I
Sun Tzu dijo: “…Si no conoces a tu
enemigo ni a ti mismo, es seguro que estarás en peligro en todas las batallas”
¿Pero es que acaso es una batalla lo que vivimos?
En medio de
esta auto-entrega que hemos hecho al “aguante” y no a la “reacción
coordinada”, ¿Acaso no es verdad
que acostumbrarnos a los subsidios y a las cosas regaladas por el régimen, no solo fue aceptar la derrota, sino también
aceptar que nos “subsidiaban” la propia libertad?
Decía Abraham Lincoln: “Pueblo que
ignora su historia, pueblo que está condenado a repetirla”
Pareciera que
decidirnos a darle respuestas a estas cosas, fuera un acto de masoquismos, pero
les digo que enfrentarnos a ello es también poder escoger el dejar a un lado ese
“saco de excusas y pretextos” que nos
hemos acostumbrado a cargar sobre nuestras cabezas, para no ver.
“¿Qué hacer entonces?”; esta sí es una pregunta clave.
Además: “¿Estamos dispuestos a hacer lo
razonablemente necesario?”;
Y a todas estas, ¿Cómo conseguimos justicia real ante las atrocidades
soportadas y la sangre de inocentes derramada, en medio de un desierto de
representación política efectiva?;
¿Estamos dispuestos realmente a aceptar que nos equivocamos al
entregarnos a esta complacencia que
ha permitido tener en un mismo país a
dos gobiernos, que para colmo
trabajan en la práctica solo para ellos mismos?;
¿No es acaso esa tolerancia la que disfraza nuestro miedo a
sacrificarnos (por sentirnos solos en la lucha), la que nos ha llevado a un “suicidio
colectivo” como sociedad?;
Debe llegar un
momento en que digamos “¡basta!” frente a las burdas
DESCRIPCIONES
de
nuestra supuesta realidad, cuando lo que necesitamos verdaderamente es
escuchar y plantear, armar y comprender, las EXPLICACIONES concisas
que nos permitan asimilar toda la realidad profunda de Venezuela, para
así construir propuestas realistas de acción orientadas por fin en una sola
dirección de avance.
No podemos
seguir con esta arrogancia intelectual y
visceral que nos ha corroído mientras
que en el día a día nos vamos acostumbrando a que nos traten como a animales enfermos a los cuales se les
pegan como garrapatas, cuanto “régimen”, “oposición”, “representante”,
“político”, “analista”, “influencer”, o “encuestador” aparece por ahí para decirnos, (a cambio siempre de nuestra sangre,
dinero o voto), lo que debemos hacer
sin pensar y sin chistar.
Por eso es que
se hace necesario abordar esta necesidad y plantearnos la construcción de un “mapa
de ruta” (una estrategia) que nos permita a todos elevarnos sobre éste caos a través de reglas y metodologías
claras, con lo cual podamos en definitiva tener una “vía de escape”;
Es decir:
Un camino alternativo frente
a esta “nada” conceptual que contemplamos al presente, que será necesario tener
a mano una vez ocurra el derrocamiento
del régimen, pues sin un plan preparado previamente, podríamos enfrentarnos a una
“nada” aún peor: la de que en nuestro desespero, tal situación (el vacío) pudiera
ser llenado incluso por cosas más
peligrosas que el mismo mal que originalmente nos aquejaba (*).
(*):
Analicen en retrospectiva las etapas que hemos vivido, y verán qué tan
perjudicial ha sido el “vacio”, cuando hemos permitido que se “llene” con
“partidocracia”, o “revoluciones socialistas autoritarias”, en vez de valores
humanos nobles, libres, justos y congruentes con una sociedad que buscara aprender
del pasado, para vivir su presente y no dejarle ruinas al futuro.
NOTA:
No Nos aquejemos por esto que ahora como analistas de la historia podemos ver; ¡lo
importante es que por fin tenemos la visión completa y podemos comenzar una era
estimulante y de crecimiento!.
Y es que una
sociedad sin visión ni misión (como lo
fue la nuestra), es solo un conjunto de personas disgregadas dentro de un
límite territorial, ocupadas en sus propias y pequeñas supervivencias, quedando
con ello sin darse cuenta, vulnerables, a expensas del criterio de control y de
gobierno de quien detente el poder de la violencia.
Una sociedad también
es mucho más que un conjunto de personas trabajando más o menos coordinadamente
para que unos produzcan mientras otros
prestan servicios y algunos los dirigen, vigilan y protegen:
Son SOCIEDAD
más que nada porque comparten una visión de lo que son y de lo que quieren
llegar a ser, y en consecuencia, LES ES NATURAL AGRUPARSE, ORGANIZARSE,
DIRIGIRSE MEDIANTE EL CONCENSO Y LUCHAR CONTRA CUALQUIER FACTOR QUE SE OPONGA A
TAL OBJETIVO.
