domingo, 30 de enero de 2011

La desnaturalización de Venezuela.

Llevo varios días meditando sobre nuestro país; estaba tentado a escribir sobre las cosas buenas que el gobierno ha hecho, porque las hay, -y evitar así que me llamaran fatalista-, al mismo tiempo que mencionaba nuevamente las cosas malas que este mismo gobierno ha permitido subsistir hasta nuestros días. Al hacerlo, (la reflexión…), me di cuenta que con un poco de sana discriminación entre los hechos y la fantasía, cualquiera puede acercarse a un chavista y saber lo bueno que se ha hecho, mientras que basta aproximársele a un oposicionista, con la misma herramienta de discriminación preventiva entre la realidad y lo ilusorio, para darnos por enterado de las fallas.

Más difícil resultará siempre, sin embargo, detectar los problemas medulares; de esos, ni uno ni otro bando les hablarán con mucha seriedad; se ocuparán posiblemente más en de lo superficial, quizás en lo reaccionario, como en aquello que estaría “suspendido” en una imaginaría polvareda, pero muy poco o nunca se detendrán a estudiar el origen de dicha tormenta de arena y sus consecuencias a largo plazo.

Esa es en mi opinión, (como quizás lo he mencionado en el pasado), nuestra peor y más constante desgracia; la única que realmente nos hace perder tiempo y recursos, así como vidas y esperanzas. Es como quien dice, “…la tuerca que aprieta el perno” de nuestra miseria de nación subdesarrollada.

Por estas cosas más bien tristes, es que quiero detenerme en la que considero es, una de las principales “tuercas”, o desgracias, que “inspiran” el titulo de esta entrada al blog: La incontrolada inmigración de ciudadanos extranjeros, particularmente de colombianos hacia nuestro permeable territorio.

Iniciemos dejando un punto en claro: No se trata de xenofobia. Los aportes y el trabajo de miles venidos de otras tierras en las últimas décadas es innegable, digno de reconocimiento, y la mayoría ha venido justamente en busca de su superación con trabajo y más trabajo. Que se consiguieran un país retraído, ajeno a su propio orden legal venezolano, con la viveza como antivalor prevaleciente, es otra cosa.

Muy poco se dirá de la responsabilidad que cada nivel de gobierno tiene en esto, desde alcaldías hasta el gobierno centralista; la patética escases de políticas que buscan exaltar la venezolanidad, poco a poco han ido pasando factura. La inexistencia de planes de estimulo, de campañas permanentes de refuerzo de los valores ciudadanos y venezolanos, brillan por su ausencia. En definitiva, ningún gobierno desde Pérez Jiménez hasta el de Hugo Chávez, puede esquivar su cuota de negligencia y desatino en el manejo de este asunto elemental.

Y ojalá se tratara solo de esto; el asunto es como imaginarán, más profundo y pese a ser los extranjeros la parte visible del problema, somos los venezolanos, los causantes del mismo.

Si, como lo están leyendo; los venezolanos somos responsables; desde los venezolanos que detentan o han detentado cargos de gobierno, hasta los más humildes, como los que andamos a pie. Estoy seguro que a ustedes esta situación les ha causado incomodidad; esto también tiene mucho que ver con la creencia popular de que somos un pueblo abierto y solidario, o como dicen ahora, que somos hermanos latinoamericanos, unidos por la historia y el socialismo o cualquier otra cosa; afirmaciones populares como esas vienen a ser parte del problema medular por el que no llegamos a llenar con nuestra existencia, esa palabra con la que nos definimos: venezolanos.

Les adelantaba algo de este fenómeno hace un tiempo; a nuestro país no vienen, pese a las buenas intenciones que traigan, en general la mayoría, -insisto-, vienen muchos extranjeros no precisamente a hacerse uno con nosotros, ni mucho menos a dar un salto consciente y claro, definido con fuerza y sin dudas, a un modelo de sociedad con leyes y normas claras de venezolanidad. A veces ni siquiera es cuestión de mala intención, sino de simple sencillez, humildad, producto de la escasa educación formal y atención de parte de sus respectivos gobiernos de orígenes. En esos términos, Los millones de emigrantes y desplazados colombianos, son como ladrillos con los que se construye día con día, el inmenso monumento al fracaso que acusa con razón al gobierno de Colombia, y desde donde es posible ver toda la miseria que alrededor de sus ciudades estilo “europeo”, crece sin cesar.

Esto último no es razón para sentirnos mejor; la única diferencia entre su miseria y la nuestra, es que aquí en Venezuela no hay guerrilla, ni un conflicto armado que nos desgarre de continuo.

Otra cosa en la que tenemos que estas claros:

Somos el país mas desdibujado en términos de identidad nacional, en Latinoamérica.

Pese a nuestros diferentes niveles de “nacionalismo” y de “defensa de lo nuestro” de región a región dentro del país, les digo que en general, no hay nación en esta América, donde sea más fácil entrar y permanecer sin mayor problema; no existe otra nación donde sea tan sencillo y accesible conseguir la nacionalidad o el documento legal de la misma, y donde sea más fácil imponer, -por acción simple y natural ante la ausencia de la propia-, la cultura y costumbres que se traen de otras naciones.

Con vergüenza reconozco ante el mundo, que eso ocurre en Venezuela. Regiones fronterizas, particularmente las de occidente, -con el caso emblemático constituido por el estado Zulia, son las más afectadas, pudiéndose sentir en algunas de sus zonas comerciales, y en la inmensidad de sus zonas de pobreza, constituida por cientos de barriadas con casi ninguna ley, que el balance entre población autóctona y población extranjera colombiana, podría estar acercándose al 50 %. Eso en una nación con menos de 30 millones de habitantes, de los cuales quizás 4 o 5 millones sean de procedencia colombiana, casi que decreta el desdibujado de la venezolanidad, aunado a la tendencia sociopolítica, proclive a la internacionalización del modelo de prosperidad que el actual gobierno mantiene.

