martes, 31 de diciembre de 2013

Venezuela: Puente de muchas cosas.

Llegado el nuevo año, cabe recordar para comenzarlo sanamente, algunas consecuencias que vive Venezuela debido a las decisiones que se han tomado en el país, y que en el gran balance nacional que podemos hacer, -más allá de beneficios que apuntan directamente a la madurez social y que aún no son adecuadamente valorados-, terminan pesando de forma preocupante sobre la realidad de la nación.

No hablemos en esta oportunidad de las buenas cosas que los distintos niveles de gobierno en el país, deberían hacer, o de las que ya pueden hacer y que deben continuar o prontamente refinarse, y ni siquiera de aquellas que hacen de manera nefasta, engendrando con ello una permanente y peligrosa espiral descendente de corrupción moral y apatía social.

Prefiero hablar de algo más profundo y perturbador, y que tiene que ver directamente con el título de esta entrada: Cuando me refiero a país puente, no es con la intención en esta oportunidad de tocar el tema del terrible y pérfido tráfico de drogas, o de las políticas y estrategias que se estén aplicando, independientemente de los resultados que estemos obteniendo con ellas.
En esta oportunidad, deseaba referirme al fenómeno tan particular que estamos viviendo en nuestra cotidianidad, debido a: 1).-El exceso de liquidez monetaria; 2).-Los múltiples canales legales e ilegales que están funcionando a todo nivel social con el fin de adquirir y revender dólares preferenciales que muestran una profunda diferencia de paridad con el mercado negro, debido al fracaso años tras año, en el intento de controlar la corrosiva inflación en un país que cada vez produce menos cosas y vive de cuanto adminiculo pueda importar y vender en bodegas o grandes tiendas; 3).-El turismo colombiano y de otras nacionalidades en menos grado, que encuentra en nuestro país la posibilidad de hacer rendir por tres o cuatro el dinero con el que llegan, y unido a todo ello, 4).-La bajada artificiosa de ciertos precios en productos particulares de consumo no prioritario, pero que logran desviar efectivamente la atención sobre aquellos productos básicos que escasean o han desaparecido de los expendios regulares, trasladándose al mercado negro, 5).-Más allá de nuestras porosas  fronteras que a todo termino y criterio, resultan permeables al contrabando y a la corrupción.
El resultado ha sido este fenómeno indeseable: Un país que se ha vuelto “puente” entre lo que el gobierno importa (o permite importar), y lo que los variados mecanismos legales e ilegales, extraen diariamente del país.
Como hemos mencionado en anteriores entradas del blog, ciertamente cientos de toneladas de alimentos, gasolina, gasoil, aceites, electrodomésticos, autopartes, medicinas y hasta artículos de limpieza personal, salen de nuestras fronteras. Nada nuevo hasta el momento; Ya lo sabemos. Lo que no hemos comprendido, insisto, es el impacto que nuestra concepción de las cosas está teniendo para la construcción de este puente ya permanente y muy sólido que drena nuestros recursos, para beneficio, -nuevamente-, de pocos, de este lado y del otro de la frontera.
Ya no somos una nación con “economía de puertos”; somos una especie de diáspora intranacional,  “obsesionada” supuestamente en encontrar su propio valor mediante el uso de un ideal internacional, exógena, (indistintamente de la corriente política desde que se le aborde), cosa que al ser emprendida por una sociedad con identidad difusa por los pasos previos andados, pronostica un desarraigo peligroso que deja a una población desmemoriada en cuanto a su propia historia, sus causas y las consecuencias vividas, muy expuesta a que los limites de los moral desaparezcan a la misma velocidad con que desaparece la constitucionalidad, con efectos demoledores en lo económico, y convirtiéndonos de esa manera, de forma inexorable, en una nación con “economía de transito”. Quizás los compatriotas economistas difieran de mi percepción, pero les diré que esta es un tipo de economía que fundamentalmente refleja una degradación en el ideal social, transmutando al de la mera supervivencia económica de los individuos y de sus familias, y ello ante el continuo fracaso del estado para construir y aportar una verdadera sensación colectiva real y verificable desde cualquier ángulo, de la percepción de bienestar neto.
La economía de transito es la que permite esta poderosa dinámica que dicta la pauta de todos en nuestro país al presente, desde gobierno, -pasando por todo tipo de iniciativa u organización civil y militar-, y oposición formal, hasta al individuo que tiene metas, ambiciones o familia.
De esta manera ha nacido y crecido con el tiempo, un complejo entramado de intereses que en la medida de las posibilidades, pasan por encima de la constitución y las leyes, al considerarse actividades más “naturales” que la propia noción de constitución como elemento rector en la génesis y moldeado de una nación; (“natural” cuando la idea de nación, no va más allá de un equipo de futbol, de uno de competencia olímpica, o de un equipo de beisbol). Cuando toda idea de poder y fuerza la asociamos con cosas externas a nosotros mismos y externas a las fronteras donde vivimos, (nuevamente: Equipos de futbol o de baloncesto, lideres y capacidades militares, poder político, etc.),  por no percibirlos a lo interno de dichos límites territoriales como una cosa más grande (aunque no más importante) que la suma de todos nosotros, comenzamos a ver y comprender, el por qué de nuestro peregrinar aparentemente sin sentido, por el “desierto” de lo nacional, con resultados que nos hacen construir un conglomerado humano en permanente “transito” entre un punto y otro, siempre allende a nuestras fronteras físicas y mentales.