Así que:
Cuando perdamos el miedo a fundar sobre este mismo territorio a otra
nación, (así la sigamos llamando
Venezuela), también tendremos la suficiente entereza para librarnos de la
esclavitud social y voluntaria donde
estamos hundidos, y en la que ha sido suficiente con la presencia de un puñado
de inmorales, para subyugarnos y tenernos contra el suelo, NO POR LA FUERZA DE ELLOS, SINO POR DEBILIDAD DE NOSOTROS.
Mis queridos
hermanos y hermanas: si puedo explicar las cosas de esta manera, es porque una
característica de la “esclavitud voluntaria” como la que estamos viviendo, es
que cuanto
más evidente es, más fácil es también describirla y explicarla,
haciendo entonces de la verdad ahora desenterrada, una ominosa realidad que si
no desarma a quien la ignore, eventualmente le pasa por encima.
En la verdad
que decidamos no temer y enfrentar, radica nuestra oportunidad para retomar el
control que nos hemos dejado arrebatar.
Insistamos también
en esto:
Si estamos
esclavizados voluntariamente (y secuestrados en consecuencia) por un régimen
totalitario producto de la coalición espontanea del gobierno y la oposición, NO ES POR LA
FUERZA DE ELLOS, SINO POR LA DEBILIDAD DE NOSOTROS
Bien, por todo
lo expuesto hasta ahora, debemos pasar a lo que exigirá de verdad apertura y disposición para llegar a acuerdos
por consensos, y no porque sea la
única manera de superar lo padecido, sino por ser la mejor opción entre las que tenemos (como sociedad real y funcional que queremos ser), para lograr algo
que NO hemos experimentado más que ocasionalmente, y eso apenas como minorías
incapaces de cambiar los acontecimientos:
La libertad de creer en algo,
juntos, y defenderlo. (*)
(*): Les insisto con el alma, que
esta carencia social ha sido precisamente nuestra mayor debilidad, y es que no hemos
sabido construir un ideal en el que creer todos, y que fuera
compartido con la suficiente convicción y fuerza, como para llegar al punto de
hacer temer a quien tuviera la osadía de levantarse contra nosotros como
enemigo.
Sé que ustedes lo presienten; no hablo de
una alienación de cualquier índole o de un dogma construido por alguien más;
hablo es de aquella venezolanidad que en el fondo, (en ese “fondo muy profundo”, libre de egoísmos y miradas cortas como
las que nos ha llevado a esto que vivimos), espera por nosotros para demostrarnos
que vivir en unión, amor y libertad prospera (sin poner más barreras que aquella donde terminan nuestros derechos y
comienzan los de los demás) si es posible a lo largo y ancho de una misma nación,
para ser así poderosos no por las armas o los recursos que poseamos, sino por
la convicción de justicia y prosperidad en la que logremos creer y practicar.
II
Entonces, ¿Qué podemos hacer?
Sin lugar a
dudas, -y tal como lo venimos sugiriendo-,
lo que sea que hagamos debe ser para evitar que otros digan o ejecuten en
nuestro nombre, lo que creen que nos conviene (*).
(*): Es decir, el sartén por el mango lo debemos tener
nosotros, mediante la manifestación, el referéndum, el voto, la abstención
reconocida como expresión de opinión y el control directo de los representantes
políticos en las asambleas municipales, estatales y nacionales, al tiempo que
evitamos la distorsión de los valores dentro de las FFAA, a los fines de evitar
el secuestro actual, por su progresivo deterioro y politización enfermiza).
Es por esto que
la respuesta al dilema social que nos aqueja, sugiero que busquemos alcanzarlo al
menos 3 PASOS (*) que nos
permitan entender e interiorizar las acciones que realizaremos:
(*): Con fines de simplicidad al momento de entenderse, sin quitarle por
ello la profundidad.
- PASO 1:
Asegurar
que se entiende el escenario presente, con sus conexiones pasadas, presentes y
futuras.
- PASO 2:
Establecer
una estrategia para abordar y resolver progresivamente y en etapas, el problema
macro y los problemas micro del país como conjunto socioeconómico, político y
militar, basado primeramente en no más de 4 líneas estratégicas de trabajo por
etapas, con metas definidas a alcanzar en un cronograma aceptado por consenso,
y verificable por entes independientes al Estado.
- PASO 3:
Establecer
la acción para generar el cambio: LA FRACTURA REQUERIDA y la toma del control
inmediato a fin de aplicar la estrategia desarrollada en el paso 2.
Veámoslo en
detalle:
El PASO 1 nos
indica que se hace necesario Identificar
a los protagonistas y a las estructuras CAUSA-EFECTO
que desembocaron en la situación reinante en Venezuela, lo que a estas
alturas hemos adelantado parcialmente, con lo hablado a lo largo de este mismo
blog, y que nada más con fines ilustrativos, (dado que ustedes deben organizarse y desarrollar tal cuadro situacional),
podríamos verlo mediante el siguiente grafico y su posterior resumen de
protagonistas:
Comportamiento de la percepción
de bienestar y de corrupción en el país, a partir de la caída de la dictadura
de Marcos Pérez Jiménez. (Análisis subjetivo basado en opiniones recogidas de
manera informal).
