"Un
país luce tan próspero o desolado como lo esté su propia gente"
Quisiera escribir con amor y benevolencia en esta oportunidad en la que cierro un ciclo en el blog, pero la verdad es que no puedo; estamos volviendo al punto donde parece
que nada nuevo hay que decir sobre lo que políticamente ocurre hasta el día de hoy en esta Venezuela que contemplamos ante nuestros ojos.
O debo decir: ¿”Ante
la sociedad que ahora se observa y no consigue cómo hacer algo”?
No solo la otrora nación se ha
desdibujado; eso sería solo una generalización casi burda; en
realidad es su sociedad la que se ha desmoronado, dividida entre sectores que han dado su vida en protestas, y los que se mantienen impávidos y hablan con desdén de quienes quieren actuar, mientras los que manejan el poder, se relajan ante la falta de resistencia.
En el buen uso de la lengua
castellana, la sociedad en nuestro país se arriesga a ser pronto más bien una entelequia. Nos lanzamos con demasiada imprudencia a convertirnos en una masa de gente que busca apenas suplir sus
necesidades más básicas, en tanto sus necesidades superiores son sacrificadas en el altar de lo inútil por toda aquella rancia clase política atrapada en su propio discurso vacío, creando el escenario más desolador: aquel donde la pérdida de institucionalidad
y de cualquier marco de referencia que hubiese estado en ejercicio, nos deja sin opción real de reclamo y rectificación.
Sabemos desde hace años que toda forma de gobierno republicano se fue reduciendo a un mero impulso codicioso y visceral, donde cualquier ética y honestidad fue arrinconada junto con sus protagonistas, transformando el conjunto en una masa sin forma, constituido por un régimen cuyo oficialismo y oposición "institucionalizada" (no confundir con los hombres y mujeres que aún en sus comunidades han procurado mantener una lucha decente por los derechos sociales), yacen sin más rumbo que la propia y
avariciosa sed de poder y riqueza.
Esta ruda realidad
la hemos ido describiendo a través de una serie de 5 artículos publicados en este
blog durante lo que va del 2020:
- "¿Qué está pasando en Venezuela?";
- "¿Una solución para Venezuela?";
- "Sobre políticos y políticas en Venezuela";
- "Política, reconocimiento, justicia y castigo en Venezuela";
- "La guía del moderno ciudadano político de Venezuela; cómo dejar de ser rebaño y convertirse en manada".
Lo expuesto en cada uno de
esos artículos desde mi humilde perspectiva, es sólo el fruto del pensamiento labrado en una
educación gratuita en la Venezuela de los setentas y ochentas, así en buenas conversaciones con amigos que se hicieron hermanos, y vecinos
que se convirtieron en sabios.
Sé que es lo que muchos
pensamos que debe ser lo ideal, y que no por ser manifestado por un venezolano
de a pie, deja de tener valía frente a una realidad que no requiere
ya de "especialistas" para entenderla, sino de una sociedad que se entienda a sí misma en
sus debilidades y se decida en consecuencia, a tomar las riendas de su propia existencia.
Les digo que he vivido como
ustedes y he sufrido en igual medida los embates de una bizarra situación que no
consigue más justificación para existir, que la misma naturaleza humana
ambivalente, capaz de las más grandes bondades, y a la vez, de las mayores
atrocidades.
Si nos hemos vuelto colonia
penal con "reos" sin sentencia definitiva, ello debería servir para que el coraje que la injusticia hace crecer, comenzara a circular por
nuestras arterias y en un arranque de sensatez, nos decidamos a unirnos para neutralizar a la
enfermiza mafia que nos subyuga, insisto, no
por la fortaleza de ellos, sino por la debilidad de nosotros.
Quizás haga un alto en esta
etapa del blog. Un alto como el que nosotros como “sociedad” estamos tolerando hacer mientras nuestras familias son
rebajadas al rango de sobrevivientes, porque hasta el
momento de escribir esto, sencillamente no hemos conseguido la estrategia para juntarnos todos y ser libres.
Ciertamente es un panorama complejo, más si tratamos de entender el por qué nos hemos negado la posibilidad de pedir ayuda militar extranjera; también nos hemos negado la fe en
nosotros mismos para salir en masa y sin retorno a cambiar el regimen, ante la desoladora realidad de no contar con liderazgo, y con ello no hemos hecho hasta el Sol de hoy, más que ratificar la idea de que
un pueblo que se vuelve la “negación” por acción u omisión, no consigue más que “opresión”.
Estamos llegando al paroxismo; a la cumbre de lo patético; al “plus
ultra” del estancamiento; parece que nos hemos sentado a esperar que otros resuelvan
el problema por nosotros, pero además sin siquiera pedírselo a nadie ni permitiendo que lo sugieran, reduciendo el
asunto a que el buen Dios envíe a sus arcángeles a luchar una
guerra por nosotros, como si el limitarnos a hacer un único esfuerzo (sobrevivir en las sombras de los
malnacidos que nos subyugan por nuestra propia omisión), nos hiciera merecedores de tal sacrificio celestial.
Les digo que de seguir así, alguien podrá llegar a afirmar con seguridad, que sí el pueblo judío descrito en el antiguo testamento hubiera sido venezolano, ni porque Dios les enviara a Moisés y les abriera el
mar, habrían atravesado el camino a la libertad.
Así las cosas queridos
hermanos y hermanas, se va percibiendo que los pueblos en realidad, tienen lo que se merecen.
Quiero estar equivocado. Deseo que mañana una masa imparable me demuestre que "hablé antes de tiempo".
Ocurrirá?
Que la Divinidad del universo les guíe en sus propios caminos; es claro que ya esto (Vzla), es como estar en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, sólo que sin guerra, y sin Aliados; sólo la maldad y las víctimas.
Ocurrirá?
Que la Divinidad del universo les guíe en sus propios caminos; es claro que ya esto (Vzla), es como estar en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, sólo que sin guerra, y sin Aliados; sólo la maldad y las víctimas.
3 comentarios:
Como quisiera decirte que estas eqyivocado, pero no! Describes bien la situación que vivimos todos los venezolanos de a pie. Y lo mas triste, nl hay esperanza pronta de mejorar
Mis felicitaciones por su trabajo más allá de las llamas. Excelente escrito.
Hola,
Ud y yo tenemos algo en común y es la idea de hacer propuestas en este sentido:
http://blogdeunvenezolano.blogspot.com/2015/11/essimple-llevar-con-nosotros-las.html
Yo he fortalecido la de nosotros con 2 anteproyectos de ley sin siquiera saber de la suya en 2015.
Comento en este último post de 2020 para invitarlo a que vuelva a escribir. No lo deje allí su contribución que veo que es grande en comparación con la de cualquier venezolano. Si "los pueblos en realidad, tienen lo que se merecen" entonces hay que cambiar de pueblo y volveremos a coincidir, Ud y yo.
Un saludo de lo que sería un granveneciano.
RIJOLLBA
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