Pregunto yo:
¿Y alguna vez acaso eso ha importado para que entren?
¡Hay
comentarios y declaraciones que levantan a cualquiera de su tumba!
Yo tenía
días sin escribir, y no tengo excusas para ello, mas allá de la apatía que los
mismos y ya comentados predecibles eventos políticos sociales y económicos han
logrado hacer; debo admitirlo. En mi tumba de apatía, el presidente de la republica,
con su misión de ayuda a las adolescentes embarazadas logro que abriera los
ojos, ante la virtual beca que a cada jovencita que este en cinta se le dará,
sin siquiera mencionar la emergencia en la que estamos ante esta epidemia de
nacimientos a destiempo concebidos, y que solo acrecienta la brecha entre la
miseria mantenida con vida por conveniencias políticas, y la verdadera erradicación de lo que es evidencia de
descomposición social y cultural en nuestro país.
No
satisfecho el mundillo político venezolano con este abrir de ojos de mi parte,
se lanza sin reserva alguna el alto funcionario del servicio nacional de
identificación, para expresar sin rubor, como, “en pro de la unidad americana”,
-mientras mete en el paquete del Mercosur a un país que no tiene que ver con
esta (Colombia)-, que los colombianos podrán “ingresar” al país como “Pedro por su casa” en calidad de “turistas”,
como si ello no ocurriera a diario, sea para trabajar o delinquir, en
nuestra ultrajada y casi muerta frontera occidental. Un balde de agua fría lanzado a la tumba donde yacía, para hacerme
saltar de un golpe y decir: ¡hipócritas!
Definitivamente,
la sensatez esta secuestrada por nuestra propia torpeza. Saben que este tipo de
declaraciones oficiales son otro saludo a la bandera, y lo que es peor, muchas
veces son sin premeditación; es decir, se desconoce realmente el fondo del
problema que en particular nos aqueja.
Por el lado
de la declaración de este funcionario, mal hace al tratar este tema como si de
un mero asunto de flexibilización en el transito sobre una frontera sana y
resguardada se tratase, cuando todos sabemos que esas son tierras de nadie,
vendidas al mejor postor. Sencillamente, no hay autoridad ni moral en la
frontera colombo venezolana. Ciertamente, y con orgullo, puedo afirmar que
podemos interceptar y hundir a un submarino extranjero, pero justo existe un
mar entre esa realidad, (con sus debilidades reales e inocultables), y la situación
patética vivida en todas nuestras fronteras terrestres.
El hecho es
irreductible: Los ciudadanos colombianos pueden entrar y salir de Venezuela cuando
les dé la gana, y como les dé la gana, llevando con ellos, -o trayendo-, lo que se les antoje, Punto.
Ya hemos
mencionado que existen tantos extranjeros colombianos aquí, que ya ellos
seguramente decidirán quien es el próximo presidente de Venezuela. La soberanía
se ha perdido hasta ese punto, por entender la soberanía como algo tan
simplista como hasta ahora lo hemos hecho, No se trata de estar ojos avizores
contra el enemigo imperial que en realidad nos puede pulverizar cuando les de
la gana, sino en estar atentos y muy autocríticos cuando cosas como la cedulación
indiscriminada, la frontera corrupta y la mediocridad de los gobiernos
colombianos que no atienden a su población más desasistida, engendra en nosotros
estas miserias.
La cantidad
de turistas colombianos siempre será mínima, porque la mayoría de los que
entran y salen, ya tienen cedula de ciudadano venezolano, y nosotros no
exigimos lealtad ni compromiso serio por ser ciudadano de esta republica. No
cumplimos nosotros que nacemos aquí, ¡Con
qué moral podríamos pedirles a ellos que nos respeten!
Seguimos “jugando”
con las mismas cartas de fracaso, apostando siempre el futuro de nuestros
hijos, porque la cobardía disfrazada de viveza, nos impide arriesgar nuestro
propio presente.