PROTAGONISTAS:
Como nos
ilustra el cuadro, las percepciones de bienestar y de corrupción se fueron progresiva
y sostenidamente cruzando e invirtiéndose conforme el régimen y la oposición, apalancados en un estamento militar sometido por sus propios jerarcas e incorporado
de pleno en una estructura corporativa de mafias, teniendo como contrapeso (*)
que “equilibra y mantiene la situación”, a una sociedad civil que en su conjunto, no ha encontrado la fórmula para
ejercer su derecho originario al ejercicio de la libertad, por lo que
vive sometida.
(*): Recuerden aquello de…“no es por la fuerza de ellos, sino por la
debilidad de nosotros”
Sin esta
visión completa de lo que tenemos como escenario frente a nosotros, tampoco
podríamos
construir y contrastar el cuadro completo de lo que queremos
realizar, (ni siquiera en sus
etapas iníciales), por lo que tampoco podríamos salir de la dependencia que
hemos mantenido de cuanto “iluminado”, “aliado”
y “líder”, ha aparecido en el país para decirnos qué hacer.
Por esta razón
es que es tan necesario mantener las preguntas de “¿Dónde estamos?”, y “¿A dónde
(y cuándo) nos vemos a nosotros mismos llegando?”
muy presentes en la mente, y ambas cuestiones
debemos hacérnosla al menos con el mismo convencimiento con el que un creyente (y no nosotros, que no hemos
creído en nada colectivamente), mantiene sus libros sagrados a la mano.
Recuerden: Nos
estamos marchitando (junto con nuestros
hijos) mientras unos pocos se ceban caminando sobre nuestras desventuras
y desaciertos conceptuales y estructurales.
Antes de
seguir con el paso 2, puntualicemos que éste está sujeto a la ocurrencia del PASO 3, tal como lo
mencionamos en la anterior entrada del blog, y lo cual puede darse por las vías
de:
- El alzamiento popular;
- Un desastre natural allí donde se concentran los jerarcas del régimen, o
- La ruta de una intervención militar o mercenaria de cualquier naturaleza, que podría incluir el desmembramiento de la cúpula del régimen mediante la captura de aquellos que tienen precio sobre sus cabezas, comenzando con Nicola Maduro y los 15 millones de dólares ofrecidos por la DEA (EEUU).
Solo una vez derrocado el régimen
y su oposición cooperante, es
que el PASO
2 entrará en juego; es justo cuando se debe proceder con
rapidez y precisión para instaurar una Junta
de Gobierno (*) que desarme la estructura de control existente, despejando el
escenario para que se haga el llamado a elecciones libres y justas (por nombre, y no por lista, y únicamente
para establecer una asamblea nacional constituyente por espacio de seis meses,
que deberá representar igualmente a los venezolanos en el exterior), que de
manera expedita y sin influencias ni ventajismos, pueda a su vez llamar a un referéndum
aprobatorio de las modificaciones a la constitución y bajo esa premisa se llame
igualmente a elecciones nacionales en un tiempo razonablemente corto.
Todo esto
mientras las fuerzas armadas y policiales se reconstruyen, y la justicia de
manera simultánea (mediante un tribunal
constituido ex profeso al estilo del formado por los aliados tras la victoria
en la 2da Guerra Mundial, en Núremberg, Alemania), repatría recursos, extradita
delincuentes y ofrece recompensas por capturas de aquellos no extraditables (o prófugos), procesando y enjuiciando a todos
los señalados con las debidas pruebas y testimonios, exponiendo a continuación
a los culpables al justo castigo en las condiciones más trasparentes posibles,
en un nuevo sistema de penitenciarías
del Estado, totalmente auditable.
NOTA: Precisemos
que no hablamos de “gobierno de
emergencia”, ni de “presidente
interino”, “asamblea constituyente
actual” ni de “asambleas nacionales
vigentes” (porque hay dos), y ello es por una razón táctica fundamental:
Debemos
mostrar con hechos que el cambio es REAL (*), para que así pueda la
población creer en ello y defenderlo.
(*): De otra manera, la desilusión y la desconfianza surgidas por el engaño,
serían los caldos de cultivo para la insurgencia de movimientos clandestinos de
toda índole, -tanto extranjeros como internos-, que buscarían reconquistar el
poder con fines distintos al propuesto y esperado por el colectivo social que
somos todos.
La FORMA
(*) de ejecutar estas cosas tienen que quedar en manos de mujeres y
hombres que nosotros sepamos seleccionar, monitorear y controlar
de entre aquellos que se erijan como personajes confiables y probos en la sociedad presente, y que estén dispuestos a renunciar en cuanto se les pida tal acto, (sin más recompensa que del reconocimiento y
la certeza de conseguir un trabajo justo).