Unido a esto, está la cedulación masiva de dichos ciudadanos colombianos en territorio venezolano, y la corriente permanente de migración que seguramente no se detendrá.

Quiero detenerme en el estado Zulia, porque lo considero el primero que de seguir así, caerá como entidad de la venezolanidad.

Ir por sus calles, barrios y urbanizaciones, es oportunidad para descubrir rápidamente como el acento colombiano predomina en muchas partes; la música colombiana de la costa, lidera sin ningún tipo de dudas, dejando a los ritmos autóctonos, como la gaita, reducidos y minimizados a pequeños bastiones como la de los meses navideños. De resto, ballenato.

La existencia en la región Guajira, cuyo control comparte por fronteras Colombia y Venezuela, de la mayor etnia indígena del país, más comúnmente llamada guajira, cuya historia de maltrato y abandono por parte de las autoridades de ambos países, ha hecho que se aferren a su propia identidad como cultura, ha logrado disminuir aun más la ya de por si maltrecha venezolanidad en la zona, y su principal identidad regional: la zuliana.

No insistan por favor en ver las partes; contemplen el conjunto de la situación, y verán el grave problema de deterioro moral que tenemos encima. Nuestra debilidad conceptual amenaza de continuo nuestra integridad como nación, y la negación de las nociones irreductibles de constitucionalidad, legalidad, ética, y nacionalismo, han permitido sin vacilación, la entrada de nuevos actores a la dinámica nacional, actores que sin quererlo, fueron invitados, y de los que solo su propia debilidad, como migrantes generalmente de los estratos sociales colombianos más bajos y menos atendidos por sus respectivos gobiernos como decíamos, han hecho más lento el proceso de “desvenezolanizacion”

Vean el total de los eventos, el total de las situaciones, y el total de los procesos políticos, económicos y sociales que se están dando desde las últimas décadas y hasta la actualidad. Sé que no es fácil, pero insisto, véanlos.

Las distintas secuencias de eventos políticos, y los movimientos sociales que poco a poco van surgiendo en nuestro país, están siendo el caldo de cultivo de nuevas corrientes de interpretación de los fenómenos políticos, y en ellos, la disímil mezcla de población autóctona, y población migrante en las condiciones que hemos mencionado ya, producirán resultados que si no son guiados con certeza, resumirán en una población más neutra en su venezolanidad, atenta mas a la mística del socialismo internacional que a otra cosa. Considero con humildad, que los hechos ya demuestran en términos de colombianos y otras nacionalidades cedulados como venezolanos, que la capacidad de definir a un presidente en Venezuela, ya puede depender de ellos, y no de nosotros. Únicamente la distribución equitativa entre oposicionismo y oficialismo de esta inmensa población extranjera cedulada, cancelaria el efecto decisorio que poseen. El presidente de la republica se equivocó de banda a banda con esta apertura a la cedulación indiscriminada, y seriamente le digo que deberá asumir la consecuencia de esto. (Autocensura).

Una cubanización que sería más administrativa que real en el terreno, es infinitamente menos relevante que la colombianización a la que la vieja y orgullosa, pero débil venezolanidad, está siendo sometida casi de manera fortuita, ante nuestra mirada perdida en el horizonte.

Les comentaba que no se trata de xenofobia, porque el asunto no es empezar a sacar extranjeros de nuestro territorio, como si esa medida de prepotencia de nuestra parte fuera a hacer borrón y cuenta nueva. Aunque esa es una opción para con los indocumentados más extremos y problemáticos, no es la solución. No es tan simple el asunto, como imaginaran.

Seguramente algunos pensarán que la actual escases de viviendas se resolvería sacando a los indocumentados y a la minoría de ellos que delinque, o que la mitad de las invasiones en el país son para darle casa a estos; otros podrían afirmar que habría más trabajo si los ilegales y parias fueran repatriados. Los que menos, no dudarán en afirmar que de ellos es la culpa de nuestros males, pero debo decir que no es cierto; por lo menos esto último. Ni a colombianos ni a estadounidenses, por no mencionar a los cubanos, pueden ser blanco de nuestras rabietas y malacrianzas, a la hora de precisar responsables. Nuestros problemas siguen siendo nuestros, porque no hemos sido capaces de resolverlos, al no haberlo ni siquiera enfrentado.

Pretendemos ser modelos de buena apariencia al proceder y andar, con el último gadget tecnológico encima, mientras que con esos caros vestidos y perfumes, ocultamos la carne muerta de nuestras llagas ignorantes.

Espero no estar sorprendiendo a nadie con mis afirmaciones. Desde el principio este blog ha querido ser la versión de la realidad que vive un venezolano de a pie; esa realidad que lejos esta de los venezolanos convertidos en políticos, sean civiles o militares. El asunto de cómo la desculturización del venezolano está dando al traste con su venezolanidad, mientras esta es sustituida por la fusión de otras culturas a una velocidad imprudente, no es cuestión de risas y postergamientos. No se trata de desmentir estas cosas y seguir el relajo. Se trata de decidir y actuar. Si lo que queremos como mayoría (sin contar a los mismos extranjeros) es seguir el camino que andamos hasta hoy, pues que así sea, pero necesito que me avisen, para poder escribir el epitafio de la Venezuela que amé, antes de irme con ella.

sábado, 29 de enero de 2011

Otro censo de productores agropecuarios, ¿12 años después?

