domingo, 26 de junio de 2011

¿Está enfermo el presidente, o está enfermo el país?

Pensarán quizás que ha habido muchas razones para escribir durante estos días en este o en cualquier blog, con tanto “centimetraje” como el visto en los medios convencionales; sin embargo, permítanme decirles que eso sería cierto solo si de “repasos” y “sobreescrituras” se tratara, pues en realidad apreciados compatriotas, nada nuevo, -es decir, nada que no haya ocurrido varias veces ya-, se ha producido en el país. Las cárceles, las amenazas e indirectas estadounidenses, el delito en la calle o las promesas de cualquier índole, no tienen menos de varios “expedientes” abiertos a la espera de su cumplimiento o corrección.

Ahora bien, el verdadero punto nuevo, -en términos de aquello que quizás se “intuía”, pero no se había vivido anteriormente-, es la ausencia del ciudadano presidente de la republica del escenario físico nacional, por la ya conocida estadía en Cuba, debido a las “razones” de las que todos están al tanto. Sin duda son razones que podríamos también discutir, y que algunos seguramente no dudarían desde ya en desmentir o afirmar rabiosamente, según el caso, para entrar con ello en polémicas que a todo trance resultan ser estériles discusiones pues al final, no traen ninguna ganancia en términos de gobernabilidad.

¿La razón de esta afirmación?: Ninguna de esas discusiones estarían centradas en la realidad que se nos presenta una vez más de forma simple, pero cruenta en sus consecuencias: El país le achaca una enfermedad al presidente y justifica con ello todo lo que ocurre -en, y con- su ausencia, cuando en realidad, la “enfermedad”, producto del vacio de soberanía consciente, y del divorcio con una identidad nacional clara, está es en su sociedad. Es decir, en nosotros como colectivo y pueblo.

Estoy de acuerdo en que hablar de un reposo medico, no es un pecado, y en ello se deja ver una posible falla de parte de la presidencia de la republica y de su aparato de comunicación, pero tampoco en definitiva, es un “pecado” para que los “sacerdotes del sanedrín” (Los oposicionistas), salgan a rasgarse las vestiduras una vez más, como si de una ofensa a Dios se tratara, cuando lo que cabe es anotar las fallas, errores y omisiones, a fin de mejorar el proceso de gobierno como tal. (NOTA: No estoy de acuerdo tampoco con el otro extremo: los diputados oficialistas que por “solidaridad automática”, defienden hasta los errores).

La inercia que caracteriza en reiteradas ocasiones a las masas humanas cuando ocurre un cambio repentino, y que genera a su vez en muchas oportunidades respuestas tardías, está presente entre nosotros. Lejos de ser motivo de histeria colectiva la prolongada ausencia del presidente, o la dócil actitud del resto de los poderes a la hora de aplicar la institucionalidad por encima de la “presidencialidad”, es la falta de información circulando libre y verazmente entre los individuos de la sociedad, la que descontrola y hacer perder su centro, a algunos sectores de la población, y en mayor medida, a los que se identifican como oposicionistas y de oposición. De allí que expresiones como aquellas de que “Chávez los tiene loco”, o que “primero quieren que se vaya a Cuba, y luego cuando se va, quieren que regrese”, saltan al imaginario popular, muchas veces a manera de chistes.

Quien diga que cuando un personaje poderoso, -o un presidente-, se enferma, todos de inmediato lo sabe en una nación cualquiera, y que no “decirlo” solo ocurre en la Venezuela tal, está mintiendo aunque no se lo proponga, porque la realidad cotidiana a nivel mundial, demuestra que eso sucede más a menudo de lo que pensamos. La salud de los personajes claves en nuestras políticas y economías, son informaciones estratégicas. El asunto no es si está o no enfermo; el eje de esta situación permanece en medio de nuestra incapacidad para accionar por encima de las individualidades que en el poder identificamos.

Sabemos que la solución correcta es esta: Informar verazmente, sin caer en detalles amarillistas. Luego, seguir gobernando en función de los planes y estrategias que estén en marcha. Nada más.

Sin embargo, la solución inmediata de muchos es “intestinal”: Si Chávez no está, hay que poner a otro.

Entonces, ante ese escenario visceral, vemos que las preguntas se materializan en el aire como relámpagos en medio de una tormenta:

¿Pero es que acaso, otro presidente va a solucionar “todo”?

¿No era eso lo que se pensó cuando Chávez, o cuando Caldera, o cuando Carlos A Pérez fueron seleccionados para la silla presidencial?

¿No ha sido nuestra incapacidad para actuar coherentemente y con una identidad definida (que no existe aun), el común denominador en toda esta tragicomedia cuarta y quinta republicana que vivimos?

Si pusieran a otro presidente, ¿acaso hay algún grado extra de garantía sobre el futuro que nos depara, mientras la MENTALIDAD permanece EXACTAMENTE igual en lo más elemental de nuestras trabas republicanas, pese a los esfuerzos y logros alcanzados?

¿Seguiremos “apostando”, cual carrera de caballos, para progresar?

¿No es eso lo que hacen los que no tienen otra manera de conseguir lo que desean?

¿Somos nosotros de esas naciones que no son capaces de conseguir lo que desean?

¿Sera que no sabemos que desear en realidad?

¿Por eso hemos necesitado quien nos diga lo que necesitamos?

¿Pero no es eso, acaso, la señal más clara de nuestra desvenezolanizacion como sociedad?

Decir que puede volver “cuando le dé la gana”, o que “le damos permiso hasta el infinito”, tampoco es la solución; simplemente es la contraofensiva mediática que neutraliza los esfuerzos de los otros, para dejar las cosas en el peor estado que una nación puede esperar: En neutro.

Creo que debemos pensarlo con mucho cuidado. Dejarnos llevar por las viejas voces que perdieron su oportunidad en el pasado para hacer de Venezuela un lugar correcto donde vivir, es tan desastroso como hacerlo por aquellas que se han levantado un perfil político a costillas de los vicios de esas omisiones pasadas.

No vean el asunto como la ausencia de un presidente; obsérvenla como la ausencia de una identidad republicana capaz de reaccionar ante los acontecimientos solo por “instinto democrático y sabio”, más que por “emociones viscerales” que al fin de cuentas, solo sirve estas últimas a un amo: El mismo de aquellos intereses oscuros que sabiendo estar un paso adelante a nuestros incipientes designios de justicia, buscan el lucro personal y la oportunidad de poder.

No es el presidente con su silencio el que nos pone al borde de la locura; es la reacción descentrada y sin conciencia de los que hacen ruidos, -y no voces claras-, las que nos pueden arrastrar justamente hacia lo más profundo de aquel agujero donde comenzamos a percibir desde hace un tiempo, que habitamos, y de donde lo hecho hasta ahora, con esfuerzos y desatinos, más bien ha concretado una visión capaz de mostrarnos las salidas definitivas a tan profundo agujero.

No escuchen los gritos desencajados de quienes apuntan a Cuba o al presidente sin mayor argumento que su sola ausencia física; escuchen el susurro que el viento produce al pasar entre nuestras maltrechas concepciones de país, o entre los fríos parapetos que nuestra improvisación como entidad social, hemos levantado sin orden durante los últimos cien años.

Que no se convierta este episodio en un Abril de 2002 en cámara lenta; tan lenta, que no logramos ver a los autores tras las nubes de polvo que nuestros propios desordenados pasos, puedan producir.

El presidente volverá. Pero si no volviera, ello no sería más traumático que verlo perder las próximas elecciones, teniendo como sucesor no a un nuevo venezolano como el que nuestros hijos se merecen, sino casi seguramente a un desvenezolanizado mas, que saltaría de gozo al poder ahora brincar él solito en la silla presidencial, y decir, como han dicho todos: “llegó el verdadero cambio”…

¿Niños todos al fin y al cabo?

¿Seguimos jugando a que éramos una nación grande, prospera y segura de sí misma?

Yo creo que no. Es momento de seriedad, y con mucho, de tener una firme resolución a lograr cosas.

Si el ciudadano presidente está enfermo, deseemos de corazón, su pronta recuperación y retorno. Hombres y mujeres de valores altos, conocedores de lo que en verdad es ser venezolano, no desearían otra cosa.

Si no volviera por razones de salud, lo que no podemos hacer por nosotros y sobre todo, por nuestros hijos, es salir corriendo a los brazos de quien primero nos los extienda para darnos “protección”.

Primero debemos garantizar que por encima de todos este la majestad de la justicia y la base republicana de nuestra nación como ideario superior a nosotros mismos. Luego, debe estar la firme resolución de honrar lo que hemos aprendido en décadas de democracia inmadura e injusta, amalgamado con solo aquellas virtudes que el periodo presidencial de Hugo Chávez nos haya dejado.

Las cosas siempre vuelven a su cauce: El del crecimiento de los pueblos; el de nuestro propio destino como venezolanos.

Pese a todo, estamos más cerca de ser quienes aún no descubrimos que debemos ser, de lo que muchos piensan…

Dejen pues, la enfermedad a un lado.

domingo, 19 de junio de 2011

“Servicio secreto británico: Gadafi cada vez está más paranoico”. Web Noticia24.com. 27-05-2011.

“Londres, 27 may, – El líder libio Muamar al Gadafi está cada vez más desgastado por los bombardeos de la coalición internacional liderados por la OTAN, según informaciones del servicio secreto británico.”

¿Y cómo quieren que esté ese hombre después de tanto ataque? (!)

Yo no comparto nada con Libia ni con su extraño gobernante, o con su pueblo que ha sido capaz de aceptar 40 años de aburrimiento político, pero no por eso dejo de ver la profunda hipocresía e injusticia del mundo, de la ONU, y de sus diplomacias de pacotilla, a la hora de atender asuntos como la OTAN y su “campo de juego” libio, o la sistemática reducción a la nada de la nación palestina por parte de los Israelíes y su a veces “títere”: EEUU.

Libia se ha vuelto un precedente triste: Allí donde haya algún opositor en armas al gobierno, debe ser apoyado y sus instituciones establecidas, bombardeadas. Es delicado este asunto. ¿Si alguien levanta una campaña contra Obama en los EEUU, y surgen opositores en armas y atacan a sus fuerzas militares, la ONU deberá decretar el apoyo a los mismos?

Díganme ustedes cual es la verdad desnuda, porque la ONU y los gobiernos que se creen “regla moral para medir al mundo”, no me lo dicen con franqueza.

Insisto: No apoyo a ningún loco en el poder; ni a los pueblos que se aguantan tanto tiempo con el mismo gobernante; sin embargo, no por ello debo inhibirme de preguntarles: ¿Quieren ese gobierno y a ese gobernante?

Lo que a nosotros nos parezca mal, poco le importa a un pueblo al otro lado del mundo, con una cultura de la que conocemos casi nada.

Por eso tengo que preguntarles:

¿Por qué es más fácil lanzar un ataque militar que hacer un referéndum?

¿Qué deja más dinero y control?

A veces creo que los países europeos luchan entre sí para ver quien tiene los “dientes” militares mas afilados, y con ellos infringir miedo para que sean tomados en cuenta dentro del “club” de las naciones influyentes (entiéndase: entrometidas, injerentes y soberbias en extremo).

Quizás el líder libio este loco de atar, pero no lo está menos que aquellos gobiernos que se creen con el santo derecho de invadir y perturbar a una nación, cuales cruzados en tiempos de las invasiones a Jerusalén.

Lo hizo EEUU con Panamá e Irak; lo hace Israel con la nación palestina; Lo hizo la URSS con Afganistán, y los europeos lo hacen ahora con Libia.

Algún día la ONU será más que un parapeto diplomático, y sus estados miembros, sin exclusión, tendrán exactamente el mismo derecho y voto para exigir la paz que este querido mundo requiere.

Castilletes: Hora de comenzar a desarrollarla.


No debería ser ningún misterio para los venezolanos, que esa parte de nuestro territorio nacional en el occidente del país, tan importante en lo que a límites territoriales y a soberanía se refiere, se encuentra casi absolutamente olvidada sin decoro, ya que durante décadas, aquellos quienes debían desarrollarla, (Gobiernos), y disfrutarla, (población), en sana recreación, se limitaron, en sucesivas oportunidades, a cerrar los ojos a la hora de mirar hacia allá, con la mínima cordura necesaria para hacer de aquella tierra estratégica, una zona turística, económicamente activa y sustentable ecológicamente, y no lo que hemos dejado que sea hoy en general: Una tierra donde sin ningún tipo de morbo, el ultraje se hace cotidiano, por la ambición desmedida de más de un personaje y de una nación vecina.
Esta realidad que nos abofetea en el presente, debe ser corregida; no hay excusas; no hay más pretextos, y el hecho innegable es que se necesita de inmediato, de toda la atención y seriedad que un verdadero plan de desarrollo fronterizo consolidado, exige.
Me veo profundamente tentado a relatar los intríngulis y traiciones que esa parte de nosotros mismos ha vivido en los últimos doscientos años, pero considero que el tema ha sido suficientemente mencionado y detallado por muchos especialistas y no pocas webs en Venezuela, de manera soberbia, por decir lo menos.
Antes de continuar, deseaba dejarles acá un link con un buen video que muestras las bondades de aquellas hermosas tierras:

Volviendo al tema, únicamente les menciono, para que quede claro, que posiblemente, por recibir sobornos de parte del gobierno colombiano de ese entonces, y ante la estupidez del respectivo gobierno venezolano de turno en su momento, la frontera terrestre noroccidental de Venezuela quedó ridículamente reducida al ser movido el hito inicial hacia el Este, resultando la delimitación fronteriza inicial en un pequeño borde a la orilla del Golfo de Venezuela, lo que constituyó la entrega inaudita de cientos de kilómetros cuadrados, que no fue el prologo de la entrega del mismo golfo a Colombia, sólo por la existencia de una isla soberanamente venezolana, llamada Isla Los Monjes.
Hoy, ante la “parálisis” que cualquier iniciativa reivindicativa sobre los territorios que nos pertenecieron, se manifiesta, el sentido de trabajo más congruente que se nos presenta, es el del desarrollo INMEDIATO de lo que nos quedó por soberanía en Castilletes.
La cosa, como de costumbre, arranca con la necesidad de cristalizar la voluntad social de un colectivo que tradicionalmente ha sido frio y laxo, para así poder catalizar la voluntad política necesaria para estructurar un plan con pautas precisas, a fin de:
1.- Crear una red vial de excepcional calidad desde Maracaibo, hasta el propio Castilletes.
2.- Garantizar la existencia permanente e ininterrumpida, de todos los servicios básicos que la zona requiere.
3.- Instalar en las adyacencias a Castilletes, guardando las necesarias e ineludibles garantías ecológicas, un aeropuerto elemental que garantice el acceso rápido y cómodo de turistas.
4.- Reforzar las instalaciones militares en la zona, y desarrollar la presencia de la policía nacional en el área, puente cotidiano de tráfico de cualquier ilegalidad imaginable.
5.- Desarrollar y construir, por las vías convencionales que en esta materia se manejan, de una infraestructura hotelera y recreativa de nivel internacional, sustentable y de mínimo impacto ecológico, guardando celosamente el correcto manejo de desechos y aguas residuales, que deberían ser procesadas totalmente. Las instalaciones eólicas y solares, podrían proveer de extraordinarias oportunidades de energía limpia parea la zona.
6.- Diseñar y proveer estratégicamente, la cantidad de población que será posible instalar en el área, en términos de población permanente, y población itinerante turística. Errores como los vividos en Tucacas, con su sobrepoblación y sobreexplotación de los recursos de la zona, con costas infestadas de enfermedades y aguas negras, en el estado Falcón, deben ser evitados a toda costa.
Queridos compatriotas; todo lo demás serán habladurías. Todo lo demás será saludos a la bandera, con las estupideces a las que nosotros mismos nos tenemos acostumbrados. Dejemos de soñar con territorios soberanos, si no somos capaces de despertarnos de esos sueños y trabajar duro por lograrlos y mantenerlos.
Es el momento. En la lista de las profundas necesidades de nuestra patria, anoten está entre las 15 primeras, y recuerden: todas ellas deben y pueden ser atendidas al mismo tiempo. Dinero hay, potencial humano y técnico existe de sobra. Solo falta, como les decía al principio, la conciencia de los que habitamos en Venezuela, y la voluntad política articulada a través de nuestros gobiernos, para construir aquello que consideramos necesario.
No pretendo que de golpe, Castilletes y el Golfo desde el estado Zulia, hasta el estado Falcón, se vuelvan la Dubái de Latinoamérica, pero…

…¿Acaso no es posible lograr mayores grandezas que esas?
El mecanismo "cuenta-estupidez", continua marcando y andando sin remordimiento. Debemos apurarnos.