El FONDO
(*), necesariamente debe ser establecido por consenso de la población,
mediante todo instrumento de expresión colectiva masiva, previo al referéndum, para
acometerlo y tener las suficientes garantías de que en efecto, se cumplirá el
mandato de establecer la constitucionalidad y el espíritu de la ley en las dos
etapas iníciales: la de la Junta de
Gobierno provisional, y la del Gobierno
elegido en las elecciones realizadas posteriormente.
(*): Estableciendo con esto una
relación de “forma y fondo” para precisar
responsabilidades y alcances a lograr.
NOTA: Entendamos
que caído el régimen, habrá un periodo de vacio entre el tiempo en que podamos
expresar nuestra opinión y la actuación de los políticos actualmente
existentes, lo que nos hará vulnerables a estos últimos, lo cual pudiera
resolverse (no sin un riesgo involucrado), mediante una junta
de gobierno en esencia, MILITAR.
Veamos los
aspectos básicos a los que debemos reducir la guía de trabajo nacional
que acometeremos en el marco del paso 2, si es que
queremos mantener el control del que hablábamos sobre aquellos quienes serán
llamados a ponerlo en práctica.
Para esto,
deseo retomar una idea en este blog: El decálogo. (*)
(*): No, no nos referimos a mandamientos
ni imposiciones, sino a un texto básico y consensuado de reglas que nos
indique (con puntos que no sean más que
la cantidad de dedos que tenemos en las manos), de donde no debemos salirnos
si queremos lograr lo pretendido.
Antes de adentrarnos
ya en la noción del decálogo como instrumento compilatorio de condiciones o
reglas a seguir y respetar por todos, dentro del periodo que fijemos como
prudente y proverbial, analicemos lo que paradójicamente no hemos visualizado hasta hoy (*),
y lo haremos mediante una imagen conceptual que hace alegoría a un muy familiar
sitio en cualquier hogar:
“Una mesa con cuatro patas sobre un piso, con una lámpara iluminándola,
y flanqueada por al menos cuatro sillas: dos grandes y dos pequeñas”.
(*): “La libertad de creer en algo,
juntos, y defenderlo”
Veámoslo cómo
se ve y que significa:
Imagen conceptual: Un piso,
una luz; cuatro sillas y la mesa con la EDUCACIÓN, SALUD, SEGURIDAD
y TRABAJO por patas de soporte: los pilares de una sociedad que se reconstruye.
(Ver explicación)
Esta imagen conceptual,
a manera de un “mapa mental” de la mesa
con “cuatro patas”, representa una noción simple y directa de cuál debe ser
nuestro ámbito de actividad: una “mesa” (ergo:
un país, una sociedad) con reglas claras y oportunidades de prosperidad,
iluminada por un ideal, donde hombres y mujeres por igual se pueden sentar para
trabajar juntos.
Lo primero a denotar
es la existencia de tres planos o ejes en la referida imagen conceptual (en orden
de importancia):
- “ARRIBA DE TODOS”:
El valor republicano de prosperidad social: esa convicción
personal y colectiva que nos lleva a creer en algo, y trabajar juntos por
ello a través del ejercicio de nuestros derechos y deberes.
- “EN EL MEDIO”:
El ámbito (espacio y tiempo de desarrollo humano en el marco de la sociedad
deseada);
- “ABAJO”:
La base (Marco legal: Constitución Nacional, sus leyes, reglamentos y normas,
además de decretos), del cual depende la “solidez y permanencia” del piso donde
apoyaremos la mesa;
Comprender la
importancia de la razón de los niveles ES VITAL:
“Solo una LUZ
CLARA E INTENSA sobre todos nosotros (no solo sobre algunos), permite ver y
construir un PISO SOLIDO, encima del cual, CUATRO PILARES nos permitan construir
una MESA SOLIDA Y ESTABLE donde desarrollar el apropiado ámbito de desarrollo
social anhelado.”
Los aspectos y
posiciones de las dos “sillas” mayores en la imagen conceptual obedecen a que 1:
para “sentarse” a la mesa, es decir, para vivir voluntariamente bajo
las reglas, se depende de la voluntad de cada individuo y comunidad, que 2:
deben estar dispuesto a vivir bajo la premisa de que se tienen tanto derechos,
como deberes,
y que la infracción de estos tienen consecuencias.
A continuación
tenemos también dos “sillas” más pequeñas pero localizadas en posiciones y
alturas totalmente opuestas (una visible
arriba, y otra abajo, pero también sobre el “piso”), y ello obedece a la
idea de que la sociedad debe aprender a resaltar entre sus principios morales y
éticos, el del reconocimiento al valor del ciudadano que se destaque, (como herramienta natural de estimulo), y
el del castigo para aquel ciudadano que elige delinquir en contra de
la organización social y sus miembros, debiendo
este pagar una consecuencia a través
de la restricción de ciertos derechos y la asignación del trabajo en el que
pueda efectuar un pago retributivo a la nación dentro del sistema penitenciario
del Estado, una vez juzgado y dada la sentencia.
