Supongo que el solo titulo de esta entrada
puede lastimar susceptibilidades, aunque les digo, no pueden compatriotas,
aspirar que hablemos de verdades, sin producir incomodidades en aquellos que se
sientan cómodos en sus posturas oficialistas, neutras u oposicionistas, y mantenidas
en los últimos trece años de mismo gobierno.
Esperaba hace unas semanas escribir y
reflexionar junto con ustedes, sobre el tele maratón presidencial, en ocasión
de dar la memoria y cuenta de la nación en la sede del poder legislativo, pero
de a poco, el ya de por si insípido y arto predicho material compilado de dicho
discurso, se hizo indigno de cualquier análisis posterior. No así ocurrió con
la casi simultánea publicación, por parte de la MUD, de su lineamiento general
para el próximo gobierno, -en caso de
ganar su candidato aún por elegir-, las elecciones presidenciales del 7 de
octubre del presente año, y por otra parte, -por el lado de los candidatos-, el de la declaración de Leopoldo López, sobre
su retiro como candidato a la presidencia, para apoyar a su antiguo competidor,
Enrique Capriles.
Quiero comenzar por esto último.
Considero un acto de traición a sus seguidores,
de engaño a todo lo que dijo que haría, de hipocresía frente a la corte
interamericana de los derechos humanos, de falsedad al firmar un acuerdo en la
misma MUD, y de barata negociación
política, la maniobra que finalmente realizó Leopoldo López, para arrojarse a
los brazos de otro candidato, signando en él, -supuestamente-, “todas las bondades necesarias para gobernar
este país”.
¿Y qué de aquellos que desde cualquier región
del país le aportaron fondos para su proyecto político?; bien gracias; sus aportes será bien usados…
La arrogancia es madre de la estupidez, y a
partir de ahora, el Sr. Leopoldo López no podrá pretender que se le tome
demasiado en serio. ¿Quién siquiera
pudiera apoyarlo, -aunque fuera para una alcaldía-, si ni seguridad habría de
que no se raje a última hora para apoyar a otro?, (Sin perder de vista que
el gobierno ya había establecido la IMPOSIBILIDAD que él tenía para ejercer
cargos públicos).
¿Qué habrá negociado?;
¿Qué posición futura dentro del hipotético gobierno, terminó aspirando a
ocupar?; ¿Es esta la manera de hacer política de los que ambicionan ser
presidentes?
Si en una cosa él me ayudó a dejarle en claro a
los demás, es que en su persona no se
puede depositar la esperanza de un gobernante con liderazgo y honradez. ¿Es este el “leitmotiv” en la música de todo
candidato presidencial?; ¿ofrecer
para luego no cumplir y así improvisar?
¡Gracias por no poder mantenerte más tiempo con
la careta, Leopoldo López!
Me agrada ver como las estrategias políticas de
muchos opositores que buscan montarse en el poder, se hacen una con las que
muchos sectores políticos oficialistas, utilizan. ¡Caimanes del mismo caño todos en conjunto! Me gusta ver como las costuras
crujen al no soportar los tirones que los acontecimientos les infringen.
La esperanza de un cambio se desdibuja de a
poco en el país, en la medida en que, simultáneamente, los aspirantes muestran sus
limitaciones (incluyendo al presidente en ejercicio, con su no pocas fallas imperdonables), y la sociedad toda se limita a ver los
cambios requeridos, apenas como lejanas sombras de la realidad que difícilmente puede identificar, y que en todo caso, quisieran ver de manera inmediata, como el que en su inmadurez natural, un niño demuestra
mientras espera un regalo ya anunciado. Cosa por el estilo
De acá hasta el día de las elecciones internas
de la oposición, solo queda esperar y ver probablemente más cambios sin
sentidos; arreglos políticos y económicos que terminan buscando pegarse al
supuesto ganador en potencia.
