sábado, 19 de octubre de 2013

¿Qué pasa con Maduro?

Se preguntarán a que me refiero con esta pregunta. Es una cuestión que no puedo evitar hacerme cuando han pasado seis meses ya desde que este hombre, que independientemente de si es colombiano o venezolano, ha sido investido de la presidencia de Venezuela, en directo cumplimiento de la última voluntad política de Hugo Chávez, y con lo cual, definitivamente se está cerrando un importante ciclo político, social y económico del país.
Ahora bien, la pregunta viene al caso porque obviamente, a la luz de la situación económica, en medio de la parálisis social que vivimos, hay que buscarle respuesta a esa interrogante, pues mientras este hombre sea presidente, no queda más que desear que mejorarán las cosas, aunque reconozco que el primer impulso es dejar que todo termine de irse hasta el fondo, y acelerar así la llegada de la siguiente etapa, que sin embargo, no dependerá de mis deseos.
Entonces:
¿Qué pasa con Maduro?;
¿Por qué no termina de cambiar y rectificar sobre la marcha, tomando las decisiones adecuadas, habiendo heredado todos los poderes que Chávez amasó, para hacer lo que es necesario en este escenario de extrema decadencia?
¿Por qué se han limitado a medidas tímidas y populistas, estilo “paños calientes”, sobre asuntos más bien críticos que requieren ya a estas alturas de resoluciones radicales?
¿Por qué necesita de una habilitante, teniendo en teoría todos los poderes a sus pies?; ¿Qué está fallando?; ¿Qué razón se oculta detrás de tanto farsante y fariseo político en el oficialismo y en la oposición de la asamblea nacional (donde ni una ley para regular la venta de automóviles han podido sacar, debido a los intereses económicos involucrados)?
Un ejemplo perfecto que les puedo dar sobre lo radical que deben ser las medidas a tomar en estos tiempos, y aprovechando su estadía por la región en cuestión, durante su teatral "gobierno de calle",  es el asunto del contrabando imparable de alimentos y gasolina en la frontera occidental del país, particularmente en el Zulia, que por estar reguladas “políticamente” por conveniencias de quienes gobiernan a precios irrisorios, (son artículos todos regulados, es decir, a precios bajos de comprar y de ganancias fantásticas al vender) son extraídos del país sin misericordia, llegando a tal grado la desfachatez de quienes están involucrados, que incluso se dan la libertad (y con total éxito), de bloquear la casa del gobernador del estado Zulia, Arias Cárdenas, ("mano de hierro", según Maduro, aunque supongo que los contrabandistas se la supieron controlar con un poderoso imán), quien finalmente tuvo que reunirse con ellos y seguramente, ceder en muchas cosas, -a fin de mantener la paz en aras de otros intereses políticos , ante estos  “comerciantes cooperativistas”, que alegando llevar alimentos a sus paisanos en la Guajira, terminan movilizando diariamente mas tonelaje de comida y combustibles, que los llegado en el mismo periodo de tiempo a Haití, luego del devastador terremoto del 2010. ¿Cómo es que la zona más pobre del país, es la que Moviliza más dinero por alimentos?. Algo no cuadra: ¡Porque es contrabando!; ¡es el negocio más floreciente de la península binacional guajira! (*)
Al tiempo que ello ocurre, la frontera se presenta tan permeable militarmente hablando, que no sabemos realmente que hacen los militares en ella. Parecen no hacer falta. ¿Hay elementos específicos de nuestras FFAA beneficiándose económicamente del paso de contrabando?; ¿Será una "beca" el ser asignado a puestos fronterizos en nuestro país?
¿Si no son capaces de detener el contrabando, como podrían detener a la guerrilla o las fuerzas militares comando colombianas, en caso de una hipotética confrontación armada con el vecino país?
Y mientras Maduro y el gobernador del Zulia no logran dar “pie con bola” en este espinoso asunto, la respuesta que primero se les ocurre es traer más comida, como tratando de que la disponibilidad de alimentos sea mayor que la que los contrabandistas pueden comprar mediante los bachaqueros y sacar hacia Colombia.
Con todos los poderes que tiene Maduro, heredados, como decíamos, de su papá y alcahueta político, esa respuesta suya dada hasta el presente, (a la altura únicamente de los mismos contrabandistas), me recuerda a los aliados durante la segunda Guerra Mundial, cuya primera respuesta ante las ingentes pérdidas que sus convoyes tenían en el atlántico, frente a los “wolfpack” alemanes con sus U Boats, fue la de incrementar el número y frecuencia de estos, con la esperanza poner la balanza a su favor. El problema para Maduro y Cárdenas, es que no estamos en la segunda guerra mundial, ni son a los alemanes a quienes nos enfrentamos, en medio del atlántico.

Ahora bien, ¿Qué deberemos hacer en este caso particular? (Ni hablar del resto de las fronteras…): Yo creo que la solución a seleccionar por Maduro, comienza a pasar por la cero tolerancia aunque sea solo en una primera etapa, hacia los que generan tales situaciones (igual que con los invasores de terrenos); la posibilidad de suspender garantías constitucionales en varios Km desde la frontera; el patrullaje diurno y nocturno mediante drones, y la detención de columnas de camiones y lanchas contrabandistas, mediante el uso pacífico o violento de helicópteros artillados, dentro de nuestra frontera, previa campaña comunicacional de advertencia.
¿Cuál es el miedo?; Estoy seguro que en lo que un helicóptero MI-35 mande al infierno en dos o tres ocasiones distintas a unas columnas de contrabandistas que se nieguen a detenerse ante la voz preventiva de “alto”, y metan presos a los que reclamen sus “derechos” a delinquir, trancando vías o rodeando instalaciones oficiales, se acaba este desorden. Metan presos a quienes invadan terrenos, y adviértales que sus hijos, (esos que ellos mismos usan como “escudos humanos” a la hora de invadir, sin medir riesgo alguno, en vez de esperar a que la misión vivienda Venezuela o sus propios esfuerzos económicos les permitan tener una casa), serán reubicados con sus familiares o familias adoptivas, para que vean como la “guachafita” llega a su fin.
¿Qué vas a perder votos con esas acciones?; es cierto, perderás puntos entre aquellos que delinquen o han asumido el abuso y el avasallamiento sobre los demás como modo de vida, pero te aseguro Maduro, que ganarías muchos más entre los venezolanos, al ver tu deseable y “verdadera” determinación a hacer cumplir la constitución y las leyes, porque Nicolás, eso es lo que la gente está esperando.
(La cosa no es estar regalando indiscriminadamente, sin evaluar consecuencias, y siempre usando una chequera que rápidamente se quedo sin fondos propios).
Asume respuestas concretas, directas, ajustadas y respetuosas de la ley, que no dejen dudas de la contundencia de las mismas, sin importar quien caiga por delinquir, y verás que las cosas si comenzarían a cambiar. Tú tienes ante ti, un solo camino: dejar de hacer lo que Chávez hizo mal, y comenzar a hacer lo que Chávez no se atrevió a hacer por no perder supuestamente, dividendos políticos.
Tienes que dejar atrás los errores de todos los presidentes que han gobernado al país, para dejar de ser tú mismo, parte de ese error.

Sé que estoy siendo radical en lo que digo, pero Maduro, ¿Acaso una revolución de verdad, no lo es?


(*): Recordemos que en la Guajira no se ha desarrollado el turismo, ni la agroindustria, ni las carreteras, ni la educación, ni el orden publico, ni el comercio cristalino binacional. Esa queridos compatriotas, es una enorme zona nacional dejada en el olvido, junto con los ciudadanos que allí viven y deben buscar como sobrevivir. Lo que podría ser el emporio turístico ecológico del Caribe, no es mas que un yelmo territorio del que solo se acuerdan cuando Colombia ha metido corbetas en el golfo.

viernes, 18 de octubre de 2013

Los simulacros del CNE

Mucho se ha dicho de este organismo del estado, y particularmente ahora cuando se aproximan unas nuevas elecciones.
Como dicen, "ríos de tinta" han corrido tratando de describir lo que el CNE hace,    -como rector y protagonista-, en pro, y en contra, de la llamada, pero no bien entendida, "voluntad popular".
Yo mismo he descargado por esta misma vía en contra de un Consejo Nacional Electoral por lo que me parece, -en la humilde opinión que un venezolano de a pié puede tener en base a lo que ve-, que ha sido en su rol de ente rector de las elecciones, como un factor clave para que la actual crisis política, social y económica se manifieste, en una clara muestra incluso, de  retroalimentación en el desarrollo del descalabro nacional, y del que el CNE es a la vez víctima, al estar corroído desde adentro por sus propios rectores, que no dejan de padecer, como cualquier venezolano llegado a esas cúspides del poder político nacional.

Ahora, en estas fechas en las que esta institución de rectores rellenos de prebendas económicas y de beneficios que rayan en lo indecente, se adaptan políticamente a las necesidades presidencialistas del momento, y cuando se aprestan a realizar los simulacros "electorales", me parece que es la oportunidad para recordar, (en estos tiempos extraños que parecieran marchar a veces  hacia una era militar post-Maduro), el camino que se ha iniciado en esta oportunidad con la sistemática ejecución de los simulacros "extraoficiales” (para lo interno del CNE), que con su metodología cada vez más refinada, han determinado los resultados electorales en las últimas dos décadas cuando menos, (pese a no ser de la mano de los mismos rectores, quienes sin embargo, aparentemente motivados por las mismas razones personalísimas de sus sucesores, terminaron adaptando los hilos electorales, a sus conveniencias políticas, haciéndose en el proceso, la vista gorda ante cualquier ilegalidad cometida).
Supongo que a estas alturas se preguntarán que son los simulacros "extraoficiales".
Bien, permítanme decirles que estos ejercicios electorales no son más que la preparación técnica y logística para los verdaderos “simulacros”, de lo que todos  llamamos cándidamente como “elecciones”.
Como he comentado en otras entradas del blog, desde los adecos y copeyanos con sus “Acta mata voto”, hasta la revolución bonita con sus “clic en ratón de computadora mata voto”, lo cierto es que no ha habido una elección donde no se diera alguna distorsión muy seria en sus resultados o métodos para llegar a ellas: Abuso de recursos ilegalmente desviados, redistribución de poblaciones electorales, forzamiento de fechas para realizar o postergar elecciones, ojos cerrados ante la violación de la ley electoral, división de comicios, masificación del voto regional y presidencial para los inmigrantes colombianos ahora cedulados como venezolanos de nacimiento; reubicación de votantes fuera de sus periodos legales de migración, registro electoral viciado, etc.
Todo simulacro se ha vuelto entonces una oportunidad para medir influencias, compra de votos, capacidad de transportar votantes, viáticos para los testigos, motorizados, vigilantes, sondeos, y cuanta cosa sea necesaria para forzar un resultado electoral, llegado el momento.

Cuando el CNE hace simulacros, solo está preparando junto con el partido de gobierno y el gobierno mismo, el terreno para procurar el triunfo, con la certeza de quien no admite confiar únicamente en el voto conciencia.
Pero no se confundan: La oposición hace lo mismo, solo que a menor escala, dada la menor disponibilidad de recursos. De estar en la posición de gobierno, lo harían exactamente igual.

La situación sigue enredándonos la existencia nacional, mientras que rueda precipicio abajo en esta loca carrera hacia lo que parece ser una seria coyuntura anunciada.


Por ahora, sigamos contemplando en el silencio al que la impunidad, la persecución  y la indolencia nos obligan, como nuestra vida nacional se vuelve toda ella un triste simulacro de resultados conocidos.

¿Qué pasó con la segunda parte del audio de Mario Silva?

Nuevamente el tiempo pasa y los políticos, actores secundarios detrás de esta obra de tercera categoría en la que se ha vuelto la “gerencia” pública del país, se frotan las manos al ver como la memoria de los actores primarios (la sociedad toda, extranjeros cedulados incluidos), dejan el tema de los famosos audios incriminadores en el olvido. Por ello es que debo preguntar:

¿Qué acuerdo pudo haber tras candilejas, en este “teatro” que se cae a pedazos, para archivar esa segunda parte?

¿A quién benefició?

¿Cómo se supone que algo que pregonaron los oposicionistas como “impactante”, y que “removería” al gobierno en sus cimientos, termina enterrado por ellos mismos?