Es claro que
“por fuera de la mesa”, o “por debajo de la mesa”, nada podrá darse.
Trabajar solo en
el ámbito de su “superficie”, (siguiendo principios y reglas bien definidos),
permitirá con la transparencia resultante, allanar el camino para el avance
deseado.
Obviamente habremos
observado (nada más al analizar con
detenimiento la imagen conceptual), que hay un profundo abismo entre la
idea planteada y la realidad que vivimos, como ya lo habíamos denotado,
y se hace necesario asimilar la razón de esto (¿Recuerdan las palabas iníciales, la de Sun Tzu?: “Si no conoces a tu
enemigo ni a ti mismo, es seguro que estarás en peligro en todas las batallas”);
Esta disonancia se debe al enorme peso que ha cobrado la intrincada red de
control social que permitimos fuera impuesta por el régimen Chávez-MUD, lo cual abordaremos a
continuación para una mejor visualización, mediante una síntesis esquemática, a
fin de entender sus diferentes aspectos:
Diagrama situacional de la
estructura de control del estado socialista, realizado por @antonioguevara
En el esquema
mostrado, (donde solo faltaría el rol “activo-pasivo”
que la oposición ha asumido para sí), podemos ver la estructura de control “revolucionario”
resultante de años de ajustes, y aplicada sobre la nación (con el fin de convertir la red de control en el país mismo), que ha
operado a modo de inmensa máquina política en el contexto de la falsa noción “cívico-militar” (*), “lubricada” en todos sus “componentes de gobierno” por enormes cantidades no auditadas de Petrodólares, Oro, Prestamos, Bolívares inorgánicos y Petros, al mismo tiempo que por los abusos sistemáticos
autorizados en todos los estratos del antiguo Estado, y -como decíamos-, siempre con la cómplice (por incompetente, imprudente y negligente) actuación de la ya
citada “oposición” (Partidos, MUD, Frente
Único, etc.), que permitió fundar progresivamente las bases del lastimoso Estado Socialista por excelencia.
(*): Noción que tras la muerte de Chávez fue perdiendo integridad, al verse
acéfala y mostrar el verdadero motivo de su mantenimiento desde el inicio: el
interés de particulares por acceder al poder y a las cuotas económicas emanadas
de él. Ha sido observable en el Estado, Gobernaciones, Alcaldías, institutos autónomos,
BOLIPUERTOS; AEROPUERTOS, SIDOR, VENALUM, VENCEMOS, PDVSA, y CORPOELEC, donde
el autoritarismo a conveniencia, arrasó con toda lógica técnica y
administrativa, a favor de la conveniente verticalidad y sumisión.
Es necesario
aceptar que nos hemos estado enfrentando a una enorme estrategia administrativa
esculpida sobre “exitosas” experiencias de control provenientes de los modelos
de control de Cuba y Corea del Norte, impregnado todo con ese progresivo y
retorcido “populismo democrático” propio
de la Venezuela post dictadura perezjimenista que sin embargo, (como perro que insiste en morderse la cola),
solo ha logrado dar inútiles vueltas sobre un mismo punto, agotando a todos.
III
La complejidad
y profundidad de este aparato de control en todos los ámbitos humanos del país,
nos justifica la creación y aplicación de instrumentos directos de
rectificación, fundamentados en los cuatro ejes estratégicos mencionados para
que puedan ser incorporados a la vida diaria como una poderosa referencia
situacional y personal (*).
(*): Olvídense de que las cosas
comienzan por arriba, a “martillazos”, como si fuéramos una tabla con millones
de clavos esperando por quien nos aplaste; esos conceptos socialistas son inútiles;
el verdadero comienzo es en el individuo, de ese que sueña, proyecta y quiere
crecer y prosperar, y que lo hace mejor cuando se coordina con otros individuos
para establecer un ambiente adecuado (una
comunidad producto del ejercicio de deberes y derechos). Por eso es que el poder de los “unos” (las personas), es el poder de los “todos” (la sociedad).
Aspectos contemplados en cada uno
de los ejes básicos: Establece el sistema de servicios para la
estabilidad de la salud física y mental de la familia y el individuo, el Incentivo
a la producción, la organización del trabajo, la innovación tecnológica como
estimulo, los planes nacionales de desarrollo industrial, el Poder Judicial
como eje de rectitud, las FFAA y policiales de alta ética como brazos garantes
de la soberanía, la incorporación estratégica de los territorios en
reclamación, el orden interno en apego a la constitución (y no al gobernante),
la tención acertada de la necesidad de vivienda y el resguardo de la propiedad pública
y privada, así como el estimulo a la producción nacional y a la
sustentabilidad.