Detengámonos un momento y entendamos puntualmente el por qué de esto: Los políticos (es decir, porción de la misma población que logra acceder a la estructura de poder gubernamental en el país), se han acostumbrado a creerse sus propios entramados de engaños y falsedades, y por ello son incapaces de hablar con la verdad en los términos que quizás ustedes y yo podríamos desear. No conciben el sacrificio como un necesario proceso de purga para nuestras fallas, ni conciben la opción de una justicia completa, (ante la imposibilidad de salir ellos mismos intactos de esta justicia en plena acción restauradora de una fe nacional).
Pareciera entonces estar perdida la capacidad de desprenderse del poder y realizar actos de humilde reconocimiento de los errores cometidos, al desnudo. Culpar a los demás, sigue siendo la constante de la miseria en la política nacional.
Insisto: La coyuntura que vivimos es mayor que la capacidad de sinceridad de quienes nos dirigen, aunque siempre queda la posibilidad humana de ver al oficialismo o a la oposición, hacer un acto de arrepentimiento y aceptación de toda consecuencia posible, como sacrificio autoimpuesto a favor de la sociedad venezolana. Mientras ello no ocurra, el enorme dique de la historia seguirá acumulando injusticias, mentiras, traiciones e intereses de poder que hacen más ancho el camino que al tope de ese dique, usan todos aquellos que caminando en medio de la ignorancia republicana, van de una “orilla a la otra”, traficando con sus propios intereses. Esto sin que lo advirtamos, está determinando de a poco, el momento final en que aquel dique no soporte más, y nos arrastre a todos hacia el ahora seco y muerto valle dejado atrás por aquellos a quienes en nuestro pobre entendimiento, dejamos que nos sacaron de lo que en otrora fueron, tierras verdes y prosperas, impregnadas de esperanza y visión.
Quizás deba ocurrir aquella devastación “valle abajo”, para que su tierra y los que queden sobre ella, se empapen de sabiduría, “fertilizando” con eso, lo que nunca debió dejar de ser verde y prospero. (Venezuela)

Les digo que como fue necesario superar la etapa punto fijista para desenmascarar a los protagonistas del momento y sus actos, para comenzar a entender los errores cometidos, crucial resulta superar también esta segunda etapa cuarta republicana marcada por el chavismo, para desapasionadamente, evaluar los errores para dejar por fin, -como hemos debido hacer con otros periodos y etapas-, únicamente los aciertos que progresivamente se irán optimizado en función de los tiempos que vivamos nosotros o más probablemente, nuestros hijos y los hijos de estos.

Los errores y las mentiras no se ocultan con más yerros y engaños; necesario es comprender lo que necesitamos, mediante un nivel de sensatez casi que primaria, para entonces exigir con contundencia, mediante el ejercicio de lo pautado en la constitución, el ejercicio fiel de la justicia, en base a los valores que Dios nos ha inspirado en nuestras almas y hemos llegado a denominar como moral o valores humanos.
Reunir a la impunidad, a la arrogancia política, y a la estanflación, en un mismo territorio nacional, con una población que no aprobaría un examen sobre la venezolanidad y su significado, (con descripción del preámbulo constitucional incluido, en sus propias palabras), resulta tremendamente peligroso, incluso cuando se cuenta con un gobierno estable y profundamente anclado a los preceptos constitucionales, o se tiene a una oposición centrada en valores venezolanistas, (que no es el caso de Venezuela, en ambos aspectos).
Nos hemos vuelto un estado-puente para muchas cosas, pero no precisamente para el progreso, la justicia y la libertad moralmente guiada, que son parte de los pilares fundamentales de la familia venezolana. No se trata entonces de que transcurra la vida de cada ciudadano, transitando con penurias su existencia,  mientras se muerde a menudo aquello con el amargo sabor de la injusticia campante. Si el estado, -y los gobiernos constitucionalmente equilibrados que se suceden pacíficamente uno tras otro en éste-, no es capaz de garantizar lo fundamental, entonces la “ley de la viveza”, y la “irreverencia” ante lo que se mostraría en la práctica como inalcanzable para todos (es decir, las garantías que la constitución exige cumplir), toman el control de la población, llamando a la creación de un cuadro situacional que se asemeja demasiado a lo que tenemos entre manos como país y sociedad al presente.

El contrabando de extracción de cuanta cosa y moneda se pueda negociar con ganancias atractivas, seguirá ocurriendo, mientras el país se ha acostumbrado a vivir únicamente de su reflejo distorsionado en el viejo y opaco espejo de la vida sin valores, dándole la espalda así al origen mismo de toda luz reflejada: la venezolanidad, hoy depauperada.

Maduro, siendo el presidente adjudicado y solo llegado al poder por haber sido designado como sucesor presidencial, sigue teniendo ante sí la crucial decisión (dependiendo de la capacidad que pueda demostrar), de ser, I: El presidente de una nación-puente que el mismísimo Chávez no logró cruzar, o II: Serlo (sin aspirar a mas de una elección), de una nación-autodeterminada en su venezolanidad, que por su abandono de décadas, requerirá de sacrificios solo para comenzar a avanzar.
Ahora bien; nadie se sacrifica por nada, o por las burguesías, o por los líderes (por muy supremos que sean), o por las familias de estas castas. Lo hace de forma natural por su propia gente, por sus propios hijos, y solo sabiendo que las cosas si funcionarán porque existe una garantía de ello. La gran pregunta, sin embargo, es esta: ¿Cuándo estaremos seguros de tener una garantía de que las cosas funcionarán?

Medítenlo, y quizás se encontrarán al hacerlo hoy, ante un desierto en la oscuridad de una noche sin luna.

Ese realidad que experimentarán y esa pregunta, serán un tema para este próximo año.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

¡Felices fiestas para todos!

Un año más de aprendizaje y experiencias para cada ser humano sobre la tierra. En el infinito orden de las cosas, y aún en el caos que muchos ven, para Venezuela, pese a todo, el futuro es de grandeza. Llegará el tiempo de superar los extremos; de aprender de todos los errores acumulados, y de construir en comunión con la verdad y la constitucionalidad, no escrita en un papel, sino en nuestros corazones.

Lo mejor está por venir, cuando superemos lo peor que aún no llega a nuestra nación. 
No se mortifiquen: El triunfo llegará por el camino del medio, con la gente que aquí vive. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los errores de Capriles (y de la oposición en Venezuela)

Debo reconocer que hay "mucha tela" de donde cortar, a la hora de escribir esta entrada en el blog; siento que en esta ocasión estaré saltando de tema en tema, como un atleta en una carrera con obstáculos; se que me sabrán comprender.
El asunto post electoral que más relevancia ha tomado, no es precisamente el paquete de medidas que Maduro haya estado ejecutando siguiendo una secuencia previamente estudiada de acciones con fines políticos particulares, sino más bien, lo es el que la oposición no termina de entender lo que pasa en el país, mientras que el que sigue siendo presidente adjudicado, diseña y mantiene esa  “exitosa” actitud y estratégica línea  general de gobierno, que continua dando frutos: Seguir “ignorando” que el país no está dividido en dos porque la mitad de los votos (más uno) vaya para un lado  y el resto para el otro, sino porque desdibujando, acusando -o invisibilizando-, a conveniencia a esa parte perdedora, se puede arrastrar a todo el conjunto hacia donde decida ir.
Simple, pero efectivo.

El marco general donde está la oposición
El comportamiento de Capriles (y los otros que protagonizan, en general) es reflejo de una limitación más bien “medular” y carácter nacional, y que consiste ella en la imposibilidad de comprender (aquellos que se alían en un entorno visceralmente opositor), que el chavismo al entregar mayores beneficios cuantificables, a los tradicionalmente ignorados y marginados de toda oportunidad de orden y progreso, ha sido mejor y más efectivo que la MUD (en lo referente a esos intereses que aún la mantienen viva, pese pasado que representan), incluso cuando le agregamos a ambos bandos (etapas diría yo, de la misma cuarta republica), la corrupción y el despilfarro que los ha permeado en sus respectivas oportunidades de gobernar.
Los comentarios recientes de Capriles (disminuido políticamente tras el 8D), Leopoldo López (ascendido mediáticamente a conveniencia de algunos sectores oficialistas y de oposición), o Julio Borges (requerido de realizar ajustes en su entramado de conexiones oficialistas y de oposición tras el retroceso del partido primero justicia), sobre el “añejado” asunto de la gasolina, tras las declaraciones de algunos personeros del gobierno, -tal como lo habíamos previsto-,  alegando que antes de subir su  precio, hay que detener la exportación de petróleo a países como Cuba, solo invitan a consumar un choque, -por demás inútil-, con un gobierno que sistemáticamente (y logrando resultados positivos por ello en casi cada elección realizada),  los ha ignorado y despreciado, resaltando esto como evidencia impactante de que más que un error estratégico de la oposición, en realidad  existe en ellos  -y en quienes los oyen y siguen-, una falsa sensación de estar en contienda real con el chavismo, (y el gobierno que dominan totalmente en todas las instancias posibles), con posibilidades ciertas de éxito.
Esa sensación en la oposición no es más que una mera quimera que envuelve y confunde a quienes por razones del ritmo “de vida” de las sociedades, resultan incapaces de comprender, de dilucidar, lo que ocurre en estos tiempos. Son sus sucesores, -aún anónimos-, los llamados a ejecutar esos cambios existentes más allá de cualquier escenario de confrontación o choque.
Quiero repetir antes de continuar, -palabras más, palabras menos-, una frase anterior que  resume la razón real para el cuadro sociopolítico existente:
“El chavismo al entregar mayores beneficios cuantificables, a los tradicionalmente ignorados y marginados de toda oportunidad de orden y progreso, ha sido más efectiva que la MUD, incluso cuando le agregamos a ambos bandos la corrupción y el despilfarro que los ha permeado en sus respectivas oportunidades de gobernar”
Todos ellos yerran al defender la inamovilidad del precio de la gasolina. Hasta el más humilde de a pie acepta en Venezuela que los actuales precios son una cosa insostenible y anacrónica, que ha obedecido hasta hoy, a un proselitismo conveniente en tiempo de elecciones sucesivas. Ahora que la necesidad inmediata de hacer proselitismo ha bajado, llega la hora de los ajustes económicos que darán oxigeno temporalmente, a lo que de seguir así, será de todas maneras, insostenible en el tiempo.
Quisiera tomar como otro ejemplo del estado de las cosas a lo interno de la oposición cuarta republicana, las declaraciones recientes de la diputada María C. Machado; desde  sus propuestas pre 8D, en lo referente a un posible llamado a constituyente, hasta las citas más recientes que de ella podemos tomar para reflexionar desde un punto de vista ajeno a los dos bandos tradicionales:
1.- "@MariaCorinaYA: El objetivo no es consolidarnos como alternativa democrática. El objetivo es lograr el poder"
2.- “@MariaCorinaYA: Nuestra fuerza nace de convicciones compartidas con el pueblo. Somos mayoría y contamos con nuevas fuerzas”
Bien, estemos claros: Esa última afirmación, fácilmente podría estar en boca de un chavista y sonar igual de altisonante. ¿Lo ven?; no tiene razón, por el mismo motivo que no la tiene un chavista: Ser “mitad mas uno”, no es ser una nación toda, y mucho menos cuando pensamos en que lo decimos refiriéndonos a Venezuela.
Obviamente, más “audaz” resulta el primer mensaje que cito; afirmar que más importante que  ser alternativa democrática (es decir, el levantarse como una línea de pensamiento y concepción nacional, que sirva como referencia socio política a lo existente que ha llegado a un callejón sin salida), lo es , -en palabras de ella-, conseguir el poder, demuestra entonces una supina arrogancia, que solo puede seguirse políticamente si alguien está dispuesto a montarse a “cabalgar” literalmente en la oscuridad de una noche sin luna, con la esperanza poco práctica de salir de lo que se tiene en la casa (como gobierno).
¿Dónde está en toda esa concepción opositora tan particular de personas que piensan como MCM, los meritos suficientemente contundentes como para que alguien beneficiado de algún modo, -en metálico o en la sensación de ya no ser más un olvidado del gobierno de turno-, en el presente, simpatice con ella?;
¿Resulta que ahora hay una arrogancia “mala” y una “buena”, y que se distinguen por el color del partido en el que se haga vida política pública?
Yo creo que no.