Nadie dice las verdades que el país infantilmente
reniega escuchar; nadie en sus aspiraciones presidenciales, termina por
entender lo escrito entre líneas en la historia más reciente de la nación. Los
discursos parecieran centrarse únicamente en activar los “reflejos
electorales” de la masa, y ganar los votos que aspiran para llegar a donde quieren. Nada más. No hay reflexión profunda;
no hay sinceridad que se lance sin temor de irritar mentes acomodadas en la
inercia de la rutina declinante.
Nada más les dejo como muestra, la reciente publicación de la oposición venezolana; lean el proyecto político de gobierno
de la MUD, y podrán contemplar un discurso que pareciera, en vez de querer dar el siguiente y lógico paso de crecimiento, más bien querer despertar de un
mal sueño, para instalarse en otro, a plena luz del día.
Dicho proyecto pretende rehacer al país simplemente indicando que se hará cumplir la ley y
se volverá a patrones políticos y estratégicos que en realidad, ya están agotados
y comprobados históricamente en Venezuela, aunque los demuestren como la panacea. Lo peor, es que transcurre por sus interminables
paginas sin dejar en claro que: 1.- Aquellos que deben hacer cumplir la
constitución y las leyes (El Estado), y los que deben
someterse a ellas (el colectivo nacional, incluyendo a los de la MUD), están conformados
por la misma masa humana que a diario, aprendió a esquivar sus responsabilidades
y deberes, convirtiendo en el proceso a la viveza, como el principal valor de
vida. 2.- Ningún proyecto de construcción nacional, puede obviar los aciertos
acumulados, independientemente de las fallas catastróficas que urge corregir, al
perseguir ilusoriamente un “partir de un cero”,
imposible de conseguir en la realidad humana.
Véanlo así: No se trata de “comprar” una nueva escalera (país); se trata de reunir las partes de la escalera que tenemos (Venezuela), y centrarnos en subir un escalón a la vez (plantear una estrategia realista, por dura que sea, -y no me refiero a medidas económicas tipo FMI, o torpezas por el estilo-), hasta divisar en la altura, al antepenúltimo de ellos (el sitio donde comienza la Venezuela de los hijos de nuestros nietos; a esa “distancia”, está de nosotros…).
Véanlo así: No se trata de “comprar” una nueva escalera (país); se trata de reunir las partes de la escalera que tenemos (Venezuela), y centrarnos en subir un escalón a la vez (plantear una estrategia realista, por dura que sea, -y no me refiero a medidas económicas tipo FMI, o torpezas por el estilo-), hasta divisar en la altura, al antepenúltimo de ellos (el sitio donde comienza la Venezuela de los hijos de nuestros nietos; a esa “distancia”, está de nosotros…).
La distorsión del concepto nacional que
vivimos, es el que "anima" más bien a repara la escalera buscando poner el “último
escalón”, al alcance de nuestras manos (como al decir: “Llegó la revolución definitiva
que ahora si salvará la patria”), sin haber instalado el resto (resultado
esto del matrimonio entre buena política, estrategia coherente y gente
dispuesta a sacrificar), y mucho menos sin haberlos escalado (Sin
pretender hacer esfuerzos).
Ya no bastará que “lo superáremos todo con valor o entereza”; con ética o amor. Es
necesario definir con claridad; con la claridad que no deje lugar a dudas,
ni espacio para interpretaciones intermedias o de terceros.
(Es justo por esto que la aplicación de la constitución falló: se endosó la responsabilidad de su aplicación, a la interpretación directa del líder de turno)
(Es justo por esto que la aplicación de la constitución falló: se endosó la responsabilidad de su aplicación, a la interpretación directa del líder de turno)
Por eso, para realizar cualquier arranque sensato,
se requieren dos cosas; dos, como la cantidad de patas o largueros que tiene la
escalera que estamos llamando Venezuela:
Uno, constituido por la decisión firme e irrevocable de cumplir y hacer cumplir
la constitución y las leyes, siempre en su entorno social y humano, supeditado únicamente
a la noción nacional de justicia,
aprobada por Dios. El otro, conformado por la decisión de no fallar en lo
primero, por reconocernos como corresponsables todos de la situación que finalmente
hemos creado como escenario de nuestra vida nacional.