(Será ampliado en la siguiente
entrega del Blog)
Dado el catatónico
estado actual del país, cualquier otra cosa distinta a un decálogo como
articulador de las estratégicas de consecución de los objetivos de los cuatro
ejes esenciales, terminará siendo “corona
de flores en un funeral” (*), por lo complejo, y sobre todo, por lo
“inauditable” de semejante monstruo sujeto a la discreción de intereses incluso
foráneos, lo cual es altamente riesgoso dado el breve lapso de tiempo que en realidad tenemos para definir y
concretar logros, pudiendo caer nuevamente en errores sistemáticos pasados,
propios de la cuarta y la quinta “república”.
(*):
Como lo serian por el contrario, el “Plan
de la Patria” del régimen y su complemento, el “Plan País” de la
oposición venezolana
NOTA:
Es importante
hacer mención nuevamente de un asunto tocado en el pasado en este blog: reducir
el Estado no significa dejarlo sin gente y empresas públicas, mencionando con
ello el caso más emblemático: la petrolera PDVSA. Entre las cosas que debemos
rescatar en nuestro país, la fe y confianza en que como sociedad podemos tomar
un negocio y manejarlo con ética, no resulta ser algo a despreciar, porque en
verdad “Necesitamos mostrarnos a
nosotros mismos que podemos operar una empresa sin robarla”.
PDVSA es una
de esas empresas que habría que recuperar, PERO
REDIMENSIONADA: sin políticos metidos en ella ni obligaciones políticas ni
partidistas (carnetización, cuotas de
cargos, etc.) con el gobierno o el Estado más allá de los pagos de
impuestos, y sin negocios ajenos al petróleo mismo, liberando así muchos de sus
servicios, personal y procesos al sector privado.
Similar
estrategia se necesita para la hoy CORPOELEC; en este caso, ese monstruo debe
desaparecer, a favor de la regionalización y privatización del sector, dejando
en manos del Estado solo las funciones propias del Sistema Interconectado Nacional
y la de las grandes obras actuales en el contexto estratégico de la generación
eléctrica en el Caroní, incluyendo probablemente el desarrollo y financiación
de la generación nuclear de electricidad, dada la urgencia de producir y
descentralizar en el país, aunque la administración muy bien se puede
tercerizar, disminuyendo así la acción requerida por el Estado (nunca el Gobierno; entiéndase bien la
diferencia).
En general,
también las empresas básicas de Guayana, deben pasar por una revisión y
consenso acerca de la mejor estrategia para su recuperación. Puertos,
aeropuertos, comunicaciones y peajes, pueden pasar a manos del sector privado,
en cuanto a su administración para las infraestructuras existentes, y en su
propiedad incluso para las nuevas que surjan. (Jamás de testaferros de políticos corruptos).
Retomando el
tema, en general necesitamos resultados rápidos y creíbles, con tiempos de ejecución CLAROS y
DISPUESTOS A CUMPLIRSE, -además de
transparentes-, pues como decíamos, tras el derrocamiento del actual
régimen estaremos en una “cuenta atrás”
a la espera de resultados concretos.
Es por eso que cada una de las bases estratégicas planteadas,
exigen de un elaborado pero muy definido y auditable plan
de reconstrucción en múltiples campos y disciplinas técnicas, científicas y
administrativas, que a su vez necesitan de estructura y no de burocracia.
Observemos que
nada más el pilar estratégico de “SALUD” (por
citar solo uno de los cuatro), requieren de varios equipos de trabajo simultáneos
a nivel nacional, estatal y municipal, (articulados
todos bajo liderazgos que deberán entregar resultados), pues no se trata para
el caso citado (Salud), únicamente de
más hospitales
mejores y funcionales, con
personal atendido en todas sus necesidades y derechos laborales a quienes se
les exigiría el correcto trato ético en su desempeño y atención, sino también
de todo aquello relacionado a la “salud”
del ser humano: es decir, los
servicios conexos al bienestar y a la estabilidad mental del individuo, su
familia y comunidad:
- Hospitales, centros especializados, ambulatorios y medicina familiar;
- Agua potable,
- Agua servidas,
- Electricidad y alumbrado,
- Telefonía y acceso a internet,
- Gas domestico,
- Vías de transito y medios de transporte,
- Áreas de recreación pública, etc.
Esto nos deja
ver que los ejes se interrelacionan entre sí de manera natural como lo hace una
sociedad dentro de una nación; pueden tener conexión con áreas estratégicas que
dependan en su reconstrucción y reorganización de otros ejes, pero no por ello
deja de hacer seguimiento y auditoria a los avances realizados, y viceversa. (Lo
veremos en la próxima entrada al Blog).
Como vemos,
estas estructuras de consenso (los ejes estratégicos de recuperación nacional y
el decálogo de reglas), obedecen entonces
a ideas “prácticas, directas y digeribles”, sin llevar con ellas tendencias políticas
ideologizantes de por medio (*), siendo solo nociones apegadas a lo moral, capaces
de esta manera de penetrar en nuestro
imaginario colectivo (y por tanto, en la
de aquellos que asignemos para ejecutarlas).