En lo que se refiere a la constituyente con la que amenazaba la diputada, resulta claro que con la maquinaria electorera oficialista existente y contundentemente demostrada el 8D, la elección de constituyentistas resultaría en un nuevo arraso frente a cualquier aspiración de la oposición (pese a ser esta última la activadora del mecanismo constituyente), lo que supondría la  definitiva  implantación del modelo de gobierno defendido por el chavismo, diametralmente opuesto a lo establecido hoy en la constitución.
Solo la pobre retentiva del venezolano ante esta perorata de declaraciones de lado y lado, permite que sean escuchadas recurrentemente afirmaciones como estas, aparentemente de forma inocua.
“Inocua” ha resultado también la justicia venezolana, a la hora de hacer valer los preceptos constitucionales que inspiran la materia, cuando vemos tras las rejas a los que no eran, mientras siguen sueltos los que si fueron: Imposible entender cómo puede estar libre Pedro Carmona Estanga, pasado más de 10 años desde su torpe paso por la historia venezolana; inaudito que muchos otros de lado y lado, culpables de conspiraciones, confabulaciones y violencia, sigan sueltos y premiados en exilios voluntarios, con acomodadas cuentas bancarias en el exterior. De estas cosas, ni oficialismo ni oposición, hablan. Cosa inevitable mientras se siga relacionando de hecho a la política con la deshonestidad, disfrazada de continua conveniencia.
Díganme ustedes: ¿Cómo es que de los que estaban con Carmona en aquella proclama Napoleónica, en cadena de televisión, ninguno este preso?