Yo veo que lo único que les puedo decir ante estas situaciones, es que mientras la negociación política que conviene a pocos esté por delante de la verdad y de la justicia que conviene a muchos, siempre habrá espacio para lo escuro, para lo inmoral. Como la grabación de Mario Silva, hay otras igualmente comprometedoras, -seguramente realizadas de la misma manera ilegal-, que no hacen más que rasguñar con su mera existencia oculta, a la corruptela presente. Quizás de la misma manera permanecen celosamente resguardadas, las grabaciones que a manera de testamento, habrá dejado Hugo Chávez, porque nadie me va a decir que un hombre con semejante verborrea y protagonismo absoluto como el de él, que podía intuir su “secuestro” por parte de su más intimo circulo de lame pelotas antes de su muerte, no dejar ni una palabra grabada para la posteridad...
…eso, en lo “humanamente Chávez”, es imposible de concebir. Ergo, alguien tiene escondidas esas grabaciones también.
En todo caso, (y sea como sea), tenemos que entender que no habrá cambio en esta distorsión social, y en esta conspiración contra la nación y su historia, si no comenzamos en algún momento determinado, -aunque lamentablemente será luego del inevitable crujir de dientes que aún tenemos por delante-, a levantar un verdadero y blindado sistema judicial que valiéndose de la transparencia, -allá donde exista corrupción, sea roja, o del color que sea-, pueda arremeter con la constitución y las leyes en las manos, contra este flagelo mortal. Solo en ese momento, y nunca antes de eso, la gente comenzará a recibir un mensaje claro, contundente y simple: de esos que devuelven la confianza ante la certeza de que un cambio a comenzado.
Es ese tipo de mensaje del que los venezolanos no reciben uno desde hace mucho; me atrevo a decir que desde aquellos de Simón Bolívar.
 “La verdad no ha sido dicha”, parafraseándolo. Admitámoslo.

Mientras, pareciéramos obnubilados ante la miseria de un país que no despierta, para tristeza de muchos, mientras que pocos se llenan sin rubor alguno, con los millones de dólares de la nación. Solo una guerra fratricida puede ser más terrible que esto que vive Venezuela.

sábado, 12 de octubre de 2013

El “día de la raza” para unos; el “día de la resistencia indígena” para otros, pero el “día de los bachaqueros”, para los zulianos.

En el estado Zulia, limítrofe con Colombia, y siendo seguramente el estado mas desvenezolanizado de todos, por la profunda influencia que la población (legal e ilegal) colombiana tiene sobre su territorio y cultura, es también el  territorio que sufre con más fuerza el desabastecimiento que el gobierno ha permitido, y esta escases ha sido a manos, ni más ni menos, de la población originaria de esa región, devenidas a hora, (les guste o no leerlo a aquellos que siendo honestos y trabajadores, caen en el mismo saco), en los contrabandistas más descarados que puedan imaginarse, a causa del enorme dividendo que la extracción de los productos regulados tiene, al llevarlos para ser vendidos en Colombia, dada la paridad cambiaria existente y la artificialidad de los precios mantenidos.
Es impresionante ver, pese a la prohibición de discriminación racial que en buena hora ha sido reiteradamente señalada en nuestra constitución, como el indígena zuliano, (y colombiano, ya que habitan indistintamente entre los dos países), se ha convertido a los ojos del resto de la población, en el sinónimo de contrabando y escases para los que solo consiguen estos productos de primera necesidad, al buscarlos, “por pura suerte”, o porque finalmente aceptaron comprárselos a los revendedores que realizando la misma operación de “bachaqueo” (contrabando), los revenden de cuatro a seis veces el precio oficial, ante la mirada indiferente de las autoridades, quienes se han escudado hasta la fecha, tras "operativos antibachaqueo" burocráticos e ineficientes.

La indolencia está matando a Venezuela: El desparpajo con el que los contrabandistas (Bachaqueros), -en su inmensa mayoría indígenas, como decíamos-, pasan la frontera colombo venezolana, sin que haya una reacción contundente y absoluta por parte de las fuerzas militares venezolanas de este lado, y colombianas del otro, resultan cuando menos, patéticas, y un oscuro indicador de la cantidad de dinero que pasa entre manos en esa pérfida linea de demarcación territorial.
La corrupción ha escalado hasta niveles insospechados antes; pareciera no haber frontera entre ambas naciones, cuando de injusticias se trata.