No hay mucho que decir; simplemente hacer, –ahora si-, el censo de productores agropecuarios en Venezuela, 12 años después de estar en el poder, no tiene lógica, mas allá del lenguaje político actual.

Estemos claros: La seguridad agroalimentaria no se compra: se hace con un profundo trabajo organizado y continuo. No hay atajos, ni censos anunciados con canciones folklóricas posibles de revertir lo hecho. En 2 años no hay tiempo para nada en el marco del tiempo agrícola. Quizás 12 años más, con dos periodos nuevos y consecutivos, le darían al presidente el tiempo para…

…”Ahora sí”.

sábado, 22 de enero de 2011

¿Quieren una revolución de verdad?: ¡Hagan cumplir las leyes!

“Que revolución tan fantástica seria esa donde en busca del bienestar de las mayorías, mientras se protege a las minorías, la nación se volcara con fuerza pero sumisión, a hacer cumplir cada palabra de la constitución, enarbolando como única bandera, la sana venezolanidad que los siglos han construido hasta hoy”

Lo hemos dicho ya; sin apego total a la ley, no habrá progreso real. No busquen rescribir ningún libro de vida de la nación; no busquen democracias, socialismos, o mezclas optimistas y hasta románticas de ambas; no pierdan el tiempo en constituyentes (un país no puede estarse “reseteando” a cada rato); no miren por encima del hombro de nadie. No traten de inventar una nueva venezolanidad. No busquen hacer algo nuevo, si no hemos sido capaces de hacer cumplir ni siquiera nuestro ultimo intento serio de constitución. Ni un presidente Chávez, ni aún una docena de ellos, podrá hacer avanzar un milímetro en la dirección correcta a este país, si el colectivo transformado en republica, no se inca de rodillas en el suelo para poner sobre si misma, a las elementales directrices de justicia social y prosperidad que nuestra constitución guarda.

Todo lo demás, absolutamente todo, es inútil. Lamento tener que ser áspero.

No hay más.

Pongamos sobre nosotros las leyes y la moralidad, para convertirnos en los libertadores de nuestro propio colectivo encadenado aún a la mediocridad. Optemos por la conveniencia y la palabra zalamera, y seremos solo unos políticos.

Políticos como los de ahora, civiles o militares, que justo en este momento, siguen planificando y activando sus proyectos particulares de poder. Solo fíjense en los partidos políticos que se niegan a ir con una tarjeta única a elecciones, a sabiendas de que con ello pierden poder; o deténganse a ver como organizaciones “de la sociedad civil”, se convierten “inocentemente” en partidos políticos; claro está, “con el pretexto de poder hacer así más eficiente su trabajo por las comunidades…”

¡Hipócritas!

Es tan falso eso, como esa burda excusa para devaluar que todos los gobiernos usan: “Devaluamos para estimular el aparato productivo nacional”.

Más que hipócritas: ¡políticos!

Si esto último fuera cierto, ¡estaríamos ante una Venezuela hiper-estimulada en su capacidad industrial y tecnológica!; ¡casi seriamos ya una potencia mundial!

Pero no, nada de esto ocurre; metidos de cabeza en la segunda década del siglo 21, seguimos siendo una nación subdesarrollada y subculturizada, con los actores políticos definidos en sus miopes intenciones, donde no cabe la aceptación de sus responsabilidades en los temas de inseguridad, corrupción, inmigración ilegal, invasiones, derroche, pérdida de identidad nacional, negligencia en el manejo de los fondos del estado, y en fin, un eterno etcétera...

El Sr. Presidente ha establecido con claridad su personal visión política, así como su plan de gobierno permanente hasta el infinito. La oposición sigue siendo una mezcla triste e incapaz de gente sin una sinceridad que no suene a despiadado capitalismo, cuarta y quinta republica y a más de lo mismo. Olvídense de que habrá dialogo; de parte y parte, solo hay posibilidad de un aburrido monologo con los demás actuando como invitados de piedra.

Nadie va a dialogar. Eso en nuestro país no existe aún, como no existe tampoco la memoria a largo plazo, por lo que tarde o temprano, al país vuelven los mismos males y sus actores.

Ya les decía hace días que Bolívar, con su honor de por medio, nunca pudo llegar a ser un político, justamente por evitar estos terribles vicios; yo que no lo soy tampoco, me siento como lo que soy: el simple hombre de a pie que lo sigue, mientras veo el descaro que nos rodea y veo como hacen de su espada y pensamiento, un producto mas, en este mismo parapeto político pseudo comercial que hizo de el guerrillero argentino Guevara, ya muerto, una marca patentada que da dinero, cada vez que alguien quiere usar su estampa.

Nuestras únicas herramientas validas de progreso (la voluntad, la disposición al sacrificio por una razón justa, la venezolanidad, la constitución y nuestra fe en Dios), poco a poco se difuminan y hacer más difíciles de reconocer y ejercer, en la misma medida en que tercamente nos centramos en ser egoístas, arrogantes y carentes de humildad.

Sin esperanza de rectificación alguna por parte del Sr. presidente de la republica, me limito, -eso si-, a recomendarle que en lo personal se detenga a evaluar sus propias palabras. Decir a diario cosas como que “su única venganza será el que no volverán a gobernar los de antes”, dejan en evidencia su rabia hacia quienes lo contradicen, y lo alejan a Ud. de aquel espíritu que en un presidente debe hacerlo actuar con el fin de dejarle al siguiente presidente, el terreno alistado para continuar construyendo constitucionalmente los puentes que como comunidad nacional y republicana, deseamos hacia el futuro que visualizamos.