NOTA: Mi agradecimiento al blog castilletes-zulia.blogspot.com, por permitirme el uso de su material para ilustrar la belleza de esta tierra. No puedo menos que recomendar su visita, y honrar junto con ella, la bendición que Dios nos ha dado con este hogar que llamamos Venezuela.

jueves, 9 de junio de 2011

La “Vinotinto” gana; el país pierde.

No puedo detenerme mucho en esto, porque quien vio y escuchó la transmisión del partido lo debió comprender todo.

Un espectáculo que llenó el bolsillo de alguna empresa, y que casi quiso hacer del encuentro de futbol, una cosa de segundo plano. Unas entradas carísimas, insulto a quien quería ir a ver a nuestra selección, y cosa digna de ser pagada para quienes querían ver a los jugadores españoles campeones del mundo y del universo, en el mundo “pesetero” de la FIFA.

Por fin, cuando los dejaron por fin desenvolverse como jugadores en el campo, vi a una selección que salió como equipo a jugar, mientras escuchaba a una fanaticada dividida y perdida entre el amor de patria, y el amor por la “madre patria” (España).

Nada retumbó con más fuerza que las nombres y los vítores por las estrellas españolas, mientras nuestros muchachos hacían gala de más amor y bolas, que quienes aguardaban en las gradas por el juego bonito español.

No tengo nada en contra de los españoles, que en todo caso son solo los descendientes de aquellos que plagaron de miserias a aquella América que los ingleses no controlaron, pero no esperen que entre la vida de ellos y la de nosotros, dude en escoger a nuestra gente.

Reflexionen cuando vean estos espectáculos. Mediten sobre el comportamiento del que hacemos gala cuando las circunstancias exigen de nuestra seriedad. Observen como pagamos por una camiseta española, pero escupimos a un anciano que pide en la calle.

Yo no tengo dudas: La Vinotinto ganó por salir como equipo; Venezuela perdió por salir dividida.

Anótense un autogol, que ni siquiera se dieron cuenta.

domingo, 5 de junio de 2011

“La “Vinotinto” ya está instalada en Puerto La Cruz y prepara el choque ante España”

Creo que por primera vez toco lo que parece un tema deportivo, aunque en realidad no lo es.

Se extrañarán quizás por mi afirmación, pero permítanme decirle el por qué lo veo de esta manera:

Ciertamente será un encuentro deportivo, futbolístico, donde ambas oncenas tendrán la oportunidad de entrenarse o mantener condiciones, jugando con un adversario. De más está decir que igualmente sirve para que los jóvenes prospectos de cada equipo, comiencen a foguearse en los escenarios internacionales.

El asunto que me hace detenerme en este evento, es lo que probablemente (!), podré observar en su desarrollo como juego, aunque, ¡…Como deseo equivocarme y que sea lo contrario! : Unas tribunas llenas a rabiar, pero no de fanáticos de la Vinotinto, locos por gritar cada vez que Venezuela pueda meterle un gol a los españoles, o defenderse de los mismos, sino un estadio repleto de fans del equipo español, delirando cada vez que torpedeen el arco venezolano…

Si, es esa desnaturalización posible en esa escena la que me hace reflexionar. Es nuestra debilidad como nación la que me toca al hombro, como queriendo señalar aquel hueco donde vivimos y soñamos que éramos libres, hermanos todos en una gran nación prospera y segura de sí misma y de su camino. Puras fantasías si esa locura por la selección española llega a materializarse.

Quiero ver que se agoten las camisas de la Vinotinto, y no la de los españoles; quiero oír gritos de apoyo a nuestra selección, y pitas al equipo invitado si osan golearnos. Deseo ver a los fanáticos querer lanzarse a saludar a nuestros jugadores, y no a fans locos por abrazar y besar a los jugadores españoles.

Quisiera ver ese entusiasmo volcado por la selecciona nacional al unísono, como una imagen premonitoria de una sociedad unida en la búsqueda de su propia identidad, y el progreso del conjunto que conforma nuestra republica. En definitiva, quiero verlos a todos gritando: ¡Arriba Venezuela!

Sirva ese evento como un termómetro de nuestra cordura.

jueves, 2 de junio de 2011

Julio Borges: “Luego de 12 años, Chávez es pasado”. Web Noticiero digital, 22-05-2011

ND.- Durante un recorrido por Punto Fijo en el estado Falcón, el diputado por Primero Justicia, Julio Borges, aseguró que “después de 12 años, Chávez es el pasado.”