Llegará el momento de asumir medidas radicales (como en todo), pero hasta tanto llegue ese tiempo, los zulianos deberán seguir padeciendo de un parásito de inmoralidad que lo debilita y enferma, junto a toda su estructura de gobierno regional y municipal, por no mencionar nuevamente al depauperado gobierno nacional.
Hoy 12 de Octubre no celebramos la llegada de aquellos ambiciosos españoles buscando riquezas y nuevas rutas comerciales de navegación, sino que conmemoramos la trágica comedia en la que se ha convertido Venezuela en sus fronteras, permeadas por la corrupción, el vandalismo, la guerrilla, la indolencia, y el trafico indiscriminado de gente que busca un lugar menos miserable para vivir.
Les deseo suerte, porque aquí no lo van a conseguir ya.
Feliz día de la “resistencia indígena”; es decir, "feliz" día para los bachaqueros que hacen jugosas ganancias con la comida, gracias a la negligencia de todo un sistema de gobierno. Allí tienes tu "resistencia", Maduro; la resistencia a morir de hambre y vivir en la pobreza, sin importar la inmoralidad en la que se deba incurrir, cuando los gobiernos son, unos tras otros incapaces de dar paz, seguridad y trabajo a la gente. Seguro la estarás "celebrando", donde quiera que estés hoy, ensalsando al Hugo Chávez que según tu, lo logró todo, aunque sepamos que en realidad, ni a un buen sucesor, fue capaz de conseguir.

En fin, seguro los zulianos, en medio de la vorágine socio-económica y política que los desvenezolaniza y empobrece, te recordarán, aunque no seas indígena. 

Mientras, te dejo lo que cantan en el Zulia, con el aún buen humor que caracteriza a mis queridos compatriotas:




viernes, 11 de octubre de 2013

Una sorpresa que deseáramos hacer continua: Un país que se defiende de lo injusto.

La reacción venezolana a la intromisión de embarcaciones extranjeras en aguas soberanas vecinas a Guyana, no se veía desde 1987, cuando nos toco enfrentar la provocación de la corbeta colombiana "Caldas" (les pido que me excusen por la falta de rigor histórico al obviar otros incidentes).
La reacción Guyanesa, fue un poema para quienes hemos sostenido permanentemente que de amigos de Venezuela, ellos no tienen nada. 

Supongo que los vellos erizados de la piel ante esta muestra de soberanía por parte de nuestro país, no durará mucho tiempo, pero fueron unas horas que me dejaron soñar con una nación fuerte, donde la expresión de Chávez ("una nación pacifica pero armada", palabras más, palabras menos), hubieran tenido por primera vez el significado que ni el propio presidente fallecido, fue capaz de darles.

¿Será que en una ironía del destino, el "Jaime Lusinchi" de la quinta república tendrá que emular en su actuar político-fronterizo al Jaime Lusinchi de la cuarta?

¿O será solamente una acto aislado; un reaccionar de soberanía espontaneo pero breve en el tiempo?

¿Y que haremos ahora que Guyana no solo se quitó la careta, sino que también nos escupe a la cara?

Por cierto, no quiero olvidar esto; es recordatorio de como la gente dice lo que le conviene, sin importar quien sea. Traten de averiguar si fue verdad o no estas declaraciones del 8/10/1981:

Aunque me aborrezcan, les digo a chavistas y opositores que no hay santo político sobre este suelo patrio; como en el pasado, cuando Bolívar fue traicionado e ignorado, en el presente que vivimos también algunos extranjeros y venezolanos son capaces de darse la mano con intenciones que solo merecerían declararles la guerra a muerte.

No sea el Esequibo, cordero de sacrificio echado al fuego de lo fútil, en nombre de la conveniencia de pocos, y el mal de muchos.

Tengan a bien recibir los hombres y mujeres de la Armada Venezolana, mi respeto y admiración. A todo aquel militar venezolano que ante las injusticias difícilmente puede disimular el crujir de dientes por la impotencia que enfrenta, mi solidaridad.

La “Cleptocracia” como expresión final para el agotado modelo político de Venezuela (II)

