martes, 11 de septiembre de 2012

Conveniencias van, conveniencias vienen.

Aveledo: "No habrá ajuste macroeconómico porque no hace falta"
El Universal, domingo 9 de septiembre de 2012  11:35 AM
Caracas.- En rueda de prensa Aveledo se refirió al documento que asegura es "falso" y que ha estado siendo mostrado como un "plan oculto" de las políticas económicas que aplicaría el gobierno de Capriles Radonski en una hipotética presidencia: "En Venezuela no habrá ajuste macroeconómico, un paquetazo, porque no hace falta. No es verdad que haga falta".
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Otra perla; otro cuento de camino, y la verdad puntual, directa y sin anestesia es esta: Los ajustes macroeconómicos si hacen falta, pero al igual que Chávez, Capriles sabe que pese a  10 años de control cambiario (la manera más fácil de "tapar" las malas políticas), de tarifas eléctricas y de gasolina congeladas a precios ridículos, así como la aplastante realidad de una absoluta carencia de un aparato tecno industrial (sea privado o estatal), robusto y autónomo, simplemente es inviable socialmente realizar algún ajuste clásico a gran escala, sin causarle en el proceso, una carga muy difícil de llevar, (debido a la desangrante, permanente y sistemática inflación), para la población venezolana, a la que se le ha mantenido adicionalmente, mediante el subterfugio de la devaluación ocasional pero bien planificada, pagando así, sin darse cuenta, todos aquellos congelamientos insensatos y  mantenidos supuestamente “por justicia y amor al glorioso pueblo de Bolívar”.  
Hay pocos recuerdos que queden grabados en la memoria de los políticos, pero lo del Caracazo, y los disturbios que le siguieron en menor medida en el resto del país, les mantiene lejos de cualquier medida extremista, -como la de un paquetazo-, por muy “necesarias” que fueran para algún economista huérfano de Padre y Madre capaz de proponer semejante técnica quirúrgica sin anestesia, al estilo del FMI. Por eso, las cosas seguirán por un tiempo así. Con Chávez o con Capriles.
Lo de nosotros como sociedad venezolana, es una “Alegría de tísico”, como dicen…
Hay ilusos que creen que esta situación de congelamiento, -aún con Chávez-, durará por siempre. Se equivocan; el presidente sabe que ello es insostenible. Un ajuste hay que hacer, aunque sea mínimo, pero si consiguen como introducirlo suavemente, sin que afecte con evidencia “política”, tengan por seguro que lo harán. ¿Recuerdan como cada vez que devalúan, los políticos salen diciendo que es que el $ está muy barato, y que esa medida estimulará el aparato productivo?
Lo que nos alcahuetea no es el control de precios y el congelamiento de tarifas: Es el petróleo a 100$.
Lo que nos mata es esta inflación interanual  que nunca baja del 10% en promedio para estos 25 años.
Esta ilusión nacional que pretende que el tema no “nos hará daño” si nadie habla de él, como si se tratara de una bestia salvaje pero dormida, que no hay que despertar es, queridos compatriotas, la viveza de un pueblo inmaduro, en su más pura expresión.
…Y ya hemos hablado de donde sale la viveza.
En fin, y volviendo al caso de esta realidad, lo que tenemos frente a nosotros es proselitismo político también en su estado puro. Cualquiera que gane las elecciones, aplicará más temprano que tarde, algunos correctivos, por muy pequeños que sean, y en ese momento todos pagaremos la vieja deuda de estupidez que llevábamos sobre nuestros hombros, desde aquella vez en que le dimos la espalda a la realidad económica venezolana, allá en tiempos tan tempranos como los del presidente  Luis  Herrera. Chávez lo sabe.
Las muletas petroleras que nos sostiene año tras año, cualquier día de estos se incendian como Amuay, y todos pagaremos el precio de tanta comodidad maquillada de revolución.
Lo más triste, es que nadie lo dice.
  

lunes, 10 de septiembre de 2012

Deseos irracionales.


Septiembre 9, 2012. Web noticiaaldia.com:
Para la socióloga Maryclen Stelling, en estos momentos lo único que mantiene unida a la oposición es el deseo de sacar del panorama político al presidente y candidato socialista Hugo Chávez.
“Esto no quiere decir que la oposición este resteada con su líder, sino con un deseo irracional de sacar del espectro político al presidente Chávez, independientemente del candidato que tengan”, agregó la socióloga durante el programa conducido por el periodista José Vicente Rangel, transmitido por Televen.
Pero más allá de ese deseo, la analista destacó las deficiencias que tiene la candidatura del aspirante de derecha a las presidenciales, Henrique Capriles Radonski, a quien calificó como “un candidato fabricado, producto de un marketing político”.
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Aunque la socióloga Stelling trata de marcar un hito de “irreversibilidad” para sus afirmaciones personales, lo cierto es que no le funciona demasiado: De la misma manera, al “chavismo” lo mantiene unido para las elecciones, la necesidad de mantener a Chávez en el poder. Así de simple.
Difícilmente puedo concebir que una socióloga hable de estas cosas, con un pretendido rigor científico, sin denotar en la misma entrevista, los factores, las variables, y los personajes que han de a poco, desmembrado la capacidad colectiva de los pobladores de Venezuela para establecer las metas por sí mismos. Mientras que un solo individuo se yerga como la vara en torno a la cual crece como enredadera la revolución, esta posee la misma debilidad estructural de la planta trepadora: caerá en el mismo momento en que lo haga su soporte y ello es lamentable, porque hay cosas necesarias de conservar y cultivar..

¿Por qué utiliza términos como “irracional” cuando describe a la oposición?; ¿Se refiere a que son salvajes turbas queriendo la derrota del presidente Chávez?; cualquier oposición se caracteriza por querer ganarle las elecciones a su contrincante. ¿Dónde está lo irracional? ¿Será que ella considera a Chávez el candidato perfecto e insustituible?; ¿El líder natural por derecho propio y por siempre?
El asunto no es tan sencillo.
Chávez es líder circunstancial, entronizado en el poder, no por sí mismo, sino por aquellos que a su alrededor extraen todos sus beneficios particulares de tal situación. Así ocurre realmente con todos los que se atornillan al poder, pasado su periodo natural.
No le quito razón sobre Capriles, pero ella no puede negar que si Carlos Andrés Pérez, allá en 1992, durante el intento de golpe de estado, no le da chance a Chávez de hablar por tv, la historia seria otra, y Chávez no hubiera resultado ser un candidato fabricado sin querer, por el presidente Pérez.
Ella sabe que de entre todos los cientos de “Chávez” que estaban “listos” para hacer cosas, le tocó a nuestro bien conocido Hugo, (y no al comandante Arias Cárdenas, por citar solo a uno, que por cierto, si logró los objetivos que luego se perdieron ese mismo 4 de febrero, por los errores de Chávez…), aparecer en tv. ¿Por qué la socióloga no establece la naturaleza fortuita de este acontecimiento, origen de su liderazgo?

En resumen, a la socióloga no le conviene decir muchas cosas. No se confíen de una socióloga oficialista, como tampoco de una oposicionista. Y menos durante una campaña electoral presidencial.

¿Inmigrantes o visitantes?


(Caracas, 9 de septiembre-Noticias24).- Colectivos de inmigrantes que hacen vida en el país marcharon hoy desde Plaza Venezuela hasta la Plaza El Venezolano, en Caracas, en apoyo a la reelección de Hugo Chávez y para pedir la aprobación de un instrumento legal que les permita acceder a las ventajas de la ciudadanía.

“Pa`lante Chávez, te queremos. Todos los colombianos estamos apoyándote (…). Él nos ha dado los motivos para seguir viviendo en esta República tan hermosa, que es nuestro segundo hogar. Gracias comandante, y pa`lante comandante, te queremos”, dijo Jhon Jairo Velásquez, un colombiano que participó de la marcha.

Por su parte Julia Puello, representante del Movimiento de Países Hermanos, dijo que Chávez ha sido el único Gobernante que dejó de considerar a los inmigrantes como “ciudadanos de quinta”.