Sigamos rodando descontroladamente hacia el fondo, lubricando con petróleo y poderes públicos parcializados con el presidente de turno y subdesarrollados, nuestra terquedad, mientras los políticos juegan a “los candidatos de juguete”, a “las escondidas políticas”, y a que “eran presidentes de la republica y los demás hacían lo que ellos dijeran”.

Sigamos jugando. Afortunadamente, la infancia no dura para siempre…

domingo, 16 de enero de 2011

Un perro lastimado aún con tres patas camina.

Como esa triste imagen que alguna vez hemos visto, en donde un perro con una pata partida, luego de un accidente aún entre nosotros puede seguir caminando y viviendo en medio de su limitación aunque esté cojeando, así va la ilustre nueva asamblea nacional. Fiel al amo que le da de comer, -que no nosotros-, pese a su estado.

En estos días he visto de parte de la novel asamblea, más pavoneo y prepotencia que en los meses anteriores, con un presidente de la republica que en medio de su tono conciliador mientras contaba sus irreverentes y fuera de lugar historias, muestra sin embargo, control de la situación y de la asamblea, mediante una cadena de más de 6 horas, donde todo lo dicho es repetido, y en todo caso, nada que no se haya incumplido anteriormente. Como el perro (la asamblea), la pata rota (la oposición), se queja y hace gemir de dolor al animal, por la dificultad para andar, pero las otras tres patas (el oficialismo), simplemente ignoran a la malograda compañera; así, en la asamblea no hay indicios de dialogo claro, de conversar a ver si de lado y lado, buenas ideas pueden ser unificadas en beneficio del colectivo. Eso no existe: La orden publica es arrasar, como en una anacrónica batalla, entre diputados “heroicos y fieles al proceso” y los “pitiyanquis y apátridas opositores, elegidos por un pueblo confundido y engañado, razón por la cual no valen políticamente”, donde la ansiada victoria, vestida de revolución, se hace en apariencia más grande que sus artífices, garantizando así que la atención se centre en lo fútil e incorrecto. Trampas clásicas de la guerra psicológica, donde los políticos civiles caen torpemente. Mientras, los políticos militares avezados en estas artes, avanzan en sus metas particulares.

Todos estos “golpes de timón”, con cambios intencionales en toda la estructura de mando y gobierno venezolano, persiguen el mismo objetivo: Distraer, dividir y sistematizar, para alcanzar el control sin oposición. Una meta legitima, cuyas consecuencias dependerá de las intenciones finales del que diseñó y ejecutó el plan. Lo que se ha perdido en el proceso, durante esta década y tanto, a la vista del ejecutor, puede ser simple daño colateral, o peor, daño no anticipado, debido a una simple incapacidad real para gobernar.

La meta de este control, estimados compatriotas, queda entonces, a vuestra interpretación.

Les digo que no podemos seguir esperando logros concretos y avances significativos y sostenidos en nuestra nación, sin hacer del culto a la ley, nuestra máxima de vida después de Dios. Es simple: Elegimos la cordura y la humildad, o continuamos con ese hueco orgullo de fanático sin sentido.

Lo visto hasta el día de ayer en el mundo político venezolano, les digo con franqueza, me asquea, y hasta me quita las ganas de escribir. Ver como el ciudadano presidente, por ejemplo, luego de haber dicho hace unos meses que quien invadiera terrenos no tenía derecho a casa propia por parte del estado, ahora se contradice al aupar las invasiones por parte de quienes muerden el anzuelo, para darle así “casa al pueblo glorioso”, no hacen con este tipo de cosas más que alejarnos de aquel escenario donde el actual gobierno, hubiera podido efectivamente sacar a Venezuela de donde estaba.

“Pueblo glorioso”: Así define el presidente, en un mismo “saco”, a los que luchan trabajando y aguantando injusticias mientras buscan una vida tranquila y digna, con los que justifican cualquier acto ilegal y escandaloso, con tal de lograr sin costo, un terreno, una vivienda, un servicio eléctrico, una conexión de Tv por cable, o el servicio de agua, teniendo hijos mal alimentados y con menos valores éticos aún que ellos mismos, producto todo de la promiscuidad sexual, la falta de prevención, y por sobre todo, por la incapacidad permanente del estado y el gobierno para reconocer que en lo elemental de la existencia misma de la nación, están anclados los peores males, que sin tocarlos o mencionarlos, pretendemos aún hoy llegar a ser un país justo, social, desarrollado y prospero.

¡Tamaña estupidez en la que vivimos!

Para completar el singular cuadro, la asamblea peca al seguir “al dedillo”, la fórmula sorda y descarada del anterior periodo legislativo, mientras que el ciudadano presidente de la republica comete su mayor “pecado” cada día, al no utilizar su poder de convocatoria y liderazgo, ya disminuido y cansado, para poner el dedo en esa llaga cancerosa que pudre nuestra medula de nación republicana.

Su única miseria será esa: El saber quizás que pudo haberlo hecho, pero no supo cómo, ni con quien. Aunque muriera solo como Bolívar, en nada se parecerá a este; aquel salió de este mundo con gloria, habiendo consumado una epopeya independentista que hace difuso cualquier error; el presidente saldrá de este mundo, cuando sea viejo, con el crujir de dientes que produce todo aquello que sopesado con sus logros, se hace como montaña monumental de fracaso y oportunidades pérdidas.

Voltear la página nos tocará, y seguir adelante buscando aquello más grande que nosotros: La humildad, la unidad y la sabiduría que como nación, debemos mostrar.