Aunque la convergencia de todas las variables que hacen miserable a nuestro país se expresan fielmente en las distintas esferas de gobierno que existen, no es menos cierto  que cada funcionario, empresario, político, militar o líder comunal que es corrupto en Venezuela, proviene de una familia que sin importar su  condición económica o posición social, dio como fruto con sus escasos valores humanos, sociales, y nacionales, a ese hombre o mujer que finalmente, acobijó en su actitud y comportamiento, el germen de la inmoralidad que se propagó a las actividades cotidianas que realizan, definiendo así la cultura de antivalores que en la práctica, manejan el día a día de este país y de todos los que vivimos en el.
Sé que a muchos no les gusta hablar de esto; se que el tema incomoda y lastima las susceptibilidades que de a poco, han ido blindando nuestra indiferencia nacional, pero finalmente, aunque me señalen hoy, y hasta me quieran despreciar o censurar,  este tema habrá que tocarlo, aunque suponga exponer a la luz, heridas profundas…
…Esta necesidad llegará más temprano que tarde.
Cuando el peso de nuestro remordimiento sea mayor que el de la miserable hipocresía o diplomacia del “qué dirán” nuestros vecinos y el mundo, seguramente comenzará el lento pero doloroso proceso de sincerarnos como sociedad nacional.
Mientras llega ese momento, quiero remitirlos a los recientes y duros ejemplos que ilustran el estado en el que están las cosas: Primero, el accidente de la gandola (camión con tráiler),  acaecido el 27 de septiembre pasado, en el puente Los Ruices, donde mientras el conductor moría asfixiado producto del aprisionamiento resultante del choque, muchos transeúntes, vecinos, conductores y motorizados, se dedicaban a saquear el contenido del tráiler. Luego tenemos el puente que se derrumba en el oriente del país, donde el hundimiento de la estructura supuso también el hundimiento del recato, generando el saqueo de otra gandola.
Lo que ocurrió en eso sitios son solo un par de aristas en los irregulares pero filosísimos fragmentos que están resultando por doquier de esta atomización social.
La aparente incapacidad policial y militar para detener estos vandalismos y saqueos, sea por negligencia o desinterés, es el mismo que observamos al momento de las invasiones de terrenos e inmuebles con fines de atiborrarlos de personas sin hogar, (pero en su inmensa mayoría, no sin techo por calamidades naturales, ni por accidentes, sino por simple y llana desplanificación familiar, que crea por doquier hogares disfuncionales, producto de embarazos no deseados o precoces), y  que al final, vienen a engrosar indistintamente a toda aquella población (extranjeros ilegales incluidos), que sin medir en ética u honradez aprendida alguna, y -siempre bajo la mirada alcahueta de las autoridades y políticos interesados más en los nuevos votantes cautivos que en otra cosa-, (sean venezolanos o extranjeros irregularmente cedulados o no), y que vienen a distorsionar y reducir con cada invasión, con cada custodia de terrenos indefensos en nombre de una ambición mal disimulada tras el disfraz de una comuna "patriótica", lo poco que quedaba de orden urbano y nacional. 
Ese pueblo desvalido, consecuencia directa del abandono gubernamental de ayer y hoy, sobrevive a través de su propia subcultura de "viveza", necesariamente nacida a la luz del deprecio político que no termina de rescatarlos de aquellos laberintos donde los lideres venezolanos, -y la sociedad misma en su conjunto-, los metió, y que ahora con cara dura, todos ellos culpan exclusivamente de una manera u otra, al presidente muerto que al mismo tiempo, otros también quieren inmortalizar sumiéndolo en una idolatría que finalmente hunde más a la nación en su necesidad infantil de tener a "alguien" a quien elegir como mas grande que sí mismos, mientras que los menos pudorosos actúan y se autoproclaman como los sacerdotes de una nueva religión política de donde sacar convenientemente, entre las sombras de los velos del templo, dividendos económicos y de poder para si mismos. 
De esta manera, es que el tramado final de esta coyuntura nacional se termina de tejer, con resultados que pueden ser impredecibles y muy duros.

Pareciéramos incapaces de cambiar, pero a pesar de ello, ese cruel destino definitivamente no está escrito en ningún lado con letras que no puedan borrarse y reescribirse.

La amoralidad que nos está consumiendo, al nacer ya sin pudor alguno en el mismo humilde pueblo que no es capaz de consolidar una postura mayoritariamente constitucional y nacionalista, no puede ser ignorada como si de un tabú mal disimulado se tratase; las verdades hay que enfrentarlas, aunque causen vergüenza al principio. Tenemos que hacer lo que quizás ningún país ha hecho: reconocerse a sí mismo y públicamente como colectivo, que hemos errado el camino, y que rectificar supone andar una ruta totalmente distinta a las andadas; hacer lo que ninguna nación ha hecho antes, es quizás la manera de entrar en la historia de la humanidad como la gente que fue capaz de superarse y levantarse de su pantano, sin hacerle la vida miserable a otros. La diferencia entre una critica destructiva y estéril, y una constructiva y aleccionadora, es solo la disposición que ponga la mayoría para actuar en pro de ello.
Parece simple, pero lo cierto es que no estamos listos aun para eso.
Tenemos que comenzar a desmontar los mitos, como quien debe retirarse con dolor y entereza, los restos de una piel quemada y descompuesta para dar paso al nuevo tejido definitivo y salvador; tenemos que descoser los clichés que nos han tapado los ojos ante las verdades que primero debemos reconocer, y eso sin caer en el desgaste inútil de acusar a cualquiera de haberse equivocado, ni mucho menos buscando que un bando actual, prevalezca sobre otro, pues ambos son parte ya de un ciclo nacional que debe terminar.

