Les voy a ser directo sobre lo que realmente implica esa afirmación: Si la oposición en efecto está ganando espacios, (y si ello significara que el oficialismo los está perdiendo en la misma proporción), ello implicaría en realidad que, una opción equilibrada, si es posible superior en su concepción del todo, no se está concretando a partir de los antiguos bandos.
¿Será eso cierto?
Piénsenlo, porque, o los estadounidenses están equivocados, o nosotros estamos mal.
A continuación, cito parte de la información:
El subsecretario de Estado para el hemisferio occidental Arturo Valenzuela dijo durante una conferencia ante empresarios y académicos que la “situación en Venezuela está cambiando” y mencionó que “el gobierno está enfrentando graves problemas, el desempeño económico no marcha muy bien y la oposición… está ganando nuevos espacios. Creo que es una tendencia importante”.
“Hemos estado muy preocupados sobre las tendencias populistas y autoritarias en Venezuela. Lo hemos dejado claro. Hemos estado preocupados por los ataques a la libertad de prensa, la concentración de poder y también sobre el hecho de que ha habido un incremento del narcotráfico… Es bastante preocupante”, añadió sin dar cifras.
No pierdan de vista lo relevante, y no es precisamente que ellos opinen sobre nosotros, o que casi se alegren por la supuesta debacle gubernamental. Lo importante, queridos compatriotas, es: I.- La mentalidad predominante en ellos, al considerar a la oposición venezolana como la alternativa válida y automática para Venezuela. Obviamente, existen elementos de injerencia en estas opiniones, lo cual no es extraño viniendo de los estadunidenses, acostumbrados a ello, por algún “derecho” perdido ya en su laberíntica historia. II.- La mentalidad predominante en nosotros, que nos lleva a no querer evolucionar sobre lo que tenemos, prevaleciendo en muchos la idea del “borrón y cuenta nueva” ya mencionado anteriormente, como patrón repetitivo, odioso y funesto, que no nos permite construir ninguna base útil para sucesivas edificaciones. Ciclo enfermo de construir-destruir.
Si, es cierto: sabemos que en la madurez de la sociedad, -en los términos de tiempo de una nación-, el crecimiento hacia un entendimiento mayor si se está dando inexorablemente.
Deducir lo que ello supondrá en las próximas elecciones, es realmente un acertijo.
Debo admitir que me incomoda pensar que los actuales sean sustituidos por los otros, con la diarrea de despidos, revanchas y venganzas que ello supondrá, si no hago mal al rememorar como los oficialistas fueron “cazados” en aquellos días del golpe del 2002 por los oposicionistas.
Igual me incomoda pensar que algunos de los actuales sigan usando el poder como lo hacen indebidamente, encubriendo nuestras más miserables debilidades, mientras que los menos, miran más allá, hacia donde debe ser, pero sin expresar palabra de advertencia sobre el camino errado tomado y los problemas fundamentales que permanecen vírgenes…
En el ínterin, aquellas masas populares, siempre victimas, -y ahora con cierta cuota de poder-, corren una carrera contra reloj sin saberlo, para demostrar que pueden administrarlo (el poder) con cordura, aprovechando en el proceso, el conocimiento y liderazgo de aquellos bien preparados, sin pasar sobre ellos por representar a aquellos pequeños sectores que teniendo poder hasta hace poco, no hicieron lo que justamente nuestra constitución exigía: garantizar justicia y prosperidad para todos.
Volviendo a la noticia estadounidense, obviamente al leerla, se nos ocurre que la injerencia de los EEUU, nos da pie para hacer unos ejercicios de injerencia sobre ellos. Empero, caeríamos en un error.
Dejarnos arrastrar hacia comportamientos más bajos que nuestras aspiraciones, garantiza perder el día en esa jornada eterna de crecer y buscar. No vale la pena.
Hace tiempo hablábamos del espejismo que supone en realidad la influencia, la injerencia, que EEUU puede tener sobre nosotros, pues la ilusión comienza justamente en nuestra debilidad como nación no nucleada sobre una identidad fuerte. Igualmente pasa por nuestra credulidad ante todo que venga de afuera como si de cosas más grandes que nosotros se trataran, y termina en nuestra falta de coherencia social, política y económica.
Entonces, ¿La oposición gana espacios en Venezuela?
No lo hace; lo que estamos es perdiendo espacios para la cordura, el trabajo conjunto y los sueños comunes.
Sobre lo que EEUU diga, les recuerdo que son solo una nación con sus propias limitaciones y desaciertos. Sirvan las palabras de un ilustre ciudadano estadounidense, para esclarecer lo que ante ellos mismos se yergue como retos por enfrentar, y que son un recordatorio de donde no debe estar nuestra atención centrada: En lo que EEUU nos pueda decir.
Decía aquel ilustre ciudadano sobre su propia nación:
“Preveo cómo será la América de la época de mis hijos o nietos: (…) los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad. [...] La caída en la estupidez de Estados Unidos se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación”. [...] “la pseudociencia y la superstición serán más tentadoras de año en año, (…) cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. (…) Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse”.
Carl Edward Sagan (EEUU, 1934-1996. Científico planetario)
El mundo y sus demonios (publicado en 1997)
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