domingo, 12 de octubre de 2014

ONU, Maduro y el Cinismo de José Vicente Rangel

Pensaba que el tema reciente de la ONU,- desde donde se solicita la excarcelación de leopoldo López-, era buen tema para traer a colación la errática ruta que nuestra diplomacia gusta tomar a diario, exaltando un dia lo que dice dicha organizacion, y despotricando al siguiente cuando lo que se diga no convenga al gobierno todopoderoso y dictatorial a lo interno de las fronteras venezolanas. Sin embargo, al escuchar a José Vicente Rangel decir que las FANB es hoy el soporte fundamental del orden constitucional reinante en Venezuela, es rechazar cualquier otro tema en favor de esta "perla", como gusta a él mismo decir...

Primero, reconozcamos que el tiene razón:  Sin las FANB, con su acomodaticia postura frente al incumplimiento literal de la constitucion nacional, con su directa y contundente represión de cualquier concentracion que se proponga protestar al gobierno, -asi sea pretendiendo llevar flores a alguna esquina-, pues no hace más que servir en realidad al desorden constitucional que vivimos al presente. Las FANB son factor clave en toda esta situación; nada que ver el supuesto "pueblo", porque recuerdese: si la mitad vota una y otra vez en contra del gobierno, entonces siempre es una falacia el hablar refiriendose a un hipotetico pero inexistente "pueblo todo" apoyando una u otra cosa dicha o hecha por el gobierno.

José Vicente Rangel miente cuando dice eso, y el lo sabe. Si no está conciente de ello, entonces el representa la prueba viva de que Venezuela es manejada por incapaces, surgidos de un pueblo (ahora si), igualmente incapaz de entender su desgracia.

Sin la represión publica de la que hace gala las FANB, sería imposible que no se hubiese dado ya algún tipo de cambio interpretativo en el camino social y politico que cruza el pais. Como casi siempre, la verticalidad de una organización militar la hace instrumento idoneo para la imposición bien sea de lo justo, o de los injusto, sin que la mayoría de su componente humano, pueda decir o hacer otra cosa, (salvo aquellos contados casos donde desde su mismo seno, emergen movimientos insurreccionales, que no es lo que podría yo evaluar aquí en lo que a historia mundial se refiere para los ultimos 100 años: Me acusarían de insurrecto, cuando en realidad añoro ver a la justicia funcionando con brillo propio, deteniendo y enjuiciando en cristalino y estricto proceso, a todos los bagabundos que nos tienen como estamos...).

José Vicente Rangel secunda con sus más que probables cuidadas y seleccionadas palabras, toda la cadena de errores y desafortunadas decisiones tomadas por quien se levantó como el epítome de todo aquello alterado por Chávez con resultados desfavorables: Nicolas Maduro; el hombre de la pareja más exitosa del pais contemporáneo, y el hombre incapaz de superarse a si mismo en medio del caos dejado por su mentor politico.

Atrás quedan entonces las barrabasadas que son capaces de decir los altos personeros del gobierno, al enfrentar a la ONU en sus resoluciones, que aclaremos de paso, por ser ciertas, no anulan sin embargo las oscuras negociaciones que tras bastidores Leopoldo Lopez hizo, y lo que como politico bañado en las aguas de la MUD y de cuanta alianza cuarta/quinta republicana pueda existir, ha concebido.

No confien en Leopoldo Lopez; no confien en Capriles Radonwski; no confien en Maria Corina Machado. Tampoco confien en Maduro, o Diosdado, o Jaua, algunos líderes disque sociales, o en los Chávez. Cada uno de ellos representa el molde de otros tantos cientos de politicos Venezolanos, -viejos y jovenes-, que igualmente mientras ustedes y yo luchamos día a día por llevar con honradez la comida, la educacion, la justicia y el trabajo a nuestros hogares, ellos negocian y conspiran para repartirse cuotas de poder en las proximas elecciones y en todos los escenarios que ellos conciban como probables en la atormentada vida politica venezolana actual e inmediatamente futura. Metan a José Vicente en ese gallinero de aves vencidas, que ni ponen huevos, ni sirven para sopa.