Perdonen mi franqueza.

lunes, 3 de enero de 2011

No olvidemos lo que justifica a una asamblea nacional

Les pido que recordemos por favor, aquello que dijera El Libertador sobre la labor de quienes legislan:

“El desarrollo moral del hombre es la primera intención del legislador”. (25-5-1826)

Palabras con siglos del tiempo encima, y que no por ello dejan de guardar el anhelado verdadero propósito de los legisladores, muy lejos aún de lo que en las últimas décadas, ha venido a convertirse a lo interno de aquel hemiciclo, en un cenáculo de intereses y conjuras, torpemente beneficiosas para la nación. En definitiva, un lugar que con su ambiente, enfermaría nueva y mortalmente al mismísimo Simón Bolívar.

¡Dios me guarde de tener que entrar en ese sitio!

Repasar los conceptos que definen y delimitan legalmente a este cuerpo, (Saben que la constitución es clara en cuanto a las obligaciones de la asamblea nacional, y sobre su modo de operación, por decirlo de alguna manera. Los invito en este punto a repasarla en sus respectivos artículos relacionados), me parece oportuno cuando nos enfrentamos al fin de un periodo legislativo o parlamentario, que lleva sobre si cualquier cosa menos honor, y el comienzo de otro, que promete estar preñado de conflictos y manipulaciones posiblemente más radicalizadas. Lo que hoy vemos es quizás un remanente de un poder legislativo que fue absolutamente “laxo” hacia los requerimientos del presidente, lo que lo hace, de facto, inexistente como cuerpo de debate, al mismo tiempo que deja entrever que en el próximo a instalarse, el elemento “laxo” se mantendrá como eje predominante, -dada la extraña composición política resultante de tan particular método de repartición de curules en Venezuela-, con una oposición que está por demostrar primeramente si es capaz de construir un novedoso nacionalismo sano y sensato, o por el contrario, de hacer poco más que ruido, en medio finalmente de los intereses particulares de uno y otro bando, capaces de llegar a acuerdos inimaginables en beneficio de sus propios actores y respectivos círculos de influencias.

En todo caso, sin importar los tecnicismos políticos o burocráticos, o lo que podamos escribir para bien o para mal, el ciudadano presidente seguirá manteniendo el control del poder legislativo, neutralizando su papel constitucional, circunscribiéndolo peligrosamente al mero papel político de interés gubernamental, -que no del estado venezolano-. Esta sumisión, que pareciera fortaleza, es en realidad debilidad manifiesta en el trabajo del presidente, pero ese es otro tema, compatriotas.

Todo esto sigue siendo necesario al líder de turno, para que luego de 18 años de matrimonio con el soberano, (desde febrero 1992), este último (El Presidente), no tenga que firmar el acta de “divorcio” en las elecciones del 2012. (Explicación: Como típica pareja, basta con que el marido ofrezca una promesa de cambio a última hora, para que el soberano (la esposa), le perdone y deshaga la demanda de divorcio: después de todo, “ya llevamos tantos años casados, ya para que cambiar…”)

A propósito de esto, y a estas alturas de los eventos políticos nacionales, y pese a mi reticencia al respecto, debo reconocer que el ciudadano presidente de la republica, posiblemente en una Venezuela jurídicamente solida, tendría ya sobre su espalda, más de un juicio abierto por incorrectos procederes y desacatos abiertos a la constitución, sin contar las demandas por lenguajes impropios. Todo ello con un más que probable temporal o definitivo retiro legal del ejercicio presidencial. Entendamos claro, que eso sería en una Venezuela donde nadie estuviera por encima de la constitución y de su cumplimiento cabal. Es decir, estamos ante un hipotético e inexistente escenario

Volviendo al hoy por hoy repugnante tema parlamentario, considero que existe en la actualidad, -insisto-, cuando menos, una distorsión sobre el papel que debe tener una asamblea nacional. El origen de esta distorsión debe buscarse en los actores políticos de los últimos 25 años, muchos de los cuales siguen atados de una u otra forma, a las cabezas visibles del poder político tradicional, y en la falta de comprensión de estos hechos por parte del colectivo nacional que se supone, constituye al soberano.

Un ejemplo claro de esta “distorsión” es, a mi manera humilde de ver las cosas, el resurgimiento –impune-, del partido Acción Democrática (AD), luego que a principio del 2000, fuera una organización política desprestigiada, minimizada y casi al borde de la extinción, con la percepción pública de que sus militantes llegados a presidentes de la republica, eran responsables supremos de la debacle nacional. Cosas sin sentidos, en definitiva.

En fin, la confusión entre nosotros y nuestros representantes comienza con aquellas frases del lenguaje cotidiano que establecen en el léxico político expresiones como “democracia participativa”,” representación”, “participación del soberano”, “parlamentarismo de calle”, “inmunidad”, y ahora incluso, “prohibición de los saltos de talanquera” (es decir, que no pueden cambiar de “bando” político si lo consideran correcto, así lo consultaran con sus representados, cosa que por cierto, no harán). Todas ellas han remarcado lamentablemente, y con mayor firmeza la separación entre lo que necesitamos y lo que los que hemos elegido como representantes están dispuestos a hacer, a favor de las comunidades de su circuito.

Todo pareciera girar sobre el problema siguiente:

No tenemos control efectivo sobre ellos

No dedicamos tiempo a esto, y no sabemos cómo ejercer ese control efectivamente. Como remate, no existe realmente el canal de comunicación fluido entre diputado y colectivo al que representa. Un problema grave tenemos entre manos; como un poderoso explosivo a nuestros pies, la situación amenaza con volarnos las extremidades, y con la inocencia de un niño, jugamos cándidamente sobre él.

La asamblea nacional de Venezuela debe estar controlada por el soberano; no olvidemos esto; ellos nos representan en aquel sitio que acordamos, seria en donde las ideas se expondrían y debatirían buscando el consenso nacional, no el consenso de los partidos políticos o del presidente de turno, que con estas situaciones, más bien alentaría el tráfico de influencia para todo tipo de ilegalidades.

Por estas aspectos, creo que debemos puntualizar las siguientes cosas:

-Si no legislan, no se justifican como representantes.

-No pueden justificar su sueldo, viviendo en una constante y enfermiza remodelación de leyes, más el invento de otras tantas, o peor: trabajando velozmente sólo cuando el jefe político se los “insinúa” o “pide”, por algo que beneficie al gobierno.

-El parlamentarismo de calle es la mayor bofetada que el colectivo ha tolerado en su rostro. Es la más grande contradicción posible entre su misión (legislar bajo nuestro control) y la nuestra (mantenerles la cadena corta y tensa). Al parlamentarismo de calle solo se va a plantear lo que ya decidieron, a simular que anotan lo que los seleccionados para estar allí digan, y para justificar un dineral en movilizaciones.

-Gran error de la actual asamblea obligando a sus miembros a no poder cambiar de opinión. Lo importante no era prohibirlo, sino obligarles a pedir consulta popular en su respectivo circuito para poder hacerlo, ante la falta de esto, observen donde está el verdadero interés oculto con lo que ellos acordaron recientemente.

-Debemos considerar que debe llegar un momento en que las cosas marchen tan fluidamente, que sus trabajos como legisladores, se relenticen, y que la asamblea cierre por temporadas y se dedique a labores adicionales o distintas, sin el cobro de los groseros sueldos que se auto-imponen.

-Los sueldos deben ser acordes a la realidad del país, y no a la “realidad de sus apetencias”. No puede existir jubilación para este tipo de trabajo, ni utilidades mayores a las del promedio de los trabajadores venezolanos. Su acceso a las divisas debe ser igual que para todos nosotros, y los viajes al exterior para ellos, estarán severamente limitados y fiscalizados, con conocimiento publico de sus itinerarios y localizaciones.

-Recuerdo cuando la asamblea (congreso), autorizaba los viajes del presidente de la república; ahora no se "siente" que esto ocurra; el mismo decide si viaja y a donde. Eso hay que controlarlo; darle algún sentido de planificación y justificación seria. En definitiva, mostrarle que no se manda solo.

-La asignación de las comisiones y de la presidencia, deben ser por sorteo. Esto último porque la presidencia es un cargo, como otros a lo interno, que debe ser meramente administrativo y de moderación, no de influencia política extra. Ninguna comisión supondrá cobro extra en sus funciones, y más bien debe suponer un escrutinio superior al final de esa actividad.

-Los tonos soberbios, altisonantes y de desprecio o discriminación al hablar en dicho recinto, deben ser prohibidos durante los debates, al igual que la ropa casual que resta seriedad y ética a la labor desempeñada.

-Trabajarán en horarios convencionales; estará prohibido sesionar después de eso, y mucho menos tomar decisiones en madrugadas.

-Si se requiere legislar permanentemente y con apuro, es porque posiblemente se perdió tiempo y se postergó cuando se podía hacer con calma. El responsable de esto deberá pagarlo y responder frente a sus representados.

-En resumen, si no hacemos cumplir este tipo de cosas, se la estamos dejando fácil a los diputados.

A los diputados electos que no se han juramentado y no me pueden amenazar con su impunidad… ¡perdón!, ¡con su inmunidad!, les digo que anotaremos sus nombres, como lo hemos hecho con los actuales, para no olvidar quiénes son y de que son responsables.

No olvidemos queridos amigos, que los poderes se monitorean los unos a los otros. Eso lo diseñamos así para mantener nosotros el control efectivo sobre nuestra propia nación.

La distancia entre este control efectivo y la situación actual, es la misma que nos falta por andar para comenzar a ver el verdadero, democrático y justo desarrollo nacional.

Les dejo acá la lista de los diputados principales de la actual asamblea. Anoten sus nombres. No los olviden.

Adel El Zabayar Samara Estado: Bolívar Partido:PSUV

Alberto Efraín Castellar Padilla Estado: Falcón Partido:PSUV

Aleydys Argelia Manaure Reyes Estado: Falcón Partido:PSUV

Alfredo Murga Rivas Estado: Portuguesa Partido:PSUV

Andrés Eloy Méndez González Estado: Falcón Partido:PSUV

Ángel Bautista Marcano Castillo Estado: Bolívar Partido:PSUV

Ángel Eugenio Landaeta Domínguez Estado: Guárico Partido:PSUV

Arcadio José Montiel Estado: Zulia Partido:UPP

Asdrúbal Coromoto Salazar Estado: Cojedes Partido:PSUV

Augusto Vladimir Montiel Medina Estado: Miranda Partido:PSUV

Aurora Josefina Morales Estado: Miranda Partido:PSUV

Berkis Claret Solís de Sorrentino Estado: Bolívar Partido:PSUV

Bernardo José Jiménez Álvarez Estado: Sucre Partido:UPP

Braulio José Álvarez Estado: Yaracuy Partido:PSUV

Briccio José Urdaneta Pereira Estado: Lara Partido:PSUV

Calixto Antonio Ortega Ríos Estado: Zulia Partido:PSUV

Carlos Alberto Gamarra Manzabel Estado: Yaracuy Partido:PSUV

Carlos Alfredo Medina Rojas Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Carlos Escarra Malavé Estado: Aragua Partido:PSUV

