Cuando la Venezuela que observamos hoy describe literalmente con su situación política, social y económica, lo que sería la más fiel y cruda ejemplificación de la expresión "Flotar en la nada", la opción de la salida del negligente presidente adjudicado por el Consejo Nacional Electoral, Nicolás Maduro, se presenta como una de las pocas capaces de echar a andar en alguna dirección, la maquina de los acontecimientos que pudieran cambiar las cosas en el país.
Sencillamente es impresionante la capacidad de aguante de castigo del que habita en Venezuela (dicho acertadamente, considerando la cantidad de nacionales y extranjeros indocumentados). No hay voz congruente que se levante por sobre las demás, -y en representación de estas-, en el país a reclamar y ofrecer soluciones a la vez.
Sabiendo que Maduro no tiene las agallas necesarias para rectificar ni renunciar, -dado que sería como hundirse un cuchillo en el abdomen en un acto de suicidio político-, y que nadie mas va a propiciar tal acción de manera legal y republicana, no queda más que comenzar la cuenta regresiva para llamar y efectuar el referéndum revocatorio a comienzo del 2016.
Les pido que vayan estudiando esta salida, porque si eres oficialistas, deberás reconocer que en el chavismo debe haber alguien que lo haga mejor que Maduro, y que no hay necesidad de honrar el cariño que puedes tener por Chávez, aceptando ciegamente a un individuo que precisamente ha hecho lo contrario de lo que Chávez y tu mismo esperabas.
Si eres oposicionista, no te mortifiques pensando en el por qué tus lideres de oposición solo están concentrados en las elecciones de diputados, y luego en las de concejales, y en las de alcaldes, e incluso en las de gobernadores, pero para nada en el revocatorio, pues en el fondo, (al igual que la mayoría de los que son chavistas), sabes que en general para el político, desde el encumbrado en el poder, hasta el llano que apenas comienza en sus marramucias, esa "negocio" del referéndum es poco productivo en el contexto del dividendo político y de influencias que pueden quedar, para transacciones por cierto, innombrables...
Esa es la gran tragedia de Venezuela, y seguro de muchos países: Cuando una nación pierde la capacidad de controlar a sus políticos, estos controlan al país.
Entendamos que lanzarnos a la búsqueda del referéndum en un país controlado por los políticos, supondrá el primer sacrificio del 2016. Esta vez la "Lista Tascón" emergerá rápida y exacta, y será munición para el que con desespero mal disimulado, se sujeta del poder.
Necesario es un "contador de tiempo restante" para que en el imaginario nacional se siembre la idea de que el cambio si es posible, y aunque no llegue por la vía de la introspección de los responsables y de quienes los eligieron para esos cargos, si llegará por efecto de la determinación de no dejarle a nuestros hijos un país en ruinas, sin que exista castigo y prisión para los culpables.
No hay alternativa: Maduro debe irse, y ese será el menor de las complicaciones, porque el verdadero reto estará en la manera en que tendremos que establecer una estrategia para controlar a los políticos que lo sucederán.
¿Será cierto que es necesaria la "Dictadura del pueblo", pero esta vez en términos sociales y económicos políticamente republicanos y justos, nunca vistos sobre esta tierra?.