domingo, 26 de julio de 2015

El Referéndum revocatorio para Nicolás Maduro.

Cuando la Venezuela que observamos hoy describe literalmente con su situación política, social y económica, lo que sería la más fiel y cruda ejemplificación de la expresión "Flotar en la nada", la opción de la salida del negligente presidente adjudicado por el Consejo Nacional Electoral, Nicolás Maduro, se presenta como una de las pocas capaces de echar a andar en alguna dirección, la maquina de los acontecimientos que pudieran cambiar las cosas en el país.

Sencillamente es impresionante la capacidad de aguante de castigo del que habita en Venezuela (dicho acertadamente, considerando la cantidad de nacionales y extranjeros indocumentados). No hay voz congruente que se levante por sobre las demás, -y en representación de estas-, en el país a reclamar y ofrecer soluciones a la vez.

Sabiendo que Maduro no tiene las agallas necesarias para rectificar ni renunciar, -dado que sería como hundirse un cuchillo en el abdomen en un acto de suicidio político-, y que nadie mas va a propiciar tal acción de manera legal y republicana, no queda más que comenzar la cuenta regresiva para llamar y efectuar el referéndum revocatorio a comienzo del 2016.

Les pido que vayan estudiando esta salida, porque si eres oficialistas, deberás reconocer que en el chavismo debe haber alguien que lo haga mejor que Maduro, y que no hay necesidad de honrar el cariño que puedes tener por Chávez, aceptando ciegamente a un individuo que precisamente ha hecho lo contrario de lo que Chávez y tu mismo esperabas.

Si eres oposicionista, no te mortifiques pensando en el por qué tus lideres de oposición solo están concentrados en las elecciones de diputados, y luego en las de concejales, y en las de alcaldes, e incluso en las de gobernadores, pero para nada en el revocatorio, pues en el fondo, (al igual que la mayoría de los que son chavistas), sabes que en general para el político, desde el encumbrado en el poder, hasta el llano que apenas comienza en sus marramucias, esa "negocio" del referéndum es poco productivo en el contexto del dividendo político y de influencias que pueden quedar, para transacciones por cierto, innombrables...

Esa es la gran tragedia de Venezuela, y seguro de muchos países: Cuando una nación pierde la capacidad de controlar a sus políticos, estos controlan al país. 

Entendamos que lanzarnos a la búsqueda del referéndum en un país controlado por los políticos, supondrá el primer sacrificio del 2016. Esta vez la "Lista Tascón" emergerá rápida y exacta, y será munición para el que con desespero mal disimulado, se sujeta del poder.

Necesario es un "contador de tiempo restante" para que en el imaginario nacional se siembre la idea de que el cambio si es posible, y aunque no llegue por la vía de la introspección de los responsables y de quienes los eligieron para esos cargos, si llegará por efecto de la determinación de no dejarle a nuestros hijos un país en ruinas, sin que exista castigo y prisión para los culpables.

No hay alternativa: Maduro debe irse, y ese será el menor de las complicaciones, porque el verdadero reto estará en la manera en que tendremos que establecer una estrategia para controlar a los políticos que lo sucederán. 

¿Será cierto que es necesaria la "Dictadura del pueblo", pero esta vez en términos sociales y económicos políticamente republicanos y justos, nunca vistos sobre esta tierra?. 

domingo, 12 de julio de 2015

La Venezuela que se engaña a sí misma.

Las encuestas de “Hinterlaces” me gustan; Son como el país: Una contradicción. “Estamos mal, pero vamos bien”, diría alguien por allí en la jungla política venezolana…

Me aprestaba para escribir una entrada nueva en el blog (una que será ahora la que siga a esta), cuando leo una magistral nota de prensa, que dice:

“Un nuevo estudio de la encuestadora Hinterlaces revela que el 59% de la población electoral encuestada prefiere que el gobierno del presidente Nicolás Maduro resuelva, así sea en parte, los problemas económicos del país, contra 33% que preferiría que lo hiciera un gobierno de oposición.
Por otra parte, Hinterlaces también estudió el clima socioemocional de los venezolanos y resultados indican que 78% de los venezolanos considera estar esperanzado y 60% se sienten optimistas.
Asimismo, el informe demostró que 38% de la población venezolana se siente pesimista, mientras que 21% asegura que estará frustrado.
El estudio indica que 41% de los entrevistados manifestaron sentirse contentos en contraste a 56% que aseguran estar molesto

Seguramente el bien recordado “Cantinflas”, se reiría mucho con esto; como dirían en mi tierra: “defínanse; o son chicha, o son limonada”. ¿Están contentos por la situación del país, o están molestos?; ¿Que quiere decir esa encuesta?; No sé donde empieza la manipulación, aunque si se donde termina: EN EL BOLSILLO DEL DUEÑO DE LA ENCUESTADORA.
Lo que más me gusta es que casi el 60% de la población de Venezuela (asumiendo que la encuesta sea “seria”, cosa que en lo personal no creo) quiere y se conforma con que el adjudicado y negligente Nicolás Maduro, resolviera por lo menos “algunos” de los problemas. Eso se llama conformismo puro y enfermizo, compatriotas. Ni más ni menos.
En realidad, eso explicaría muy bien el por qué de esta patética situación nacional que como testigos de piedra, contemplamos en la actualidad con la más absoluta resignación. A nadie escucho estar contando el tiempo que falta para activar un revocatorio para sacar a Maduro, a falta de que el sin vergüenza renunciara por alguna traza de dignidad que pudiera tener; nadie dice “Es claro que ninguno de los dos bandos políticos ya son opción en el país”; tampoco leo que se dice: “Destituido y enjuiciado el ministro tal, o el funcionario aquel, por delitos de corrupción, tráfico de influencias y sobornos”, sin que se trate únicamente de algún segundón que usan como chivo expiatorio de cara a sus propios cómplices. Menos aún poder leer algo como que: “Destituido Nicolás Maduro por traición a la patria, debido al haber manejado con negligencia el asunto de la delimitación con Guayana y Colombia desde los tiempos de Hugo Chávez”.

Nada de nada; aquí todo está “Chevere”, como dijo Bill Clinton cuando Caldera lo recibió allá en los años noventa.
Esa encuesta es imagen fiel del país que se autoengaña en sueños de grandeza: Se dice modelo de progreso para América, mientras que en realidad yace en el suelo desnudo y bañado en el vomito de su propia borrachera, como el alcohólico que en su arrogancia insiste en estar bien y nada más espera la salida del sol para seguir bebiendo.
Por estas cosas, por esta desfachatez a la que nos hemos acostumbrado, siempre con explicaciones miserables basadas en argumentos sin sentido, es que la oposición y el oficialismo están como perros callejeros tras la perra (elecciones para la asamblea) en celo, esperando la oportunidad que sus instintos viscerales, lee dicen que no pierdan para preñarla de nuevos “parásitos” que vivirán de ella (La República enferma y raquítica).
Mientras, las contradicciones seguirán yendo y viniendo entre nosotros, lo que posibilita que podamos ver panoramas insólitos como por ejemplo, el de una Guasdualito inundada por la mala planificación, mientras el gobierno reacciona con una torpeza inusitada, al tiempo que una enorme ciudad como Maracaibo, se encuentra a solo días de quedarse sin agua potable y de una crisis humana y sanitaria nunca vista en el país.


La fiesta continúa, hasta que como en un “open” de esos que vemos en nuestros barrios, el licor se suba a la cabeza y la locura lleve la sangre a la pista de baile.