Invéntenle mas "patas" a la escalera, y terminarán
apresados por la inutilidad de aquello que estuvo llamado a permitirnos crecer
(la escalera en si, como instrumento de ascenso).
Puntualizando nuevamente sobre el proyecto MUD, y sus amplios ejemplos de errores y vaguedades, tengo que dejar en claro que cosas como, “devolverle a RCTV la señal abierta y sus
equipos”, por solo mencionar una de tantas, suena como a medida
simplista y desesperada por volver al pasado, sin considerar las múltiples
vertientes que dichas decisiones o intenciones, tienen.
Si le devuelven la señal a RCTV, -por citar el mismo
ejemplo, y sin negar que hubo injusticias de parte y parte-, ¿Despedirán a todos los que ahora trabajan allí para poner a los que
estaban?; (¿Harían lo mismo con los empleados y ex empleados de PDVSA?); ¿Establecerán
nuevamente el parcializado convenio de entrega de espectro radioeléctrico a
dicha empresa?; ¿Quien evaluará todos
los abusos e influencias que lograron sus dueños concretar sobre distintos gobiernos
nacionales en el pasado?; ¿No se le perdonará al actual gobierno haber hecho lo
que hizo con esa empresa y ese canal televisivo, pero si se le perdonará a RCTV
haber sido el primer canal en transmitir pornografía y ofertas de servicios
de prostitución por señal abierta?
No negaré que atinan ocasionalmente en sus afirmaciones cuando
proponen cosas como por ejemplo, establecer una PDVSA centrada sobre su negocio (el petróleo),
y no sobre la infinidad de acciones sociales para lo cual ha tenido que crear dicha
empresa petrolera un aparato burocrático enorme y paralelo al ya existente en
el Estado para la misma función, ya que ha demostrado desde hace décadas no
poder canalizar honorablemente los dividendos petroleros. Sin embargo, falla la MUD al pretender abrir
la empresa nuevamente a capital extranjero y a privatizar muchos servicios que
fueron de hecho, el detonante para que en las décadas pasadas, la arrogancia de
la estatal petrolera llegara hasta sus máximos niveles, desembocando en lo que
es hoy: Un conglomerado de graves errores técnicos, gerenciales y políticos.
Una vez más, “No critiques la paja en el ojo del vecino, teniendo una viga en tu
propio ojo”. No se trata de dividir y borrar; más bien es
cuestión de multiplicar los esfuerzos,
sumar lo bueno, y restar lo malo.
(Por cierto, en ningún punto habla la MUD de
eliminar impuestos injustos como el IVA…)
Definitivamente, el mayor reto de la Venezuela actual,
es aprender a gobernar sin lideres que le digan por donde ir; una nación adulta, con ciudadanos maduros políticamente, no necesita dedos que le señalen el camino; tampoco requiere de tribunales
externos para llevar a juicio sus propios errores. Lo más difícil esta aún por
venir, y lo digo con la firme esperanza de equivocarme. Aun el adolecente que
somos como nación, no ha terminado de emborracharse y quedar desnudo. Aun no, aunque lo vivido no es para nada, inútil o innecesario.
Volviendo al principio, todo lo hecho hasta ahora, mas lo ofrecido por
todos los candidatos a la presidencia, no son más que las pruebas contundentes
de que todo lo errado e incompleto se ha puesto en práctica ya, o se ha
propuesto para el inmediato futuro.
Lo que queda es vacio; como ese que pareciera
ocurrir entre cada respiración; en la respiración de la nación. Es a eso a lo
que llamamos desesperanza…
Esperemos la próxima inhalación. Nuevo aire
traerá nuevas perspectivas.
De su ocurrencia, solo Dios conoce el momento…
Les digo un secreto; el orden de los últimos tres
peldaños de la escalera nacional, del más alto y descendiendo, es este: Dios,
Justicia y Pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario