?
(1): Los dos bandos o mitades en los que ha terminado
dividida la sociedad venezolana.
(2): La compleja, ineficiente y tergiversada estructura
de gobierno y partidismo establecida en el país.
(3): Las becas, ayudas, forzados precios bajos, casas,
frentes políticos, comunas y consejos comunales, como eficientes elementos distrayentes
de las verdaderas estructuras de gobierno y necesarias conductas éticas de
control y conducción necesarias para la nación.
(4): Los políticos y dirigentes partidistas que se reparten
las cuotas de poder creadas ex profeso para generar la compleja y vertical estructura
de dosificación de la corrupción existente.
(5): Comenzando con Chávez y Maduro en los niveles “medios”
gerenciales, continuando con los lideres, empresarios y gobernantes internacionales con capacidad de
infiltrar la política venezolana.
(6): El complejo e invisible entramado internacional que
controla las decisiones cruciales, más allá de los organismos “eunucos”
incapaces de articular cambios profundos y definitivos, pese a haber sido
creados con tal finalidad última.
Las elecciones ocurrirán si todo
continua tal cual, y veremos luego probablemente, nuevas evidencias sobre el
nivel de manipulación y engaño al que todos
los políticos en Venezuela, nos han llevado a tolerar.
Digo todos los políticos, porque los verdaderos factores de cambio, -los
luchadores sociales-, se encuentran maniatados y reducidos a pequeñísimos espacios
de acción, sin que los opresores jamás llamados
dictadores, ignoran que en la reducción de esos espacios, esta la génesis del
verdadero poder popular: el poder de los unos.
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