(*):
Entendamos que a estas alturas no podemos seguir hablando de socialismos de
ningún tipo (duros, o light), como tampoco de derechas, derechas extremas o
libres mercados que no tengan más controles que el mercado mismo, (al estilo de
Wall Street, donde la especulación termina siendo más “rentable” que la
producción y el empleo mismo, y cuyo modelo está siendo cuestionado en los
mismos EEUU), ya que con ello solo les estaríamos dando nuevamente la
oportunidad para que éstas (las ideologías extremistas, sean cuales sean sus
tendencias), tuvieran la posibilidad de seguir determinando nuestras vidas.
Nada
de eso;
“Sin importar de donde vengan, MIENTRAS
POCOS DISPONGAN DE LO DE MUCHOS (los recursos convencionales de una Nación),
estaremos nadando en el mismo charco de lodo del que hemos querido salir.”
IMPORTANTE:
Eso de que la “derecha”
no ha existido nunca en Venezuela es falso: enormes monopolios como el del
cemento o los alimentos, al igual que el de la banca privada (por citar solo
algunos), evidencian que el interés de hacernos creer que la “derecha” no
aprendió a convivir con la “izquierda” (porque supuestamente la primera nunca
existió acá), está allí tras bambalinas.
Respetar el
éxito de quien lo tenga, es un valor humano fundamental a cuidar, siempre que
esté cumpliendo la premisa elemental de que
“tus derechos terminan donde comienzan los míos”.
No lo olviden: Hasta el más revolucionario, al otro día de triunfar su
revolución (*), se vuelve un burócrata que busca establecer y perpetuar el status quo alcanzado, y esto aplica
para izquierdistas y derechistas por igual.
(*): De izquierda o de derecha, son
revoluciones; así lo fue la de EEUU en su momento, y así lo dice hasta el
himno del partido “socialista” venezolano “Acción Democrática” (AD).
Sin duda
tenemos ante nosotros un enorme trabajo por hacer, y requerimos crear para esto
un Estado de justicia donde todos nos sintamos representados, sin necesidad de
dogmas partidistas y clienterizantes; libres
para innovar y crear, construir y cambiar, para disfrutar de nuestros frutos
levantando y participando en industrias y empresas, sin más limites que el del
ejercicio ético de la ciudadanía, porque el respeto nacional nacerá del
saber todos, que se aplica aquello de que no puede quedar un crimen sin castigo, pues la impunidad
es
la semilla de todos nuestros males.
Es necesario esto para restablecer la fe.
Por eso la idea de un decálogo con las condiciones del juego;
de una guía de principios a aplicar durante esta fase tan crítica que espera
por nuestra decisión (*).
(*): Recuerden la analogía que
hemos hecho en el pasado; esto es como el que es alcohólico en grado extremo: requiere de un trauma enorme (despertarse
desnudo, perdido y vomitado sobre sí mismo), para darse cuenta que no tiene el
control de las cosas, por lo que entiende que necesita decidirse a retomar su vida,
y es allí cuando lo más duro viene; Es decir: tras la decisión, y no antes.
Modelo de Decálogo nacional (actualización basada en las propuestas del 2016 y del
2012 en el blog). Nótese que algunas reglas condicionan incluso a otras, como
refuerzo en aspectos claves.
NOTA: Con el fin de detallar
adecuadamente estas directrices, el desglose de los diferentes puntos del
decálogo quedará para la siguiente entrada al blog.
Observan que esta
especie de “cartilla de reglas de operaciones”, cuenta con 10 principios
centrales cuya intención es condicionar toda acción, con la idea de “vacunar” a los cuatro ejes estratégicos de trabajo
planteados (y a todo el que se vea
involucrado en su ejecución), a fin de evitar las ya citadas distorsiones y
desvíos que nos llevarían de vuelta al “basurero” hecho régimen + oposición, arrastrando con nosotros también a la oportunidad
de oro que tendremos entre las manos una vez derrocado el régimen heredado
y ampliado por Maduro más el “chiripero” (*) opositor.
(*):
Pequeña cucaracha que anida en grupos, en la oscuridad. Nombre dado igualmente
a la agrupación de partidos políticos que apoyaron a Rafael Caldera para la
presidencia de la república, tras el fracasado golpe de Estado de 1992.
Revisemos ya
para concluir, el cómo podríamos ejecutar
(y hacer realmente un seguimiento
efectivo) a lo que se proponga en la ruta para la tan deseada reconstrucción
nacional.
Aunque hoy en
día están disponibles una enorme cantidad de metodologías científicas y
técnicas de tipos gerenciales para la implementación de los nuevos conceptos de
alta ética que requerimos para reorganizar y cambiar la estructura nacional
existente, apelaremos en esta oportunidad y solo con fines ilustrativos, a un esquema
de lo que a grandes rasgos podemos llegar a manejar para comprender el estatus
de las cosas en marcha y no perder así el control de la situación del país tras
la instauración de la Junta de Gobierno.