“Los venezolanos que creemos en la democracia, la justicia y el progreso estamos impulsando el cambio, porque no queremos regresar al pasado, pero tampoco queremos seguir viviendo en el presente de impunidad, injusticia, corrupción y donde no hay oportunidades. Este país tienen más futuro que pasado y en 2012 vamos a lograr el cambio”, dijo el también coordinador nacional de Primero Justicia.”


Muy bien, su punto es válido. Sin embargo, pregunto yo: ¿No es el mismo (Julio Borges), una muestra “vivita y coleando” de esa mismo pasado?


¿No son todos los políticos vivos y activos durante la cuarta, una muestra fiel de ese pasado?

Yo creo que sí.


¿La falta de lucidez en este sentido, no es lo que hace que algunos dinosaurios políticos quieran volver a “reinar”?


Permítanme aclararlo con unas declaraciones que dio hace unos días uno de ellos:

“Oswaldo Álvarez Paz: Creo tener el perfil para sustituir a Chávez en la Presidencia”. Web “Noticiaaldia”, 25-05-11.

“El precandidato a las primarias de la Unidad de cara a las elecciones presidenciales de 2012, Oswaldo Álvarez Paz, señaló que el problema mayor que necesita resolver el país es el Presidente. “Creo tener el perfil que se necesita para sustituir a Chávez en la Presidencia de la República”, aseguró.”


Se los comentaba hace un tiempo: Oswaldo Álvarez Paz, el mismo que al salir de la prisión afirmaba que no buscaba la presidencia, ese mismo que luego afirmo que “cualquiera lo puede hacer mejor que Chávez”; el mismísimo que se lanzo sin medir lo dicho, como “candidato a ser candidato” –entiéndase, precandidato-, ahora nos dice tener justo el perfil para sustituir al presidente.


¿No estaba vivo cuando el país se caía a pedazos claramente ya desde los ochentas?; pero, ¿Por qué no hizo nada? No recuerdo, -como tampoco a Julio Borges-, que se lanzaran a la lucha activa, más allá de los cómodos y acondicionados estudios de los periodistas oposicionistas, donde nadie les objetaba nada, ni siquiera ser “convidados de piedra” en esos años tan difíciles y determinantes posteriormente.


¿Cómo decir que saldremos de este mal sueño según ellos, cuando toda la nación desvirtuada en sus valores e identidad, permanece dormida?; ¿será que nos conformaremos con cambiar de sueño?; ¿Resolverá eso algo?.. Yo estoy seguro que no.


¿Qué político no es ya pasado?; ¿Qué político no es ya un fósil sin capacidad para moverse en la rápida sucesión de eventos que exigen más bien de movimientos enérgicos y precisos?; ¿Dónde quedan los “luchadores sociales”?.


Seguramente los nuevos políticos no harán más que fosilizarse, en el momento que tras la búsqueda del pode político, sucumban al marketing político electoral, y a la convicción de que “unas mentiras convenientes, son capaces de salvar la patria”


Estoy consciente que al ejecutar desgarro tras desgarro con las verdades políticas y sociales de nuestro querido país, las carnes de esta sociedad quedarán al descubierto, con el riesgo de infección y necrosis, capaces de llevar a la amputación de algún miembro, pero acaso, ¿No es mejor vivir manco, que morir completo y gordo de tantas oportunidades pedidas?. Pienso que mejor es tener una generación manca, que una nación infectada y enferma, incapaz de engendrar hijos sanos, generaciones por venir, sanas.


Solo veo políticos tratando de pescar en rio revuelto; solo que ahora los “peces”, -nosotros-, no nos dejaremos pescar…


Me anima ver a jóvenes mirando mas allá de las concepciones de los actuales políticos y gobernantes; es esperanzador observar a esos muchachos y muchachas levantando la mirada por encima de las limitaciones conceptuales del presente, buscando aquello que ilumina a lo lejos: La fe de una patria mejor que la que cualquiera que ha tenido, -o ha ambicionado-, poder hasta el día de hoy, ha podido ver o entender.


Chávez ya ha escrito mucho de su camino en el pasado, en lo que ya llamamos historia, pero igual han hecho los demás que han tenido oportunidad de hacer algo por este país y se han conformado con miserias, marcando con ello el enorme abismo que los separa a todos, del sendero grandioso de aquel que seguimos llamando Libertador.