Siguiendo en las referencias que a la inocuidad hacemos, no podemos ignorar como el CNE sigue saliendo intacto, proceso tras proceso eleccionario, sin que nadie sepa ponerle “el cascabel al gato”: Un amañadisimo registro electoral, junto con una capacidad arbitral “en estado de coma”, lo reduce a una simple “contratista” hacedora de elecciones.
¿y  alguien dice algo al respecto?: Al menos seria e insistentemente, no. (a parte de aquel Capriles que se rasgó las vestiduras el 14-A por los abusos cometidos, para luego invitarnos a votar masivamente el 8-D, como única vía para “decirle” a Maduro lo que pensamos, teniendo paradójicamente, al mismo CNE de siempre). Si eso es lo que van a decir, mejor es quedarse callados.
¿Es necesario entonces, seguir mencionando los errores de la oposición?
¿Por qué Capriles (y los que ahora van por su cabeza), no pueden nadar mas allá de la “superficie” del profundo “mar” político venezolano?
(Ojo: Y no es que el gobierno sea un “delfín”; no han podido pasar de los 3 mts de profundidad, y eso aguantando la respiración, necesitando de continúo mantenerse “cerca” de la superficie, “chapoteando” con los peces gordos de la oposición)
Pese a todo lo que han dicho hasta ahora, NINGUNO ha podido dejar de ser solo SUPERFICIAL en aquello que realmente apremia: Ser venezolanos equilibrados, justos y realistas.

Entonces; ¿Cuándo se comenzarán a ver cambios reales?

Es claro que los cambios profundos solo se iniciarán cuando los políticos venezolanos tradicionales desaparezcan, a favor de luchadores sociales y funcionarios públicos que solo vean en el prestigio, en la remuneración justa y en el reconocimiento público, las únicas divisas posibles de aceptar frente a la sociedad venezolana. ¿Qué no es posible?: Eso sería como decir que debemos continuar con las mismas clases de banqueros que han llevando al mundo a las crisis financieras de los últimos años, bajo el pretexto de que son “necesarios” e “insustituibles”, porque ellos son la “base” de esto o de aquello.
En verdad les digo que todo se puede cambiar para mejorar. ¡De eso si se trata justamente una revolución!
Es por eso que es necesario  estar preparados para el siguiente paso, y para ello hay que entender lo básico:
Bajo el concepto de “pueblo”, de “colectivo”, etc.,  se desdibujan las necesidades individuales que deben ser atendidas para que el desamparo no exista más; de allí que el verdadero poder popular, sea el poder de cada uno, pues atendiendo al individuo, se atiende a la comunidad.
No hay justicia sin verdad, y no hay verdad sin compromiso.
Si no se entiende la constitución, no se puede visualizar a esta como la verdadera hoja de ruta que tenemos como opción nacional frente a nosotros. No hace falta ningún instrumento adicional.
Ninguna familia puede sentarse en paz en un hogar venezolano, si la mesa donde comen no tiene las 4  patas que le dan VERDADERO soporte: Seguridad, educación, salud y trabajo.

Insisto en la necesidad de establecer un decálogo económico que surja por consenso académico (no político partidista), para iniciar una verdadera enmienda económica nacional; en relación a esto, debo puntualizar que gubernamentalmente, o Maduro rectifica y sigue un camino nuevo y verdaderamente revolucionario, -de consenso-, o continúa el mismo sendero, con idénticos resultados a los obtenidos por Chávez, lo que resultará en un innecesario estancamiento circunstancial, que forzosamente deberá ser dejado a un lado para poder avanzar.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

Algunas “lecciones” de las elecciones 8D

Obviando el juego de palabras con el que comienzo, aquí les dejo las cosas que sí son ciertas, independientemente de cómo se hayan distribuido los políticos venezolanos, el festín digno de zamuros que fue la selección de alcaldes y demás yerbas relacionadas con el mundillo político municipal y comunal: …

Nro. 1: El resultado, en términos de votos por tendencia, independientemente del posterior palabreo de bando y bando, demuestra que el país sigue dividido en dos mitades, política, social y económicamente, (esto último entre los que dependen del estado, y los que sudan su sustento diario). El bote donde navegan dos, remando tercamente en direcciones opuestas, no sale del inútil giro sobre el mismo, arremolinándose torpemente como lo haría el agua de un excusado tapado, donde el excremento no termina de “salir de escena”.

Nro. 2: Los venezolanos sufren en carne propia la aventura que aprobaron en el 2007, con la reelección indefinida de cualquiera que esté en un cargo de elección popular: Lo que podía haber sido un interesante mecanismo de gobierno en una nación desapasionada, resultó en Venezuela un viacrucis que en manos del que esté en el poder, posibilita mediante el abuso de su puesto, mantenerse en el cargo. Jorge Rodríguez en Libertador, y Evelyn Trejo en Maracaibo, son los estandartes de esta comparsa de abuso y distorsión.
(¡Vamos!: No me van a decir que el voto en Venezuela es un acto “de conciencia”: Entre el 1x10 que te exigen los partidos políticos; el que te buscan en tu casa; el que te llaman para ver si votaste; el que te recuerdan que estás siendo beneficiado por una misión o por una beca y que debes mostrar “gratitud”; el que te dicen a qué hora ir a votar; los toldos de los partidos  a escasos metros de los centros de votación, esperándote como pirañas para coartarte cuando vas llegando e interrogarte cuando sales, los pagos por votos, los votos asistidos, o con los políticos ametrallándote con mensajes descarados sin mediar un CNE integro, ¿De verdad creen que aquí ir a votar es un acto libre, soberano  y lleno de ética?)

Nro. 3: Pese a la supuesta  “preocupación” por la atención a las minorías y sus opiniones, que tanto profesan los políticos de lado y lado, lo cierto es que el mecanismo de elección existente en Venezuela, aparte de no permitir segundas vueltas electorales, no permite tampoco  indagar el por qué de la abstención (limitándose todos siempre a clasificar alegre y superficialmente a los que elijen esta opción como simples “desinteresados” en el proceso electoral), y de si ellos (los que se niegan a ir a votar), están con eso quizás expresando una tercera opinión, que en ocasiones, paradójicamente puede representar a casi la mitad de la población que al final de cuentas, no votó

Nro. 4: No fue un triunfo de Maduro: Casi de forma absoluta, no hubo propaganda electoral donde algún candidato municipal se arriesgara en serio a aparecer retratado junto con él, con el fin de hacer campaña. Si ganaron, es porque tienen mejor maquinaria manipuladora partidista, al tiempo que los oposicionistas “ayudan” con un discurso aún más pobre que el del propio presidente adjudicado.

Nro. 5: Ni la oposición, ni Capriles, ganaron terreno alguno: Los resultados obtenidos no van más allá de todo lo esperado en función de las últimas tendencias. Las propuestas de oposición son tan vagas en todo sentido, que realmente solo arrastran el voto de los que son fanáticos, y de aquellos que tratando de destrancar el juego “democrático”, castigan al partido gobernante.
Una vez más, el PSUV y sus aliados tienen la mayoría de las alcaldías de Venezuela, y como en el pasado, probablemente ello no signifique una mejora sobre lo que se ha visto hasta ahora, sencillamente porque el modelo planteado, quedó agotado desde hace rato, y los principales dividendos que arroja al presente, están relacionados con una enorme estructura de subsidios y ayudas económicas por casi cualquier concepto, que únicamente ha exacerbado el clientelismo y el parasitismo social.


Palabras duras, -lo sé-, pero estemos claros: No hemos sido gente que hasta ahora cambiara por las buenas. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Elecciones en Venezuela: El fin de la espera para las verdaderas medidas económicas.

NO quiero recordarles lo que ya sabemos: El oficialismo, con todo el descaro del que es capaz, abusará de cuanto recurso y empleado público pueda estar disponible, para tratar de conseguir su aspiración de captar el mayor número de alcaldías y legisladores municipales. Mientras, el oposicionismo, moverá lo poco que puede hacer con los recursos que tiene,- depauperados por más de una década de continuos errores-, como el maestro que es y que fue superado por el alumno en esa materia (el oficialismo y el PSUV)
Como zamuros con carroña, pelearán cada trozo de carne muerta (condición en la que de a poco se ha ido reduciendo el poder municipal en Venezuela, debido al aparato paralelo supuestamente diseñado para traspasar el “poder”(*) al pueblo.
(*): “Poder” para ejercitar la corrupción, al manejar una fracción de los recursos directamente la población, mientras que el grueso de estos dineros son administrados por la infinita maquinaria burocrática instalada para tal fin: Dar la falsa sensación de control sobre el aparato gubernamental.

