Estoy
escéptico; no creo en los políticos ni confío en ellos: Ni les doy el encargo
de botar la basura de mi casa, pues seguro la riegan a mis espaldas o la
negocian con algún vecino para ocultarla y que yo crea que la botaron, para así
ganarse mi favor al momento de una elección.
Si
nosotros fuimos los que elegimos a los políticos que detentaron -y detentan- funciones de gobierno, nosotros somos entonces los responsables de esta debacle; no tanto porque nos engañaran ocultando sus verdaderas intenciones de aprovecharse del
cargo y del poder asociado a este, sino por no haber intentado ni siquiera el
procurar controlar a los que fueron electos mediante los instrumentos creados constitucionalmente para tal efecto. Les dejamos muchas “salidas de
emergencias”, “atajos” y “limbos jurídicos”
disponibles y abiertos en la constituccion aprobada, y resulto ello en un abuso sistemático del poder
administrado por parte de todos esos personajes, trayendo como nefasta consecuencia el
secuestro del sistema democrático, metamorfoseado en un parapeto que no por
estar llenos de elecciones, refleja la voluntad de la sociedad que elije.
Por
esta razón es que ahora tengo profundas dudas sobre si el instrumento del referéndum
revocatorio actuará y operará de acuerdo a nuestras voluntades y designios,
para cuando el próximo 15 de Abril, se cumplan 3 años desde que el incapaz de
Maduro fue “electo” (cosa que aún dudo),
presidente “constitucional” de Venezuela y éste fuera adjudicado por el CNE.
El
parapeto democrático resultante tras la deformación del espíritu constitucional
del 99, (trabajo comenzado por el mismo Chávez
cuando violentó el espíritu constitucional para realizar un segundo e inmediato
referéndum consultivo), trajo como consecuencia que la “ventana” abierta para revocar a Maduro -y cambiar totalmente el
gobierno que preside-, no dure más de seis meses, y ello implica que los políticos
y funcionarios en ejercicio pueden crear cualquier marramuncia para dilatar
la ejecución del referéndum más allá de ese plazo y con ello, lograr pisotear nuestra
voluntad en beneficio de la de ellos, logrando dejar como sustituto, (en el mejor
de los caso), al vicepresidente que les haya dado la gana de nombrar.
21 días es lo que queda a partir de hoy; no hay más tiempo para las excusas;
no hay más tiempo para los pretextos. 21 días tienen
los políticos para tomar la resolución moral, por primera vez, de hacer LO QUE NOSOTROS ORDENAMOS: El referéndum revocatorio a Nicolas Maduro.
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