En todo caso, esto debe pasar sin perdonar ningún acto corrupto e injusto emblemático, si es que queremos estar en paz con nuestro pasado de forma colectiva. Tenemos que comprender que nadie estará dispuesto a sacrificar algo en su vida y familia, si los demás no lo hacen, y para que esta condición se materialice, es menester que la justicia sea ciega, mientras actúe, trabaje, y castigue, pues de lo contrario, ningún esfuerzo o iniciativa irá más allá de una mera, -como dicen por aquí-, "salida de caballo, y parada de burro".


Recuerden que hay aún tiempo, pese a todo lo que se nos atraviesa por la mente y el corazón. Eso es lo único que la vida no nos quita, aunque hay que reconocer que probablemente el dolor se hará mayor conforme sigamos postergando lo inevitable, como quien se niega a extirparse un tumor maligno, aferrándose a la esperanza de que alguna yerba de último momento, le ahorre el trauma de la intervención quirúrgica. 

En todo caso sigo viendo, -a la luz de las escenas que a diario podemos ver en la prensa-, en la gente que no cesa de aparecer en cada oportunidad que tienen, en un saqueo, en una invasión, en la sumisión para hacer colas injustas, o en la candidez para aceptar las mentiras de los políticos y autoridades del país, como su propio cáncer potencialmente mortal.

Dios nos guíe.

martes, 1 de octubre de 2013

Como los "boomerangs", las palabras se pueden devolver, Maduro.

 El presidente proclamado ha dicho:

"Hasta que el gobierno de EEUU no entienda que tiene que respetar a Venezuela como un país soberano no habrá relaciones de cordialidad"
Pregunto yo entonces, ante esas contundentes palabras de las que supongo, no se arrepentirá:
¿Cuándo esta expresión, dicha con la soberbia propia de los países subdesarrollados, será utilizada en el caso de Guyana y su sistemática apropiación territorial de lo nuestro?
¿Por qué razón hemos cedido tanto en nuestra reclamación territorial con ellos?
¿Por qué por mucho menos intentado por Colombia, en nuestra frontera occidental, -y pese al poderío militar que pueden desplegar-, hemos plantado posiciones mas contundentes que con la pequeña Guyana?
¿Por qué seguimos dejando en las manos de gente que se ha mostrado incapaz de realizar algún avance significativo en más de dos décadas (ONU), la resolución de este problema que con cada día, no arruina territorialmente?
Entiendo que tanto Chávez en su momento, (y durante 14 años), como Maduro al presente, saben que no pueden emprender ninguna acción militar contra Guyana, sin darle con ello una excusa política a mas de uno fuera de nuestras fronteras para embarcarse en una intervención bélica en esta región y hasta en nuestro país  pero: ¿Cual es el miedo?; ¿Por qué este grado de sumisión?
Lo único cierto hasta el presente, es que no hemos podido recuperar el Esequibo; lo único cierto es que en estos 55 años de mamarrachadas políticas, de patrióticos golpes de pechos nacionalistas de lado y lado en el cuadrilátero político, y de cánticos de hermandad latinoamericana y mundial, lo irritantemente cierto, es que seguimos sin esperanzas reales de ver ondear la bandera venezolana, sobre ese suelo, otrora parte de nuestro imaginario nacional.

Te toca, presidente "proclamado" Nicolás Maduro, cargar con el saco de excremento que no has sido tampoco capaz de convertir en pelotas y firmeza política, económica, militar y diplomática, para hacer valer nuestro soberano e irrenunciable derecho sobre esas tierras.
Es la misma actitud que tienes con todo.

Una última pregunta:
¿Tenía tan poco de donde escoger el comandante, que terminó seleccionándote a ti?
¿Por qué?