Pero, independientemente de quienes ganen, o de cómo quede finalmente el equilibrio de poder en los estamentos más bajos del sistema de gobierno venezolano, lo cierto es que el gobierno central continuara administrado a discreción todos los recursos, y todas las decisiones importantes. De aquí en adelante, en teoría, queda un periodo de “sequia” política hasta la llegada del tiempo de llamar a referéndum revocatorio, salvo que otros mecanismos, como la constituyente, logre después de las medidas finales económicas que iniciarán con la etapa post 8D, el ambiente adecuado para desmantelar legalmente el actual gobierno, en todos sus niveles.
Obviamente, lo que vendrá después, será directa consecuencia de las decisiones que la población tome, en función de su capacidad para entender de donde viene, donde están y a donde van.
El sillón presidencial poco a poco se ha ido acostumbrado a las nalgas de Maduro; toma su forma y él se siente a gusto; cómodo. Como si el mañana estuviera solo signado por el horizonte lucido que quiere trasmitir aquella épica imagen que en una pintura tras su presencia en cadena presidencial, adorna el escenario presidencial.
Pese a ello, hay preguntas que por evidentes, no necesariamente tienen una respuesta clara:
 ¿Por qué Maduro insiste en forzar la línea legal por marchar tras un modelo que la constitución no considera necesario para lograr la justicia social?
¿Por qué Chávez no fue capaz de ceñirse a la constitución que el mismo alabó y exaltó como perfecta por lo menos para los siguientes 100 años?
¿Por qué ha resultado tan exitoso este modelo paralelo de gobierno en uso en Venezuela, que ha conseguido esquivar a los viejos conceptos que definían a las dictaduras?
¿Por qué los dos “niños” (1) en el “corral político” (2) venezolano, se pelean por los juguetes (3) maltrechos y viejos, mientras sus “cuidadoras” (4) disfrutan de todo lo que les pagan los “gerentes” (5) de la “guardería” (6) por cuidarlos?
(1): Los dos bandos o mitades en los que ha terminado dividida la sociedad venezolana.
(2): La compleja, ineficiente y tergiversada estructura de gobierno y partidismo establecida en el país.
(3): Las becas, ayudas, forzados precios bajos, casas, frentes políticos, comunas y consejos comunales, como eficientes elementos distrayentes de las verdaderas estructuras de gobierno y necesarias conductas éticas de control y conducción necesarias para la nación.
(4): Los políticos y dirigentes partidistas que se reparten las cuotas de poder creadas ex profeso para generar la compleja y vertical estructura de dosificación de la corrupción existente.
(5): Comenzando con Chávez y Maduro en los niveles “medios” gerenciales, continuando con los lideres, empresarios  y gobernantes internacionales con capacidad de infiltrar la política venezolana.
(6): El complejo e invisible entramado internacional que controla las decisiones cruciales, más allá de los organismos “eunucos” incapaces de articular cambios profundos y definitivos, pese a haber sido creados con tal finalidad última.

Las elecciones ocurrirán si todo continua tal cual, y veremos luego probablemente, nuevas evidencias sobre el nivel de manipulación y engaño al que todos los políticos en Venezuela, nos han llevado a tolerar.

Digo todos los políticos, porque los verdaderos factores de cambio, -los luchadores sociales-, se encuentran maniatados y reducidos a pequeñísimos espacios de acción, sin que los opresores  jamás llamados dictadores, ignoran que en la reducción de esos espacios, esta la génesis del verdadero poder popular: el poder de los unos.