Carlos Francisco Echezuría Rodríguez Estado: Miranda Partido:PSUV

Carlos Roque Espinoza León Estado: Apure Partido:PSUV

Carmen Antonia Rodríguez Rauseo Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Carmen Liseth Sáez Bordones Estado: Yaracuy Partido:PSUV

Carmen Sarita Montilla Ortega Estado: Carabobo Partido:PSUV

Carmen Trinidad Álvarez Alfonzo Estado: Miranda Partido:PSUV

Cilia Flores Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Cristóbal Leobardo Jiménez Estado: Apure Partido:PSUV

Darío Vivas Velasco Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Denis Alberto Peraza Rojas Estado: Lara Partido:PSUV

Desirée Santos Amaral Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Diluvina de Jesús Cabello de Rojas Estado: Bolívar Partido:PCV

Diógenes Edgildo Palau Patiño Estado: Amazonas Partido:PSUV

Douglas Eduardo Gómez López Estado: Carabobo Partido:PCV

Earle José Herrera Silva Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Eddis Emilio Gómez Abreu Estado: Aragua Partido:PSUV

Édgar de Jesús Lucena González Estado: Táchira Partido:PCV

Edis Alfonso Ríos Becerra Estado: Zulia Partido:PSUV

Eduardo Arónica Carreyó Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Eleazar Nieves Colmenarez Estado: Aragua Partido:PSUV

Eliseo Ramón Peña Pineda Estado: Zulia Partido:PSUV

Elvis Eduardo Amoroso Estado: Aragua Partido:PSUV

Énder de Jesús Palomares Verde Estado: Zulia Partido:PSUV

Enrique González Camejo Estado: Delta Amacuro Partido:PPT

Erasmo Aristalco Marcano González Estado: Sucre Partido:PSUV

Esteban Argelio Pérez Ramos Estado: Zulia Partido:PSUV

Eustoquio Contreras Díaz Estado: Guárico Partido:PSUV

Fahd El Gatrif Mizher Estado: Apure Partido:PSUV

Félix Leonett Canales Estado: Miranda Partido:PSUV

Fernando Antonio Vásquez Gusmán Estado: Carabobo Partido:PSUV

Flor RíosEstado: Distrito Capital Partido:PSUV

Francisco Antonio López Almao Estado: Zulia Partido:PSUV

Francisco Alejandro Torrealba Ojeda Estado: PortuguesaPartido:PSUV

Francisco José Ameliach Orta Estado: Carabobo Partido:PSUV

Geovanni José Peña González Estado: Barinas Partido:PSUV

Germán Darío Ferrer Estado: Lara Partido:PSUV

Girardot José Cabello Palma Estado: Monagas Partido:PSUV

Gonzálo José Gualdrón Estado: Barinas Partido:PSUV

Haydée Josefina Machín Ferrer Estado: Miranda Partido:PSUV

Hayden Ovando Pirela Sánchez Estado: Cojedes Partido:PSUV

Henry José Hernández Rodríguez Estado: Delta Amacuro Partido:PSUV

Henry José Tachinamo García Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Henry Rafael Baldayo López Estado: Falcón Partido:PSUV

Hermes Gregorio García Font Estado: Sucre Partido:UPP

Hernán Pacheco ÁlviarezEstado: Táchira Partido:PSUV

Hugo Rafael Márquez Rodríguez Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Iroshima Jennifer Bravo Quevedo Estado: Miranda Partido:PSUV

Ismael Concepción García Estado: Aragua Partido:UPP

Isrrael Antonio Sotillo Infante Estado: Carabobo Partido:PSUV

Iván José Lugo Rodríguez Estado: Lara Partido:PSUV

Jenny Elina Cedeño Márquez Estado: Zulia Partido:PSUV

Jesús Alberto Álvarez González Estado: Miranda Partido:PSUV

Jesús Enrique Dominguez Valderrama Estado: Monagas Partido:PSUV

Jesús Ernesto Graterol Camacho Estado: Barinas Partido:PSUV

Jhonny Owee Milano Rodríguez Estado: Cojedes Partido:PSUV

José Amador Poyo Cascante Estado: Zulia Partido:PSUV

José David Mora Estado: Lara Partido:PSUV

José del Carmen Rodríguez Estado: Sucre Partido:PSUV

José Ernesto Rodríguez García Estado: Portuguesa Partido:PSUV

José Guido De Freitas Estado: Vargas Partido:PSUV

José Oscar Ramírez Rosales Estado: Mérida Partido:PSUV

José Rafael Escalona Colina Estado: Lara Partido:PSUV

José Ramón Regnault Estado: Sucre Partido:UPP

Jóse Ricardo Sanguino Cárdenas Estado: Táchira Partido:PSUV

José Simón Calzadilla Peraza Estado: Lara Partido:PPT

José Venancio Albornoz Urbano Estado: Guárico Partido:PPT

Juan Antonio Montenegro Nuñez Estado: Amazonas Partido:PSUV

Juan Bautista Pérez Estado: Cojedes Partido:PSUV

Juan Carlos Pimentel Montaña Estado: Mérida Partido:PSUV

Juan Carlos Dugarte Padrón Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Juan José Molina Estado: Bolívar Partido:UPP