“Nos ha permitido acceder a todas las Misiones y a todos los planes sociales que otorga este gobierno. Ya no somos extranjeros, somos inmigrantes hijos de esta patria grande, y Venezuela forma parte de esa patria grande, y nos permite a nosotros ser ciudadanos de primera. Ya no nos tratan como animales que echaban hacia la frontera (…). Somos seres honrados y dispuestos a trabajar por el país. El 7 de octubre con Chávez hasta la victoria”, añadió.
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Me sorprende como a veces la vida te hace llegar estas perlas, para contemplarlas y sacarles alguna reflexión interesante.
Nada más hace unas horas publicaba una entrada donde le pedía a los amigos venidos de otras tierras, que ya están cedulados como venezolanos y con todos los derechos que ello implica, a que usasen ese discreción al voto con sabiduría, y resulta que el mismo día, en Caracas una representación de los mismos hacen una manifestación en apoyo a Chávez, lo cual está bien, pues es su derecho, -como si lo hicieran con Capriles-, aunque no deja ello de mostrar precisamente el lado flaco en la manera en que Venezuela ha permitido la inmigración indiscriminada, sin pedir NADA a cambio.
Esto es lo que vamos a reflexionar a continuación.
Puntualicemos primero, que ningún grupo de apoyo pro amigos extranjeros, puede negar que han penetrado a Venezuela muchos “hermanos” latinoamericanos (y particularmente los “estimulados” a venirse como consecuencia del Plan Colombia), con prontuario policial y militar desde otras tierras, y que ellos sean directos artífices de las nuevas modalidades de asalto, extorsión, secuestro y asesinato por sicariato, en el país.
Segundo, ninguno de estos grupos puede negar que aquí en general no se le pregunta a nadie de donde viene y a donde va. Los poquísimos deportados, son aquellos a los que se les agarra en algún operativo, o en flagrancia de algún delito. De resto, nada de deportación. No hay un plan sistemático para revisar los historiales de nadie; no hay planes sistemáticos para sacarlos de las listas de beneficiarios de becas, casas, o de cualquier otro programa de Estado. Ni antes de Chávez, ni con Chávez, y seguramente, por el poder electoral que ya tienen, después de Chávez.
Tercero: No pueden negar tampoco que como viene gente buena y productiva, muchos solo han venido partiendo de cero, y como no hay ningún tipo de control o programa de recepción sobre ellos, hacen lo que quieren y como pueden, resultando ser al presente, porción importante en la mayoría de los barrios de las periferias citadinas, producto de invasiones que infringen cualquier ley venezolana al respecto. ¿Es eso respeto a la casa que se visita?
Reconozco que Chávez les ha dado motivos para vivir aquí: les ha dado el poder del voto, sin pedirles nada a cambio. Casi les ha dicho que sigan siendo de donde vienen, y agarren lo que puedan aquí. Eso no es correcto, y viniendo ustedes de donde vienen, es también responsabilidad compartida con cada uno de vosotros, el llamar al presidente a la reflexión, aunque ello suponga perder algunas ventajas en el modo de vida que llevan entre nosotros, según describen durante dicha manifestación.
Lo digo porque la cosa no es gozar únicamente de los beneficios que citaban allí en la marcha; eso es solo una fracción de la realidad con que un inmigrante interactúa; el asunto está también en la necesidad de someterse a las condiciones para ser venezolano. Hay un abismo entre ambas actitudes.
Tu, que en un supuesto ya tienes la ciudadanía plena, obtenida con facilidad pasmosa con solo haber presentado una carta de residencia por más de 10 años, obtenida a través de algún miembro de directiva de junta comunal, -aunque fuera falsa, y que no es tu caso-, ¿Realizarías el servicio militar voluntario en Venezuela, y estarías dispuesto a defenderla ante cualquier agresor, aunque con ello se derrame tu sangre y la de los tuyos?
¿Sí o no?: ¿Ves por qué ese asunto de “nuestro segundo hogar” no es tan irrelevante? Es fácil para algunos movimientos políticos aprovechar el proselitismo del momento electoral, para pescar en rio revuelto, pero hay que tener cuidado, sobre todo cuando no tienen en la mano los números que apoyen con pruebas irrefutables, el beneficio positivo que haya traído a Venezuela la presencia de millones de grupos específicos de extranjeros sin control alguno, como si lo tuvieron los inmigrantes italianos y polacos que acudieron antes los permisos otorgados a mediado del siglo pasado. Hay también un abismo entre ambas circunstancias.
En estos asuntos no puede haber medias tintas, y les pido por favor, que no me acusen de xenofóbico solo por decir una verdad.
Ciertamente gozas de todas las misiones, y ¿por qué no?; ¿acaso somos como de dónde vienes?; ¿somos mejores o peores?; ¿aceptan allá en tu tierra de origen a un venezolano, con la misma ligereza que aquí a ti se te ha recibido?; a los venidos de Colombia en particular, les pregunto: ¿Acaso no han estado dispuestos más de una vez, a atacar a esta “hermana” nación, solo por unas tierras sobre las cuales después de todo, no poseen derechos?; ¿acaso nunca en Colombia, llegaron a leer en algún periódico, la expresión “venezolanos malditos”, en esos tiempos de corbetas penetrando aguas territoriales venezolanas?. Aún así, nadie los objeta aquí. Así las cosas, no puedo pedirles que entiendan necesariamente las dimensiones reales del significado de las misiones, o de la política interna venezolana. Tampoco puedo pedirles que rectifiquen de un día para otro, pero si puedo pedirles que reflexionen, a pesar de todo, y procuren con ello aportar semilla buena a esta tierra, junto con nosotros. Les invitamos. Yo les invito, pero por las buenas, -Uds. entienden-. Estamos dispuestos siempre a perdonar, aunque no a olvidar. Eso nunca ha sido sano.
Te digo a ti, hermano venido de otras tierras, que debes tener paciencia; primero los venezolanos de nacimiento debemos concretar nuestra doctrina de vida como sociedad, sin más influencias de las que ya tenemos encima, como colectivo donde deseamos recibirte para que construyas con nosotros. Queremos entender juntos nuestras limitaciones, y explotar como sociedad igualitaria, nuestras potencialidades y ventajas. En esta etapa, abrirse sin medida a esa noción inspirada en un socialismo internacional, de una “nación latinoamericana” donde todos cabemos, sin antes estar claros en la venezolanidad y en el camino que ella nos señala, es tan delicado y riesgoso como lo es para un niño, estar expuesto únicamente a un ambiente donde lo único importante, fuera el bien del prójimo pero no el de él. No vas a tener a un buen ciudadano, autosuficiente y con buena autoestima, con esa formación. Igual cosa para una nación.

Vamos a exigir les digo, pero solo en la misma medida en que como comunidad, puedan ustedes dar. Cualquier cosa distinta a eso, deben admitir con el corazón en la mano, que es un poco caprichoso, y por qué no, arrogante.

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿Por qué el asunto se redujo a elegir entre Barrabás y Barrabás Jr?


Quisiera comenzar retomando unas palabras que compartí con ustedes hace unas semanas:
“Chávez solo pierde por una razón posible: Sus propios y torpes errores.
Chávez solo gana por una razón posible: La estúpida estrategia de “oposicionista acérrimo”, que gente como usted, (Julio Borges), asumen”
Así están aún las cosas en mi opinión. No hay más.
Está de más casi que recordar que estamos a un mes de aquella fecha que muchos consideran la de un cambio para Venezuela, sea porque ratifiquen a Chávez y termine de “fundar” lo que denominan revolución, sea porque gane Capriles y se monten en el aparato burocrático todos los que ansían despertar de un supuesto mal sueño de 14 años. En lo personal, no veo en realidad mayor cambio; ya lo he dicho. No hay manera de que alguien me garantice que con el próximo gobierno, independientemente de su color, las cosas vayan a tener un viraje importante hacia esa dirección magnifica y comprometedora de la que tanto hemos reflexionado en este blog; una rectificación profunda en palabras cortas. Pero no; ni siquiera la necesidad real de concebir una rectificación se visualiza con fuerza en el horizonte de nuestras expectativas. Ya en un plano más amplio, y quizás filosófico, podríamos ver que lo que se ha dado hasta hoy, pareciera ser justo lo posible en función de la poca claridad que tenemos como sociedad en lo que respecta a nuestras metas, expectativas y propósitos. Está de más volver a decir que no sabemos aún desarrollar un gobierno estable sin un líder presidencialista que esté encima de todos nosotros.
Por eso es que continuaremos observando sin rubor alguno, en mi humilde opinión, esta precaria situación en donde por cada “ladrillo” bien hecho, pero mal pegado en la estructura del progreso nacional, cinco son rotos, y cuatro “desaparecen” en el proceso, yendo a veces a parar a bancos de “ladrillos” de Europa y EEUU…
Hemos sido testigos de una lucha que es salvaje y por ello sin decoro alguno, de un lado y del otro observamos como usan los recursos del estado, de la gobernación o de  la alcaldía, -como a sus respectivos funcionarios-, para realizar todo aquello que justamente la ley prohíbe. La política partidista, que exige cualquier esfuerzo y justifica cualquier atropello que pueda ser medianamente maquillado o desmentido luego por un vocero oficial, lleva a las maquinarias electoreras a su máxima eficiencia, y al país en ese proceso, a su mayor dispersión social.
Seguramente han notado como ni los oficialistas, ni los oposicionistas, logran ir a unas elecciones mediante una tarjeta unitaria; el interés de mantener cuotas de poder individuales en sus respectivos clubes políticos, puede más que cualquier argumento colectivo. Los ejemplos saltan a la vista de manera escandalosa, y solo veamos dos: Primero justicia cree que ganando Capriles, ellos determinarán todo en la repartición de los cargos, cuando en realidad, solos como partido, sin el apoyo del resto, no llegarían ni a la esquina; igual cosa ocurre con Chávez y su PSUV, donde primero, se niegan a compartir poder con sus demás socios estratégicos, y luego, terminamos viendo como la gente se inscribe más por tener el carnet partidista que facilite cualquier trámite burocrático, que por convicción política alguna, pese a lo que cualquiera de su enquistada cúpula de mando y poder, pueda tratar de desmentir, y todo esto en el más puro y rancio estilo del viejo partido Acción Democrática.
Luego de todo este cuadro, y al entrar en las estrellas del show electoral, lo cierto es que tenemos a un Chávez agotado en su capacidad para “revolucionar” las cosas. No puede inventar mucho más; no quedan muchas cosas a las que no le haya cambiado el nombre ya. Al presente, no puede enderezar lo que ha crecido enrollado en torno a si mismo durante 14 años. Solo él lidera, y a los demás únicamente les ha quedado la opción cruda y sin sentido de ser burocracia partidista donde pelearse entre ellos por ver quien encabeza la jaladera de bolas presidenciales. 14 años han permitido encostrar la cultura del no reclamar, del no criticar, y en definitiva, del no proponer mejores opciones a la que la línea presidencial, -irónicamente casi siempre desviada y manipulada por quienes jalan más duro debajo de Chávez-, imponga. Solo una revolución dentro de la revolución, si ello aún fuera concebible, (que en lo personal dificulto ya), que sea capaz de llevarse por los cachos al mismísimo Chávez si fuese necesario, podría salvar de entre los escombros de la ya vieja revolución, a los buenos “ladrillos” aún enteros.
En aquel otro lado, -el derecho-, de la política venezolana, Capriles no logró despertar su musa estadista; no fue capaz de ir más allá de sí mismo y de las limitaciones de Chávez, para ofrecer, no algo distinto, sino algo más adelantado, más cercano a la sindéresis que se esperaría de un presidente que hubiese aprendido lecciones importantes de este periodo de aciertos y errores revolucionarios de gobierno.
Capriles, dejándose rodear de personajes insulsos como Aveledo, Borges o Briquet, (y pese a mantener distancia de M. Machado), no hizo más que ponerse plomo en las alas que la experiencia deseaba entregarle para otros propósitos. Tan nefasto son estos personajes para él, como lo son para Chávez Rafael Ramírez, Jorge Jiordani o Jorge Rodríguez, sin saberlo quizás.
No digo con todo esto que exista una alternativa a estos dos personajes; eso no existe. No en este momento. Lo que hago es poner el dedo sobre una llaga de la que muchos se quieren hacer los desentendidos: La mayoría terminará votando porque están apasionados con Barrabás o con Barrabás Jr., o porque quieren castigar a uno, poniendo al otro. Nada más; así de elemental termina siendo nuestra concepción del mundo: Buscar al menos malo.
Quizás por eso es que nadie dirá:
Ey!, hay que corregir esto en la revolución, caiga quien caiga”; o
Chávez, te has equivocado en esto y en aquello; corrige ya o te despedimos de tus funciones!”;
Chávez, las cárceles y la inseguridad están en el reino del caos; has fracasado en eso. Admítelo”;
Chávez, has fracasado en controlar la inflación; jamás pudiste bajarla del 10 o del 20%, en 14 años!”;
Chávez, ¿Eres capaz de contabilizar todos los dólares dilapidados en tus 14 años de gobierno?
“Chávez, ¿Cuántos corruptos hay presos en estos 14 años?;
¿Recuperamos el Esequibo?; ¿Ya nadie roba oro?