Puedo ser más
diplomático y delicado con estos temas, ¿Pero para que hacerlo, si ya los políticos
se encargan de eso a diario en Venezuela?
En la otra
esquina, (porque parece ser un cuadrilátero de boxeo donde abrí mi tumba y no
en un cementerio), el esfuerzo del presidente por palear la situación de las adolecentes
embarazadas en Venezuela, es otra de esas “Hecha
con las manos, destruida con los pies”, que se dan a diario en nuestro país.
No puedo
decir que voy acertadamente a becar a las embarazadas en nuestra nación, para
que una vez superado ese error de vida joven y sin guía, puedan enmendar su situación
y terminar de estudiar y hacerse verdaderas mujeres, si no digo junto con ello
que es para comenzar a solucionar una situación vergonzosa, producto de la
ignorancia y la debacle social que vivimos, y que debe ser erradicada estadísticamente,
en un plazo breve de tiempo, para lo cual atenderíamos no solo con mayor educación,
sino también con concientización, métodos anticonceptivos, esterilizaciones
voluntarias, campañas de trabajo dignificadoras, y demás medidas que logren
atajar este problema. Decir que les voy a dar dinero y ayuda solamente, es
peligrosamente difuso, y es como darle atención funeraria y el pésame
presidencial personalmente, a toda madre a quien le hayan asesinado un hijo,
sin decir también que vamos a atrapar, procesar condenar y reeducar, al asesino.
Así de incompleta y débil esta la misión “una
beca por embarazarte”. Debemos ayudarlas, pero ofreciéndoles la garantía de
que sus propias hijas no caerán en la misma situación de ellas dentro de 13 o
16 años.
Sr
Presidente: O corrige la misión de inmediato, o esta corre el riesgo de morir
miserablemente como aquellos a quienes el derecho de la vida se les usurpó
mediante un aborto.
A continuación
les dejo el artículo que me sacó de la tumba; léanlo ustedes y decidan si las
cosas marchan tan bien como nos dicen los políticos.
A diferencia
de Bolívar, que muerto está en su sarcófago a prueba de balas pero no de hipocresías
y mentiras, yo si puedo salirme de mi tumba voluntaria y decirles en la cara: ¡Hipócritas!...
Turistas
residentes en los países del Mercosur no la necesitan
EL UNIVERSAL
viernes 16
de diciembre de 2011 12:00 AM
Dante Rivas,
director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería
(Saime), anunció que los ciudadanos colombianos que deseen ingresar al país por
vía aérea o terrestre, en calidad de turistas, no tendrán que solicitar visa.
Rivas
explicó que esta acción se implantará en función de darle cumplimiento al
acuerdo firmado con Mercosur, "los ciudadanos residentes de los países
asociados a esta comunidad, tienen una supresión de visa que les permite transitar
en dichos países, sin necesidad del referido documento", indicó.
Reveló que
este convenio sólo se cumplía en las vías aéreas por lo que recalcó que
"el ciudadano visitante que desee ingresar vía terrestre debe exigir en el
punto de control migratorio que se le coloque en su pasaporte el sello de
ingreso a nuestro territorio, ya que el mismo será su visa".
Agregó que
"el visitante colombiano tiene 90 días continuos para hacer turismo en
Venezuela, y en el momento de que ese plazo se venza deberá retirarse de
nuestro país, o pedir la renovación del permiso, el cual pudiera ser por 30
días más".
Rivas
reiteró a los ciudadanos colombianos que deseen hacer turismo en nuestra
nación, así como a los visitantes de los países pertenecientes al Mercosur que
"no tienen que pagarles a funcionarios corruptos ni un solo bolívar para
ingresar".
El director
del Saime aclaró que "los venezolanos también pueden entrar a cualquier
país del Mercosur sin necesidad de tener visa ya que existe el derecho a la
reciprocidad en este acuerdo".