Juan José Marín Laya Estado: Guárico Partido:PSUV

Juan José Mendoza Jover Estado: Trujillo Partido:PSUV

Juan José Millán Marín Estado: Nueva Esparta Partido:PSUV

Juan Salvador García Ernández Estado: Nueva Esparta Partido:PSUV

Julio Bernardo Moreno Viloria Estado: Trujillo Partido:PSUV

Julio Fernando García Jarpa Estado: Táchira Partido:PSUV

Julio Haron Ygarza Estado: Amazonas Partido:PPT

Laura María Valls Brizuela Estado: Carabobo Partido:PPT

Leonidas Gonzalez Estado: Zulia Partido:PSUV

Libes de Jesús González González Estado: Zulia Partido:PSUV

Lisandro José Cabello Estado: Zulia Partido:PSUV

Loa del Valle Tamaronis Estado: Delta Amacuro Partido:PSUV

Luis Alfredo Gamargo Lagonell Estado: Miranda Partido:PSUV

Luis Antonio Contreras Hernández Estado: Lara Partido:PSUV

Luis Beltrán Blanco Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Luis Díaz Salazar Estado: Monagas Partido:UPP

Luis Eduardo Sánchez Chacón Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Luis Tascón Estado: Táchira Partido:INDEPENDIENTE

Maigualida Esther Barrera Morales Estado: Miranda Partido:PSUV

Malaquías Gil Rodríguez Estado: Trujillo Partido:PSUV

Manuel Briseño Mendez Estado: Mérida Partido:PSUV

Marelis Josefina Pérez Marcano Estado: Monagas Partido:PSUV

María Alejandra Avila Avila Estado: Mérida Partido:PSUV

María de la Paz Briceño de Queipo Estado: Zulia Partido:PSUV

María del Rosario Pacheco O Estado: Nueva Esparta Partido:PSUV

María Iris Varela Rangel Estado: Táchira Partido:PSUV

Mario Ricardo Isea Bohorquez Estado: Zulia Partido:PSUV

Maris Nohemí Eizaga Rujano Estado: Falcón Partido:PSUV

Miguel Rafael Rojas Rojas Estado: Guárico Partido:INDEPENDIENTE

Modesto Antonio Ruíz Espinoza Estado: Miranda Partido:PSUV

Noelí Pocaterra de Oberto Estado: Rep. Indígena Partido:PSUV

Obdulio José Camacho Araujo Estado: Mérida Partido:PSUV

Omar de Jesús Osorio López Estado: Zulia Partido:PSUV

Omar Marcano Rodríguez Estado: Delta Amacuro Partido:PSUV

Oresteres Jesús Leal Briceño Estado: Trujillo Partido:PSUV

Orlando Fedor García Prado Estado: Carabobo Partido:PSUV

Oscar Francisco Pérez Cristancho Estado: Trujillo Partido:PSUV

Oscar Ramón Figuera González Estado: Aragua Partido:PCV

Osmar Enrique Gómez Denis Estado: Carabobo Partido:PSUV

Oswaldo Emilio Vera Rojas Estado: Vargas Partido:PSUV

Pastor Paucides González Estado: Lara Partido:PSUV

Pastora Medina Estado: Bolívar Partido:UPP

Pedro Antonio Bastidas Estado: Aragua Partido:MOVIMIENTO ECOLOGICO

Pedro Tomás Lander Moreno Estado: Distrito Capital Partido:PSUV

Porfirio de Jesús Hernández Parra Estado: Portuguesa Partido:PSUV

Rafael Ángel Ríos Bolívar Estado: Bolívar Partido:PSUV

Rafael Antonio Delgado Camejo Estado: Apure Partido:PSUV

Rafael Darío Gil Barrios Estado: Bolívar Partido:PSUV

Rafic Souki Rincón Estado: Zulia Partido:PSUV

Raúl Jesús Álvarez Bracamonte Estado: Carabobo Partido:PSUV

Régulo Felipe Hernández Cedeño Estado: Nueva Esparta Partido:PSUV

Reinaldo Alfredo García Bravo Estado: Distrito CapitalPartido:PSUV

Ricardo Capella Mateo Estado: Yaracuy Partido:PSUV

Ricardo Antonio Gutiérrez Estado: Portuguesa Partido:UPP

Roberto Antonio Quintero Valencia Estado: Zulia Partido:PSUV

Romelia Celestina Matute Guayamo Estado: Miranda Partido:PSUV

Roy Alberto Daza Estado: Aragua Partido:PSUV

Santa Xiomara Mogollón Estado: Táchira Partido:PSUV

Santana Figueroa Chacín Estado: Monagas Partido:PSUV

Saúl Antonio Ortega Campos Estado: Carabobo Partido:PSUV

Simón Enrique Escalona Prado Estado: Vargas Partido:PSUV

Tirso del Valle Silva Estado: Distrito CapitalPartido:PSUV

Tomás Sanchez Estado: Yaracuy Partido:UPP

Tulio Amado Jiménez Rodríguez Estado: Miranda Partido:PSUV

Ulises Ramón Daal Estado: Falcón Partido:PSUV

Vicente José Rodriguez. Estado: Anzoátegui Partido:PSUV

Villalba Sánchez Manuel Enrique Estado: Monagas Partido:PSUV

Wilfredo González Venero Estado: Apure Partido:PSUV

William Antonio Querales Rodríguez Estado: Aragua Partido:PSUV

Wilmer Arquímedes Iglesias PinoEstado: Mérida Partido:PPT

Wilmer Azuaje Estado: Barinas Partido:UPP

Wilmer Perez Estado: Barinas Partido:PSUV

Yaritza Margarita Vallenilla Mendoza Estado: Sucre Partido:PSUV

Zark Alfredo Lara Barrios Estado: Portuguesa Partido:PSUV