 O quizás alguna frase así:

Capriles, por qué no te deslindaste de todos esos dinosaurios políticos?”; “¿Cuál fue el miedo?
Capriles, ¿Por qué no eres capaz de explicar en una conferencia de tres horas corridas, tu visión de lo que debe ser la republica?
Capriles, ¿Por qué no fuiste capaz de erigirte como candidato alternativo a Chávez, sin la necesidad de ir a unas primarias para medirte con aficionados?”
“Capriles, ¿Por qué en un momento tan aciago, permites que otros expliquen y justifiquen por ti?”
“Capriles, ¿Por qué dejas que tus asesores engañen a la gente con lo de las misiones, si sabes que de funcionar el gobierno como debería ser, estas no serian necesarias sin afectar a nadie?; ¿Por qué hacer demagogia tal como la hace la revolución de Chavez?

Es obvio para ustedes seguramente, que no termino de estar conforme con ninguno de los dos candidatos; creo que pueden reconocer que yo solo estoy sumando aquello que en privado me diría un fanático chavista, de la oposición, y viceversa. (El problema es que cuando un solo individuo resume ambas perspectivas y las dice, todos lo quieren amedrentar y ridiculizar, como castigo por semejante blasfemia). El caso, pese a los deseos de las partes con respecto a la otra, es que Capriles por la forma en que ofrece hacer las cosas, -con el saco de gatos que lleva a sus espaldas-, y Chávez por lo que ofreció y finalmente no entregó, (dejando tras de sí una enorme lista de acciones incapaces de mostrarse con la cara limpia de culpa, de injusticias, o de marañas), es por lo que ambos candidatos tienen rabo de paja. Hace un tiempo les decía que Chávez es como el médico especialista que identificó e intervino quirúrgicamente todas las áreas ciertamente afectadas del cuerpo nacional con éxito, pero por tener la mala maña de no lavarse las manos antes de operar y de hacerlo sin usar guantes, todo lo infectó, y ahora el paciente está de pronóstico reservado. Irónicamente, frente a esto, Capriles luce más como un médico limpio y cuidadoso, pero recién graduado de la misión Barrio Adentro.

Cada quien con la posibilidad de votar, debería reflexionar sobre nuestro pasado, presente y futuro, para buscar comprender por donde y hacia donde debemos ir, pese a que a fin de cuentas, todos tengamos finalmente que pararnos frente al vacio del abismo que siempre se interpone entre nosotros y la esperanza, para votar y seguir con esta evolución nacional, que va mas allá de las escalas de tiempo de los individuos, y de las sociedades que en sus momentos conforman.
Para concluir, no quiero dejar de dirigirles unas palabras a los dos candidatos, a los venezolanos, y a quienes también votarán con nosotros:
Chávez, a ti te digo: “Mancillaste tus aciertos con los errores y las oportunidades desperdiciadas; aún no hablas con toda la verdad que logras entender; entregaste soberanía y justicia a cambio de apoyo y pleitesía. No has sido capaz de propiciar a una generación de relevo; una que no tenga que rendirte honores,  que sea capaz de superar tus propias carencias y limitaciones”
Capriles, a ti te digo: “Tu pasado pareciera pesar más que tu presente o tu futuro; el primero es difuso; el segundo es claro como el cristal que deja ver a los parias que en torno a ti danzan pese a tus buenas intenciones; muchos de ellos son representantes del pasado que precisamente trajo a un Chávez al poder, cuando tú eras más joven. El último, -el futuro-, se te ve disperso, como incapaz de generar con claridad un compromiso que pudieras escribir con tu propia vida frente al país”
A los venezolanos: Les ruego una vez más, analicen a donde hemos ido a parar, con todo lo bueno y todo lo malo, y en cómo debemos dar los siguientes pasos. Este blog está dedicado a ustedes.
A los millones de amigos venidos de otras tierras, y a quienes se les regaló la ciudadanía plena y con ello el derecho a elegir presidente, les pido encarecidamente:
Voten con sensatez; vean las fallas con que ya inevitablemente llegamos a estas elecciones, y escojan a quien pueda corregir los errores de los que fueron también testigos en sus respectivos países de origen. Les pido que con la sensatez que no aprendieron aquí, escojan junto a nosotros a quien nos va a gobernar, (no a representar), bajo este ambiente que pese a todo esfuerzo, sigue teñido de desorden e injusticia, pues la ley aún es más débil que el sentido de viveza nacional.
Suena duro, pero es la realidad. A esto hemos llegado, y no hay signos de que vayamos a rectificar pronto. Medítenlo.