La intención
fundamental del ejemplo que observamos a continuación, es el de remarcar la
necesidad de entender al menos CUATRO ASPECTOS que son claves en
casi toda intención de actuar que se tenga:
- Dónde estamos (dentro del proceso de reconstrucción nacional);
- Cuál es nuestro alcance;
- Dónde queremos ir (en el marco del mismo proceso de reconstrucción);
- Los aspectos que han de ser tomados en consideración para llegar a ello: tipos de análisis; clase de estrategias y tácticas, hitos de revisión y control, así como retroalimentación de posteriores etapas.
Diagrama de flujo elemental, con
los cuatro ejes estratégicos como centro.
Pueden
apreciar en el esquema que en toda estructura de organización con flujo de
tiempo para un proceso dado, debe haber un punto de partida y uno de
llegada (pareciera obvio el
requerimiento de esto, pero vuelvan a revisar nuestra historia y verán la
cantidad de veces que nos hemos perdido por no tener claro el de dónde veníamos y a dónde queríamos ir).
(*)
(*): Pido indulgencia a los conocedores de la metodología científica por de
uso que hago de sus nociones, lo cual es únicamente con la intención de demostrar
que hay mucho más que hacer que solo ver a políticos sacar “trucos de sus
bolsillos”.
Nuestro diagrama
de
acción y control, nos muestra algunos de los puntos relevantes a
considerar en cada proceso, toda vez que se trata de una secuencia lógica de
pasos a estandarizar en toda actuación de rectificación en el país:
- Llegar a la COMPRENSIÓN de la situación con relación a algo; (se identifica, caracteriza y valora “el problema”)
- Establecer la cadena CAUSA–EFECTO que nos llevó al estado desde el cual se evalúa y busca implementar un correctivo;
- Diseñar una ESTRATEGIA GENERAL para llegar al correctivo mediante la satisfacción de una visión (preámbulo constitucional, uso de ejes o pilares, decálogos, diagramas operación, administración y auditoria/control, etc.)
- Diseñar ESTRATEGIAS DE CAMPO especificas en el contexto de los métodos correctivos seleccionados (uso de decálogos o reglas, por ejemplo);
- Precisar las ACCIONES ESPECIFICAS a ejecutar mediante los planes de cada correctivo;
- INCORPORAR EL CONTROL de las posibles fallas y desvíos en los correctivos, mediante auditorias periódicas, revisiones de hitos, metas y logros esperados, y ajustar los protocolos vigentes hacia nuevas versiones, en base a los resultados obtenidos; (se incluye aquí los reconocimientos y las sanciones que dieran al caso para los responsables ante la ocurrencia de fallas);
- DECLARAR LA CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS estratégicos, y utilizar los resultados para cimentar mediante retroalimentación y aprendizaje, EL INICIO DE NUEVAS ETAPAS DE DESARROLLO Y AJUSTE, hasta cumplir con la fase predeterminada y con la fecha de culminación (necesario para ejecutar el respectivo balance de lo esperado vs lo conseguido).
Como la
motivación de lo escrito hasta aquí ha sido el desglosar cada uno de los posibles
pasos a seguir en este viaje de reconstrucción nacional, y dado que de aquí en
adelante lo que queda es detallar lo que haremos y actuar en consecuencia, veamos
por último, la suma de todos estos instrumentos que hemos mencionado, que nos ofrece
ahora una “vista panorámica” amplia y organizada del camino a seguir:
Mapa de ruta conceptual;
obsérvese que constituye un resumen de lo expuesto mediante conceptos claves y
graficas.
IV
Como pueden
ver, el trabajo por delante de nosotros es fascinante, estimulante y
profundamente solemne, por todo lo
maravilloso que hay por hacer, y por todos los seres queridos y héroes que hay
por honrar, al haber caído como víctimas de este engendro de régimen cuarto y quinto republicano que
nos permitimos poner sobre nuestras cabezas como si fueran los amos de una tierra
que en definitiva, nos ha dado más de lo que hemos sabido aprovechar
sabiamente.
El tiempo ésta
allí a nuestro favor aun, brillante,
esperando por esa inmensa mezcla de indignación,
dolor, sed de justicia e impotencia que se nos acumula en los corazones mientras
somos sometidos, -aquí en Venezuela y
fuera de ella-, como nacionales todos sin tierra reclamada.
Debemos dejar atrás
esos laberintos ideológicos que nos han debilitado en extremo, y que como
muchos dogmas en nuestra historia, solo han causado miserias cuando el
mensaje es desechado por el mensajero, que se queda finalmente
con el poder, sea cual sea éste.
El mensaje para
cambiar las cosas está en nuestras almas, y si lo buscamos y lo ponemos en práctica
con vocación de justicia, definitivamente sabremos aprovecharlo antes de que
otros decidan por nosotros.
¿Nos decidimos
a cambiar la historia?